Política, religión, actualidad, cine, opinión, sociedad, humor, cultura, fotogalerías.....corrupción, corruptores, justicia, robos, fraudes, atracos, preferentes, rescate bancario, hambre, paro, miseria, desahucios, hipocresía, la verdad, mentiras y mas mentiras...crisis, ricos, pobres, muy pobres, muy ricos, miseria, niños hambrientos, familias que no pueden llegar a fin de mes, trabajadores esclavos...Santa Pederastia, Sagrada Pedofilia....
Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) y en plena colonización del Oeste (1785-1890), el desencantado teniente John J. Dunbar se dirige a un lejano puesto fronterizo que ha sido abandonado por los soldados. Su soledad lo impulsa a entrar en contacto con los indios sioux; así es como conoce a "En pie con el puño en alto", una mujer blanca que fue adoptada por la tribu cuando era niña. Poco a poco, entre Dunbar y los sioux se establece una relación de respeto y admiración mutua. (FILMAFFINITY)
Premios
1990: 7 Oscars: incluyendo mejor película, director y guión
1990: 3 Globos de Oro: Mejor película drama, director y guión. 6 nom.
Un primerizo (y valiente) Kevin Costner conquistó las taquillas y los Oscars del año con este estupendo western fronterizo que narra un episodio de la conquista del Oeste desde la perspectiva de los verdadores pobladores de las tierras americanas. Sorprendente aún más por ser obra de un debutante, tres entretenidas horas de magnífico cine que alterna con acierto un tono épico con otro intimista, una maravillosa banda sonora, una fotografía de enorme belleza y una sola pega: Si haces un western en defensa de los indios... ¿Por qué la protagonista tenía que ser blanca? ¿Acaso Mr. Costner no se podía enamorar de una nativa?
Pablo Kurt: FilmAffinity
"Explosivo debut como director (...) relato épico y absorbente para recuperar el espíritu de las viejas películas del Oeste. (...) carga todas las secuencias con el peso de un profundo lirismo y hace explotar frecuentes fogonazos poéticos que engrandecen un filme extraordinario."
Miguel Ángel Palomo: Diario El País
A pesar de tener ya 27 años, sigue siendo en la actualidad [otoño 2017] el western que más dinero ha recaudado en taquilla en la historia del cine en los Estados Unidos, con 184 millones de dólares en total (The Revenant se quedó en 183). El film cuenta además con 2 versiones: la que se estrenó originalmente en 1990 (de 3 horas de duración) y una edición posterior, "Director's Cut", de 236 minutos con escenas adicionales.
Víctimas de EEUU demandan al Vaticano para que publique una lista de
abusadores
Acusan a la Santa Sede de encubrir a los 3.400 religiosos en todo el mundo
de los que reconoce haber recibido denuncia.
La Información
miércoles, 15 mayo 2019
Cinco presuntas
víctimas de curas católicos en EEUU, incluidos
tres hermanos, interpusieron este martes una demanda contra el Vaticano para
que haga públicos los nombres de los miles de clérigos que han sido acusados deabusos sexuales.
Los tres hermanos son presuntas víctimas de Curtis
Wehmeyer, un cura de Minesota que en 2012 fue
condenado a cinco años de cárcel tras declararse culpable de una veintena de
delitos, entre ellos abusos sexuales y posesión de pornografía
infantil, en un caso que entonces tuvo gran repercusión en el país.
"Tengo demasiados nietos y
nietas para permitir que esto vuelva a suceder", dijo en una rueda de prensa Stephen Hoffman, uno de
los tres hermanos víctimas de abusospor
parte de Wehmeyer entre 2006 y 2012 y que, con la demanda, hicieron pública su
historia.
Otro de los demandantes fue presuntamente víctima entre 1978 y 1984 del excura Fidencio Silva-Flores, al que EEUU imputó por abusos a
menores en 2003 pero nunca llegó a juzgar por encontrarse en México en ese
momento.
Por encubrir a 3.400 religiosos
La demanda acusa al Vaticano de encubrir a los 3.400 religiosos
en todo el mundo de los que reconoce haber recibido denuncias de
abusos y los contextos en los que se produjeron, indicó el diario Star Tribune de
Minesota.
"Historias que solo conoce el Vaticano", dijo en la misma rueda de prensa el abogado de los
demandantes, Jeff Anderson, que ya se ha querellado en el pasado contra la
Santa Sede sin éxito por casos de abusos sexuales.
"Hemos presentado un conjunto de pruebas que demuestran que
todos los caminos llevan a Roma",
añadió Anderson sobre la actual demanda. El Vaticano dijo en 2014 que había
expulsado a 3.420 religiosos acusados de abusos sexuales del sacerdocio, pero
no dio a conocer sus nombres ni los entregó a las autoridades.
Esa cifra, no obstante, está lejos de la real ya que
solo en EEUU la Iglesia Católica ha admitido más de
6.000 casos. La semana pasada el papa Francisco ordenó a todos los
miembros de la Iglesia que denunciasen cualquier caso de abusos sexuales
y también el encubrimiento por parte de los obispos.
El terrorífico libro sobre el crimen de las niñas de Alcàsser que no te
dejará dormir
'Desde las tinieblas’ desveló la vida secreta de
Anglés y desmontó las conspiraciones. Ahora resucita al calor de la serie de
Netflix. Un clásico maldito del periodismo español
España, Valencia, Catarroja, años
ochenta. Un niño pasea en bici por su pueblo, se cruza con el adolescente
chungo del barrio y cambia de dirección para evitarle. El malote le sigue y le
reprende por esquivarle. El niño era el periodista Joan Manuel
Oleaque. El chungo del barrio: el Asuquiqui (mote barrial de... Antonio Anglés).
Quedan unos cuantos años para el asesinato de las niñas de
Alcàsser (1992/1993), pero ese día —sin que Oleaque fuera
consciente— empezó a gestarse en su cabeza uno de los ensayos más
desasosegantes escritos los últimos años en España.
Joan Manuel Oleaque cubrió los
crímenes de Alcàsser como periodista, y en 2002 publicó un libro sobre el caso
—'Desde las tinieblas. Un descenso al caso Alcàsser'—que lleva años
descatalogado, se vende a 300 euros de segunda mano y está viviendo un 'revival
underground' al calor de la serie de Netflix sobre Alcàsser... y de la resurrección de
las teorías de la conspiraciónsobre el crimen (sí, la serie
critica la conspiración, pero da la suficiente cuerda a los conspiratorios como
para que una nueva generación se haya enterado de las ramificaciones paranoicas
sobre Alcàsser, cuyos presuntos agujeros parecen hechos para la era digital).
Oleaque pensaba entonces que su libro
podría ser el tiro de gracia a las teorías de la conspiración. Se equivocó, sí,
pero no por presunción: nadie que lea ‘Desde las tinieblas’ puede seguir
pensando en serio cosas como que Anglés y Ricart no fueron los asesinos de las
niñas de Alcàsser sino los cabezas de turco de un red de altos cargos degenerados; o que una mano
negra del Estado maniobró para que no se conociera la verdad sobre el caso.
En realidad, el mayor impacto
(emocional) del libro no es que uno no vuelva a tomarse en serio los ‘enigmas’
de Alcàsser, sino que los días siguientes a la lectura no puedes dormir tranquilo:
‘Desde las tinieblas’ es un relato de terror que deja mal cuerpo para una
temporada. Pero no un terror de laboratorio a lo ‘American Psycho’ sino algo
mucho más real: horror cotidiano en el inframundo barrial de la España del 92.
El libro es tan salvaje que su meticulosa descripción de lo ocurrido durante el
secuestro de las niñas de Alcàsserno es el momento más crudo del texto.
Porque el meollo aquí —ignorado por los conspiratorios que piensan que Anglés
fue un chivo expiatorio del Estado— es la vida de Anglés previa al triple
asesinato de Alcàsser.
Oleaque se sumergió en el lodazal de
su pueblo para construir una descarnada biografía de Anglés basada en los testimonios de
familiares, amigos y compinches. Del macarrilla de barrio al delincuente
juvenil, de la venta de drogas al asalto de bancos, y de ahí a la violencia
extrema, todo ello en un contexto de marginación que uno asocia más a la España
de la posguerra que a la de los noventa.
“El Asuquiqui había ido
oscureciendo su temperamento hasta convertirse en un tipo extremadamente
iracundo. Estallaba a la mínima y utilizaba una violencia salvaje para resolver
cualquier situación. Trataba todo el día con toxicómanos que despreciaba y
pensaba que lo envidiaban. Y el Chino [socio de Anglés en el tráfico de drogas]
consumía una cantidad de cocaína tan exorbitante que Antonio tenía que estar pendiente de todo, como un halcón que todo
el mundo quería cazar. Estimaba que para hacerse respetar, la
mano dura era la solución. ‘Se hacía mayor y se le cruzaban más los cables”,
cuenta el libro.
Un cuesta abajo y sin frenos —de la
marginación a la ultraviolencia: violencia contra la competencia, contra sus
clientes yonquis, contra sus parejas, contra su madre— que acabó reventando en
el delito que le llevó a la cárcel antes de Alcàsser: un espeluznante caso de
secuestro y violencia extrema contra una exnovia a la que encadenó varios días en su casa familiar,
convertida en túnel del terror de la España noventera, con varios testigos de
la fechoría, entre ellos, Ricart. Anglés había entrado en un estado de
monstruosidad e impunidad mental que iba a ir a más...
Conclusión de Oleaque:
"Ni Juan Ignacio Blanco ni Fernando García [ideólogos de la conspiración]
ni los periodistas ni el público sabían la verdadera crueldad de la tortura a la cual Antonio
sometió a su examante Nuria. Una tortura que, en muchos puntos,
anticipaba la posterior explosión del crimen de Alcàsser: el triple asesinato
parecía, de hecho, una progresión con final —con muerte— de la explosión que
Antonio había iniciado con Nuria. Ni Blanco ni Fernando ni los periodistas ni
el público sabían tampoco lo que Neusa [madre de Anglés] cuenta: que Ricart,
con Antonio, estuvo a punto de tirar a Nuria a un pozo. Y no sabían que Ricart
podía haber hablado del crimen de Alcàsser a algunos colegas en términos
parecidos a como lo haría en sus primeras declaraciones autoinculpatorias [de
las que se desdijo antes del juicio alegando haber sido torturado durante el
interrogatorio]".
Anglés sería condenado a
prisión por estos hechos, pero desapareció durante un permiso y nadie se tomó la molestia de
buscarle en serio (esto sí que es una negligencia estatal y no
los disparates sobre 'snuff movies' que no existen). Durante su fuga, cometió
el triple asesinato de Alcàsser.
El circo
Sí, es difícil trabajar con
este tipo de material sin caer en un sensacionalismo atroz, pero Oleaque sale
airoso por varios motivos: escritura tensa, obsesiva y sin contemplaciones. Ritmo torrencial.
Conocimiento del terreno (y de la época). Fuentes. Idea clara de lo que quiere
contar (y desmentir). Reporterismo, antropología y punk. Uno de los libros
olvidados más importantes del periodismo español.
En esa época, según Oleaque,
llegó a circular el rumor de que una televisión iba a publicar una foto de Antonio Anglés con
Felipe González. O la supuesta imagen que cerraría el gran círculo de la
conspiración: todos los poderes del Estado al servicio del
engaño. Pero lo único que demostraba esa foto inexistente era el grado de
delirio alcanzado por la teoría de la conspiración, analizado en la segunda
parte del libro.
"Por primera vez desde la
transición democrática, un suceso ha reflejado los miedos, las pasiones oscuras
y los errores de una sociedad"
El debate abierto en torno al
sensacionalismo mediático de Alcàsser fue “esteril” y se cerró en falso, según
Oleaque, al reducirse a la clásica rasgada hipócrita de vestiduras y a la
búsqueda de chivos expiatorios. “Considerando a
Nieves Herrero culpable de todo, y evitando repetir su tipo de
excesos, los medios se consideraron exculpados para continuar mostrando el dolo
de manera obscena, comercial… Progresivamente, un montón de programas
informativos que tenían los sucesos como eje central fueron apareciendo en las
televisiones públicas y privadas. El suceso se impuso a los telediarios, a las revistas, a muchos
diarios, incluso a los mejores diarios. Los medios pensaban que
el suceso interesaba solo a unos cuantos morbosos. Alcàsser les hizo ver que
podía interesar a muchísimos morbosos. El suceso, mayoritariamente tratado, como una lluvia de sangre y
mierda sobre el público. A partir de entonces, el suceso
abriría telediarios y figuraría con honor en las primeras páginas sin ningún
tipo de titubeos”.
"Las teorías sobre la
supuesta actuación en el crimen de una red de degenerados muy poderosos
sobreviven en el inconsciente colectivo e internet"
Más madera: “Las fantásticas
teorías sobre la supuesta actuación en el crimen de una red de degenerados muy
poderosos sobreviven en el inconsciente colectivo e inundan internet. Mucho del periodismo de hoy,
sobre todo el de televisión, es hijo bastardo de Alcàsser, de
un iridiscencia negra y ruidosa. Cualquier noticia relacionada con Anglés
continúa ocupando titulares. Por primera vez desde la transición democrática,
un suceso ha reflejado los miedos, las pasiones oscuras y los errores de una
sociedad”
Lo escribió Oleaque… en 2002.
Y su traca final:
"Representantes del estamento judicial —¡y de la prensa!— han hecho duras
referencias al caso, pero siempre referencias epidérmicas que no entraban a
fondo en sus entrañas, como si diera miedo y vergüenza tan solo recordarlo.
Pasar página, hacer como si no pudiera volver a pasar, y perseguir a Fernando y
a Blanco, los más culpables: esta ha sido casi la única reacción. Así, la
Justicia, las fuerzas de seguridad y la prensa se han podido sentir paladines del bien
que andan sin mirar atrás, sin reconocer el propio fracaso en un caso en que,
en un tramo u otro del camino, todos fracasaron, y todos contribuyeron a que
pudiera darse el delirio" de la conspiración.
Con f de
facha Carrero Blanco, alguien voló sobre el nido del cuco
Lo que nos
interesa del perfil de Carrero es su personalidad y su teoría política, su idea
de un franquismo sin Franco, con el Rey Juan Carlos I de pelele necesario, su
odio visceral a todo lo que sonase a izquierdismo.
Hace unos días murió el militar Carlos
Blanco Escolá a los 86 años de edad. "Con él ha desaparecido
desgraciadamente un historiador militar, demócrata, antifascista,
antifranquista, enamorado de su profesión y a mil leguas de quienes siguen
tendiendo mitos sobre una de las figuras y una de las etapas más sombrías del
pasado de España", escribía el historiador Ángel Viñas. Ha habido otros
militares con este perfil que se jugaron su carrera y su libertad. Por ejemplo
casi nadie se acuerda ya de Fernando Reinlein, Jesús Martín Consuegra, Santiago
Perinat o Luis Otero, de la Unión Militar Democrática (UMD), que fue una
asociación clandestina de militares españoles que se fundó en los últimos años
del franquismo por tres comandantes y nueve capitanes con el objetivo de
democratizar las Fuerzas Armadas y derrocar a la dictadura.
Estos “raros” militares defendían en el tardofranquismo, dentro del
estamento más rancio y franquista de todo el país: “convocar una asamblea
constituyente que elaboraría una Constitución homologable a la del resto de
países occidentales europeos, el establecimiento de las libertades democráticas
y de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, reformas
socioeconómicas para la mejora de condiciones de vida de los españoles y una reforma
democrática de la Justicia Militar, la Ley del Servicio Militar y una
reorganización racional del ejército”. Sobra decir que en cuanto se supo ellos
acabaron en la cárcel, repudiados, apestados a partir de ese momento por el
resto de “hermanos en las armas”, que no entendían como era posible que en el
hiperfranquista ejercito español se hubieran colado tamaña panda de “rojos”. Se
estima que pertenecieron a UMD entre 200 y 400 militares, la revolución
portuguesa de los Claveles aún estaba caliente, y claro.
Luego llegó la Transición, el
famoso “ruido de sables” que condicionó de forma firme todo ese proceso, el
grosero intento de golpe de estado del 23 de febrero, que debía de haber
servido para limpiar de forma radical el ejercito, como hiciera Azaña en su
momento con los energúmenos, y corruptos africanistas y no meter solo en la
cárcel a los Tejero, Milans del Bosch, Armada y a los cuatro pardillos que se
sumaron a la charlotada. Se dice que el fracaso en algunos acuartelamientos del
golpe fue responsabilidad de oficiales de la UMD.
El ministro de Defensa socialista Narcís Serra, tras las elecciones
generales de 1982, con lo sables aún calientes y afilados, fue el encargado de
“modernizar y democratizar” las Fuerzas Armadas, pero la cosa fue solo estética.
La reforma ética más importante de nuestras fuerzas armadas la hizo el tiempo,
las obligadas jubilaciones y fallecimientos. Los siguientes mandamases
democráticos tampoco hicieron mucho, más allá de mantener las inversiones en
los necesarios cacharritos bélicos, hacer participar al ejercito en alguna
misiones europeas bélicas y humanitarias o alejar la imagen pública de la
institución de aquel pasado golpista-franquista tan feo.
Tras Narcís Serrra la lista de
ministros y ministras es de lo más deslumbrante: Gustavo Suarez Pertiera,
Eduardo Serra, Federico Trillo, José Bono, José Antonio Alonso, Carme Chacón,
Pedro Morenés, María Dolores de Cospedal y ahora Margarita Robles. Deberíamos
pensar que nuestro ejército es por fin competente, moderno y democrático. Pero
solo hasta que llegó Carme Chacón en el 2010 se pudo homenajear abiertamente a
la Unión Militar Democrática y se entregaron las Cruces del Mérito Militar y
Aeronáutico a 14 antiguos miembros de la UMD por: “la valentía que demostraron
al colaborar decididamente en el camino hacia la democracia en España y por
cuyo papel algunos fueron encarcelados, juzgados, condenados y expulsados del
Ejército”.
Los casos
del Capitán Luis Gonzalo Segura, arrestado y expulsado del ejército, y los
enjuagues que cuenta en sus libros Un paso al frente o El libro negro del
ejército español, o el caso de acoso de la Comandante Zaida Cantera son la
punta del iceberg de algunos tics franquistas
Sin embargo, los casos del Capitán
Luis Gonzalo Segura, arrestado y expulsado del ejército, y los enjuagues que
cuenta en sus libros Un paso al frente o El libro negro del
ejército español,o el caso de acoso de la Comandante Zaida Cantera son la
punta del iceberg de algunos tics franquistas que aún perviven entre las filas
de nuestro ejercito. En estas últimas semanas han fichado por el partido de
extrema derecha VOX el teniente general del Ejército del Aire Manuel Maestre,
el general Antonio Budiño Carballos, el general de División del Ejército de
Tierra Alberto Asarta y el general de Brigada de Infantería de Marina Agustín
Rosety. Se dice que estos nombres, lejos de demostrar que el franquismo sigue
aún vivo entre las prietas filas lo que certifica es la pluralidad ideológica
del mismo ya que en la otra parte Podemos tiene entre sus miembros nada menos
que a Julio Rodríguez, el que fuera jefe del Estado Mayor de la Defensa. Las
falsas equidistancias es lo que tienen, que son la peor de las trampas.
Tan largo rodeo para llegar hasta
nuestro “facha” de hoy, el almirante Luis Carrero Blanco, mano derecha e
izquierda de Franco desde que en 1941 redactase un famoso informe recomendando
la neutralidad española en la II Guerra Mundial que maravilló al Generalísimo.
Fue Subsecretario de la Presidencia del Gobierno del 41 al 73 y luego Vicepresidente
del Gobierno del 67 al 73 y nada menos que presidente del Gobierno ese mismo
año hasta que ETA voló el Dodge 3.700 GT de 1.800 kilos con tres cargas
antitanque equivalentes a cincuenta kilos de dinamita. El coche voló
literalmente por los aires y cayó en la azotea de un edificio. Murió Carrero,
su chofer y el escolta. Como escribió el director de El País Juan Luis
Cebrián, “muchos demócratas, enemigos de la violencia y del terrorismo etarra,
no tenían otro remedio que reconocer —con cuidado, no se les fuera a confundir—
que, a la postre, los magnicidas habían cumplido con un destino histórico y su
acción había liquidado cualquier posibilidad de continuismo franquista”, es
decir, que el champán corrió por las casas de muchos antifranquistas y se hicieron
chistes que fueron muy populares por entonces sobre este magnicidio.
Años después, muchos años después, 44 años después, 13
tuits chistosos sobre el asunto le valieron a Cassandra Vera una condena de
cárcel, que luego sería revocada por los pelos
Años después, muchos años después, 44 años después, 13 tuits chistosos
sobre el asunto le valieron a Cassandra Vera una condena de cárcel, que luego
sería revocada por los pelos.
El año pasado el manifiesto titulado
Declaración de respeto y desagravio
al general Francisco Franco Bahamonde, soldado de Españafue
firmado por 181 militares retirados, así que la cosa facha sigue ahí, latente,
tal vez minoritaria, rancia, residual, pero…
Pero de Carrero no nos interesa
tanto su “vuelo” como su “cuco” perfil político. Por una parte fue un eficiente
burócrata, el artífice de la modernización económica y administrativa del
Estado y promovió la sucesión monárquica de Juan Carlos I, dentro de un aparato
que debería de haber seguido siendo cien por cien franquista tras la muerte de
Franco. Un “Estado católico, social y representativo, conforme con su tradición
y constituido en Reino”. Por otra parte, Luis Carrero Blanco estuvo toda su
vida obsesionado con el comunismo, el judaísmo y la masonería, y era un enemigo
feroz de cualquier tipo de liberalismo y democracia. Sencillo en sus hábitos y
costumbres, de misa diaria, con fama de honesto frente a otros gerifaltes
franquistas que se enriquecían sin vergüenza desde sus respectivas esferas de
poder, era un tipo de ideas fijas que no cambiaron un ápice en los treinta años
que ejerció su poder: "El diablo inspiró al hombre las torres de Babel del
liberalismo y del socialismo, con sus secuelas marxismo y comunismo".
Estas ideas que hoy nos suenan más a Luis
García Berlanga, espolearían uno de los proyectos más inquietantes de nuestro
Almirante: el diseño y la fabricación de una bomba atómica Española. En 1958
Carrero Blanco inaugura el Centro Nacional de Energía Nuclear en las
instalaciones construidas en la Ciudad Universitaria de Madrid, luego Francia
le ofrecerá el combustible necesario, la central de Vandellós I se inauguró
después de un acuerdo de colaboración firmado entre Carrero Blanco y De Gaulle,
también ciertas fotos o componentes de los tres artilugios atómicos caídos en
Palomares darían algunas claves a los diseñadores patrios del petardo. En los
sesenta, España contaba con científicos y ingenieros experimentales competentes
para fabricar con éxito el artefacto. Cuando EEUU se enteró de este proyecto,
forzó a España y Francia a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear.
Francia no firmó, España sí, tras el asesinato de Carrero. Hay teorías de la
conspiración que afirman que Kissinger conocía el asunto de la “Operación Ogro”
de ETA y dejó hacer. Sin Carrero la aventura atómica de España quedó
paralizada. Pero esa es otra historia.
Lo que nos interesa del perfil
de Carrero es su personalidad y su teoría política, su idea de un Franquismo
sin Franco, con el Rey Juan Carlos I de pelele necesario, su odio visceral a
todo lo que sonase a izquierdismo, su inmovilismo a ultranza, su pacatura
histórica, su simplista ideal patriótico de lo que debía ser España en el
pasado, presente y futuro, y que asoma la patita de forma recurrente en nuestro
presente, ya sea por un chiste, el análisis de Carlos Blanco Escolá sobre la
incompetencia militar de Franco o ante la intención de sacar a su momia de
Cuelgamuros.
Tal vez acertase Carrero en
aquel informe que recomendaba a Franco no meterse en las aventuras de las
Segunda Guerra Mundial (siendo inicialmente muy germanófilo), pero no en sus
análisis prospectivos hacia donde iba España y Europa por aquellos años sesenta
y setenta. Además, su gusto por los juguetitos atómicos nos recuerda a aquel
militar de la película de Kubrick ¿Teléfono Rojo?,
volamos hacia Moscú. No podemos hacer historia política ficción sobre qué
hubiera pasado si hubiera fracasado el atentado. Los autores del “vuelo” nunca
fueron juzgados, la amnistía del 77 corrió un tupido velo sobre el cómo y el
quién lo sabía, los documentos siguen clasificados. Lo cierto es que su
desaparición hizo ver a muchos franquistas que el emperador estaba desnudo y
viejo, el franquismo sin Franco sería más complicado, el duro de Carlos Arias
Navarro le sucedió en la presidencia y… el círculo se cierra, ya hablamos aquí
de Carlos.
PD: Con el último f de facha
representante del catolicismo ultra cerraremos el capítulo de los Fachas
históricos para meternos en los siguientes con los fachas de hoy, herederos de
estos, pero más jóvenes, guapos y preparados.