La sobremesa de Mazón y el desconocimiento de la consellera provocaron el retraso de la alerta masiva dos horas
El 112 y la Confederación Hidrográfica del Júcar pidieron enviar la alerta masiva en Valencia a las 18:00 horas
Marta Alberca
11-11-24
ElPlural
La cronología de los hechos sobre el martes 29 de octubre en Valencia acometida por Carlos Mazón y su equipo del Consell a la hora de gestionar la gran tragedia provocada por la DANA aún continúa esclareciendo lo que sucedió. La sobremesa del president de la Generalitat, en la que estuvo más de dos horas inoperativo, así como la indecisión y desconocimiento de la consellera de Interior sobre el sistema de alertas de emergencias ha venido siendo el foco de las críticas políticas en los últimos días.
Sobre este telón de fondo, tal y como recoge eldiario.es, la empresa que gestiona el servicio de emergencias 112 fue avisado de que se iba a enviar una alerta a la población en torno a las 18:00 horas de aquella tarde. Un mensaje que, ya es conocido, no se envió antes por las dudas de la consellera Salomé Pradas y la ausencia de Mazón, que no llegó a la reunión del CECOPI hasta las 19:30 horas. Finalmente, fue emitido a las 20:13 horas, cuando las inundaciones ya campaban a sus anchas.
Según recoge el medio citado, fue Ilunion IT Services la empresa cuyo responsable ya sabía a media tarde del martes que se iba a mandar a la población valenciana el aviso vía móvil de los riesgos que acarrearía la DANA, aunque esta llegó demasiado tarde. A su vez, también se le notificó que se darían instrucciones a la ciudadanía sobre cómo proceder ante una emergencia de tal calibre a través de Á Punt, la televisión autonómica; escenario que no se produjo.
Pero no fueron los únicos. Desde la Confederación Hidrográfica del Júcar, su presidente, Miguel Polo, también propuso mandar la alerta masiva a la ciudadanía en torno a las 18:00 horas ante los riesgos que luego se produjeron y que sobrepasaron todas las predicciones.
Cronología de una tardanza política que costó vidas
Como ya es conocido, la alerta no se mandó hasta pasadas las 20:00 horas de la tarde. Por un lado, debido a la acuciada tardanza de Mazón en llegar a la reunión, quien se encontraba en una comida privada con la periodista a la que le iba a proponer hacerse cargo de Á Punt, además de que al president se le tuvo que explicar la situación al detalle debido a que la desconocía. Por otro, por las dudas de la consellera y el desconocimiento del sistema que ésta misma reconoció posteriormente de su funcionamiento. Todo ello en la reunión de emergencia del CECOPI, en la que estuvieron presentes técnicos, Emergencias de la Generalitat, Diputación de Valencia y otras figuras institucionales.
A esta hora crucial de la tarde del martes 29 de octubre, a las 18:00 horas, en la reunión del CECOPI ya se tenía conocimiento del desbordamiento del barranco del Poyo, el cual ya trasportaba hasta cuatro veces más el caudal del río Ebro -es decir, 1.725 metros cúbicos de agua por segundo-, además de que la presa de Forata y el río Magro también estaban a punto de sobrepasar sus respectivos límites. Tal y como recoge el medio citado, la decisión de no mandar la alerta a la población fue política, no de los técnicos especializados.
Según estas fuentes, las dudas de la consellera Pradas eran demasiado acuciadas para tomar una decisión final sobre mandar este aviso masivo o no, ya que estuvo bastante tiempo reunida tanto como con su equipo de Interior como hablando con bomberos y otras especialidades de emergencias.
Asimismo, la redacción del contenido del mensaje que, demasiado tarde, le llegó a los valencianos, también supuso un retraso notable de la negociación. Cabe recordar que el texto que se envió por el sistema Es-alert fue el siguiente: “Alerta de Protección Civil por las fuertes lluvias y como medida preventiva se debe evitar cualquier tipo de desplazamiento en la provincia de Valencia. Estén atentos a futuros avisos a través de este canal y fuentes oficiales, en 112 y Á Punt”.
Debido a la tardanza de los organismos autonómicos, muchos de los ayuntamientos afectados ya mantuvieron reuniones con mayor prontitud y acometieron medidas a expensas de la Generalitat para advertir a sus vecinos y, así, mandar otros mensajes a horas en las que éstos sí que pudieron actuar.
Teniendo en cuenta este escenario, la cronología de los hechos detalla cómo se procedió en estos momentos críticos a puerta cerrada en la reunión del CECOPI:
17:00 horas: Comienza la reunión de urgencia.
17:35 horas: Se pone sobre la mesa el aviso de la Confederación Hidrológica del Júcar sobre el río Magro.
17:40 horas: La consellera Pradas pide un receso de la reunión para valorar la situación.
17:59 horas: Desbordamiento del embalse y la crecida descomunal del barranco del Poyo. Tan sólo diez minutos después, los servicios de emergencia fueron informados de la inminente alerta que se pretendía mandar a la población.
19:15 horas: Salomé se debatía entre mandar la alerta y se informó sobre el funcionamiento de este sistema.
19:30 – 19:40 horas: Llega Mazón a la reunión de urgencia del CECOPI, donde es informado rápidamente de la situación.
Más de 2.000 llamadas pasadas las 18:00 horas
Los momentos críticos de las fuertes consecuencias de la DANA en Valencia se empezaron a denotar en torno a las 19:00 horas, pero ya una hora antes, en algunas zonas, el 112 ya había recibido más de 2.000 llamadas ciudadanas pidiendo auxilio por las riadas y el comienzo de las inundaciones.
Cabe recordar que, en estas primeras horas críticas, Mazón llegó a decir que el teléfono de emergencias estaba atendiendo las llamadas aunque muchos ciudadanos se quejaron de que no lograban contactar con el servicio, y es que la demora se llegó a prolongar hasta cuatro minutos.
Pasadas las 20:30 horas, cuando el agua ya anegaba multitud de municipios y ya había un volumen importante de personas desaparecidas, el 112 ya tenía un tiempo de espera de entorno a nueve minutos y más de 100 llamadas en cola para ser atendidas.
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