Adriano Lozano
8-3-25
En mi opinión, nuestro país tiene un problema sociocultural. La mayoría de la gente no lee ni se informa de nada, y mucho menos, se molestan en contrastar la veracidad de lo que oyen en los medios de comunicación. Siguen los acontecimientos políticos a campanazos, atendiendo a lo que hace más ruido, y los principales medios informativos están salpicados de residuos de nuestro pasado franquista. La transición fue más que pactada, y todos los que estaban con el anterior régimen, fueron ocupando sillones en el gobierno, la judicatura y el resto de las instituciones. Todo ese caldo de cultivo nocivo fue creciendo y extendiéndose como un manglar, y ahora lo maneja todo. Es lo que llamamos "las cloacas".
El poder para cambiar toda esa estructura oligárquica de redes clientelares lo tenemos los votantes, pero ellos, atraves de sus brazos mediáticos, se encargan de desviar constantemente la atención, creando el odio hacia cualquier cosa que amenace con cambiar el sistema capitalista y todas las trampillas de las que todos sus actores se benefician. La ignorancia de la gente es la base de su éxito, y meter miedo les funciona muy bien. Nada más que hay que ver que hasta los jueces ceden a las exigencias de las cloacas, cuando uno de los pilares más importantes de nuestra constitución es la separación de los tres poderes. Nada más lejos de la realidad,....con éstos juegan al Monopoly, pero con dinero de verdad, el nuestro.
No entiendo cómo hay tantísima gente enganchadas en las casas de apuestas apostando por la incertidumbre de un resultado producto del azar, y que encima están diseñadas para que los jugadores pierdan más que ganen, y no tienen cojones de apostar por un cambio de verdad, eligiendo a políticos que nó roban y hacen políticas para el bienestar de la gente. Una apuesta de verdad por el futuro beneficio de todo nuestro país, o al menos dar el beneficio de la duda. La apuesta tuvo ya resultados de referencia muy positivos en muchos municipios; fueron los ayuntamientos del cambio, pero la gente parece estar ciega; más que ciega, indiferente impasible y ajena a los peligros, como un corcho flotando en el rápido de un río.... La bajada es inminente, pero se conforman con seguir flotando, ignorando que están a merced de la corriente y sin ver que lo que les espera es un destino fatídico.
Lo que no se entiende, es que mucha de esa gente votan a ladrones corruptos a sabiendas de que lo son. Desde luego que no hay peor ciego, que quien ya vio y volvió a cerrar los ojos.
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