El Alborada, colegio del Opus denunciado por abusos sexuales a decenas de niños, protegió al presunto violador durante todo un curso
Profesores habrían alertado de comportamientos "extraños" o "inadecuados" alrededor de septiembre, ocho meses antes de la expulsión definitiva del trabajador
23-12-25
ElPlural
Rubén Rozas/Javier Pardo
El caso de presuntos abusos sexuales a decenas de niños de entre tres y seis años del Colegio Alborada, en Alcalá de Henares (Madrid), esconde tras de sí ominosos capítulos e interrogantes destapados durante las diligencias practicadas por la Justicia. ElPlural.com ha podido acceder a mails internos de este centro concertado -vinculado al Opus Dei tanto por los terrenos de su edificación como por su vinculación a la Fundación Tajamar (obra corporativa de la prelatura)-, numerosas denuncias ante la Policía Nacional e incluso testificales de familiares de las víctimas, personal docente y testigos unidos a la causa.
En mayo de este mismo año, hace ya ocho meses, una profesora del colegio -cuyo nombre se reserva este periódico por respeto a la privacidad de la docente- denunció actitudes impropias de un cuidador con un nutrido grupo de menores a su cargo, comprendidos entre los tres y seis años y en algunos casos diagnosticados con el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Para ello, esta profesional documentó su denuncia con vídeos que demostraban gráficamente cómo este cuidador practicaba tocamientos y se relacionaba de forma sexual con algunos de los niños inscritos en El Alborada.
No obstante, y pese a que en aquel momento el propio centro apartó al cuidador, interpuso una denuncia, fue detenido y se le impuso una orden de alejamiento del colegio y de algunos de los niños cuyas familias denunciaron los hechos, ahora, las familias, cansadas de la desprotección que sienten tanto del colegio como de la Justicia y las instituciones, han querido romper su silencio y desmontar cómo desde el centro se esperó demasiado para actuar, llegando a proteger al presunto abusador cerca de un curso completo sin actuar.
ElPlural.com, tras esta voz de alarma, ha accedido a testificales de parte del profesorado y a sus aportaciones a la causa. Estos profesionales, como ha comprobado y leído de primera mano este periódico, denuncian que habrían informado al centro, concertado y adscrito al Opus Dei, de lo que estaba ocurriendo varios meses antes –“aproximadamente” en septiembre de 2024-. Además, y ante las dudas lógicamente devenidas de sus palabras, especifican que la dirección del Alborada, al conocer los indicios, “no activó ningún protocolo” ni “dio aviso al trabajador”. No fue hasta mayo, después de la denuncia interpuesta por la profesora por un comportamiento que venía percibiendo desde el 22 de abril, cuando el colegio despidió al acusado. Es decir, ocho meses más tarde de la primera voz de alarma.
Este periódico también se ha puesto en contacto con el colegio para conocer su versión tras estas evidencias. La directora de infantil, Pilar Bada, ha sido quien, preguntada al respecto, ha negado las acusaciones de su propio profesorado: “No tuvimos constancia previa". “Cuando salió la noticia, en el momento en que una persona nos comunica lo que ha visto y lo que puede haber ocurrido, lo que ella considera, se acude a la Policía”, indica en declaraciones a este medio.
Una versión totalmente opuesta a la que figura en las denuncias del profesorado e incluso en la percepción de los familiares de algunos de las decenas de niños presuntamente abusados por este cuidador. Para ello, tal y como ha podido confirmar este periódico a través de varios mails intercambiados entre el colegio (también la APA) y los familiares, El Alborada quemó todos los cartuchos: reuniones con las familias, ‘terapia’ o charlas para padres y madres y algo más individualizadas para alumnado, la opción de unas pocas herramientas de apoyo psicológico externo y, sobre todo, la insistencia por convencer a la parte afectada de que no denunciaran, de que lo solucionarían desde dentro.
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