LA CARTA QUE AYUSO NO QUIERE ESCUCHAR”
Hoy quiero dirigirme a alguien que cree que puede dar lecciones de moral desde la punta de un ático.
Un ático pagado por un defraudador confeso.
Alguien que habla de dictaduras mientras vive instalada en la comodidad absoluta del privilegio.
Alguien que cree que puede gritar libertad mientras cierra los ojos a todo lo demás.
Esa persona es Isabel Díaz Ayuso.
Señora Ayuso, su teatro de victimismo es impresionante.
Cada rueda de prensa, cada tuit, cada titular cuidadosamente filtrado,
todo forma parte de la misma obra:
ella, la mártir;ella, la heroína; ella, la salvadora de la patria.
Y todos los demás, simples comparsas, obligados a aplaudir o a ser destruidos.
Pero detrás del foco, detrás del maquillaje, detrás del aplauso de sus seguidores, está la realidad que usted quiere ocultar,su libertad no es democracia.
Su libertad no es justicia.
Su libertad es privilegio.
Y ese privilegio no cae del cielo,su pareja, su hermano, su madre, sus amigos, todos beneficiados, todos haciendo fortuna mientras el ciudadano de a pie lucha por llegar a fin de mes.
Usted habla de mérito, pero su familia se hace millonaria con contratos, empresas y favores al calor de la administración.
No es talento lo que les hace prosperar.
Es usted, su influencia y su red de protección.
Y claro, eso no basta.
Porque una heroínanecesita altavoces.
Y los tiene,Inda, Quintana, Quílez…
matones de la palabra, periodistas cuya labor no es informar, sino fabricar enemigos, calumniar, sembrar miedo.
Ellos gritan, usted sonríe.
Ellos difunden, usted se hace la víctima.
Todo perfectamente orquestado. Todo para que nadie cuestione su narrativa.
Todo mientras ella se presenta como “defensora de la libertad”.
Detrás de ese ruido hay algo más fondos internacionales, lobbies, intereses económicos que no conocen ideología ni patriotismo, solo beneficios.
Ministros que aplauden, gobiernos que miran para otro lado, dinero que fluye,
y usted en el centro, en su púlpito, diciendo que la persiguen.
Y cuando habla de ancianos, cuando intenta apropiarse de palabras como “cuidado”, “responsabilidad” o “derecho a vivir con dignidad”…
el silencio duele.
Porque durante su mandato, miles de mayores murieron sin atención médica adecuada, sin traslado a hospitales, sin acompañamiento.
Y mientras usted daba ruedas de prensa, firmaba protocolos que excluían, priorizaban y abandonaban.
Esa es su verdadera política.
No los discursos heroicos.
No las lágrimas calculadas.
No los gritos de libertad
Hablemos de libertad otra vez, Ayuso.
Libertad para sus amigos.
Libertad para su familia.
Libertad para su novio, su hermano, su madre,todos prosperando mientras usted exhibe su moral como si fuera oro.
Libertad para quienes controlan los contratos, las empresas y los medios que aplauden cada gesto suyo.
Libertad para quienes se benefician de su posición y luego llaman “dictadura” a todo lo que no pueden controlar.
Usted no practica decencia.
Usted no practica ética.
Usted no practica política.
Usted practica espectáculo, cinismo y autopromoción.Y no puedo dejarme a su partido ,moralistas fariseos igualitos que vd .
Y lo hace con una frialdad que cansa, que indigna, que enferma.
Mientras los demás miramos, nos sentimos impotentes y agotados de ver cómo la palabra “democracia” se prostituye en su boca.
Y no se engañe, esta carta, este monólogo, no es solo para usted.
Es para todos los que aguantan, que ven el sistema cada vez más blindado, cada vez más injusto.
Para quienes saben que la política no es espectáculo, que la democracia no es un decorado, que la libertad no se mide por los contratos que caen del cielo.
Porque usted podrá comprar altavoces, comprar titulares, comprar aplausos.
Pero no podrá comprar la conciencia de un pueblo que ya no le cree.
La libertad no es suya.
La libertad no se alquila.
La libertad no se maquilla.
La libertad no se construye sobre la impunidad de los suyos y el miedo de los demás.
La libertad es de todos.
incluso de quienes ya están hartos de su farsa.
Y todavía resuena en Euskal Herria:
Pim Pam Pum…
Ayuso, ¡escucha Euskal Herria, es EUSKALDUN .
Esta es la historia que se inventó ,que todo se debe denunciar, que todo se debe mostrar, que todo se debe combatir.
Pues así es todo con usted, un teatro de cinismo, una orquesta de privilegios, una farsa que ya no engaña a nadie.

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