Empty Mind

“Es imposible convivir con un perro o un gato y no darte cuenta de que tienen carácter, pensamientos y emociones propias.”

Hoy el mundo se despide de una de sus más grandes defensoras.

Con enorme tristeza rendimos homenaje a Jane Goodall, primatóloga y activista incansable por los derechos de los animales, los seres humanos y el planeta.

Desde niña mostró un amor inquebrantable por la naturaleza y los animales, pasión que la llevó a transformar la historia al convertirse en pionera de la ciencia siendo mujer.

Gracias a su sensibilidad extraordinaria y a su empatía logró lo impensable: fue la primera persona en integrarse con los chimpancés y documentarlos con una cercanía única, al punto de ser aceptada como parte de sus comunidades. Mostró al mundo que ellos también ríen, se abrazan, lloran, protegen a sus crías, discuten, se reconcilian. Que incluso crean y utilizan herramientas, algo que hasta entonces se pensaba exclusivo del hombre.

Les daba nombres y reconocía sus sentimientos, algo criticado por la ciencia de su época pero después respaldado por la evidencia.

En 1977 creó el Jane Goodall Institute, enfocado en la conservación, la educación y la defensa de los animales.

Promotora firme del vegetarianismo y el veganismo, impulsó la alimentación basada en plantas como alternativa sostenible y respetuosa. Quizás por eso la vida quiso que partiera un 1 de octubre, Día del Vegetarianismo.

Nos enseñó que la crisis ambiental puede parecer abrumadora, pero que actuar desde lo cotidiano es revolucionario. “Piensa globalmente, actúa localmente.”

Siempre lo hizo con esperanza, bondad y una generosidad que no conocía fronteras.

Una mujer irrepetible, cuyo legado resonará en millones de vidas.

El mundo entero despide a quien lo miró con respeto y valentía.

Hasta su nombre parecía un destino: JANE “GOOD” (bueno) y “ALL” (todo/todos). Fue todo lo bueno que la Tierra necesitaba.

Así fue su vida: un acto radical de bondad.

Con los animales.

Con la Tierra.

Con el futuro.

GRACIAS