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jueves, 10 de julio de 2025

 



Spanisch Revolution

Las dos caras del juez Peinado

👉 Una mano lava a Okdiario y la otra señala a Podemos: la justicia según el magistrado multitarea

LA INSTRUCCIÓN DESESPERADA Y LA COARTADA DEL ERRORE

En el teatro de sombras que es la justicia madrileña, el juez Juan Carlos Peinado ha vuelto a regalar al público una de sus funciones preferidas: el número de escapismo judicial. Esta vez, el truco consiste en archivar una causa por presunta malversación que implicaba a Alfonso Sánchez Vicente, alto cargo de la EMT de Madrid, y a la editora de Okdiario, alegando que no queda nada por investigar. ¿El detalle? Que la prórroga de la instrucción se dictó fuera de plazo. O lo que es lo mismo: un malabarismo procesal de los que se resuelven en los pasillos del poder, no en los libros de derecho.

El contrato sospechoso —72.600 euros a dedo para un evento que podría haberse hecho por 15.000— acaba enterrado entre comas mal puestas, silencios cómplices y el olvido como argumento jurídico. Mientras tanto, el evento financiado a precio de oro servía para que Okdiario organizara un congreso sobre movilidad sostenible, concepto que Inda maneja con la misma soltura con la que habla de feminismo o cambio climático: como si fueran marcas de yogur.

Peinado no niega el sobrecoste. Lo rebaja. Lo ajusta. Lo relativiza. Dice que quizá Okdiario tenía “más capacidad de difusión”. No explica cómo se mide eso ni por qué ese medio necesitaba financiación pública cuando lleva años funcionando como terminal mediática de la derecha institucional. Al final, lo que queda no es justicia, sino tarifa plana para el círculo de confianza de Almeida.

CUANDO EL JUEZ ES EL ESCENÓGRAFO DEL SISTEMA

El juez Peinado es el mismo que instruye las causas contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, con un fervor tan inusitado que recuerda más a un activista de Hazte Oír con toga que a un servidor público. Y no es una hipérbole. Este juez tiene dos velocidades: persecución frenética si el acusado tiene relación con el Gobierno de coalición, y amnesia selectiva si los implicados están cerca del PP o de sus satélites mediáticos. Es la versión togada del algoritmo de Facebook: te muestra lo que quiere que veas, según quién seas.

Recordemos que fue la Audiencia Provincial quien dejó sin efecto su prórroga, calificándola de extemporánea. ¿Torpeza o cálculo? La prórroga fuera de plazo no es un simple error de secretaría, es la excusa perfecta para cerrar un caso incómodo sin que parezca que se huye. Porque aquí nadie huye: se archiva con elegancia, como quien cierra un paraguas cuando vuelve el sol.

En el fondo, la historia es vieja: cuando la justicia se convierte en arquitectura institucional del poder, las decisiones judiciales ya no se miden en códigos penales, sino en mapas de alianzas. Y en ese mapa, Okdiario no es un medio de comunicación, sino un activo estratégico. Una oficina de propaganda con licencia para facturar. Lo público paga, lo privado manipula, y el juzgado absuelve.

Podemos y Más Madrid ya han anunciado que recurrirán. Lógico. Pero eso no cambia el guion. El daño ya está hecho: el archivo no solo exonera, también mancha al denunciante. La táctica es conocida: primero se desacredita a quien investiga la corrupción, luego se protege al corrupto con errores judiciales, y por último se utiliza el archivo como prueba de inocencia, aunque huela a cloaca.

En España, el poder judicial no está secuestrado. Está perfectamente integrado en el ecosistema político-mediático que necesita de fiscales a medida, jueces que digan “donde dije delito, digo diferencia de difusión” y medios que conviertan cada resolución en arma electoral. El juez Peinado no tiene dos caras: tiene una sola, pero la gira según convenga al relato dominante.

Y mientras tanto, Madrid paga 72.600 euros por escuchar a Inda hablar de movilidad sostenible. Porque aquí, hasta la ironía la factura el contribuyente.


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