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lunes, 8 de abril de 2019

Monjas violadas por penes purpurados y tonsurados.


07/04/2019

"Las religiosas siguen sufriendo abusos en continentes como Europa"

El suplemento feminista de El Vaticano echa el cierre tras denunciar abusos sexuales de sacerdotes y obispos.


ElHuffPost

Eran la resistencia feminista de El Vaticano y han bajado las “armas”. De tinta, pero armas. Lucetta Scaraffia y las 11 periodistas que formaban parte de la redacción de Mujer, Iglesia, Mundo, el suplemento femenino de L’Osservatore Romano, han echado el cierre al sentirse “rodeadas por un clima de desconfianza y deslegitimación progresiva” por parte del nuevo equipo de Comunicación, de quien aseguran haber recibido presiones. Se trataba, por muy raro que parezca, de una publicación dedicada a temas sobre mujeres y escritos por mujeres en la Santa Sede.

Fue precisamente este suplemento, que lleva publicándose siete años, el que sacó a la luz un extenso reportaje denunciando las agresiones sexuales y los abusos de poder que sufren las religiosas por parte de clérigos y obispos.

Algunas de ellas, incluso, fueron obligadas a abortar después de ser violadas por sacerdotes que jamás habrían reconocido a sus hijos. ”Algunos sacerdotes usan su poder, tanto social como espiritual, para abusar de las monjas”, denuncia Scaraffia a El HuffPost, al tiempo que asegura que hechos similares siguen ocurriendo hoy. 


El movimiento #Metoo llega a la Iglesia


Gracias a ella y a otras mujeres, el movimiento #Metoo ha llegado a la Iglesia. Tras la publicación del reportaje, diferentes religiosas se atrevieron a alzar la voz y contaron sus experiencias de abuso de poder y sexual. En España, la hermana reparadora de la Virgen de los Dolores María D. Martínez, rompía un tabú al señalar en una entrevista de RTVE que “tres de cada diez religiosas” con las que ha tenido contacto han sufrido abusos.

Unos abusos que el papa reconoció cinco días después de publicarse el reportaje con unas declaraciones sin precedentes: “No es algo que todos hagan, pero hay sacerdotes y obispos que lo hicieron, y aún lo hacen”. A pesar de ser el máximo responsable de una institución que lleva décadas relegando a las mujeres a un segundo plano, admitió que “el maltrato a las mujeres es un problema” y que “se las ve como de segunda clase”.

Dos meses después de dar a conocer estas “terribles historias”, Scaraffia y sus compañeras han tenido que tirar la toalla, a pesar de haberse dejado el lomo y la tinta en dar voz a las víctimas de abusos. “No sólo están en países donde las mujeres están más oprimidas, sino también en continentes como Europa”, denuncia la periodista, una “feminista” y “católica militante”.

 

No ha sido fácil para ella y sus compañeras abrirse paso en una institución tan masculinizada, donde “las mujeres son consideradas invisibles”. Un ejemplo de ello es que, en la última asamblea sobre la familia en la que participó Scaraffia, “la palabra ‘mujer’ fue pronunciada en contadas ocasiones y siempre dentro de la locución ‘hombres y mujeres’”. Eso sí, presume del apoyo de Benedicto XVI y el papa Francisco, con quien ha trabajado en “plena libertad y autonomía” hasta que se han producido los cambios en el equipo de dirección de L’Obsservatore Romano, de donde, sostiene, han llegado las presiones


Un momento complicado para la Iglesia


El cierre de Mujer, Iglesia, Mundo echa más leña al fuego: se produce en un momento especialmente complicado para la Iglesia, cuestionada y acorralada por los casos de abusos que se han convertido en habituales. Este año, además, las monjas se han sumado al movimiento de denuncia de esos casos y el papa ha tenido que pedir perdón por las informaciones sobre abuso infantil y encubrimiento del mismo. Unos hechos por los que otros muchos cardenales y clérigos han presentado su renuncia al ser señalados por los informes que se han hecho públicos en múltiples países como Australia o Alemania y que evidencian un problema de pederastia de dimensiones aún desconocidas.

Aunque las sociedades en mayor o menor medida estén avanzando en igualdad, en la Iglesia ese avance es ínfimo: “Se ha hecho algo pero sólo a nivel simbólico”, asegura Scaraffia. Dentro de esos cambios se puede destacar el nombramiento de algunas ‘Doctoras de la Iglesia’ o de Magdalena como apóstol. “Son signos de igualdad, pero en la vida real ni siquiera son consultadas al elegir un obispo”, sostiene la periodista. Y esto no ocurre porque sean pocas: en España hay 40.096 religiosos, de los que 30.252 son mujeres.

Esta invisibilización y desigualdad de las mujeres, junto con el rechazo a la homosexualidad, los abusos infantiles y a las religiosas son temas polémicos que no se han denunciado públicamente hasta las últimas décadas: “Las víctimas no tuvieron el coraje de hablar, porque significaba hacer pública su vergüenza y ser juzgadas”. Hoy en día, dice Scaraffia, “hay más libertad para hablar de sexo y las leyes y la atención a las víctimas han cambiado”.


Un problema que tiene décadas


La primera en denunciarlo fue la monja Maura O’Donohue, una misionera en África que luchaba contra el VIH y en 1994 reportó al Vaticano casos de abusos sexuales y violaciones a religiosas por parte de obispos y sacerdotes que las elegían para tener relaciones por la poca probabilidad que había de contraer VIH. Denunció abortos clandestinos en los que algunas religiosas perdieron incluso la vida. El informe salió a la luz en 2001, hace 18 años.

Pero no son los únicos datos que se tienen: en 1998 se publicó otro estudio que ha medido la magnitud del problema, elaborado por los psicólogos de la Universidad de Sant Louis (EEUU), en el que se concluía que cerca del 30% de las religiosas del país habían sufrido traumas sexuales. 

Estos datos y los de abusos de menores han sido la base de la crisis institucional que sufre la Iglesia desde hace décadas y, en especial, durante los últimos dos años. Evidencian el principio del fin de la llamada “cultura del silencio”, que se basa en el encubrimiento y la no denuncia para conservar la buena imagen.

Scaraffia y sus compañeras han roto ese silencio y, aunque ahora echen el cierre, la periodista se va dejando un rotundo mensaje: “Si hubiese más mujeres en los altos puestos de la Iglesia se habría defendido a los niños y se habrían denunciado los casos de abuso”




domingo, 7 de abril de 2019

Cinema Paraíso (Maravillosa película)


Título original
Nuovo Cinema Paradiso
Año
Duración
155 min.
País
Italia Italia
Dirección
Guion
Giuseppe Tornatore
Música
Ennio Morricone
Fotografía
Blasco Giurato
Reparto
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Productora
Coproducción Italia-Francia; Les Films Ariane / Cristaldifilm / TF1 Films Production / RAI / Forum Picture
Género
Drama | Melodrama. Cine dentro del cine. Infancia
Sinopsis
Cinema Paradiso es una historia de amor por el cine. Narra la historia de Salvatore, un niño de un pueblecito italiano en el que el único pasatiempo es ir al cine. Subyugado por las imágenes en movimiento, el chico cree ciegamente que el cine es magia; pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvatore va creciendo y llega el momento en el que debe abandonar el pueblo y buscarse la vida. Treinta años después, recibe un mensaje, en el que le comunican que debe volver a casa. (FILMAFFINITY)
Premios
1989: Premios Oscar: Mejor película de habla no inglesa
1989: Globo de Oro: Mejor película de habla no inglesa
1990: 5 Premios BAFTA, incluyendo mejor película de habla no inglesa. 11 nom.
1990: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor película extranjera
1989: Festival de Cannes: Premio Especial del Jurado
1989: Premios César: Mejor póster. Nominada a Mejor Película Extranjera
Críticas

Per un pugno di dollari, Ennio Morricone LIVE - Ars Cantus Teatro Dal Ve...

Parrtido Popular: Nido de ladrones, sinvergüenzas y corruptos.


La riqueza de la coma


Presos del Silencio. Trabajos forzados en la España.de Franco..

Galería

Foto: Luis Viadel

Justicia y Reparación


El Obispo Reig Pla es una Drag-Queen


Reig Pla, el obispo que imagina a los gays en el infierno mientras hace misas por la salvación de Franco 


El obispo de Alcalá, uno de los más ultra, suma innumerables polémicas por sus ataques a los homosexuales, las mujeres o la "ideología de género"

Ha presidido misas por Franco y en alguna ocasión, como en 2009, con la presencia de banderas franquistas o de Blas Piñar. También fue premiado por HazteOír en 2012 por su "defensa de la dignidad humana"
Ahora celebra terapias en su diócesis para que los homosexuales que acuden dejen de serlo, unas sesiones impartidas en la clandestinidad y que están declaradas ilegales en la Comunidad de Madrid


·         1/4/19

·         eldiario.es



Es uno de los obispos más ultra de España. Y no lo oculta. El obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, vive como un verso suelto en un país donde los homosexuales "encuentran el infierno" (como señaló en una polémica misa de Viernes Santo, retransmitida por la televisión pública) o su condición sexual los hace más "vulnerables" a convertirse en pederastas (como señala un informe publicado en su web). Está en las tesis de formaciones como HazteOír, con cuyos miembros cena a menudo y de cuyos premios participa. De hecho, recibió uno en 2012 de esta organización por su "defensa de la dignidad humana".

Antes de recalar en Alcalá, Reig fue obispo en Castellón y Murcia, territorios conquistados por el Camino Neocatecumenal, más conocidos como los kikos. La relación del prelado con esta vertiente es muy cercana (es uno de los que cuenta en su diócesis con un seminario Redemptoris Mater), y le ha servido para escalar en el escalafón episcopal, de la mano de su mentor, el cardenal Rouco Varela. Sin embargo, la llegada del papa Francisco descabalgó parte de los planes de la rama más ultra del Episcopado español, que no obstante sigue mandando, y mucho, en la Iglesia.





De hecho, Reig ha sido uno de los pocos obispos españoles en alinearse públicamente al grupo de prelados contrarios al Papa actual, presentando el libro póstumo del cardenal Carlo Caffarra, uno de los cuatro cardenales (junto a Burke, Brandmüller y Meisner, también fallecido) que en 2016 plantearon la desobediencia a Francisco por haber abierto la posibilidad de la comunión para los divorciados vueltos a casar en Amoris Laetitia.



En lo educativo, Reig es uno de los defensores de la escuela diferenciada o de iniciativas como las capitaneadas por la Fundación Educatio Servanda, que desean una escuela donde no tenga cabida la "inclusión de género", uno de los temas tabú para el obispo. Una "ideología de género" que viene poco menos que inspirada por el demonio, según el prelado. Al igual que el aborto, la eutanasia o el divorcio.


El obispo de Alcalá fue uno de los grandes impulsores de las misas por la familia que, entre 2007 y 2015 (cuando fueron prohibidas por el cardenal Osoro), se celebraban en la plaza de Colón para atacar a los gobiernos de Zapatero, primero, y tratar de presionar al de Rajoy, después, con la colaboración de HazteOír.




"Es muy importante impedir, como exige la Iglesia, la ordenación de candidatos con atracción sexual hacia el mismo sexo", señala Reig, quien advierte que "la ordenación al diaconado o al presbiterado de varones con AMS [Atracción por el Mismo Sexo, así los llama] es absolutamente desaconsejable e imprudente y, desde el punto de vista pastoral, muy arriesgada".

¿Por qué? Porque los gays en la Iglesia, en su opinión, son candidatos a convertirse en pederastas. En varias ocasiones, Reig ha querido diferenciar la pederastia de la "efebofilia" (sexo con adolescentes), mucho menos condenable para este pastor.

Tampoco son condenables los actos de enaltecimiento a la dictadura, como las misas en honor de Franco o por los caídos de Paracuellos que todos los meses de noviembre el obispo preside en el cementerio (en alguna ocasión, como en 2009, con la presencia de banderas franquistas o del propio Blas Piñar), o las continuas visitas que en estos meses se han multiplicado a la Abadía del Valle de los Caídos, para mostrar su apoyo al prior Santiago Cantera.