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martes, 20 de febrero de 2018

Veinte alcaldes fusilados en el franquismo por la Gracia de Dios

Memoria Pública

 Los veinte alcaldes fusilados en Madrid en los inicios del franquismo

Varios historiadores han conseguido elaborar un listado con 2.964 asesinados entre los años 1939 y 1944 en el cementerio de la Almudena durante los primeros años de la dictadura de Francisco Franco. Entre ellos, hay una veintena de ediles que fueron leales a la República

madrid


Público

beatriz asuar gallego


2.934 personas fueron ejecutadas en Madrid capital en la posguerra por la represión franquista. Casi todas fueron fusiladas en una de las tapias exteriores del cementerio de la Almudena. Pasados diez años, la mayor parte de los cuerpos fueron exhumados y enterrados en fosas comunes. Sus asesinatos se guardaron así en la desmemoria de un país que cada vez amontonaba más ejecutados ‘desconocidos’ en sus cunetas.

Ahora podemos conocer los nombres de los asesinados gracias al trabajo de historiadores e investigadores y colectivos por la Memoria Histórica que han realizado esta labor de recuperación durante años. El remate final lo ha puesto un equipo de siete investigadores por encargo de la Oficina de Memoria y Derechos Humanos del Ayuntamiento de Madrid. Entre estos nombres, destaca que hay veinte alcaldes de toda Madrid durante la II República.

Amós Acero Pérez, Cayetano Redondo Aceña, Constantino Herranz Márquez, Francisco Lastra Valdemar; Andrés Molpeceres Barceló, Cipriano Montes Guzmán, Anastasio Moreno Martínez, Marciano Rivas Redondo, Adolfo Sánchez Muñoz y Felipe Arribas Maitiñán son algunos de los alcaldes que fueron fusilados por la represión franquista. Junto con otros diez ediles figuran en el listado elaborado por el grupo encargado del Ayuntamiento de Madrid. Fernando Hernández, uno de los investigadores que ha formado parte del estudio, señala a Público que este número evidencia la represión política sobre los alcaldes de la República.

"La represión contra los alcaldes era uno de los ejes de la política de los vencedores"

Mirta Núñez, historiadora que comenzó todo el trabajo de investigación sobre los ejecutados en Madrid junto con Antonio Rojas en 1997, también evidencia la voluntad del franquismo de acabar con los cargos altos, medios y menores de las instituciones de la capital. “Aquí está uno de los ejes de la política de los vencedores: acabar físicamente con el enemigo era uno de los elementos claves. Igual que domesticar, doblegar y amedrentar a todo el entorno para que viesen cual había sido el fin de los que habían sido leales a la República”, explica.

Núñez también alega que había una voluntad desde el nuevo estado franquista de centralizar estas figuras y sus ejecuciones en Madrid capital para fomentar ese doblegamiento sobre el entorno de la resistencia. Así, en el Informe técnico al que ha tenido acceso Público, figura que los alcaldes fusilados en la necrópolis del este no eran sólo de la capital; también lo fueron de Guadalix de la Sierra, Getafe, Hortaleza, Morata de Tajuña, Galapagar, Rivas-Vaciamadrid, Cadalso de los Vidrios, Miraflores de la Sierra y tantos otros.

Pero poco más sabemos de la mayoría de ellos. La historia de algunos de los ediles sí ha sido recuperada como la del alcalde de Vallecas, Amós Acero, maestro y socialista que fue elegido alcalde del barrio madrileño en las elecciones de 1931. Se mantuvo en su cargo hasta su detención a finales de la guerra el 28 de marzo de 1939. Amós Acero fue detenido junto con otros compañeros socialistas cuando intentaban escapar de España por el puerto de Alicante, pero fueron detenidos y encerrados en el campo de concentración de Albatera. Tras varios juicios paralelos, el exalcalde fue condenado a fusilamiento el 16 de mayo de 1941.

 De otros también conocemos algo más como del periodista y político socialista Cayetano Redondo Aceña, alcalde de Madrid durante la Guerra Civil, que ocupó el cargo de Alcalde de Madrid tras la fuga durante la Guerra Civil de Pedro Rico. Ejerció la alcaldía desde el 8 de noviembre hasta el 23 de abril de 1937, pero al final de la guerra fue arrestado por las tropas de Franco y fusilado en los muros del cementerio de la Almudena el 21 de mayo de 1940.
Sin embargo, de la mayoría no conocemos tanto y los datos que tenemos se limitan a sus nombres, su fecha de ejecución y la forma y la localidad donde nacieron y vivieron. Conociendo los nombres, de algunos de ellos también podemos saber la profesión a la que se dedicaban antes de ser alcaldes gracias a listados como el de Memoria y Libertad, en el que figuran sus nombres pero no su cargo de alcalde.


El listado ahora elaborado con los ejecutados en el Madrid de la posguerra puede servir, como indica Hernández, “de base para un estudio de los ediles represaliados por el franquismo”. Y así poder conocer la historia de los alcaldes republicanos de la capital.

Los 2.934 fusilados 

Los fusilamientos de los alcaldes, como el del resto de víctima, tienen como punto de partida la investigación ya mencionada, Consejo de Guerra. Los fusilamientos en el Madrid de la posguerra (1939-1945), de Mirta Núñez y Antonio Rojas.
Los historiadores lograron diferenciar las defunciones de las ejecuciones franquistas gracias a los funcionarios del cementerio de la Almudena
“Recibimos noticias de que en Madrid se había fusilado a mansalva por parte de los vencedores de la guerra una vez que habían entrado en la ciudad, y queríamos documentar lo que habíamos oido. Tuvimos la oportunidad de ir al cementerio de la Almudena para seguir la pista documental de los fusilamientos. Fue muy difícil por la ocultación que el régimen franquista había desarrollado durante sus ejecuciones”, cuenta a Público Mirta Núñez.

Pero a pesar de las dificultades, los historiadores encontraron la fórmula para diferenciar las defunciones por causa natural de las ejecuciones por la represión franquista: “Fue gracias a los funcionarios del cementerio que nos explicaron el procedimiento: en las cuartillas de defunción, en las ejecuciones por consejo de guerra o protagonismo militar, junto con el nombre y el apellido aparecía una “a” que significaba “por orden de auditoria de guerra esta persona había sido fusilada”, relata Núñez.

Como explican los investigadores en el informe técnico al que ha tenido acceso Público, la mayoría de los fusilados llegaban de las numerosas cárceles de la capital y eran trasladados a la prisión de Porlier. Allí eran entregados al piquete de ejecución de militares o guardias civiles y se dirigían en camiones hacia la tapia Sur, donde eran fusilados.
Sólo una mínima parte de aquellos cadáveres permanecen hoy en tumbas visitables
Confirmados los asesinatos con el tiro de gracia del jefe de la fuerza, los cadáveres eran transportados al cementerio, donde eran colocados en cajas de cartón forradas con una tela negra. A los diez años de su enterramiento, a excepción de algunos cuerpos que fueron reclamados por los familiares, los cadáveres eran exhumados y enviados al osario o fosa común: sólo una mínima parte de aquellos cadáveres permanecen hoy en tumbas visitables.

Un lugar para la memoria

Hernández explica el añadido del listado actual: “Hemos aumentado en 271 víctimas el número de 2.663 ejecutados en Madrid capital aportados en su momento por los historiadores Mirta Núñez y Antonio Rojas. También nos hemos esforzado mucho por corregir los nombres y averiguar la correcta transcripción de ellos”.
Para esto, ha sido fundamental el trabajo de las fuentes familiares que se ha vinculado a través del colectivo de Memoria y Libertad. Tomás Montero es el fundador de este grupo que comenzó su andadura por la recuperación de la memoria en 2004. Desde entonces, han ayudado a más de 300 personas a encontrar a sus familiares. 
“Todos debemos tener el derecho de poder llevar flores a nuestros familiares”
“A partir de 2007 nos decidimos a ir a la tapia del cementerio hacer un homenaje a los fusilados y de ahí surgió la necesidad de tener un lugar de memoria. Estamos ya en 2018 y parece ser que estamos apunto de conseguir que sea posible después de tantos años de lucha”, explica Montero a Público. “Lo que no se nombra, no existe, por esto tenemos que recuperar sus nombres. Y a nivel social es esencial para que las nuevas generaciones sepan lo que ha habido y no se vuelva a repetir esta represión. Nos importan todas las víctimas, pero nuestro trabajo es para las víctimas que murieron por la democracia o que lucharon por la justicia. Todos debemos tener el derecho de poder llevar unas flores a nuestros familiares”.
Montero también recalca la importancia de acceder a los documentos sobre las ejecuciones. El listado encargado por el Ayuntamiento de Madrid será de acceso público para que sirva “como presentación de un fondo documental para posteriores investigaciones y como ejercicio de socialización de un conocimiento que debería ser público, el de las víctimas de la dictadura –y resistentes a la misma- en la ciudad de Madrid”. Para esto, dice Hernández que se tendrá acceso mediante una página web y que se publicarán los nombres y se abrirá un periodo de alegaciones para cambios.
El equipo al que le han encargado la misión ha estado formado por investigadores que llevan años dedicados a completar el listado e informaciones de las personas ejecutadas en Madrid como Tomás Montero Aparicio, fundador de Memoria y Libertad; Manuel García Muñoz o Santiago Vega Sombría. También han formado parte tres jóvenes historiadores expertos en violencia política de guerra y posguerra: Fernando Jiménez Herrera, Juan Carlos García Funes, y Daniel Oviedo Silva.



¿El dictador sigue vivo?


El magistrado y portavoz territorial de Jueces y Juezas para la Democracia,


El gobierno acaba de gastar casi 2 millones de euros en el mausoleo faraónico de Franco en el Valle de los Caídos. Pero no destina ni un céntimo para que sus víctimas salgan de las fosas comunes y tengan una sepultura digna. Como si el dictador siguiera vivo.

El Tiro de Gracia (Por la Gracia de Dios)


A pesar de Don Rajoy, ven por fin la luz tres mil madrileños, ejecutados durante el Franquismo

No se entiende su reticencia por activa y por pasiva, en recuperar la memoria histórica, una negativa que hace pensar en que el franquismo sigue ahí

ElPlural

Enric Sopena

Vie, 16 Feb 2018


La Oficina de Derechos Humanos y Memoria del Ayuntamiento de la Villa y Corte ha elaborado una lista en la que se identifican a 2.934 personas que fueron ejecutadas en esta capital entre 1939 y 1944. A la mayoría, las fusilaron en las tapias del cementerio de la Almudena. Algunos murieron a garrote vil en la prisión de Porlier que se encontraba situada entre las calles Porlier, Padilla, Conde de Peñalver y Lista. El nombre de cada uno de esos ejecutados, figura junto al asiento documental de la orden de inhumación,  por orden de la dictadura y sus acólitos, entre los que la Falange tuvo un lamentable papel.

Un excelente trabajo documental, realizado por un equipo de historiadores y profesores, lo vienen haciendo posible tenazmente en un intenso trabajo. La lista, obra inicial de los historiadores Mirta Nuñez y Antonio Rojas, contiene nombres ya conocidos como los de las llamadas Trece Rosasjóvenes mujeres que en algunos casos apenas habían cumplido los 19 años-  y una veintena de alcaldes de municipios madrileños. A ellos se añade el de unos 300 nuevos  ciudadanos anónimos.

Esta labor constante de víctimas, entidades, universidades, instituciones y administraciones para hacer visibles a los desaparecidos de aquella forma atroz, se contrapone a la reticencia que el Gobierno de Mariano Rajoy expresa, por activa y por pasiva, en recuperar su memoria. Una negativa que nadie puede entender y hace pensar en que el franquismo sigue ahí, velado por quienes con tal actitud se asemejan a sus ancestros.  Llega pues inevitable la pregunta: ¿A quiénes está protegiendo Mariano Rajoy?  Algo debe temer cuando ningunea  una ley de obligado cumplimiento –la de Memoria Histórica- eliminando el presupuesto para aquellos  españoles que quieren recuperar a sus familiares perdidos en las cunetas. Pero más aún: alentando desde las filas de la formación que preside, el Partido Popular, y de sus fieles de la caverna mediática,   la oposición y la desobediencia a cambiar nombres de calles de golpistas o eliminar monumentos y honores a los que perpetraron delitos de rebelión y sedición y atentaron contra el Gobierno proclamado por los ciudadanos en las urnas.

El Ayuntamiento que preside Manuela Carmena pretende al dar a conocer estos casi tres mil nombres, para que se identifique a las víctimas de la dictadura y a quienes resistieron en un Madrid en que el campaba el horror. Quieren que los familiares puedan acceder a estos datos para comprobarlos y anuncian que se levantará un memorial junto al muro de ese camposanto que se tiñó de sangre.  Con ello la alcaldesa y su equipo de Derechos Humanos y de Memoria aporta verdad y paz. Las víctimas no pretenden más.


Letra del Himno Nacional


La otra letra del himno: “Gürtel Gürtel, dinero en B para la sede del PP”

Quequé ofrece su propia versión en ‘La Vida Moderna’, con mención especial a M. Rajoy






Mar, 20 Feb 2018

Tras la sorpresa inicial por la letra del himno de Marta Sánchez, es la hora de los competidores. No sólo Carlos Latre ha ofrecido su propia versión, con platos típicos de la gastronomía española. También Quequé, uno de los presentadores de La Vida Moderna, el programa de radio que dirige David Broncano, ha creado otra letra, también basada en aspectos típicos de España, aunque menos agradables que los callos o la tortilla de camarón.
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“Gürtel, Gürtel, autopistas radiales y dinero en B para la sede del PP. Pisos caros y volquetes de putas para todos ya, y fiesta en el Pachá. Es el mercado amigo, ya ves, soy como Robin Hood pero justo al revés…”, reza la letra de este nuevo himno que acaba con una mención honorífica a M. Rajoy. Y que han publicado en Twitter con una mención a Esteban González Pons, para que lo use en la Copa del Rey.
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Papelera


Alí Babá


8 Marzo


Els internats de la por (Sa-cerdotes franquistas- facistas por la Gracia de Dios)

Ortigas "en las partes íntimas": las vejaciones de sacerdotes en los internados franquistas

Las denuncias de violación y abusos contra la Iglesia católica destapadas por el documental 'Els internats de la por' continúan sin justicia

Público

19/2/18

CRISTINA FALLARáS


"Me dijo 'No se lo puedes contar a nadie' (…) 'Tus papás se pueden morir' (…) 'Hoy vamos a hacer una cosa que no se la puedes decir a nadie' (…) Se subió los hábitos, me puso la cosa en la boca, me empezó a escurrir una cosa asquerosa por la boca, porque el tío lo consiguió, desde luego, me toqueteó lo que quiso, me hizo ponerme de espaldas, y por la espalda también me hizo, y cuando terminó me dijo que era asquerosa, que dios me iba a castigar por eso". La entonces niña Dolores Zamorano, que ya es mujer madura, todavía no ha empezado a llorar cuando narra su experiencia infantil con el sacerdote católico que la preparaba para su Primera Comunión.

Se llora un poco después, y se ha llorado antes mucho. 

Recientemente, el papa Francisco ha aprovechado su visita a varios países latinoamericanos para "pedir perdón" por los abusos sexuales y las torturas practicadas por miembros de la Iglesia católica contra niños y niñas, gesto que acaba de concluir con su renovación de miembros en la Comisión contra el abuso sexual. Para quien haya seguido este devenir latinoamericano, ha quedado claro el barro de sus pies. 

Entonces, la carta de la abogada Montserrat Fernández Garrido llega al mail de la redacción reclamando una mirada hacia España, reclamándola otra vez. Y una no puede dejar de preguntarse, también otra vez, por qué España es uno de los pocos países muy evidentemente católicos en los que la Iglesia no se ha visto sometida a una severa revisión pública de su pasado. En Estados Unidos se multiplican los expedientes de abusos (1993, 1998, 2002, 2004, 2008, 2010), así como en Francia (1994), Austria (1195, 2009), Reino Unido (1997), Australia, Holanda, Chile y Alemania, por poner algunos ejemplos. 


En España, sin embargo, parece que casos tan flagrantes como los referentes a los internados franquistas están condenados al silencio. 

La abogada Montserrat Fernández Garrido, mujer sin duda tenaz, ha vuelto a dirigirse a los medios de comunicación para denunciar la falta de atención de la Iglesia católica a las reclamaciones que ella, y con ella centenares de personas, remitieron a la Conferencia Episcopal. ¿Su demanda? Pedir una disculpa por los abusos cometidos en los centros de internamiento franquistas para niños. ¿La espoleta? La emisión en TV3 del sobrecogedor documental Els internats de la por, dirigido por los periodistas Montse Armengou y Ricard Belis. 


Lo primero que una piensa es que sería una impertinencia responder a su llamada sin antes haber visto Els internats de la por, documento del que parte su infatigable denuncia. 

Una vez visto, la palabra impertinencia queda confitada en ligereza. 

Dolores Zamorano, la mujer ya madura con la que arranca este texto, siendo niña vomitó y tuvo que comer su vómito y volvió a vomitarlo y tuvo que volver a comérselo antes de que un sacerdote le eyaculara en la boca. Junto a ella, un grupo de mujeres y hombres adultos van narrando sus más íntimos recuerdos infantiles de humillación, brutalidad, abuso y violación. Todos ellos estuvieron internos en instituciones religiosas, asilos o sanatorios de beneficencia franquista. Abuso sexual y violaciones, experimentos psiquiátricos y quirúrgicos, agresiones genitales y todo un catálogo de castigos corporales… La crueldad aplicada sobre miles de niñas y niños rasga la confianza en el ser adulto con uña negra de zarpa. 

"Recuerdo que me quemaban el culo con velas por orinarme". La entonces niña Mikae Ortiz, que ya es mujer madura, se derrumba ante la cámara al recordar sus 10 años de internamiento en un centro para niñas. "Cogían ortigas y me las frotaban en mis partes íntimas". Joan Sisa narra cómo, en los Hogares Mundet de Barcelona, el sacerdote se masturbaba contra su espalda aquella noche en la que estaba castigado en pijama contra la pared del pasillo. "El mismo que a las ocho de la mañana siguiente estaba dando misa". 

Los Hogares Mundet, la Maternidad, la Casa de la Caritat, el preventorio de Guadarrama... 

SOCIEDAD DENUNCIANTE


Fernández Garrido vio, escuchó, resistió los testimonios, entre otros, de Dolores Zamorano y el semen en su boca, de Mikae Ortiz y las ortigas contra su vulva, de Joan Sisa y el orgasmo a su espalda. Desde su emisión, en abril de 2015, no ha dejado de insistir a periodistas e instituciones para que propaguen su denuncia. Y se dirigió con cientos de firmas a la Conferencia Episcopal española para que pidiera disculpas, infructuosamente. 

Preguntada por correo electrónico, su respuesta es inmediata. Para empezar, rescata dos cartas de 2016. En la primera comunica a un grupo de personas, "feministes de Catalunya", que un grupo se propone entrevistarse con el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. En la segunda explica dicha reunión. 

Esta es, abreviada, la primera carta: 

El pasado año, el colectivo "Feministes de Catalunya" realizó una campaña exigiendo a la Iglesia Católica y al Estado que pidan perdón y reparen en la medida de lo posible el terrible daño causado a los niños y niñas internados en centros públicos hasta los años 80. 

El pasado año TV-3 emitió un documental en su programación de "Sense Ficció", llamado "Els internats de la por" (…) Nos mostró el terrible padecimiento de miles de niñas y niños pobres o hijos de personas republicanas, ingresados en centros públicos. Allí donde debían protegerlos, alimentarlos, educarlos y cuidarlos sufrieron todo tipo de penalidades: maltratos físicos y psíquicos, abusos sexuales, explotación laboral y prácticas médicas dudosas. Es decir, nos mostraron una infancia víctima del franquismo, a través de centros religiosos (…) Los religiosos y religiosas que cometieron tales atrocidades no sólo no han pagado penalmente por ello, tampoco nadie les ha exigido explicaciones y ni siquiera han pedido perdón a las víctimas por su intolerable comportamiento: No se han reparado tales injusticias. (…) Estas instituciones y las criaturas estaban bajo la tutela del Estado, que es también responsable de aquellos malos tratos. Exigimos también que pida perdón y que repare por medios asistenciales los efectos que padecen todavía hoy. 

Esta es, abreviada, la segunda carta: 

El pasado jueves, día 23 [de junio de 2016], mantuvimos la entrevista concretada con el arzobispo de Barcelona, Monseñor Omella. (…) Nos atendió amablemente durante media hora. Le llevamos un escrito (en catalán y en castellano) y las 204 adhesiones a tal escrito, exigiendo "verdad, justicia y reparación" a las víctimas de todos los maltratos y penalidades sufridos en los internados, desde el inicio del franquismo y hasta los años 80. Él conocía el tema, como también los casos de pederastia que tuvieron lugar allí y los posteriores en otros centros. 

No cesó de repetirnos que no entendía por qué la sociedad está tan empeñada en solventar lo ocurrido en la Iglesia y no se habla tanto de que el 80% de los casos de abuso a menores se producen en las propias familias... (…) Se comprometió a llevar nuestro escrito, las adhesiones, y en resumen el tema y nuestra exigencia, a la próxima reunión de la Conferencia Episcopal Catalana y nos dará una respuesta en dos o tres meses (sin contar julio ni agosto). Le pedimos que no lo llevara a la Conferencia Episcopal Española porque nos tememos que son más reaccionarios y la respuesta no sería la adecuada/ deseada. (…) Esperamos conseguir nuestro objetivo. Y debemos pensar en cómo y cuándo exigir lo mismo al Estado, que en definitiva era quien debió proteger a esos niños y niñas...


Entre las firmas que aparecen: Marina Geli (dra. en medicina y ex Consellera de Salut), Mar Serna (magistrada y ex consellera de Treball), Mercedes Caso Señal (magistrada Decana de los Juzgados de Barcelona), Pilar Rebaque (abogada, presidenta de la "Comissió de Dones Advocades" del Col.legi d´Advocats i Advocades de Barcelona), Gemma Calvet Barot (diputada del Parlament de Catalunya (ERC), Dr. Santiago Dexeus Trias de Bes (ginecólogo), Carmen Alcalde Garriga (periodista y escritora), Marina Subirats (catedrática Emérita de Sociología), Antonina Rodrigo (escritora. Creu de Sant Jordi Generalitat Catalunya), Susana Koska (directora de cine y escritora), José Mª Sanz, "Loquillo" (cantante), Isabel Steva Hernánd "Colita" (fotógrafa), Gemma Lienas (escritora), Laura Freixas (escritora), Eduard Carbonell Esteller (catedrático Emérito Historia Arte)… 

IMPUNIDAD


Resulta pertinente, dados los nuevos pasos de la Iglesia católica, recoger no solo la denuncia de este grupo de ciudadanos escandalizados, sino también la respuesta que recibieron por parte de la autoridad católica española. 

En un breve mail, el arzobispo de Barcelona, Juan de Omella, respondió: "Tratamos el tema a la Conferencia Episcopal Tarraconense, pero no hubo consenso para hacer una declaración en este sentido", escribieron desde el arzobispado, y así nos lo confirman. Algo más adelante añaden: "Ya hemos dicho públicamente que estos hechos nos dañan y que se pide perdón por parte de los eclesiásticos que han cometido estos abusos". 

Cabe preguntarse, por fin, si es esta la conclusión que deben recibir casos de violación, violencia y abuso como los anteriormente citados.



Música Relajante Guitarra,

Ray Conniff