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miércoles, 20 de junio de 2018

Estrategia de acoso y derribo del PP


Imagina, Màxim, que además fuera mentira

Público
Juan Carlos Monedero

17/06/2018
El PP ha podrido una parte no pequeña del Estado de derecho (por fortuna no toda), utilizando la policía, la agencia tributaria, RTVE para atacar a los adversarios políticos y también para intentar embridar a los comunicadores y artistas que, en nombre de la libertad de expresión, habían criticado determinadas políticas del PP (la más evidente, pero ni por asomo la única, el No a la guerra). En el país de la Inquisición, disentir nunca ha sido sencillo, pero el PP ha revertido una parte importante de lo ganado durante la Transición y ha vuelto a meter el miedo. Salir del Gobierno de Rajoy era una cuestión vital para la salud de la democracia.

Los medios han jugado un papel esencial en la política del miedo del PP. Cuando crearon la policía política, el encargado de publicar facturas falsas o titulares con informaciones tergiversadas era el panfleto de Eduardo Inda. Calumnia que algo queda, decía Bacon.

La dimisión de Màxim Huerta por haber sido condenado, principalmente por deducirse gastos que no se podía deducir, la han vuelto a usar para intentar tirar basura sobre Podemos. Muchos periodistas saben que la comparación es mentira y han informado profesionalmente. Otros, sabiendo que ambos casos no tienen nada que ver, lo han presentado como si fuera lo mismo (algunos ya tienen el burofax con la petición de rectificación). Susana Griso me podía haber preguntado a mí (como hizo Julia Otero) ¿pero para qué vas a hacer periodismo profesional si puedes hacer daño y quizá ganes una pieza en tu montería? Los de siempre no van a perder la oportunidad de demostrar su condición hostil contra Podemos. Llevamos así cuatro años.

¿Comparto algo con Màxim Huerta? Muchos asesores fiscales, igual que el Ministerio de Industria, recomendaban tributar a través de empresas unipersonales. A Hacienda hay que pagar lo que corresponda. Ni más ni menos.  Y los asesores te asesoran para hacer las cosas bien y para ahorrar. Esos asesores decían que tributar por una empresa era correcto siempre y cuando hicieras las cosas bien y no utilizaras la figura para hacer trampas. Errores con Hacienda siempre puede haber y está bien que Hacienda nos castigue cuando hacemos algo mal. Cabía cierta confusión porque Hacienda dejaba hacer. De hecho, hasta el Presidente del Gobierno, José Maria Aznar, tributó de esa manera, igual que buena parte de las presentadoras y presentadores, periodistas, tertulianos, artistas, etc. Hasta que dejó de hacerlo. Y como el criterio estaba más claro, no podías usar una empresa para deducirte gastos y para pagar menos (algo que evitabas si al final del ejercicio te pagabas dividendos y entonces no había trampa).

Pagarme dividendos al finalizar el ejercicio era correcto. Había montado una empresa en España (no en Panamá) y había traído el dinero de mi trabajo a mi país. No me había escondido sino que había pagado el impuesto de sociedades. Todo estaba muy claro y transparente (que le pregunten al ex Ministro Soria y a sus empresas en Panamá). Pero había ruido porque a la gente de Podemos se nos mira con lupa, lo que está bien, pero también se intenta siempre hacer daño porque pensamos diferente, ataques por razón de nuestras ideas, lo que está mal porque va contra la Constitución. Para evitar cualquier ruido, hice, dentro de los plazos legales, una declaración complementaria (se hacen miles todos los años en España). Sé que a muchos les fastidió que hiciera en plazo legal una declaración complementaria. Los mismos que se alegrarían si me cae un ladrillo en la cabeza o me arrolla un camión. Màxim Huerta o Aznar pudieron haberla hecho, pero no la hicieron. A ellos les condenaron. En mi caso, la juez archivó dos demandas –dos- que Manos Limpias me puso por presunto fraude fiscal. Quien me compare miente. Aunque le paguen el artículo o el programa.

¿Cuáles eran los requisitos para tributar a través de una empresa unipersonal? Básicamente dos: que al finalizar el ejercicio tributes las ganancias como dividendos, es decir, que los beneficios de la empresa, después de lo que pudieras desgravar –solo lo que pudieras legalmente desgravar-, te los tenías que pagar a ti y esa ganancia tributarla como IRPF. Siendo así, terminabas pagando lo mismo y no había problema. El segundo requisito es que no desgravaras cosas que no tenían nada que ver con tu actividad. Yo no me desgravé ni un solo gasto personal. Ni uno. Hice la declaración complementaria según la interpretación más conservadora de Hacienda para evitar cualquier discusión porque a nosotros no se nos deja discutir nada. Pese a que no se me ocurrió ni por asomo desgravar una casa en la playa, la moto, la reforma de la cocina o un viaje a Bali. Màxim Huerta o Aznar desgravaron cosas que no tenían nada que ver con su actividad. Y les condenaron, además de establecer que habían operado, al menos en el caso de Huerta, de mala fe. Lo repito para los mentirosos: no me desgravé ni un solo gasto personal.

¿Dónde está entonces la comparación, fuera de intentar meter basura? Pues en ningún lado, salvo el interés en siempre sembrar sospechas sobre nosotros. La cosa está bastante clara. De manera que quien diga que es lo mismo miente y forma parte de ese periodismo pantuflo responsable de que los medios en España sean señalados como los peores de Europa.

Imagina Màxim Huerta, que esa “jauría” de la que te quejas hubiera caído sobre ti sin que hubieras sido condenado por ningún juez. Porque eso es lo que me pasó a mí. Tú formaste parte de esa jauría que sin conocerme, sin preguntarme, me declaraste culpable y, escondido en las redes o en la impunidad de la televisión, decidiste formar parte de los que mordían a ver si me desangraba. Lamento lo que te ha pasado -vamos a tener que abrir una discusión acerca del uso de las instituciones para intentar acallar a la gente- y no estaría de más que te disculparas conmigo. Pedro Sánchez también me atacó con dureza -que es lo que te ha costado la cabeza ministerial- achacándome a mí lo que realmente había hecho su breve Ministro de Cultura. Asumo que en su caso forma parte del juego de los partidos y hay que aceptar algunos golpes. Pero en tu caso, no.  Fue gratis.

Me alegré de tu nombramiento Màxim -y lo escribí- porque pensé que era aire fresco en la vieja y mohosa alacena de la cultura. Ojalá, en mitad de tanto fragor, puedas sacar las conclusiones correctas, y una de ellas es que fuiste injusto conmigo. Sería bueno, ahora que empieza una nueva etapa, que intentáramos todos ser un poco más justos. Que nos reclamáramos por lo que realmente hemos hecho mal, pero solo por eso. El Gobierno de Sánchez no va a avanzar si no salimos de la estrategia de acoso y derribo que ha establecido el PP a través de los medios siempre que ha estado en la oposición. Hay muchos periodistas honestos en España, cuyo prestigio se ve arrastrado por el periodismo mercenario y por la frivolidad de los tertulianos. Pagan justos por pecadores, enturbian la profesión, devalúan a los periodistas que sí hacen bien su trabajo y no ayudan  a la democracia.


Consejo de "aguela"


No se aman (es evidente)


El mensaje


El mensaje tiene varios días, pero aún sigue dando de qué hablar. Se escribió antes de que Mariano Rajoy anunciase que dejaba la presidencia del PP y justo después de la moción censura que le apartó del Gobierno.

En ese impase, un empresario, concejal popular de un pequeño pueblo valenciano, La Font de la Figuera, no pudo contener su ira y publicó un mensaje a través de las redes sociales cargando contra el expresidente.




Elio Cabanes Sanchis



Don Mariano, le ha entregado usted España a la peor izquierda que ha existido en nuestro país, también le ha dado España a los separatistas ¿Qué piensa que no lo van a saber hacer y a las próximas arrasamos?, estos no son Zapatero, este solo era un tonto motivado. Estos de ahora tienen malas artes, dominarán todos los medios, nos venderán una realidad que no es cierta y una benevolencia de todos sus actos. La España de criterio seguirá distinguiendo la verdad del engaño, pero no somos bastantes. No los quitaremos hasta que España pase hambre de nuevo.
Don Mariano, siempre ha sido un estratega y ha ido ganando batallas y guerras, espero que tenga un plan como siempre ha tenido, porque si no es así, si ama este país y tiene vergüenza ya puede comprarse una cuerda y hacer lo de los samurais pero a la española.


La falseada historia de El Corte Inglés (Biografía-Hemeroteca)


La falseada historia de El Corte Inglés


La empresa tiene pendientes dos reconciliaciones: una, interna, para no incurrir en una guerra intestina destructora; y otra, contar la verdad de su propia biografía

Javier Cuartas

Ctxt
1Ramón Areces posa ante un retrato de su tío, César Rodríguez, a finales de los años sesenta, con su característico pañuelo de cuatro picos en el bolsillo. 

16 de Marzo de 2016

Principio del formulario

Ramón Areces no compró en diciembre de 1935 la antigua sastrería El Corte Inglés, la operación de la que surgió el actual grupo de grandes almacenes. Areces tampoco negoció la adquisición de la afamada tienda madrileña, no participó en las conversaciones con sus propietarios, no figura en los documentos de la transacción, los antiguos dueños que pactaron la venta de su negocio jamás tuvieron relación con él. Areces no puso dinero para abonar la compra (entre otras causas, porque no lo tenía) y ni tan siquiera estaba en Madrid cuando se gestionó y formalizó la adquisición. En diciembre de 1935, Ramón Areces estaba a 467 kilómetros de distancia de Madrid.

Final del formulario

Principio del formulario

Sin embargo, Ramón Areces narró a lo largo de su vida cuatro versiones diferentes sobre cómo gestionó, negoció y materializó en solitario la compra de la decimonónica sastrería El Corte Inglés. Estas versiones del empresario se difundieron en la prensa española a lo largo de varios decenios y continúan propagándose ahora. Nadie se cuestionó cómo era posible que se pudiera haber hecho una operación de cuatro maneras diferentes. En realidad no la hizo él. Areces lo reconoció en 1962: “Mi tío compró El Corte Inglés”.

El acaudalado indiano César Rodríguez compró El Corte Inglés, se convirtió en dueño y titular único del negocio y puso al frente de la tienda como gerente y encargado a su sobrino Ramón Areces, del mismo modo que hizo con otros sobrinos (primos de Areces) en los almacenes Ultra de La Habana. 

Fue también César Rodríguez quien adquirió tras la Guerra Civil la finca de la calle de Preciados, en Madrid, a la que se trasladó El Corte Inglés; quien pagó con cargo a su patrimonio los diferentes inmuebles adyacentes que fueron adquiridos y ocupados por el negocio para sus sucesivas ampliaciones durante los años 40 y 50, quien promovió la constitución de la sociedad El Corte Inglés y quien puso en marcha los grupos industriales vinculados a El Corte Inglés, como fue Induyco.

Como hizo en La Habana con otros negocios de su propiedad, César Rodríguez, dueño único en origen de El Corte Inglés, decidió en junio de 1940 convertir su tienda madrileña en una sociedad mercantil. Nació así El Corte Inglés Sociedad Limitada, que una década más tarde fue transformada en el actual El Corte Inglés Sociedad Anónima.

En el momento de constituir la sociedad, César Rodríguez dio entrada en el capital a su sobrino Ramón Areces, y, en años posteriores, hizo lo mismo con otros sobrinos y sobrinos-nietos que fue incorporando a El Corte Inglés. El objetivo era implicarlos en el negocio, hacerles partícipes de su prosperidad y estimular su compromiso y entrega. Se trataba de la misma cultura corporativa que César había conocido en Cuba cuando llegó a La Habana a fines del siglo XIX, siendo un adolescente sin recursos, y que le permitió atesorar una gran fortuna, desarrollar sus propios negocios e integrarse en diversos consejos de administración en los sectores del comercio, la industria y la banca en la isla.

Con este mismo criterio, también fueron promovidos a la condición de partícipes e interesados en el negocio diversos empleados y directivos de El Corte Inglés, todos ellos promocionados a esta condición por César Rodríguez a propuesta, en la mayoría de los casos, de Ramón Areces, gerente del negocio, aunque algunos fueron destituidos años más tarde por César Rodríguez.
Cuando se fundó El Corte Inglés como sociedad mercantil en 1940 (el próximo junio se cumplirán 76 años de ello), Ramón Areces carecía de recursos para aportar capital. Había regresado de Cuba en contra de su voluntad, y lo había hecho como un emigrante fracasado. No disponía de patrimonio y no tenía ocupación laboral cuando su tío le dio empleo en 1936 en la tienda madrileña. Para que pudiera ser su socio en el negocio, César Rodríguez concedió a su sobrino en 1940 un préstamo personal por el importe equivalente al valor de la participación que le permitió suscribir en el capital. Se estipuló que a Areces se le retendrían parte del salario y los dividendos que le correspondieran por el reparto de beneficios futuros de la sociedad hasta que hubiese terminado de amortizar el crédito y culminase la devolución total del dinero que le había prestado su tío.

Aunque en el origen de la sociedad la participación de los dos socios fue paritaria (César Rodríguez rectificó semanas después esta decisión), el millonario asturiano, con domicilio entonces en La Habana, impuso en el mismo instante de la fundación de la sociedad mercantil El Corte Inglés exigencias que le otorgaban amplios poderes sobre su sobrino Ramón Areces. César Rodríguez se reservó para sí la presidencia de la sociedad y además impuso cláusulas en los estatutos sociales de El Corte Inglés con limitaciones e incompatibilidades que afectaban a Ramón Areces y a cualquier otro partícipe futuro de la compañía, pero de las que el presidente y fundador quedó liberado. Con ello, César Rodríguez dejó patente su superioridad sobre cualquier otro socio y la plenitud de su poder en la organización sobre su sobrino.

El reparto accionarial inicial (al 50% entre César Rodríguez, presidente de la sociedad, y Ramón Areces, gerente del negocio) duró sólo dos meses. En agosto de 1940, el primer presidente de El Corte Inglés dejó aún más nítida su hegemonía en la casa (incontestada e incontestable hasta su muerte, en 1966) con la remodelación de la estructura de capital de la compañía. César Rodríguez consideró (y así consta en su correspondencia privada de la época) que el reparto accionarial debía reflejar más fielmente su verdadero peso decisorio y de propiedad en la empresa. César asumió entonces el 61,5% de la sociedad y la posición de Ramón Areces se diluyó al 38,5%. Además, se introdujo una nueva cláusula por la que Areces quedaba obligado a renunciar a la gerencia de El Corte Inglés en beneficio de César Rodríguez o del apoderado que éste designase con el único requisito formal de que así lo notificase el presidente y fundador.

Areces jamás discutió una sola decisión de su tío mientras éste vivió. En noviembre de 1940, a los tres meses de que César recuperase la mayoría absoluta en la empresa, Ramón Areces escribió a su tío una carta en la que reconocía que “todo lo que había” en El Corte Inglés era propiedad exclusiva del millonario César Rodríguez. 

La historia de El Corte Inglés empezó a reescribirse y a falsearse de forma gradual a partir de 1966, tras el fallecimiento de César Rodríguez y una vez que Ramón Areces le sucedió como presidente y mayor accionista. A partir de ese momento, Areces y El Corte Inglés comenzaron a difundir versiones dispares, muchas de ellas inveraces y además inverosímiles. De vez en vez, en publicaciones internas (como el boletín corporativo que editó El Corte Inglés durante años), en algún comunicado externo (fundamentalmente, el que hizo público el fallecimiento de César) y en algunas menciones esporádicas, aún se reconoció durante un tiempo la figura capital de César Rodríguez como fundador y presidente, pero estas alusiones terminaron por desaparecer y Ramón Areces se convirtió --en la versión oficial de la empresa, en los medios de comunicación y en el conocimiento popular-- en hacedor único de El Corte Inglés.

La vasta operación de modificación de los hechos fue muy intensa en los últimos cincuenta años (1966-2016). Ni tan siquiera la publicación de mi libro Biografía de El Corte Inglés (el primero editado sobre esta empresa y sus rivales Galerías Preciados y Sederías Carretas, propiedad de otra rama de la misma dinastía de campesinos asturianos) logró detener la impostada versión oficial, que aún hoy se enseñorea como explicación triunfante en la opinión pública, en los medios de comunicación, en el mundo académico y en la bibliografía sobre la historia empresarial española contemporánea. 

Las severas dificultades, cortapisas y presiones que trataron de impedir la circulación del libro (y que consiguieron detenerla durante casi dos años), junto con el espeso silencio que se ha extendido desde entonces sobre sus revelaciones --como si nunca hubieran sido formuladas--, evidencian hasta qué extremo la industria de la comunicación decidió esta vez situarse de forma deliberada y mayoritaria en contra de la verdad documentada y del lado de la fabulación.
Ahora que El Corte Inglés festeja el 75º aniversario de su constitución como sociedad (en diciembre pasado cumplió 80 años como negocio en manos de la misma dinastía), las abrumadoras menciones en los medios de comunicación --incluidas cabeceras de referencia y algunas publicaciones especializadas y con prestigio en la información económica y empresarial- perseveran en el negacionismo, y decenas de artículos (bien a propósito de la efeméride o bien a cuenta de las guerras internas que vive la sociedad y la dinastía desde la muerte del anterior presidente, Isidoro Álvarez, en 2014) repiten la tesis espuria de que Ramón Areces fue el fundador, primer propietario y presidente pionero de El Corte Inglés.

Demasiados analistas, articulistas, informadores y profesores siguen propagando la tergiversación según la cual hasta el nombramiento de Dimas Gimeno en septiembre de 2014 “El Corte Inglés sólo tuvo dos presidentes en sus 75 años de historia” (Ramón Areces e Isidoro Álvarez), y que la compañía nació a partir de la adquisición de una sastrería del mismo nombre en el Madrid de la II República por un emprendedor llamado Ramón Areces.

La compañía, que había propagado durante decenios la versión de dos únicos presidentes (en los años 70 dejó de citarse a César Rodríguez en las comunicaciones y declaraciones de la empresa y sus dirigentes), ha modulado de forma sutil su historia oficial a partir de la difusión del libro Biografía de El Corte Inglés, pero su explicación aún sigue lejos de la verdad. Ahora ya vuelve a mencionar esporádica y tangencialmente a César Rodríguez en el relato de los hechos pero lo hace de forma marginal y como un actor periférico, circunstancial, secundario, un mero apoyo del gran protagonista y artífice único, Ramón Areces. 

El Corte Inglés aún mantiene que fue Ramón Areces (y no César Rodríguez) quien “compró” la antigua sastrería El Corte Inglés en 1935, aunque ahora introduzca el matiz de que lo hizo con un aval de su tío; sigue atribuyendo a Areces (y no a César) la adquisición en 1939 de la finca en el número 3 de la calle de Preciados a la que se trasladó la tienda tras la Guerra Civil, y continúa otorgando a Areces (y no a César) la autoría de la constitución de la sociedad mercantil El Corte Inglés, aunque ahora sí admita que su tío fue socio y presidente.

Pero todo esto que se atribuye a Areces lo hizo César Rodríguez. Fue César Rodríguez quien compró y pagó la antigua sastrería (la gestión la hizo en su nombre, y como apoderado suyo en Madrid, su primo Pepín Fernández), quien financió con su fortuna la adquisición del edificio de Preciados, 3 y la compra en años sucesivos de otras fincas e inmuebles anexos para acometer las ampliaciones desde los años 40 del primer gran almacén de la cadena, y fue él –porque sólo él podía hacerlo- quien constituyó la sociedad mercantil El Corte Inglés y dio entrada en el capital a su sobrino como socio, del mismo modo que hizo en La Habana con otros negocios y con otros sobrinos, a los que también hizo empleados y partícipes en algunas de sus empresas.

Final del formulario



César Rodríguez, en una foto de 1927 publicada en el boletín del Centro Asturiano de La Habana. 

La sociedad El Corte Inglés no nació ni podía nacer en ningún caso por iniciativa del gerente de la tienda (el empleado Ramón Areces) sino del dueño del negocio (Cesar Rodríguez), que era, en tanto que único propietario hasta ese momento, quien podía tomar la decisión. Desde que en agosto de 1940 el fundador de El Corte Inglés, César Rodríguez, restableció su hegemonía en el capital tras los dos meses en que figuró al 50% con su sobrino, ya nunca renunció a la mayoría accionarial. Hasta su muerte en Madrid en 1966, César Rodríguez fue y ejerció como presidente, como mayor propietario de la compañía y como financiador capitalista de la expansión del grupo. Y nadie nunca en la casa se atrevió a contrariar su voluntad.

César Rodríguez fue presidente y además dueño (bien absoluto o mayoritario) de El Corte Inglés durante 30 años (26 de ellos, una vez convertido el negocio en sociedad mercantil). Ramón Areces lo fue durante 23 años. E Isidoro Álvarez, durante 25. De modo que, aún hoy, el fundador del grupo y primer presidente del consejo de administración, César Rodríguez, sigue siendo no sólo la persona que más años desempeñó la presidencia del consejo y la máxima responsabilidad en una empresa tan presidencialista como siempre lo fue (al menos, hasta 2014) El Corte Inglés, sino que sigue siendo –todavía hoy- el accionista que durante más años fue titular de la participación mayoritaria y de control del grupo, y quien durante un periodo más dilatado ejerció el poder absoluto. 

Por consiguiente, es falso –tal y como se ha narrado demasiadas veces- que El Corte Inglés haya sido la obra de un hombre providencial, Ramón Areces, quien, ejemplificando un modélico caso del más prototípico ideal anglosajón de “hombre hecho a sí mismo” en versión española, levantó “desde la nada” un imperio colosal.

Ni lo hizo él solo ni lo hizo desde la nada. Lo hizo a partir de la gran inversión capitalista que puso en marcha en 1935 el acaudalado César Rodríguez, y que éste prosiguió en los decenios posteriores e intensificó a partir de 1960. 

Todos los grandes hitos de El Corte Inglés coincidieron de forma determinante con acontecimientos capitales en la vida de César Rodríguez y no con las vicisitudes de Ramón Areces.

El Corte Inglés creció, se amplió y se transformó de sastrería en bazar y de bazar en gran almacén, al compás de los impulsos capitalistas y de los cuantiosos desembolsos que fue haciendo César Rodríguez. Primero, entre 1935 y 1960, en la única tienda de que disponía la compañía y en su fábrica textil. Durante ese periodo El Corte Inglés se engrandeció y desplegó su modelo de tienda multidepartamental, aunque siempre como segundo actor, muy lejos del liderazgo de su oponente Galerías Preciados. 

La gran eclosión de El Corte Inglés, su ímpetu arrollador y su expansión meteórica, se produjo no casualmente a partir de 1960, justo cuando César Rodríguez, tras estallar la revolución castrista en Cuba, estableció su residencia definitiva en España. 

César, que había estado sacando recursos de la isla hacia varios países en los años precedentes (intuyó de forma temprana, según su testimonio, que el castrismo evolucionaría hacia un régimen comunista), focalizó a partir de entonces su apuesta inversora en El Corte Inglés.

Y esto fue lo que permitió a la empresa desplegar de forma súbita a partir de 1960 una expansión sin precedentes, con implantaciones grandiosas (para los parámetros de la época) en los mejores emplazamientos urbanos de las mayores ciudades del país (Barcelona, Valencia, otros dos centros en Madrid, Sevilla, Bilbao y otras urbes), y además sin incurrir en endeudamientos, según hizo gala la empresa, que convirtió este atributo en uno de los rasgos específicos de su estilo corporativo y su planteamiento estratégico.

Pepín Fernández, primo de César Rodríguez y fundador de Galerías Preciados (los grandes almacenes líderes en España desde la posguerra), quedó consternado por aquel inesperado despertar de su oponente y, pese a que su cadena ya se había expandido por España durante los años 40 y 50 apoyándose en el crédito bancario y en otros recursos, fue incapaz de sostener el ritmo de inversiones y el tamaño de tiendas que le impuso El Corte Inglés a partir de los primeros años 60.

A El Corte Inglés, que no se había movido de la calle Preciados de Madrid durante sus primeros veinte años como sociedad (1940-1960), le bastaron los 20 años siguientes, a partir de la llegada definitiva de Rodríguez a España, para erigirse en un fenómeno social, asumir el liderazgo del comercio en España y destronar a Galerías Preciados. La compañía hasta entonces hegemónica en los grandes almacenes intentó contrarrestar la ofensiva de El Corte Inglés y, para replicar su ritmo implacable de aperturas de tiendas enormes, entró en una deriva de endeudamientos crecientes y salida a Bolsa, en un empeño inútil por frenar el avance de un rival que, con César Rodríguez al frente, estaba desencadenando un ritmo apabullante de crecimiento sin apalancamiento y exhibiendo una capacidad de autofinanciación prodigiosa.

Galerías acabó asfixiándose con el esfuerzo y no fue capaz de impedir la pérdida de cuota de mercado en beneficio de su contrincante. A partir de 1978, Galerías entró en una degradación de pérdidas crecientes, que le llevaron a una larga agonía que perduró hasta 1995.

El espectacular refuerzo de los recursos propios que El Corte Inglés acometió en 1960, coincidiendo con el retorno a España de César Rodríguez y de gran parte de sus capitales en el exterior, volvió a repetirse en 1966, en las fechas posteriores a su fallecimiento en Madrid, y de nuevo en los años 70, tras la muerte en La Habana de su primera esposa cubana.

Estos tres hitos permitieron a El Corte Inglés y a Ramón Areces, sucesor de César Rodríguez al frente del negocio, disponer de una capacidad financiera inaudita. Tan insólita que, cuando Isidoro Álvarez, sobrino-nieto de César Rodríguez y sobrino y sucesor de Ramón Areces, lanzó a El Corte Inglés en 1995 a una nueva ofensiva de expansión (con la compra incluida de las tiendas de su rival Galerías Preciados), y que se prolongó hasta la crisis internacional de 2008, ya no pudo mantener las señas de identidad de la autofinanciación que había singularizado hasta entonces a El Corte Inglés. Lo hizo como casi todo el mundo en las mismas circunstancias: incurriendo en una deuda enorme (4.520 millones en 2015), que ahora pesa sobre la sociedad y está en el origen de las principales discrepancias internas en el seno de la familia y entre ésta (o varias facciones de ella) y la alta dirección del grupo. 

Esto fue así porque cuando se puso en marcha esa última operación expansionista, con nuevas aperturas, compras y diversificación de formatos, ya no estaba detrás (como en las anteriores ofensivas) el patrimonio de un empresario, banquero e industrial --como fue César Rodríguez-- dispuesto a sostener tamaña movilización de recursos con la inyección constante de sus abultadas aportaciones de capital, y porque tampoco existía ya en 1995 el efecto benéfico prolongado del legado patrimonial de César y de la discutida herencia de su ingente fortuna.

El Corte Inglés tiene pendientes ahora dos reconciliaciones: una, interna, para no incurrir en una guerra intestina destructora; y otra (ahora que celebra los fastos de su 75º aniversario) con la verdad de su propia historia.

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Javier Cuartas es autor del libro Biografía de El Corte Inglés (Espasa-Calpe, Madrid, 1991; Dictext-Libros Límite, Barcelona, 1992, y Ediprodar-Ediciones El Cruce, Oviedo, 2005 y 2010, 828 páginas).






¡Gracias a Dios!



martes, 19 de junio de 2018

¡Ya están aquí! ¡SOCORRO!


Dolores "La Cospe"


La sucesora designada: María Dolores Cospedal García

Biografía no oficial y documentada de la actual Secretaria General PP




 Jue, 14 Jun 2018 

La forzada dimisión de Rajoy ha puesto en marcha un complicado proceso sucesorio que culminará el próximo mes de julio con la celebración del XIX Congreso. Los sucesores designados, tapados o no, están en posición de salida. Hoy continuamos sumando biografías de potenciales candidatos. Hace unos días el agraciado fue Alberto Núñez Feijóo y hoy traemos a nuestros lectores a María Dolores (de) Cospedal García que también se encuentra dando codazos en el pelotón de salida. Esta es su trayectoria:

La famiglia

Nace el 13 de diciembre de 1965 en Madrid. Se crió en Albacete, concretamente en El Bonillo de donde es originaria su familia. Hija de Ricardo de Cospedal Peinado, ex militante de UCD y entusiasta de la frustrada Operación Roca del que llegó a ser candidato al Congreso de los Diputados y de María Luisa García Sánchez. Tiene 2 hermanos, Ricardo y Rosario.

Desde el 2009 está casada con el empresario del sector de la construcción e intermediario financiero,  Ignacio López del Hierro. Con anterioridad  lo estuvo con José Félix Valdivieso González y Bravo de Laguna del que en 1998 obtuvo la anulación. En mayo de 2006, por inseminación artificial, a los 41 años nació su hijo Ricardo.

Estudios entre Albacete y Madrid

La primaria la hace en el Colegio “La Anunciata” de las monjas dominicas Nuestra Señora del Rosario. El bachillerato en el instituto Sabuco de Albacete. Es licenciada en Derecho por la Universidad  San Pablo-CEU de Madrid, dependiente de la Asociación de Propagandistas Católicos. Años después ha reconocido que durante su etapa como Subsecretaria de Administraciones Públicas -entre mayo de 2001 y junio de 2002- realizó cursos de posgrado en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). Entre sus profesores se encontraba el catedrático Enrique Álvarez Conde, actualmente investigado en su calidad de director del máster que provocó la dimisión de Cristina Cifuentes como Presidenta del Gobierno de la CM y del PP en esta comunidad. Según varios medios de comunicación el propio Álvarez Conde comentó en su día a otros profesores que iba a dirigir la tesis de secretaria general del PP. Como se recordará Álvarez Conde, además de su carrera como docente, fue entre 1996 y 1999 director del Instituto Nacional de Administraciones Públicas. Abandonó el puesto justo cuando el actual presidente del Gobierno y entonces ministro del ramo, Mariano Rajoy, dejó la cartera, en la que le sustituyó Ángel Acebes. Éste fichó a María Dolores Cospedal como Subsecretaria.

Abogada del Estado: 5 años y 1 día

Tras acabar sus estudios universitarios prepara oposiciones para Abogada del Estado. Plaza que obtiene en 1991 a la edad de 26 años. Según el escalafón publicado ocupa el último puesto de su promoción. Su actividad como funcionaria se la limitado a 1 año en el País Vasco (1991-1992); 2 en el Servicio Jurídico del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y  Medio Ambiente (1992-1994), 2 en el Ministerio de Asuntos Sociales (1994-1996) y varios meses sueltos en los que solicita el reingreso entre ceses y nombramientos varios. Es decir, 22 años en servicios especiales por los que percibe en concepto de trienios 1.139,59€.

Gobiernos Aznar: De Ministerio en Ministerio

Tras su conciso paso por la abogacía del Estado encuentra rápidamente un hueco entre los colaboradores del Gobierno de Aznar que en marzo del 1996 había ganado las elecciones generales. Dicho y hecho. Entre el verano de1996 y finales de 1997 fue asesora del Gabinete del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas. Por razones que se desconocen cesa precipitadamente como asesora de Arenas para saltar el atlántico tras ser nombrada Consejera Laboral y de Asuntos Sociales de la embajada de España en Washington. Allí se establece durante 1 año. Tras este paréntesis regresa a Madrid para ser nombrada en febrero de 1999 secretaria general técnica del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cuyo titular era Manuel Pimentel.

Allí apenas está 1 año tras aceptar formar parte en mayo del 2000, poco después de la constitución del segundo gobierno de Aznar, del equipo del nuevo Ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes. Es nombrada Subsecretaria. Dos años después. 19 julio de 2002, fue nombrada otra vez subsecretaría pero en esta ocasión  del Ministerio del Interior, con Ángel Acebes también de Ministro. Dejó el cargo tras la victoria socialista en las generales de marzo de 2004. Tras recomponerse del disgusto entre mayo de 2004 y diciembre de 2004 vuelve a tener una nomina como Abogada del Estado en el Tribunal de Derechos Humanos.

La Condesa Aguirre la acoge en su Gobierno

Pero su estancia en la abogacía del Estado, como era previsible, apenas dura unos pocos meses y el 20 de diciembre de 2004, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tras remodelar su gobierno, la incorpora como Consejera de Transportes e Infraestructuras en sustitución de Francisco Granados que pasó a ocupar la Consejería de Presidencia del Gobierno regional.  Allí se mantiene hasta junio de 2006. Años después, tras ponerse en marcha la investigación el Caso Lezo, en el que están siendo investigados decenas de cargos públicos del PP, se ha conocido que fue durante su etapa como Consejera, cuando  se adjudicó a OHL el tren de Navalcarnero, uno de los contratos que la Guardia Civil investiga por a una presunta comisión de 1,4 millones que la constructora quería pagar a Ignacio González en Suiza.
Descubre sus raíces en Castilla La Mancha

Tras esta parada en la CM, el 29 de mayo de 2006 el Comité Electoral Nacional del PP la designó Presidenta regional en Castilla-La Mancha y candidata a la Presidencia de la Junta, de cara a los comicios autonómicos del 2007. Para poder percibir un salario público el 7 de septiembre de 2006 fue elegida senadora en representación de las Cortes de Castilla-La Mancha. Designación que se tuvo que aplazar por no cumplir el requisito de ser electora en la comunidad hasta el 1 de septiembre de ese mismo año, debido a los plazos que existen para incluir en el censo electoral a los nuevos empadronados. Los resultados electorales no fueron muy brillantes y el PSOE volvió a renovar su mayoría absoluta.

Entre Gürtel, Génova 13 y Toledo

Pero lo más importante estaba por llegar. En el verano del 2008 en el XVI Congreso Nacional del PP celebrado en Valencia, Rajoy que volvió a ser elegido Presidente Nacional, tuvo a bien nombrarla Secretaria General, lo que entre, otras cosas, le supuso un notable incremento en sus ingresos. En ese mismo lote de colaboradores figuraban además dos personajes que con el paso del tiempo se iban a convertir en una fuente inagotable de problemas para nuestra protagonista: Luis Bárcenas y Soraya Sáenz de Santamaría. El primero es nombrado por Rajoy nuevo Tesorero Nacional tras más de 20 años de Gerente y la  segunda, Portavoz del GPP en el Congreso de los Diputados.

Apenas unos meses después, el juez Garzón de la Audiencia Nacional ordena las primeras detenciones y registros de l denominado Caso Gürtel. Aparecen implicados los primeros cargos públicos y el propio Tesorero Nacional que además es senador por Cantabria. Tras negar Rajoy en una comparecencia pública que el PP tenga algo que ver con los implicados, Cospedal se suma desde entonces a negar las relaciones del PP con este caso.  Tuvo que declarar como testigo ante el juez Ruz en la instrucción de la PS UDEF-BLA. Según Bárcenas recibió en B, 60 mil € (15 mil en el 2008 y 45 mil entre el 2009 y 2010)

El 24 Mayo del 2018 un tribunal de la Audiencia Nacional ha hecho pública la primera sentencia sobre una de las Piezas Separadas de este Caso, la denominada “Primera Época 1999-2005”. Además de constatar la existencia durante 20 años de una Caja B en la sede nacional del PP con la que se abonaron sobresueldos (entre otros a la propia Cospedal), condenó al PP por beneficiarse con dinero en b de la trama para financiar campañas electorales. El 26 de mayo en su comparecencia ante la Comisión de Investigación sobre la presunta financiación irregular del PP Cospedal restó crédito a la sentencia negando que el PP hubiera sido condenado.

De manera simultánea a esta investigación judicial, Cospedal continúa con su carrera política en Castilla La Mancha. El 22 de mayo del 2011 logró la mayoría absoluta en las elecciones regionales. Sobre su gestión y recortes os sugerimos pinchar en este enlace. El caso es que 4 años después, a pesar de cambiar el Estatuto y la Ley Electoral para evitarlo, perdió cuatro escaños y la Presidencia  en las elecciones autonómicas celebradas el 22M del 2015. Su idilio con Castilla La Mancha finalizó 6 meses después cuando en noviembre del 2015 decide dimitir como diputada autonómica y marchar al Congreso de los Diputados como cabeza de lista por Toledo en las elecciones de Diciembre 2015. Como es natural se mantiene en la Secretaria General y en la Presidencia Regional del PP en Castilla La Mancha.
Ministra de Defensa

Tras las elecciones generales del 26 junio del 2016, Rajoy la nombró Ministra de Defensa. El 2 de junio del 2018 fue cesada tras la moción de censura presentada por el PSOE y que supuso el nombramiento de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno.

Bienes y rentas

En este enlace podéis consultar todas sus declaraciones públicas de bienes y rentas. En términos generales ha progresado adecuadamente acumulando un patrimonio nada desdeñable. En cuanto a sus retribuciones la evolución ha sido también generosa. A modo de resumen resumido:

  • Un Cigarral en Toledo (50%). Aquí los detalles
  • Un piso noble en el centro de Madrid
  • No declara préstamos hipotecarios

Sus retribuciones han variado en el tiempo. Desde los más de 255 mil € que se embolsó en el 2009,) de los que 167 mil € le fueron abonados por el PP) hasta los 60 mil € que percibe como diputada por Toledo y que en breve podrían verse incrementados tanto por ser nombrada para un cargo institucional en el Congreso como porque pase a percibir un sobresueldo del PP. Todo se andará.

Generalísimo, Criminalísimo, Caudillísimo de España por la Gracia de Dios