Elisa y Marcela tienen una particular historia en el mundo de la emigración gallega. Ellas se casaron en 1901, en una iglesia de A Coruña. Pero, claro, para hacerlo, Elisa se hizo pasar por Mario. La mentira se descubrió pronto (“Un matrimonio sin hombre”, tituló La Voz de Galicia) y ambas fueron perseguidas: primero viajaron hacia Oporto, donde las arrestaron. Luego, cuando fueron liberadas, viajaron hacia Buenos Aires, huyendo de los ataques. Un detalle: su casamiento nunca fue anulado, razón por el que sería el primer matrimonio entre dos mujeres españolas.