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sábado, 1 de marzo de 2025

 



Hace 12 años


Carta abierta a su Majestad el Rey

Hace unos años escribía en un periódico digital y nunca tuve el menor problema hasta que se me ocurrió contar en un artículo alguna de las andanzas de su Majestad (no recuerdo cual) y el director me lo rechazó alegando que existía un pacto tácito entre todos los medios para no sacar a la luz sus travesuras. Hoy ya no es así y de ahí esta misiva.

En unos días entrará por duodécima vez en su vida en un quirófano. Novena en los últimos dos años y medio. Le hemos visto últimamente caminar con dificultad y probablemente con mucho dolor. Parece que se le agravó la hernia discal antigua en columna lumbosacra.

Su afición a las armas le viene de muy lejos. Se sabe poco de aquel triste episodio el 25 de marzo de 1.956 en la residencia de verano de la familia real en Estoril (Portugal) cuando jugando con un arma Long Automatic Star calibre 22, un precioso juguete que alguien le había regalado, se le disparó fortuitamente y la única bala le entró por la nariz a Alfonsito alcanzándole la nariz acabando con su vida. Majestad usted no es una mala persona y aunque su padre parece ser le hizo jurar que no fue intencionado a nadie le cabe la menor duda de que el disparo fue fortuito. Una terrible desgracia que debió marcarle el resto de por vida aunque no por eso perdió la afición por las armas.

Hace unos meses tuvo que regresar urgentemente para ser intervenido después de sufrir un accidente mientras se encontraba cazando elefantes en un lejano país africano. Apareció cariacontecido y visiblemente arrepentido pidiendo perdón y asegurando que no volvería a ocurrir. ¿Por qué pidió perdón? Se encontraba matando elefantes completamente ajena a los millones de personas que en su país se manifiestan diariamente protestando por esta crisis que están sufriendo y de la que no son responsables. Por otro lado usted majestad comentó en EE.UU. que se había lastimado al caerse de la cama. Los medios no explicaban nada más pero todo el mundo sabía que en la expedición también se encontraba, “su entrañable amiga” la princesa Corinna. Era muy fácil sacar conclusiones, alguna tan colorista como que se rompió la cadera haciendo el “salto del tigre” sin tener en cuenta su avanzada edad.

¿Por qué pidió perdón? Po matar al enorme paquidermo. No se sostiene la otra posibilidad incluso echando un vistazo a su extenso curriculum. Una famosa periodista cercana a la casa Real ha declarado que hace más de treinta años que no duerme con la Reina lo que hace presuponer que es entonces cuando empiezan sus verdaderas cacerías amorosas.

Sus turiferarios, al estilo del incalificable Jesús Hermida, justifican sus infidelidades al tratarse de su vida personal obviando que su Majestad es el Rey, y que como la mujer del César no basta con que sea honesta, también tiene que parecerlo.

El siguiente gran argumento es el hecho de que otros mandatarios han tenido sus devaneos aunque con diferentes resultados. Carlos de Inglaterra y Camilla con final feliz; Bill Clinton y una becaria de la Casa Blanca de 22 años llamada Mónica Lwinsky, excelente felatriz que no terminó tan bien. Durante mucho tiempo guardó como una reliquia el vestido manchado de semen presidencial. Cuando engullía el miembro enhiesto, los gametos masculinos al encontrarse con la saliva en lugar de los gametos femeninos para completar el ciclo alcanzando el clímax, se desparramaron por la comisura de los labios como un churretón.

Su vida personal Majestad, es privada e íntima y solamente le pertenece a usted. Pero también está obligado a ser consecuente. No puede pasar la vida haciéndose fotos besando anillos papales o cardenalicios; doblando los riñones ante monseñor Rouco Varela; comulgando en todas las misas posibles. Probablemente se encuentre en pecado mortal y si por una de aquellas (¡dios no lo permita!) no saliese del quirófano con vida, iría de patitas al infierno.

No obstante tiene la posibilidad de confesarse y…pelillos a la mar. Aquí no ha pasado nada.

Majestad ha dejado un ejército (parece una exageración pero tómelo como una metáfora) de corazones heridos. Ser famoso tiene esa servidumbre. Mire al zángano del Paquirri, el hijo de la Pantoja, más feo que Picio y las mujeres se lo rifan. Pero es que usted es el Rey de España y por si eso fuera poco, un buen mozo (la reina anhela los días felices con su usted, y llama la atención sobre lo “varonil” y “fogoso” que era.).

A la muerte del dictador Franco, con trece años de matrimonio, dejaron de dormir juntos. Y concretamente en el año 1976 su Majestad la Reina le pilló en la cama con Sara Montiel, en la casa de campo de un amigo, en Toledo.

Probablemente fue entonces cuando le encargó a su sastre que a partir de entonces todos sus pantalones llevasen una bragueta con un sistema “abre-fácil”. Empezaba su carrera priápica contumaz.

La lista es interminable pero pongamos algunos pocos ejemplos: “la vedette”, “la estrella del destape de impresionantes ojos verdes”, “las dos Palomas”, María Gabriella de Saboya (ex mujer de Robert de Balkany), condesa Olginha Nicolis de Robilant, Julia Steinbuch, Bárbara Rey con la que hubo un escándalo por unas cintas de video, la decoradora mallorquina Marta Gayá, probablemente su verdadero amor, con la que estuve quince años…y en la etapa contemporánea la rubia princesa Corinna Corinna zu Sayn-Wittgenstein de la que tanto están hablando estos días, todos los medios.

Hace unos años Ingrid Sartiau de 46 años nacida en Gante estaba viendo un telediario cuando su madre le señaló que aquel señor que salía en la tele era su padre. Se puso en contacto con Albert Solá Jimenez de 54 años nacido en Girona, al que le había ocurrido lo mismo y se hicieron el ADN. Tienen un 99% de posibilidades de ser hermanos. Aseguran que son hijos bastardos suyos y que le han solicitado que se haga el ADN pero que usted los ignora y ni tan siquiera se ha molestado en contestarles.

En otro orden de cosas la prestigiosa revista Forbes publicaba que usted ocupa el puesto 134 de los más ricos del mundo. Como no los ha demandado se puede presuponer que dicen la verdad. Claro que su sueldo es muy elevado pero cuando usted se casó lo hizo con una mano delante y otra detrás. No tenía ni un duro. La revista le hace poseedor de una fortuna de 1.790 millones de euros ocupando el sexto lugar de los monarcas más ricos. Por lo menos, de ser cierta la noticia debería justificar como consiguió amasar semejante fortuna y en que paraísos fiscales la tiene depositada. Debería hacerlo.

Faltan muy pocas horas para que ingrese en la Clínica La Milagrosa y todos deseamos y esperamos que la operación sea todo un éxito, pero permítame señalarle que ha vuelto a perder otra oportunidad de oro para congratularse con la ciudadanía a la que tiene tan mosqueada. No ha debido dar de lado a la Sanidad Pública a la que unos políticos codiciosos y desaprensivos están destrozando al querer convertir los pacientes en clientes de sociedades anónimas. La Sanidad Pública junto con la Educación son las dos joyas de la corona que están destrozando.

Ni una sola vez le hemos oído recriminar al Gobierno por lo mal que lo está haciendo y que nos conduce a la miseria más absoluta con cerca de dos millones de personas que comen cada día gracias a la solidaridad mientras otros miles buscan en los contenedores retos de comida que llevarse a la boca.

Tampoco ha dicho ni una sola palabra de ese duque em..Palma..do que tiene como yerno y sus sucios negocios pese a que un exsocio le ha involucrado o al menos insinúa que usted era sabedor de sus chanchullos. También amenaza con sacar a la luz algunos correos de carácter erótico. Serán una bomba.

Po último Majestad al salir del quirófano presente su dimisión, abdique automáticamente y grite con todas sus fuerzas: ¡Viva la República! Cuando se encuentre completamente restablecido búsquese un lugar alejado de todo este ruido, junto con la persona que ame y le haga feliz y dedíquese a vivir el resto de su vida.

Si su novia actual le defrauda, ya nada importa, márchese al monte a criar ovejas y a creer mucho en dios.

De nada.

Saltimbanqui (El Circo)

http://luis-viadel.blogspot.com/

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