Los 11
hallazgos más increíbles sobre amor y sexo de la última década
Créenos: hemos aprendido MUCHO estos años.
05/01/2020
ElHuffPost
La
década de los 2010 ha sido muy fecunda en cuanto a descubrimientos sobre amor y sexo se refiere. Ha sido
en estos años cuando la sociedad ha aprendido que si un hombre es menos
atractivo que su mujer tiende a compensarlo con favores sexuales, o que
deberías desconfiar si tu ex te propone seguir siendo amigos. Estos han sido 11
de los hallazgos científicos más interesantes de los últimos diez años:
1. Las mujeres son más felices con hombres menos atractivos que ellas.
Un estudio de 2017 de la
Universidad Estatal de Florida (EE UU) reveló que en las relaciones
fructíferas, la mujer suele ser más “estéticamente dotada” que su pareja
y que las mujeres son más felices con hombres menos atractivos.
En este sondeo, 113 parejas de recién casados fueron calificadas según su
aspecto. Los investigadores descubrieron que si el hombre era menos atractivo
que su esposa tendía a compensarlo con regalos, favores sexuales y colaborando
más en casa, llevándoles a un matrimonio más feliz.
“Los maridos se mostraban más
comprometidos con sus esposas cuando sentían que salían ganando [en el plano
físico]”, señala el estudio.
Este estudio también apunta que las
mujeres “menos atractivas” son más propensas a querer
hacer dieta para estar más delgadas si sus maridos son atractivos.
“Este resultado revela que tener un
marido físicamente atractivo puede traer consecuencias negativas a las mujeres,
sobre todo si ellas no son especialmente atractivas”, asegura la
investigadora principal del estudio, Tania Reynolds.
2. Si
tu ex quiere mantener la amistad, quizás tenga rasgos de psicópata.
La
próxima vez que tu ex te pregunte si podéis ser amigos, desconfía. En 2016, investigadores de la
Universidad de Oakland (Michigan, EE UU) descubrieron que las
personas con rasgos de personalidad de la “tríada oscura” (como el narcisismo y
la psicopatía) a menudo mantienen el
contacto con sus exparejas con fines personales muy calculados.
El deseo de seguir teniendo sexo, ayuda
económica o control sobre la persona son algunas de las razones para mantener
el contacto, especialmente en el caso de los hombres.
3. Los hombres homosexuales duran más con su pareja que los
heterosexuales.
¿Piensas que los gais se separan
enseguida? Pues los estudios demográficos realizados en Estados Unidos desde que se legalizó
el matrimonio del mismo sexo en 2015 en todo el país demuestran
justo lo contrario.
En 2018, un estudio de la universidad
de UCLA que
analizó a parejas heterosexuales y homosexuales a lo largo de 12 años desveló
que los gais rompen con menor frecuencia (14,5%). Las lesbianas sonn las que
rompen con mayor frecuencia (29,3%) y las parejas heterosexuales están entre
ambas (18,6%).
4. Puede que el sexo ‘millennial’ esté en declive.
En diciembre de 2018 Atlantic
publicó una portada con un titular dramático: La recesión
sexual: por qué los jóvenes practican menos sexo y qué implica para la sociedad.
Basándose en un estudio de 2017
dirigido por la psicóloga Jean M. Twenge y en datos de la Encuesta Social
General (GSS), el artículo sugiere que los jóvenes de hoy en
día van camino de tener menos parejas sexuales que las dos
generaciones anteriores.
Los jóvenes de la generación Y (millennials)
de entre 20 y 25 años resultaron ser dos veces y media más propensos a la
abstinencia que la generación X a su edad, según el artículo, y el 15% contestó
que no había practicado sexo desde que alcanzó la mayoría de edad.
No obstante, no es algo que afecte
exclusivamente a los millennials, ya que desde finales de los 90 hasta
2014, el sexo de todos los adultos ha caído de una media de 62 a
54 relaciones sexuales al año en Estados Unidos (lo que significa,
por otra parte, que los adultos siguen practicando sexo más de una vez por
semana).
En cualquier caso, tal y como señala Cosmopolitan, como la Encuesta Social General no define
qué se entiende por sexo, es difícil saber si los participantes
incluyeron el sexo oral, la masturbación mutua y otras prácticas sexuales sin
penetración.
5. La mayoría de la gente intenta ligar con personas que juegan fuera de su liga.
Deslizas a la derecha en Tinder aunque
dudas que ese clon de Chris Hemsworth vaya a hacer lo mismo por ti. Según un
estudio publicado en agosto de 2018 en la revista Science Advances,
los usuarios de las aplicaciones para ligar pasan la mayor parte del
tiempo intentando contactar con personas mucho más atractivas.
Los investigadores revisaron miles de
mensajes intercambiados en una aplicación “famosa y gratuita” entre casi
200.000 hombres y mujeres heterosexuales.
Después de un mes de análisis
intensivos, vieron que la mayor parte de los usuarios intentan contactar con
personas un 25% más deseables (valor determinado según cuántas solicitudes
recibían a lo largo del mes).
“Nuestro estudio sugiere que muchas
personas buscan parejas más atractivas que ellas mismas. Las mujeres tienen un
poco menos de ambición en este aspecto”, explica Elizabeth Bruch, profesora de
Sociología en la Universidad de Michigan.
6. Es más probable que te fractures el pene si practicas sexo con alguien que no es tu pareja.
Hombres, cuidado con las aventuras
o encuentros sexuales casuales, porque aumentan el riesgo de que os fracturéis el pene.
Según un estudio de 2011 publicado en
la Journal of Sexual Medicine, mantener relaciones sexuales
extramaritales aumenta el riesgo de que el hombre se fracture el pene. Los investigadores
de la Universidad de Maryland estaban tratando a hombres con el pene fracturado
cuando descubrieron que la mitad de los casos se habían producido durante
infidelidades. (Que no cunda el pánico: la ‘fractura’ es más bien una ruptura
de los cuerpos cavernosos, no se parte como una rama).
¿Por qué son tan peligrosas las
infidelidades, aparte del riesgo de que te pille tu pareja?
“Si un hombre está practicando sexo con
alguien que no es su mujer, si tiene mucha prisa o si está en un lugar inusual,
la situación es distinta”, explica Andrew Kramer, autor principal del estudio.
“Creo que donde no se ven muchas fracturas de pene es en el dormitorio con la
mujer con la que llevas años casado”.
7. Si no quieres divorciarte, es más probable lograrlo si te casas entre los 25 y los 32.
¿Quieres casarte y que dure? Pues no te
relajes demasiado (pero tampoco tengas tanta prisa). Si esperas mucho más allá
de los 30, el riesgo de
divorciarte aumenta, señala un estudio de 2015 de la Universidad de Utah.
Nicholas Wolfinger, sociólogo de esta
universidad, estudió los datos
de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar y descubrió que aunque el
riesgo de divorcio aumenta antes de llegar a los 25, desde entonces desciende
hasta los 32 y luego vuelve a aumentar.
Si llegas a los 32 y no te has casado, el riesgo de divorciarte aumenta en un 5%. En
otras palabras: la mejor época va de los 25 a los 32.
La
buena noticia es que la cifra total de divorcios en España ha bajado en los
últimos años, aunque en parte también se debe a que se producen menos
enlaces.
8. El divorcio es potencialmente mortal para los hombres.
Los investigadores de la Universidad de
Nebraska descubrieron que los hombres
divorciados o no casados tienen una mayor tasa de mortalidad y una
mayor tendencia a caer en la depresión y el abuso de sustancias que los hombres
casados. También descubrieron que los hombres divorciados son más proclives a
abusar del alcohol y las drogas y que los divorciados o separados tienen una
tasa de suicidio un 39% mayor que la de los casados. La depresión también es
más común entre hombres divorciados, y estos se someten a tratamiento
psiquiátrico 10 veces más a menudo que los hombres casados.
9. El buen humor que provoca el sexo dura 48 horas.
Ya se sabía que el sexo te deja de
mejor humor gracias a las endorfinas y otras
hormonas del bienestar que se liberan durante el orgasmo. Pero en
2017, los investigadores de la Universidad Estatal de Florida descubrieron que
los efectos positivos del sexo duran dos
días, una sensación que puede servir de pegamento en una relación.
La autora principal del estudio, Andrea Meltzer,
indica que es posible que esas 48 horas tengan una razón evolutiva.
“48 horas es el mismo tiempo que dura
el periodo más fértil del ciclo de la mujer, el tiempo que tarda el hombre en
restaurar su nivel máximo de concentración de esperma y el tiempo que el esperma puede
sobrevivir de forma viable en el tracto reproductivo de la mujer”,
enumera. “Es muy interesante que las repercusiones cognitivas del sexo duren
exactamente el mismo tiempo que las repercusiones biológicas”.
10. Según si eres hombre o mujer, tener una relación cercana con tu familia política puede ser bueno o malo.
Un estudio longitudinal de 26 años
publicado en noviembre de 2012 por la Universidad de Michigan descubrió que
cuando un hombre afirmaba tener una relación cercana con su familia política,
el riesgo de divorcio disminuía un
20%. En cambio, cuando una mujer decía tener una relación cercana
con su familia política, el riesgo de divorcio
aumentaba un 20%. ¿Por qué esa diferencia?
La investigadora Terry Orbuch explicó
en The Wall Street Journal que probablemente muchas esposas
acaban viendo a su familia política como unos entrometidos cuando interactúan
con ella, mientras que los maridos se lo toman de forma menos personal.
11. Las parejas que se reparten las tareas tienen una mejor vida sexual.
Repartirse las tareas de la casa no
parece demasiado atractivo, ¿verdad? Pues la próxima vez que lo pienses, échale
un vistazo a este estudio. En 2015, los investigadores de la Universidad de
Alberta (Canadá) descubrieron que las parejas que se reparten las
tareas estaban más
satisfechas con su relación y practicaban más sexo que las parejas
que no colaboraban.
Una división justa de las tareas
facilita que ambos miembros se sientan respetados durante el día a día. “Hacer
las tareas puede ser más o menos entretenido, pero saber que tu pareja está
cumpliendo con su parte evita rencores y enfados, lo que dispone un terreno
mucho más propicio para que tenga lugar el encuentro sexual”, señala Matt
Johnson, principal autor del estudio.
Bueno saberlo. Ahora, a pasarlo bien
entre las sábanas.
Este artículo
fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido
y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.
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