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sábado, 20 de diciembre de 2025

 



La muerte no fue el final para Charlie Chaplin. Tres meses después de ser enterrado, su descanso eterno fue brutalmente interrumpido, dando lugar a uno de los episodios más extraños y macabros en la historia del cine.

Charlie Chaplin falleció el 25 de diciembre de 1977 en Suiza, dejando un legado inmortal como uno de los genios más influyentes del cine mudo. Sin embargo, en marzo de 1978, su tumba fue profanada. El ataúd con su cuerpo fue robado del cementerio de Corsier-sur-Vevey, desatando una investigación internacional que conmocionó al mundo.

Los responsables no buscaban fama ni rituales extraños. El objetivo era el dinero. Dos hombres, un mecánico polaco y un inmigrante búlgaro, planearon extorsionar a la familia Chaplin exigiendo un rescate a cambio del cuerpo. Durante semanas, la viuda de Chaplin recibió llamadas telefónicas con amenazas perturbadoras, mientras la policía rastreaba pistas en secreto.

Finalmente, tras una operación de vigilancia, los criminales fueron capturados. El cuerpo de Chaplin fue encontrado enterrado en un campo cercano al lago de Ginebra. Luego de ser recuperado, fue enterrado nuevamente, esta vez bajo una losa de concreto para evitar que algo así volviera a ocurrir.

Incluso después de muerto, Charlie Chaplin siguió protagonizando una historia digna de una película inquietante y real.


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