Entre
la mentira y la paranormalidad
El
actual santo y seña para un falso y caza
incautos patriotismo, es
todo el catálogo de
progreso que ha dado forma a la actual
civilización española, y europea.
Ángel
Tristán
27-6-23
ElHuffpost
Todos
los que hemos vivido, o seguimos haciéndolo aunque sea a tiempo
parcial, en una villa, hemos visto como en las procesiones, incluso
por delante de las autoridades habituales, cura, alcalde, concejales,
cabo o sargento de la Guardia Civil, juez de paz, dirección del
Centro de Salud, o caciques encubiertos o ancianas más o menos
beatas con ‘posibles’ económicos, desfila sacando pecho, en su
efímera hora anual de gloria, un personaje entrañable, querido por
todos: el tonto oficial del pueblo.
Esta
escena me viene a la cabeza cada vez que algún prócer de la extrema
derecha nacional y de la que no lo será pero se le acerca, sale a
orear su podredumbre moral y, en su caso, su enciclopédica
ignorancia… o mala fe, ajenos al ‘ridiculum vitae’ que suman al
odio termitero que los reconcome por dentro.
El
actual santo y seña para un falso y caza incautos patriotismo, es
todo el catálogo de progreso que ha dado forma a la actual
civilización española, y europea. Todos los avances son pecado
mortal. Vox, con las dudas de apoyo de los liberales conservadores de
pacotilla, ha creado un nuevo catecismo hecho de analfabetismo,
anormalidades y mentiras morrocotudas, que ni el barón de
Munchausen.
"Su
ideal son parques jurásicos, relictos ajenos a la mismísima
evolución de las especies, y hasta de la geografía"
Pongamos
algunos ejemplos. Sus guías intelectuales (sic),
que demuestran con sus ocurrencias y comportamientos
machistas-leninistas-joseantonianos cuánta razón tiene Íñigo
Errejón cuando reclama más medios para la salud mental, a la mayor
urgencia, afirman que la ecología y el cambio climático con el
calentamiento global, o viceversa, son cuestiones ideológicas,
tratando de desprestigiarlas e infantilizarlas. ¡Hasta la Agenda
2030 de la ONU con casi doscientos países firmantes!. También con
su asco psiquiátrico hacia el feminismo, o su defensa ciega de los
supuestos valores españoles de palo y tentetieso como pegamento
principal de la unidad nacional, o esa chulería de correaje y camisa
azul con la añoranza de la Sección Femenina de Pilar Primo de
Rivera. La mujer, a ‘sus labores’.
O
su odio al diferente, consista en lo que consista la diferencia: de
clase, de religión, de raza, de ideas, de sexualidad, de lugar de
nacimiento, aún dentro de la misma España…Y luego está por
encima y por debajo su desprecio a la ciencia, negando la mayor de
todo lo que en el siglo XXI es básico: la agricultura sostenible, la
ganadería sostenible, la pesca sostenible, las energías
sostenibles, la alimentación sostenible, la sociedad sostenible….Lo
suyo en realidad, si lo analizamos concienzudamente pero con algo de
humor, es una vuelta al cuaternario.
Su
ideal son parques jurásicos, relictos ajenos a la mismísima
evolución de las especies, y hasta de la geografía. Decía Bismark
que la geografía era el único factor inmutable en la historia; pero
hasta la geografía cambia; ejemplo: el volcán de La Palma. Quizás
los que no cambien demasiado sean los palmeros. Hasta a la lava se
acostumbra uno. Y eso, sensu contrario, es en sí un gran cambio.
El
medio ambiente y la sostenibilidad ya preocupaba a los Reyes
Católicos, que legislaron sobre ello. Canarias fue, en este sentido,
pionera (s.e.u o.) Por lo tanto es una estupidez como la copa de un
pino canario (cuyo tronco resiste al fuego porque nacieron entre
erupciones volcánicas) decir que la defensa del medio ambiente, el
paisaje, y hasta las economías vinculadas, es cosa de rojos.
Cuestión de ‘ideología’. Lo es, desde luego de progresistas,
porque los reaccionarios (antítesis del progreso es la reacción)
han dejado el terreno libre y, cuando eso ocurre, otro ocupa el
espacio vacío. Y se puede demostrar documentalmente (en la parte
‘docu’ y en la ‘mental’ en la comparativa con el voxerío
actual) que en este, y en otros muchos aspectos, Isabel y Fernando
eran monarcas avanzados, con todas las matizaciones que sean
pertinentes, en los usos y costumbres de la época.
Por
ejemplo: en Canarias prohibieron o al menos controlaron los
monopolios. Hay muchas Reales Cédulas sobre ello, recogidas en el
Libro Rojo ( que no tiene vinculaciones marxistas pese a lo que
puedan pensar la cabalgada de idiotas que no han sabido sacar
conclusiones inteligentes y/o psicológicas del Quijote) que por
desgracia no son muy conocidas fuera del campo de los eruditos
isleños.
El
25 de febrero de 1506 los reyes Don Fernando, don Felipe (el Hermoso)
y doña Juana dictaron una ‘real cédula’ que estipulaba que “no
se venda yngenio ni heredamiento a persona poderosa ni de fuera
destas yslas”. Esta línea se mantendría mucho tiempo y afectaría
a las ‘inversiones’ extranjeras. También la Iglesia les daba
muchos quebraderos de cabeza, que resolvían por la vía expeditiva.
26 de octubre de 1531: “Que con el título de un familiar de la
Santa Cruzada no se eximan de pagar lo que devieran”. Las perras
son las perras en todo tiempo. También vigilaban mucho los poderes
temporales de los obispos y sus ambiciones financieras. Las guerras,
las conquistas, los monumentos, las obras de arte conmemorativas de
grandes gestas no se financian con agua bendita envasada.
Como
ahora no se construye ni se podría sostener el ‘estado de
bienestar’ (en la CE78 ‘estado social y democrático de derecho’)
sin impuestos suficientes, a ricos incluidos. Y un antecedente de las
leyes de incompatibilidades de cargos públicos para proteger el
medio ambiente y el desarrollo sostenible lo podemos encontrar en una
‘cédula real’ dada el 5 de abril de 1533: “que cuando en
cabildo se tratare sobre corte de leña no esté dentro ningún señor
de yngenio…” Fue consecuencia de los trucos para saltarse una
moratoria forestal. Los bosques, que habían sobrevivido decenas de
miles de años estaban siendo esquilmados por las necesidades de la
construcción, la navegación, la industria del azúcar y la quema de
madera para carbón vegetal.
"Son
los mismos que negaban que el tabaco matara y que se oponían a las
advertencias sanitarias; son los mismos que defienden los intereses
de las grandes petroleras"
No.
Ni los Reyes eran comunistas ni su corte, consejeros y la naciente
burocracia, que el cardenal Cisneros se empeñaría en
profesionalizar, eran una engolada pandilla de desaprensivos
anarquistas antisistema. La realidad es que el cambio climático y
otros cambios son pura evidencia científica. Por ejemplo, ya en uno
de los libros de la Biblia, el Eclesiastés, escrito recién superado
el Neolítico, figura ya un consejo que intuye las leyes de la
gravedad: “quien tira una piedra a lo alto, encima le cae”.
Lo
cierto y verdad, seamos redundantes que ante cretinos es una
necesidad, es que estos negacionistas de extrema derecha o de la
derecha vicaria del gran capital – y nada que ver con Marx- son
técnicamente hablando mamporreros y mercenarios de grandes
multinacionales. Son los mismos que negaban que el tabaco matara y
que se oponían a las advertencias sanitarias; son los mismos que
defienden los intereses de las grandes petroleras y empresas
energéticas: está documentado que Exxon Mobil financiaba estudios
de investigadores o con poco seso o con pocos escrúpulos, y
recientemente se ha confirmado que sin embargo contaba desde hace
décadas con informes de gran precisión sobre la evolución
climática que vaticinaban lo que está ocurriendo y cómo está
ocurriendo.
"Con
una derecha ¿centrada? que aún no se atreve a renegar como es
preciso de la dictadura franquista"
Y
esta tropa de cínicos o descerebrados, que reúne a antivacunas, a
terraplanistas, a antiecologistas, a antifeministas, a buleros, a
defensores del alcohol libre, de la desertización mediante el abuso
de los recursos hídricos low
cost – o caídos del cielo de todos-, defensores de
relajar los controles sanitarios en la ganadería tuberculosa… ya
tocan tambores de guerra en toda Europa. ¿Casualmente? Cuando Putin
ha intervenido mediante un sofisticado sistema de desinformación en
el éxito del Brexit, en círculos separatistas catalanes, en la
elección de Trump… Un compendio de ese totum
revolutum de mentiras está siendo tónica y técnica
habitual en esta España desorientada y engañada de hoy. Con una
derecha ¿centrada? que aún no se atreve a renegar como es preciso
de la dictadura franquista.
En
2000 el vicepresidente USA Al Gore clavaba lo que ahora está
sucediendo tanto con respecto al cabio climático como en el ataque
generalizado desde las trincheras de la oscuridad a la democracia. En
su libro La
Tierra en juego, fenomenal documento que debería ser de
lectura obligatoria sobre todo en las asambleas de los partidos
incrédulos, reproduce una esclarecedora frase de Churchill sobre el
peligro nazi: Refiriéndose al cegato gobierno británico
denunciaba:“… Están pues paradójicamente decididos a ser
indecisos, resueltos a mostrarse irresolutos, firmemente arbitrarios,
inflexivamente caprichosos, todopoderosamente impotentes… La era de
las dilaciones, de las medias tintas, de los expedientes moderadores
y que solo ponen trabas, está llegando a su fin. En su lugar nos
adentramos en la era de las consecuencias…”.
Pues
en esas estamos. Ya veremos qué nos pasa después del 23 de julio.
Porque la estupidez es una droga alucinógena que contagia por la
sondas.