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sábado, 6 de enero de 2024

¿Qué es ser, de verdad, mala persona? Ocho hábitos que señalan en quién no confiar

Marta Legasa

28-12-23

CUIDARTE


Aunque el concepto de maldad puede cambiar en las diferentes sociedades, existen algunas señales comunes que nos indican que estamos ante perfiles adversos

    • La empatía, la capacidad de pensar desde la posición de otra persona, es la principal característica de la bondad, al igual que su carencia es el rasgo más distintivo de las malas personas

    • Los psicólogos advierten de que algunos perfiles narcisistas, maquiavélicos o psicopáticos están relacionados con experiencias traumáticas vividas normalmente en la niñez

En cada entorno, en cada sociedad, se crean una serie de   códigos morales sobre lo que está bien o lo que está mal. La bondad y la maldad, por tanto, son conceptos culturales y dinámicos. Pueden cambiar de un grupo humano a otro, aunque haya líneas rojas comunes en muchas culturas.




Curiosamente, casi todo el mundo puede definir en qué consiste ser buena persona. Normalmente, son perfiles facilitadores, que no ponen problemas ante ninguna situación, siempre tratan de ayudar y no entienden hacer daño de manera consciente. También podemos reconocer a una mala persona intrínseca: quienes tienen la triada oscura de la personalidad, con rasgos maquiavélicos, narcisistas y psicópatas. En general, la empatía, la capacidad de pensar desde la posición de otra persona, es la principal característica de la bondad, al igual que su carencia es el rasgo más distintivo de las malas personas. La falta de empatía reposa en la base de los caracteres narcisistas y psicópatas. La psicología apunta, además, a experiencias traumáticas como origen de esta falta de compasión.

Harvard y la maldad

Entre sus distintas iniciativas académias, la universidad de Harvard también ha estudiado qué significa ser una mala persona. El neurocientífico Howard Gardner, autor del concepto de las inteligencias múltiples, ha dedicado buena parte de su vida a ello. Investigador de la prestigiosa institución, ha sido el artífice del experimento Goodwork Project (Proyecto del trabajo bien hecho) para el que entrevistó a más de 1.200 individuos. ¿La conclusión? Ser bueno compensa: "Las malas personas no pueden ser profesionales excelentes. Los mejores son siempre excelentes, comprometidos y éticos", explicaba el propio Gardner en una entrevista en La Vanguardia.

El compromiso y la ética, como señala el experto, forman parte de lo bueno. Alguien que no tenga una guía de valores difícilmente puede ser digna de confianza. Pero no solo eso; hay otros hábitos que nos sitúan en el lado de las malas personas y probablemente no seamos conscientes de ello. Estas ocho señales muestran qué debemos mejorar y de quién debemos alejarnos.


Manipulan

Las malas personas son manipuladoras. En cualquier circunstancia, intentan conseguir provecho y obtener apoyo para lograr sus objetivos. Si hay que herir a alguien para ello, lo harán sin dudarlo.


Egoístas y oportunistas

"Es egoísta todo aquel que no piensa en mí", dice un viejo proverbio. Para las malas personas el centro del universo son ellos mismos. Aprovechan las oportunidades para satisfacer sus deseos y solo son amables cuando necesitan algo de los demás. Sus relaciones con las otras personas suelen ser transaccionales e instrumentales, siempre en pos de un beneficio.

Posesivos

En cuestiones sentimentales, ya sea de pareja o familiares, son celosos y posesivos. No entienden que los demás tengan buenas relaciones sociales y también suelen sentir celos si no son el centro de atención. Su egocentrismo invade todas las relaciones personales.


Hirientes y excluyentes

Es una de las señales más evidentes. Las malas personas hieren a los demás con facilidad, ya sea a través de comentarios jocosos o con sus actos; por ejemplo, excluyéndolos de algunas actividades, ocultando información o ignorándoles de manera frecuente (el famoso ghosting).


Irresponsables, sin remordimientos

No asumir nunca responsabilidades significa que nos excluimos del entorno, normalmente a nuestro favor. Las malas personas establecen dos 'ligas'. En una están ellos, los intocables, como mucho víctimas (son expertos en victimizarse), pero nunca agentes de nada malo. En la otra, el resto de las personas. Los egocéntricos nunca piensan que puedan hacer algo malo o que perjudique al resto. Sencillamente, no piensan en ellos. No tienen remordimientos ni saben pedir perdón. ¿Por qué iban a hacerlo si nunca hacen nada mal?


Negativos, demasiado pesimistas

La negatividad, el mal humor constante, exagerar lo malo y la agresividad latente son señales inequívocas de que esa persona no va a aportar nada bueno a nuestro entorno. Muestran un exceso de pesimismo que no tiene nada que ver con una valoración objetiva y lúcida de la realidad. Son agoreros que terminan siendo protagonistas de las profecías autocumplidas: ponerse en lo peor y, de alguna manera, facilitar que ocurra. Eso, sí: siempre para beneficio propio. La mala educación y los accesos de violencia, verbal o física, también dan la voz de alerta.


Mienten y hacen trampas

Mentir con frecuencia es una señal clara. Las malas personas suelen ser tramposas por ese inmenso egocentrismo que les empuja a hacer cualquier cosa para lograr lo que quieren sin sentir el menor atisbo de duda. Además, tienden a ser informales y descuidadas en su comportamiento (por ejemplo, llegan tarde a todas las citas), perjudicando a quienes les rodean, tanto personal como profesionalmente.


Exhiben demasiada confianza

La prudencia es una virtud de la inteligencia y de la bondad. Ser prudente implica que valoramos todas las posiciones ante un determinado evento, las nuestras y las de los demás, en igualdad de condiciones. Las malas personas suelen jactarse y hablan sin tener en cuenta cómo pueden afectar sus palabras al resto. Su exceso de confianza resulta inquietante. Cuando no se ha creado un clima de cercanía, una intimidad inoportuna debe hacernos sospechar. En esto, todos los expertos se ponen de acuerdo: evitar la cercanía física y emocional de este tipo de perfiles es clave para mantener nuestra salud mental y no dejarnos contaminar por hábitos indeseables.


jueves, 4 de enero de 2024

Estampas vecinales



 

Libro recomendado





 

 El tabaco MATA




 ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Feijóo con tanto odio?

Sr. Feijóo, los discursos del odio tienen

 consecuencias




ElPlural

Miguel Ángel Heredia Díaz

4-1-24



Feijóo y los suyos siguen fomentando el odio y el enfrentamiento entre los españoles. El PP sigue convencido que solo ellos tienen el derecho exclusivo para poder gobernar España. No pueden tolerar otros cuatro años en la oposición. Por esto cada día aumentan el ruido, con palabras más gruesas y actitudes menos democráticas que solo buscan una situación insostenible. ¿Hasta dónde piensan llegar con sus proclamas incendiarias y sus silencios clamorosos? De verdad, ¿no tiene nada mejor que ofrecer a España salvo odio?

No estamos solo ante una campaña de permanente ataque a Pedro Sánchez o al PSOE, esto pretende ir más allá, poniendo en riesgo la convivencia entre españoles. La política debe buscar la solución a los problemas de la gente donde no cabe el odio a todo aquel que no piensa igual que tú. ¿Dónde están las propuestas alternativas de Feijóo a la subida de las pensiones, a las cotizaciones a la seguridad social de los becarios, a la subida del Salario Mínimo o a la reducción de la jornada laboral? No existen. Solo odio. ¿No se alegra el aún líder del PP de que en España en 2023 se hayan creado más de medio millón de empleos y se haya bajado el paro a la tasa más baja en 17 años? No, solo odio. Y tratar de llevar la política al terreno del odio, aleja cada día más al PP de los partidos conservadores europeos y del centro moderado, para convertirse solo en un apéndice de las políticas de ultraderecha.

Y no. El problema no era la amnistía. Que Feijóo no nos tome más el pelo. Según ha revelado La Vanguardiael PP se reunió con Junts en agosto para explorar un pacto antes de la investidura de Feijóo en un hotel de Barcelona. Sí se reunieron. Claro que lo hicieron, porque el PP lo intentó por todos los medios, se le ofrecieron todo a Junts, el problema es que no le daban los votos, porque Vox no lo hubiese permitido. No más mentiras. Y todos los medios de derechas sin excepción, habría aplaudido el acuerdo de Feijóo con Puigdemont, habrían celebrado la amnistía, incluso habrían publicado con grandes titulares: “España se une”. “Nueva etapa”. “Grandeza y generosidad”. “Acuerdo de Estado”. ¡No más mentiras!

¿Saldrá ahora Ayuso a desautorizar a Feijóo por haber permitido esa reunión entre el PP y Junts o por seguir manteniendo el contacto telefónico entre ambos partidos por si se necesitan en el futuro? O es que ella también la conocía y se ha callado.

Pero como el acuerdo no les salió, tenemos a la derecha más radicalizada que nunca. Aplaudiendo, cuando no guardando un silencio cómplice, ante los ultras que llevan semanas asediando Ferraz, y que han despedido el año colgando de una farola un muñeco que quiere representar al presidente del Gobierno, para después apalearlo al grito de “hay que hacer esto de verdad”. ¿Hasta dónde van a llegar?

Y ahora la derecha y sus medios pretenden abrir un nuevo debate: ¿si esto es delito de odio o no? Vamos a ver. Esto es sencillamente una aberración, que no ocurre en ningún otro país de Europa. Cualquier persona sensata lo sabe. Una aberración cuyas imágenes habrán salido en muchos medios internacionales deteriorando la imagen de España. Una vez más la ultraderecha con los palmeros del PP juegan a eso, a hacer daño a nuestro país.

Lo que está muy claro es que por parte de la ultraderecha hay una estrategia destructiva para dinamitar la convivencia entre los españoles. De hecho, el pasado mes, el líder de Vox, Santiago Abascal, aseguraba que “los españoles querrán ver colgado de los pies al presidente del Gobierno”. ¡No todo vale en política!

Y está a la orden del día que desde la ultraderecha se viertan ataques contra nuestra Constitución, contra el rey, se insulte al presidente del Gobierno, se vitoree al dictador Franco. Unas actitudes que van en contra de nuestra democracia. ¡No todo vale en política!

Y Feijóo, ante toda esta crispación, ante todo este malestar, ¿qué hace? No hace nada, ni critica ni condena. Y no lo hace, en primer lugar, porque no tiene la valentía de enfrentarse a la ultraderecha porque pondría en riesgo sus pactos de gobierno con Vox, pero es que, además, con todo este ruido tapa su frustración por no gobernar nuestro país, y le permite que no se hable de cuándo van a mandarlo a su casa.

Pero no solo Feijóo no condena, sino que desde su propio partido, hay quien compite por superar en bulos, barbaridades y discursos de odio a la ultraderecha. Ahí está la presidenta de la Comunidad de Madrid, la Sra. Ayuso, que cada día hace gala de su falta de responsabilidad institucional. Sin olvidar al alcalde de Ataquines en Valladolid, también del PP, quién para hacer méritos en su partido, ha publicado un montaje en estas Navidades en el que la Guardia Civil detiene a Pedro Sánchez. ¡No todo vale en política!

Sr. Feijóo, los discursos del odio tienen consecuencias. Lo hemos visto en el Capitolio, en Brasil y en otros muchos países. Y no conducen a nada bueno. ¿No hay nadie con sentido común en el PP? Ya basta. La sociedad española aspira al diálogo y al entendimiento. Aspira a un presidente que busque soluciones reales a los problemas de la gente.

Como dice Pedro Sánchez: “Reivindicamos una España abierta, tolerante, amante de la paz y de la justicia social, feminista y ecologista. Así que ni Trump ni Bolsonaro ni Milei ni Feijóo ni Abascal, habrá 4 años más de gobierno progresista, de avances sociales, convivencia y estabilidad institucional en España”. Mientras otros odian, los socialistas vamos a seguir trabajando por más derechos y libertades, por mejores servicios públicos y mayor calidad de vida para todos y todas.


Miguel Ángel Heredia Díaz (Mollina, Málaga, 1966) es Doctor Cum laude en Ciencias Biológicas por la Universidad de Málaga y Titulado Superior en Cultivos Celulares. Ha publicado en varias revistas científicas americanas como Aquatic BotanyJournal of Experimental Botany o Studies in Environmental Science.

Fue Diputado nacional desde 1996 hasta 2019, llegando a ser Secretario General del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados. También fue Secretario General del PSOE de Málaga desde 2009 a 2017. De 2019 hasta 2023 es Senador, llegando a ser Portavoz Adjunto de la Dirección del Grupo Socialista en el Senado.

Ha sido ponente de numerosas leyes, entre las que destacan la Ley de Dependencia, la Ley del Impuesto sobre las Transacciones Financieras, del Parque Nacional Sierra de la Nieves o de los Presupuestos Generales del Estado de 2021, 2022 y 2023.

Asimismo, ha publicado Tribunas de opinión en El PluralHuffPostInfolibrePúblicoEldiario.es o El País.




Mercedes Milá lapida a los ultraderechistas de la Nochevieja de Ferraz con esta tajante reflexión




 

La periodista ha reflexionado sobre las

 lamentables imágenes que se vieron frente a la

 sede socialista

ElPlural

3-1-24


En la madrugada del primer día del año, unas pocas centenas de ultraderechistas se desplazaron hasta la madrileña calle Ferraz, en las inmediaciones de la sede del PSOE, para "celebrar la Nochevieja nacional" y "protestar por la ley de amnistía". Un evento que terminó derivando hacia otros derroteros, como la paliza a un muñeco de Pedro Sánchez colgado de un semáforo como si fuera una piñata. Sobre estas imágenes ha reflexionado la periodista Mercedes Milá, dejando en evidencia a los que hasta allí se desplazaron para pasar la entrada y salida de año apaleando un muñeco de cartón en lugar de estar con sus familias.

En concreto, la periodista se ha detenido en uno de los manifestantes que golpearon la piñata de Sánchez, y ha reflexionado sobre la imagen que ha protagonizado. "Han salido muchas fotos de la Nochevieja en Ferraz pero a mí se me ha pegado esta en la memoria y sobre ella quiero escribir alguna cosa que, a mí, me parece importante. Este hombre joven y con pinta de ser una persona formada y educada perdió el control de su cerebro el 31 de diciembre", ha arrancado la periodista.

"Si acerco la imagen puedo llegar a juzgarlo guapo, atractivo, con buena facha. Su brazo derecho podría estar haciendo un golpe de tenis, un smash e incluso darle bien a la pelota pero no lo conseguirá porque el odio ha carcomido sus entrañas. Ese odio que como un virus incurable ha infectado a personas que jamás pensaron llegar a pegar con saña a ese muñeco ahorcado que hizo las veces de una piñata la pasada Nochevieja en Madrid", ha proseguido Milá. 

"Es su presidente por mucho que no quieran aceptarlo"

"Pegaban para derribar y quemar al Presidente del Gobierno de España, mi Presidente, nuestro Presidente, su Presidente por mucho que no quieran aceptarlo", ha expuesto también la periodista, recordando que Pedro Sánchez es presidente con legitimidad para serlo. 

"También hubo risas junto al odio, hubo banderas que ya consideran suyas, hubo uvas y no parece que la Policía se esmerara para detener a tantos cafres. Todavía puedo recordar cómo eran los grises en aquellas manifestaciones del franquismo; dónde acababan los detenidos y cómo eran invariablemente torturados. En la calle Ferraz no pasó nada de eso", ha argumentado Milá, recordando otros tiempos de mayor represión.

Para zanjar su reflexión, la periodista ha querido recomendar una película de José Luis Cuerda, 'La lengua de las mariposas' y ha recordado las palabras de Fernando Fernán Gómez en el largometraje: "Si conseguimos que una generación, una sola generación, crezca libre en España, ya nadie les podrá arrancar nunca la libertad". 

"Y para cada uno y una que se empeñan en hacernos tanto daño, solo pido que se atrevan a conocer la historia de nuestro país para que no se repita", ha sentenciado Milá. 

En otra fracasada convocatoria de Noviembre Nacional después de la de Nochebuena, en la que solo cien personas acudieron a la calle Ferraz, los organizadores no pudieron hacer el montaje que tenían planeado para el evento porque la Policía impidió el acceso de los camiones con la infraestructura para ello.

Sin embargo, en esta ocasión a altas horas de la madrugada, un grupo de manifestantes ha traído un muñeco que representaba a Pedro Sánchez, fabricado con lo que parece una mezcla de cartón y pasta de papel, y lo ha colgado de un semáforo para posteriormente insultarlo y apalearlo.

"¡Toma justicia del pueblo, bolchevique!", "¡Hay que acabar así con él!", "¡Rojo de mierda, cobra!", o "¡Pedro Sánchez, hijo de puta!" son algunas de las proclamas que pueden escucharse en el vídeo, mientras diferentes exaltados se turnan para golpear el muñeco como si de una piñata se tratase.


lunes, 1 de enero de 2024


 


 

Secretos Inconfesables del Vaticano | Luis Tobajas

SANJUANA MARTÍNEZ: La cara oculta del Vaticano #LibertadFILZocalo



    Foto: Luis Viadel

#Docu: Bowling for Columbine (Michael Moore, 2002)



 


El emotivo mensaje de Leo Bassi a Enric Sopena, fundador de ElPlural.com

El intérprete recuerda y agradece en

 conversaciones con este medio el apoyo recibido

 por parte del periodista frente al hostigamiento

 ultra

Leo Bassi ha estado en la lista negra del grupo ultracatólico Hazte Oír, embrión cultural de Vox y al que el partido debe, en buena parte, su nacimiento. El payaso y actor ha sufrido todo tipo de hostigamiento, incluso amenazas de muerte tanto en nuestro país como en otros por emplear la sátira para condenar aquello con lo que no está de acuerdo.

Así lo relata en una amplia entrevista concedida a ElPlural.com en la que considera, entre otras cosas, que no ha recibido suficiente apoyo de la parte institucional de la cultura frente a algunos de los episodios que, inevitablemente, han marcado su trayectoria, capítulos que, dicho sea de paso, le han hecho más fuerte.

En la misma conversación, sin embargo, sí que ha querido reconocer al apoyo de compañeros del mundillo que tampoco callan ante la censura impuesta por el poder, como Willy Toledo; o de rostros de otros ámbitos como el periodístico, concretamente del fundador de ElPlural.com, Enric Sopena: “Los compañeros de la profesión que luchan siempre han estado a mi lado. Nos sentimos un gremio. También me ayudó mucho vuestro fundador, Enric Sopena, quien siempre me apoyó desde que le conocí”.

Entretanto, lamenta que “quizás” no obtuvo demasiado respaldo por parte de la “cultura institucional”. “Esta sí que podría haberme defendido más”, lamenta, a pesar de “entender” por qué no lo hizo. “Lo primero es que no soy español propiamente dicho. Realmente, no soy nada en particular”, emite con una sonrisa. Y prosigue: “Y lo segundo, es que no vengo del mundo intelectual, sino del circo. Mi padre no sabía leer, y yo estoy muy orgulloso de venir de la clase baja. La burguesía siempre me ha considerado un provocador, un payaso, pero con una connotación negativa”.

Risa contra la censura y la violencia

A sus 71 años, Bassi ha recorrido medio mundo, siempre con la risa por bandera frente a la violencia. “Un payaso no responde a la violencia con bombas, sino con chistes”, tiene claro. Así ha llegado, por ejemplo, a Israel o rincones de Latinoamérica. “Me han puesto una pistola en la cabeza por hacer un espectáculo y hacer reír a niños palestinos. En Brasil también me atacaron otra obra”, dice con solvencia.

Estos son solo algunos ejemplos que se suman a los acontecidos en España, donde la mencionada asociación ultraconservadora le tenía en el punto de mira, llamando con ello constantemente al boicot de sus actuaciones. La escalada de tensión llevó, nada menos, a que le pusieran una bomba a él y su público en el Teatro Alfil, allá por 2006; a que le quemaran sitios de trabajo, o a que le griten “una o dos veces al mes” a las puertas de su Paticano acusándole de “blasfemia”. “Lamenté la indiferencia, se llevaron a cabo investigaciones, pero han quedado en nada…”, recuerda.

Con todo, ve un punto positivo en lo relativo a la censura: “Creo que ayuda en ese sentido a los actores y directores. No me malinterpretes, evidentemente no es positivo que se censuran obras y no es agradable para quien lo sufre, pero en última instancia tiene que dotarnos de más fuerza (…) Porque su censura implica que estamos haciendo cosas buenas, que tocamos puntos que molestan. El arte tiene que estorbar, de lo contrario significa que estamos haciendo algo mal”.

Eso sí, haberle perdido el miedo al miedo no le hace ajeno a la repercusión sobre la cultura que provocan aquellos ayuntamientos en los que la extrema derecha forma parte del Gobierno. “Hemos vivido tiempos “relajados”, y ahora vuelve la censura”.

Parece que es algo nuevo, pero no lo es. Hay gente envuelta en la bandera de España que me ha pegado dos hostias mientras andaba por la calle (…) Todo eso lo he vivido, pero hay que pasarlo para defender la libertad de expresión. Se vive muy bien pensando que somos todos súper demócratas, que se permite hacer cualquier obra de teatro, pero no. Todo es más complicado y salvaje. O te autocensuras, o haces teatro que moleste, y en el segundo caso te expones a que te pasen cosas como las que me han pasado a mí”, emite.

Con todo, deja claro que él no se va a autocensurar. “Si lo hubiera hecho no podría mirarme al espejo ni dormir por las noches. Siempre he intentado vivir acorde a mis ideales y ahora, a mis 71 años, soy feliz de haberlo hecho. Estoy orgulloso de seguir molestando y es lo que también intento enseñar con 70+”, apuntala haciendo alusión a la obra con la que actualmente está en gira y que se mueve en torno al edadismo.

Leo Bassi y la cultura contra la censura más salvaje: humor frente al acoso ultra, bombas y pistolas

La sincera entrevista del payaso y

 actor con ElPlural.com: “Si me

 autocensurara, no podría mirarme

 al espejo (…) Por eso me han dado

 de hostias”

Rubén Rozas

ElPlural.com

1-1-24

Para algunos, un provocador. Para otros, un valiente. Leo Bassi (Nueva York, 1952) hereda la tradición del circo de su padre, quien trabajó, entre otros, con Groucho Marx y Louis Armstrong. Pero su faceta de payaso y actor escapa al aspecto meramente teatral, y es que no entiende el arte si ésta no molesta al poder.

Precisamente esa crítica social -siempre con un toque de sátira- le ha llevado a estar en el punto de mira de la asociación ultracatólica que participó del nacimiento de VoxHazte Oír. Los radicales le han puesto bombas, le han quemado lugares de trabajo y le han hostigado día sí y día también. Pese a todo, él lo tiene claro: no va a callar.

Nunca se ha autocensurado, y no tiene reparos a la hora de condenar las prohibiciones que imponen la derecha y la ultraderecha, allá donde gobiernan: “Creo que este tipo de cosas, en cierto modo, ayuda a los actores y directores (…) Evidentemente, no es positivo, ni agradable, pero tiene que dotarnos de más fuerza, porque significa que estamos haciendo las cosas bien”.

Bassi se encuentra actualmente de gira con 70+, un canto a la rebelión de los mayores contra el paso del tiempo, y con Mussolini, sobre el auge de la extrema derecha. Asimismo, su Paticano, un Vaticano de patos de goma, se encuentra en las guías extranjeras como uno de los sitios a los que acercarse si estás de visita en Madrid. “Creo que Hazte Oír me inspiró en la idea, porque un payaso no responde a la violencia con bombas, sino con chistes, y los patos de goma fue la manera divertida de enfrentarme a todo esto. De alguna manera representan las cosas sencillas (…) La gente se siente pato de goma frente a la sociedad capitalista (risas). El mensaje detrás de la idea es ese: que somos pequeños, que no tenemos trascendencia ni poder, pero nos alegramos de ser así”.

Y, además, es un gran conocedor de la historia de Israel y Palestina: “Me han puesto una pistola en la cabeza por hacer reír a niños palestinos (…)  Conocí hace muchos años al primer ministro israelí, Ariel Sharón. Me dijo que él vivía en un mundo bíblico y que era capaz de matar a su madre si Dios se lo pedía”.

Entrevista completa a Leo Bassi

PREGUNTA (P): ¿70+ es una oda contra el paso del tiempo, el edadismo y los tópicos de la edad? ¿Un canto con el estribillo muy claro: la edad se lleva por dentro?

RESPUESTA (R): Tenía mucho miedo a llegar a esta edad, y me sorprendió darme cuenta de que está siendo uno de los mejores momentos de mi vida, o el mejor, y es lo que quiero compartir con el público, porque es algo que hace 20 o 30 años no me podía imaginar, lo veía como algo horrible por lo que tenemos que pasar todos.

P: Recientemente se cancelaba una obra porque sus actores salían en ropa interior. No sé si cuando se publique esta conversación habrá más ejemplos, pero son muchos los que se pueden enumerar en aquellos lugares en los que la ultraderecha tiene poder. Pocas personas como tú para hablar de esa guerra sucia a todos los niveles, incluso sufriste amenazas de muerte.

R: He tenido una bomba en mi camerino, el 1 de marzo de 2006 en el Teatro Alfil, y en 2016 nos quemaron el Paticano; tiraron un cóctel molotov dentro. Lamenté la indiferencia, se llevaron a cabo investigaciones, pero han quedado en nada… Lo de la derecha es instintivo y la izquierda se ha hecho demasiado cerebral. Para mí, la censura me da más deseo para seguir con una obra. Hemos vivido tiempos “relajados”, sin esta censura, y ahora vuelve.

Pero creo que ayuda en ese sentido a los actores y directores. No me malinterpretes, evidentemente no es positivo que se censuran obras y no es agradable para quien lo sufre, pero en última instancia tiene que dotarnos de más fuerza (…) Porque su censura implica que estamos haciendo cosas buenas, que tocamos puntos que molestan. El arte tiene que estorbar, de lo contrario significa que estamos haciendo algo mal. No tengo miedo de la censura.

No tengo miedo
 

P: ¿De qué manera te repercutieron, también personalmente, aquellos episodios? No solo por ti, sino por tu familia y amigos. Tú mismo reconociste tener miedo al principio, como es lógico, por otra parte.

R: Sí… pero tengo la piel muy, muy dura. A mí me han puesto una pistola en la cabeza por hacer un espectáculo y hacer reír a niños palestinos. En Brasil también me atacaron otra obra, los episodios que he relatado en España… No tengo miedo. Son instintos violentos; y que atemorizan, claro, pero es el precio que hay que pagar para hacer arte de verdad. La gente con la que comparto cosas somos muy parecidos y no nos asusta nada de esto, al contrario, nos dan más ganas para seguir y hacer ciertas cosas.

Desde hace once años, una o dos veces al mes hay gente que se pone a las puertas del Paticano a gritarme y a decirme que blasfemo… y no he cerrado el local.

También quiero dejar claro que no tengo subvenciones, que sobrevivo con el dinero que la gente me da. Me he librado de la dependencia del dinero del Estado, también para no ser censurado. Hago las cosas porque quiero y dependiendo únicamente del público.

P: Fuiste uno de los primeros que apareció en la lista negra de Hazte Oír, embrión cultural de Vox…

R: Eso es. He sido continuamente reprimido por Hazte Oír durante años. Ponían en sus páginas mi gira y pedían a la gente que me boicotearan. Conozco a toda esta gente, de hecho, escribí un libro (La Revelación) sobre el grupo, apoyado en Estados Unidos (EEUU).

Parece que es algo nuevo, pero no lo es. Hay gente envuelta en la bandera de España que me ha pegado dos hostias mientras andaba por la calle (…) Todo eso lo he vivido, pero hay que pasarlo para defender la libertad de expresión. Se vive muy bien pensando que somos todos súper demócratas, que se permite hacer cualquier obra de teatro, pero no. Todo es más complicado y salvaje. O te autocensuras, o haces teatro que moleste, y en el segundo caso te expones a que te pasen cosas como las que me han pasado a mí.

También te digo, ahora soy más feliz que nunca, porque me han demostrado, y me he demostrado, que era yo y no ellos, quien tenía razón.

Se vive muy bien pensando que todos somos súper demócratas, pero es más complicado y salvaje
 

P: ¿Te has autocensurado?

R: No. Me han pegado, me han quemado sitios… pero no. Si lo hubiera hecho no podría mirarme al espejo ni dormir por las noches. Siempre he intentado vivir acorde a mis ideales y ahora, a mis 71 años, soy feliz de haberlo hecho. Estoy orgulloso de seguir molestando y es lo que también intento enseñar con 70+.

Tampoco he recibido subvenciones de nadie, como decía, por lo que no he actuado por miedo a que me las quiten (…) Y pago más impuestos que muchos de los que llevan la pulserita de España.

Pago más impuestos que muchos de los que llevan la pulserita de España.

P: También tienes en gira Mussolini. La clave, entonces, para frenar a la extrema derecha, está en no callar.

R: Así es.

P: ¿Consideras que recibiste (o recibes) poco apoyo por parte de los compañeros de la cultura?

R: Quizás la cultura institucional sí podría haberme defendido más, pero entiendo por qué no lo ha hecho. Lo primero es que no soy español propiamente dicho. Realmente, no soy nada en particular.

Y lo segundo, es que no vengo del mundo intelectual, sino del circo. Mi padre no sabía leer, y yo estoy muy orgulloso de venir de la clase baja. La burguesía siempre me ha considerado un provocador, un payaso, pero con una connotación negativa.

Sin embargo, los compañeros de la profesión que luchan (Willy Toledo, por poner un ejemplo), siempre han estado a mi lado. Nos sentimos un gremio. También me ayudó mucho vuestro fundador, Enric Sopena, quien siempre me apoyó desde que le conocí.

En definitiva, la parte intelectual más burguesa, por así decirlo, no me ha entendido tanto, lo cual tampoco quiero criticar… Me quedo con las personas que sí lo han hecho, que son las que he valorado.

La cultura institucional podría haberme defendido más
 

P: También estás muy concienciado con lo que sucede en Oriente Medio. Al margen de todo, la tensión en la zona (que ha aumentado desde octubre), ¿obedece a una cuestión de fanatismo religioso, de hipocresía, de poder, de inacción…? ¿Una mezcla de todo? Decías en una entrevista que el mundo está gobernado por imbéciles, pero es cierto que éstos, al final, son capaces de mover a las masas y generar verdadero dolor.

R: Bueno… es un problema históricamente profundo, con raíces religiosas... Mucha gente de la cultura se ha postulado del lado palestino porque se siente laica y no entiende que alguien pueda matar por un dios. Aunque, al margen, cualquier persona capaz de reflexionar se da cuenta de que no tiene sentido.

Hay algo más profundo que el orgullo o el egoísmo: el fanatismo religioso. Lo que sucede a orillas de la Franja es una venganza bíblica. Quiero decir, no sé si alguien mata a 25.000 personas y a 8.000 niños solo por orgullo … Luego también entra en juego Estados Unidos (EEUU). Joe Biden apoya todo esto porque los mismos protestantes se vieron como un pueblo erigido por Dios y luchando contra los “salvajes”… Es una raíz histórica que se puede aplicar, incluso, por ejemplo, al capitalismo. Sea como fuere, nos estamos despertando en 2024 con un mundo del siglo XV.

Yo he estado muchas veces en Israel y Palestina, y conocí hace muchos años al primer ministro israelí, Ariel Sharón. Me dijo que él vivía en un mundo bíblico y que era capaz de matar a su madre si Dios se lo pedía… Para que te hagas una idea.

P: Por terminar la entrevista de una manera más simpática, me gustaría remacharla haciendo alusión a las misas patónicas, de las que ya hemos hablado. ¿Cómo surge esta idea y qué sensaciones se lleva la gente que va? Muchísima joven porque, además, se anuncia un montón en redes sociales… Que valga la respuesta también como reclamo para un buen plan en este nuevo año.

R: Es un proyecto del que también estoy muy orgulloso porque, a pesar de que solo caben 30 o 40 personas, la iglesia siempre está llena. Hacemos cuatro o cinco misas todos los domingos y se forman unas colas tremendas.

Volviendo a lo de antes, creo que Hazte Oír me ha inspirado, porque un payaso no responde a la violencia con bombas, sino con chistes, y los patos de goma fue la manera divertida de enfrentarme a todo esto. De alguna manera representan las cosas sencillas (…) La gente se siente pato de goma frente a la sociedad capitalista (risas). El mensaje detrás de la idea es ese: que somos pequeños, que no tenemos trascendencia ni poder, pero nos alegramos de ser así.

Como bien dices, el público suele ser menor de 25 años; el de las redes sociales. Y en cuanto a los eventos, hemos hecho cientos de bodas, bautizos y hasta cinco funerales. Nos han traído cenizas del difunto, que quería ser despedido con chistes.

Nos han incluido en guías fuera de España entre las diez cosas que hacer si vienes a Madrid, además de visitar los museos, la Moncloa… En fin, estoy muy orgulloso.