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jueves, 24 de marzo de 2022

 

Las 20 frases más famosas de la historia de la humanidad que no debes dejar de conocer



Beatriz Benéitez Burgada

13/03/2022

La Vanguardia


Son muchas las sentencias que personas célebres nos han dejado para la historia pero hay algunas que han trascendido más y que han calado mejor en el acervo popular. 

Son frases pronunciadas o escritas por gente famosa por su intelecto, por su talento artístico o por haberse convertido en iconos sociales por alguna razón válida. El caso es que estos pensamientos han quedado para la posteridad y seguramente ni siquiera el paso de los años podrá borrar su actualidad por más que cambie el mundo.

La mayoría de estas frases son muy válidas para aplicarlas en nuestro día a día y conocerlas o recordarlas, según el caso, siempre es conveniente. Por eso, de entre las más célebres hemos escogido estas veintena como representantes de las que más han pasado a la posteridad.

La forma de empezar es dejar de hablar y empezar a hacer. (Walt-Disney)

La intención está muy bien, pero nada se consigue si no se comienza enseguida a ponerse manos a la obra.

La vida es lo que sucede cuando estás ocupado haciendo otros planes. (John Lennon)

Lennon pone el dedo en la llaga al señalar que la mirada no puede estar constantemente en lo que vendrá sino que la sucesión de los días conforman nuestra vida.

El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños. (Eleanor Roosevelt)

Un mundo sin aspiraciones es un lugar demasiado chato y solo quienes desean lo mejor conseguirán hacerse con una vida plena.

Dime y lo olvido. Enséñame y lo recuerdo. Involucrarme y aprendo. (Benjamin Franklin)

El inventor del pararrayos sabía que cuanto más nos mojemos en las acciones, más jugo seremos capaces de sacarles.

Si juzgas a las personas, no tienes tiempo para amarlas. (Madre Teresa)

Todo el tiempo que utilicemos para criticar a los demás lo estaremos quitando del tiempo para quererlos.

Nunca encontrarás un arcoíris si miras hacia abajo. (Charles Chaplin)

El primer requisito para tener momentos de felicidad es el de ir por la vida con la cabeza alta. Bien lo sabía el actor que encarnó a Charlot.

Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. (Albert Einstein)

Empecinarse en repetir las cosas y pretender que ocurran hechos distintos es propio de personas sin juicio.

Mantén la calma y continúa. (Winston Churchill)

Se hizo muy famoso recientemente en su versión original ("Keep calm and carry on") hasta el punto de salir impreso en camisetas, tazas, memes... y no es para menos. Estar calmado y no pararse es la mejor forma de conseguir éxitos.

Sé tú mismo; todos los demás ya están ocupados. (Oscar Wilde)

Magnífico uso de la ironía por parte de Wilde para advertir de que nadie debe pretender hacerse pasar por otro porque todos somos únicos.

No importa lo lento que vayas mientras no te detengas. (Confucio)

Cada uno tiene su ritmo, el truco consiste en que sea constante.

Solo se vive una vez, pero si lo haces bien, una vez es suficiente. (Mae West)

La actriz norteamericana era de las que presumía de comerse la vida a bocados; y es que la mejor manera de disfrutarla es exprimiendo cada momento.

La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo. (Nelson Mandela)

Una buena educación no tiene rival a la hora de que las personas sepamos cómo construir una sociedad.

No podemos ayudar a todos, pero todos pueden ayudar a alguien. (Ronald Reagan)

Allá donde no lleguemos siempre habrá alguien cerca que pueda arrimar el hombro para que entre todos cubramos las necesidades básicas.

El genio es uno por ciento de inspiración, noventa y nueve por ciento de transpiración. (Tomás Alba Edison)

El más talentoso de todos basa su éxito, sobre todo, en el esfuerzo y la constancia.

No es cuánto tienes lo que hace que la gente te admire, es quién eres. (Elvis Presley)

El valor de las personas enamora más que el de lo que hacen.

Ama a todos, confía en unos pocos, no hagas mal a ninguno. (William Shakespeare)

Pocos autores, si alguno, ha demostrado conocer mejor la condición humana que Shakespeare, como demuestra en esta sentencia.

La imperfección es belleza, la locura es genialidad y es mejor ser absolutamente ridículo que absolutamente aburrido. (Marilyn Monroe)

Una mujer tan icónicamente estereotipada como Marilyn supo ver que la vida era para que fuéramos distintos.

La elegancia implica renuncia. (Coco Chanel)

Hasta una condición que parece tan natural de algunas personas requiere un trabajo previo.

Nadie puede hacerme daño sin mi permiso. (Mahatma Gandhi)

Sufrimos lo que nos hacen o dicen de nosotros en función de lo que permitimos que nos importe.

La sencillez es la máxima sofisticación. (Leonardo da Vinci)

Quien fuera maestro en tanta disciplinas terminó por experimentar que cuanto más sencillo es algo valioso más ofrece.



 Foto: Luis Viadel

Sanfermines

 


 

Medicamentos antiguos


 

Carteles urbanos

 

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miércoles, 23 de marzo de 2022

 

La insólita historia del hombre que lleva seis años comiendo en restaurantes sin pagar la cuenta

Siempre hace lo mismo, pero ha dado con una especie de fallo


 en el sistema que le permite actuar con impunidad

Cadena SER
Carlos G. Cano

MADRID



La historia de la picaresca española está ya muy documentada, pero Antonio Miguel Grimal se ha ganado a pulso aparecer en ella porque lleva al menos seis años negándose a pagar la cuenta en los restaurantes a los que acude. Según Victoria Jiménez, la última abogada de oficio que le ha asistido, este hombre de 47 años es ya un viejo conocido de la Policía en Zaragoza porque acumula 46 detenciones, repitiendo siempre un mismo modus operandi: come lo que apetece, pide la cuenta, asegura que no va a pagar y, si el hostelero opta por denunciarle, espera a la patrulla con indiferencia.

Juanjo Gracia, uno de los propietarios del bar Espumosos 5M, se topó con Grimal hace pocas semanas: "El muy cabrón le dijo al camarero que le pusiera una cerveza mientras llegaba la Policía. Es un jeta. Sabe que no se le puede hacer nada. Si ha estado encerrado ha sido por no querer identificarse o no acudir a las comparecencias. El problema de darle publicidad es que ahora aparezcan otros como él".

Según el Heraldo de Aragón, Grimal ingresó en prisión el pasado 13 de marzo después de comer sin pagar en nueve restaurantes a lo largo de un mes. Pero no es lo habitual porque la jurisprudencia del Tribunal Supremo impide aplicar el agravante de reincidencia en los delitos leves para evitar "penas desproporcionadas". En 2017, de hecho, la Fiscalía llegó a pedir tres años de cárcel y una multa de 2.160 euros por haber cenado en un hotel con dos amigos (143,30 euros) y no pagar la cuenta. Pero la pena acabó siendo mucho menor: 270 euros y la obligación de saldar la deuda de la cena.

La cuestión es que, al disponer solo de una pensión no contributiva, Grimal esquiva todas las sanciones y, como mucho, sale del juicio rápido con una orden de alejamiento que le impide volver al establecimiento al que ha estafado deliberadamente. Es decir, que Grimal, oriundo de Barcelona, ha dado con una especie de fallo en el sistema que, en la práctica, le permite seguir comiendo gratis casi con total impunidad. A principios de marzo, de hecho, lo primero que hizo al salir del calabozo fue irse a cenar marcándose otro simpa.

Con vino y postre

En el Espumosos 5M, concretamente, pidió un plato combinado de lomo con patatas y huevo, seguido de un entrecot con patatas y un bol de fideos de arroz, además de una copa de vino y, de postre, tarta.

"Yo le he dado bocadillos a gente que nos ha pedido por necesidad, pero... ¿esa chulería en mi puñetera cara?", protesta Juanjo Gracia. "El problema es que, por mucho que le grabáramos con las cámaras de seguridad, no podemos difundir su imagen porque encima tendríamos un problema nosotros".

Siempre por debajo de los 400 euros

Se da por hecho que muchos de los restaurantes estafados por Grimal ni siquiera han denunciado, pero según el recuento de El País, ya le conocen en muchos locales de la capital aragonesa: el Bar Ankara, La Bodeguita Real, El Real, La Tagliatella.... En todos los casos, establecimientos de rango medio en los que una buena cena jamás supera el umbral de los 400 euros porque, si así fuese, el Código Penal ya prevé una pena de prisión de 6 a 18 meses.

Entre quienes han tratado a Grimal hay quien asegura que su imagen "da el pego" y que por eso consigue que le sirvan en tantos restaurantes sin levantar sospechas, pero también hay quien define su aspecto como "descuidado" y no descarta que pueda vivir en un albergue para personas sin hogar.

Muchos le definen como "un jeta" o "un caradura" de pocas palabras que, además, no aparenta tener problemas de salud mental, pero más allá de apreciaciones personales, nadie sabe exactamente cómo ha acabado convirtiéndose en una pequeña amenaza para la hostelería de la ciudad.



sábado, 19 de marzo de 2022

Estampas urbanas


 

 


 

Almudena

Benjamín Prado

28 de noviembre de 2021

InfoLibre


Hay personas a las que sólo quedándote sin palabras les puedes explicar cuánto las quieres

Ha pasado y lo hemos visto, pero no se puede creer. Tiene que haber algún error en esa noticia que dice que Almudena Grandes ha muerto. Porque todos los que la amábamos de puertas para dentro y desde hace más de treinta años, estábamos completamente seguros de que ella era invulnerable, de que, como solía yo mismo repetirle, nos iba a enterrar a todos. No se pueden hacer planes ni en las bromas. Pensar que esa fuerza de la naturaleza que era mi hermana del alma se haya extinguido, resulta demoledor, inaceptable. Tiene que ser mentira. En cualquier caso, no merece ser verdad.

Tantas veces la he visto escribir, tantos manuscritos suyos he leído, que sé perfectamente cómo trabajaba Almudena en cada párrafo de sus novelas, cada letra de cada frase. Si hoy, con el mismo cuidado que ella puso en escribir Los aires difícilesEl lector de Julio Verne El corazón helado, por citar tres de mis favoritas, tuviese que quedarme con una palabra que me diera la impresión de que la definía, esa palabra es generosidad. A mis sesenta años, solo he conocido otra persona en toda mi vida tan generosa como ella, tan dispuesta a estar siempre ahí para lo que necesitaras, a echarte un cable o dejarte muy claro que las puertas de su casa siempre están abiertas para ti, que si tienes una urgencia a cualquier hora del día o de la noche es su número el que hay que marcar: su marido, Luis García Montero. Puede que Dios los criara y puede que fuese otra cosa, pero ellos se juntaron para dar lugar a una pareja memorable, en el terreno literario y en todos los demás. Cómo se han querido y se han cuidado; cómo nos han querido y cuidado a los demás.

La última vez que fui a ese piso, donde tantas veces he sido tan feliz y me he reído tanto, fue este sábado. Iba a darla un beso, sabía que era el último, pero cuando su hermana Luli y su hija Irene me abrieron la puerta fue para decirme que había muerto tres minutos antes. Subí la escalera, entré en su habitación, le acaricié las manos, esas manos delicadas con las que firmaba sus libros, fumaba sus cigarrillos negros y últimamente las cosas esas a vapor por las que tanto me burlaba de ella, y cuando volví a bajar esa misma escalera, ya iba a otro sitio, ya acababa en un infierno. Desde entonces no he hecho otra cosa que llorar, unas veces con lágrimas y otras sin ellas, pero no puedo evitarlo: darte cuenta de que no vas a volver a ver a una de las personas que más querías, que más necesitabas, no tiene consuelo, y quien diga lo contrario es que no ha perdido a nadie.

Te quiero mucho, Almu, por lo legal, decente, buena y, lo repito, por lo generosa que eras; por cómo tratabas a mi madre y cómo has tratado a mis hijos, que te han adorado porque era imposible no hacerlo. No sé bien si llegaste a calibrar en los últimos momentos el dolor que dejabas a tus espaldas. Cómo no va a estar destrozada y ser inconsolable Dylan, a sus veintiún años, si tantas veces le abrías tu puerta, llamase a ella cuando llamase, le dabas de comer, escuchabas sus historias adolescentes con una paciencia, un interés y una comprensión emocionantes, la tratabas de tú a tú, igual que a todo el mundo, le dabas consejos que la ayudaron mucho en muchas cosas. Cómo les voy a decir nada a mis mellizos Ariel y Paulino, que justo hoy cumplen siete, que esa carrera que echaban hacia ti con los brazos abiertos cada vez que te veían a lo lejos, ya no la van a hacer más. Hasta a mi hijo de treinta y uno, Benja, se le ha venido el mundo encima al enterarse de que ya no estás aquí. Hablo de mis hijos por no hablar de los tuyos, que sufren ahora mismo porque les has partido el corazón al marcharte. Son historias pequeñas, esas mismas que tú convertías en grandes con tus novelas.

Podría hablar de mil cosas, de nuestras conversaciones literarias, nuestras confidencias sobre libros y autores o, en otro orden de cosas, de nuestros veranos compartidos en Rota, Cádiz, ese paraíso compartido con tantos amigos que ahora no sé cómo va a cambiar sin ti, ni me atrevo, de momento, a pensarlo. ¿Te acuerdas cuando, por el puro gusto de hacer el gamberro, aparecía por tu casa en bicicleta, justo a la hora en la que tú escribes por las mañanas, me metía en tu cuarto y te decía: “Nada, nada, tú sigue trabajando mientras yo te cuento una cosa…”. Pero el caso es que me tomaba un café, nos reíamos un rato y me marchaba por donde había venido, con una sonrisa. Este verano ya iba a otras cosas, a llevarte batidos energéticos o yogures bebibles, que era lo único que te entraba, o simplemente a preguntarte cómo te sentías; y mientras pedaleaba de regreso a casa, se me nublaba la vista, porque el horror de ahora ya empezaba a dibujarse en el horizonte. Una mañana, tú y yo solos en tu patio, me dijiste: “Benja, estoy muerta de miedo”, y yo supe que ya no había nada que hacer: ¿Tú y el miedo en la misma frase? Ya se sentía caer la sombra del lobo.

Eres una guerrera, la palabra rendirse nunca estuvo en tu vocabulario, y en el mío jamás faltará tu nombre: aunque viva mil años te recordaré cada día

Pero si no hablo de ese tipo de momentos y me quedo en la zona más doméstica de nuestras vidas, la de los días laborables y las actividades sin público, es porque en ese territorio has sido una maestra para mí, un ejemplo que vale su peso en oro: he aprendido de ti a ser padre, a defenderme hasta de mí si hacía falta y a remar en el barco de mis hijos incluso cuando ellos eran la tripulación amotinada. Eres una guerrera, la palabra rendirse nunca estuvo en tu vocabulario, y en el mío jamás faltará tu nombre: aunque viva mil años te recordaré cada día. Te he querido mucho, Almudena Grandes. Ha sido un privilegio ser tu amigo. Si creyese en Dios, le daría las gracias por ese regalo.

 Libro recomendado


Zarpazos 

En esta vida todo empieza y termina, aunque no siempre como uno quisiera. 

Cada día los medios de comunicación nos traen noticias de todo el mundo con una rapidez sorprendente, hasta el extremo de que en algún caso el suceso todavía se está produciendo. Durante mucho tiempo recopilaba los más insólitos y los comentaba en un artículo, casi diario, que publicaba en un periódico digital. Algunos de estos acontecimientos, por su peculiaridad o por el hecho de encontrarme inmerso en el evento, lo escribía como un relato corto. Aquí leerás a continuación, algunos de ellos. Permanecí siempre fiel a la historia que contaba, sobre todo en el desarrollo y el final, manteniendo nombres y lugares cuando los conocía. Me limité a “decorar” ligeramente el relato. En algún caso, incluso, llegué a ser colega, interlocutor, amigo…de los protagonistas como me ocurrió en el Psiquiátrico del Padre Jofré, de Valencia, primero que se fundó en el mundo en 1.409, con algunos de los “internos” que quedaban y estaba previsto trasladar a otro establecimiento similar porque clausuraban este tan antiguo. Una experiencia inolvidable. Aquí no fue necesario cambiar ningún nombre. 

Historias basadas en hechos de la vida real 

Zarpazo 1º Amada esposa. Amado esposo. 

Zarpazo 2º El Mamón 

Zarpazo 3º La boda 

Zarpazo 4º Un traje de madera 

Zarpazo 5º ¿Dónde dormirán los pájaros si no 

                    hay árboles? 

Zarpazo 6º Paca, La Culona 

Zarpazo 7º El Rey Corrupto, Contumaz Falo 

                    Priápìco. 

Zarpazo 8º Santa Pedofilia y Santa Pederastia,  

                    Mártires. 

 

Nota: 

 Algunos lectores pueden sentirse ofendidos con la lectura de este libro, por sus creencias morales, éticas, religiosas o políticas. (Tres editoriales de auto-publicación no se atrevieron a editarlo) No es mi intención y pido disculpas de antemano. A otras, por el contrario, les puede gustar, por lo que les pido lo transmitan a sus amigos, conocidos o a todas aquellas personas que consideren oportunas.