A pesar de Don Rajoy, ven por fin la luz tres mil madrileños, ejecutados
durante el Franquismo
No se entiende su reticencia por
activa y por pasiva, en recuperar la memoria histórica, una negativa que hace
pensar en que el franquismo sigue ahí
ElPlural
Enric Sopena
Vie, 16 Feb
2018
La Oficina de Derechos Humanos y
Memoria del Ayuntamiento de la Villa y Corte ha elaborado una lista en la que se identifican a 2.934 personas que fueron ejecutadas en
esta capital entre 1939 y 1944. A la mayoría, las fusilaron en
las tapias del cementerio de la Almudena. Algunos murieron a garrote vil en la
prisión de Porlier que se encontraba situada entre las calles Porlier, Padilla,
Conde de Peñalver y Lista. El nombre de cada uno de esos ejecutados, figura
junto al asiento documental de la orden de inhumación, por orden de la
dictadura y sus acólitos, entre los que la Falange tuvo un lamentable papel.
Un excelente trabajo documental,
realizado por un equipo de historiadores y profesores, lo vienen haciendo
posible tenazmente en un intenso trabajo. La lista, obra inicial de los
historiadores Mirta Nuñez y Antonio Rojas, contiene nombres ya conocidos como
los de las llamadas Trece Rosas –jóvenes mujeres que en algunos
casos apenas habían cumplido los 19 años- y una veintena de alcaldes de
municipios madrileños. A ellos se añade el de unos 300 nuevos ciudadanos
anónimos.
Esta labor constante de víctimas,
entidades, universidades, instituciones y administraciones para hacer visibles
a los desaparecidos de aquella forma atroz, se contrapone a la reticencia
que el Gobierno de Mariano Rajoy expresa, por activa y por pasiva, en recuperar
su memoria. Una negativa que nadie puede entender y hace pensar en que el
franquismo sigue ahí, velado por quienes con tal actitud se asemejan a sus
ancestros. Llega pues inevitable la pregunta: ¿A quiénes está protegiendo
Mariano Rajoy? Algo debe temer cuando ningunea una ley de obligado
cumplimiento –la de Memoria Histórica- eliminando el presupuesto para aquellos
españoles que quieren recuperar a sus familiares perdidos en las cunetas.
Pero más aún: alentando desde las filas de la formación que preside, el
Partido Popular, y de sus fieles de la caverna mediática, la
oposición y la desobediencia a cambiar nombres de calles de golpistas o
eliminar monumentos y honores a los que perpetraron delitos de rebelión y
sedición y atentaron contra el Gobierno proclamado por los ciudadanos en las
urnas.
El
Ayuntamiento que preside Manuela Carmena pretende al dar a conocer estos
casi tres mil nombres, para que se identifique a las víctimas de la dictadura y
a quienes resistieron en un Madrid en que el campaba el horror. Quieren que los
familiares puedan acceder a estos datos para comprobarlos y anuncian que se
levantará un memorial junto al muro de ese camposanto que se tiñó de sangre.
Con ello la alcaldesa y su equipo de Derechos Humanos y de Memoria aporta
verdad y paz. Las víctimas no pretenden más.
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