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martes, 11 de julio de 2023

 



El PP ya incumple sus programas del 28M en Balears, Extremadura y València para pactar con Vox


    • El partido de Feijóo necesitaba el

    • apoyo de la extrema derecha

    • para alzarse con el poder en las

    • tres autonomías. Con el fin de

    • pactar con Vox han traicionado

    • sus compromisos en violencia

    • machista, inmigración, cambio

    • climático, educación, políticas

    • LGTBI y memoria histórica

elDiario.es


9-7-23

Esther Ballesteros Santiago Manchado Laura Martínez



Con decenas de pactos PP-Vox ya rubricados a nivel municipal y autonómico tras las elecciones del pasado 28 de mayo y con las generales a la vuelta de la esquina, comienza a evidenciarse en las instituciones y en los discursos hasta qué punto los conservadores se han plegado a los postulados –y hasta a la terminología– de la extrema derecha para asegurarse el poder, renunciando a avances y derechos clave a cuyo desarrollo se comprometían los populares en sus distintos programas electorales.

Los pactos con Vox convierten al PP en una “jaula de grillos” ante la falta de dirección de Feijóo


Fruto de estas cesiones, negociadas a lo largo de estas últimas semanas bajo el más estricto secretismo, el PP ya ha incumplido buena parte de las medidas que prometía en varios de sus programas electorales regionales mientras su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, acuciado por polémicas como la de ocultar el sobresueldo que cobran los dirigentes del partido, presidente incluido, pretende alcanzar La Moncloa minimizando el impacto de los distintos acuerdos alcanzados con Vox, así como el hecho de que éstos se lleven por delante muchos de los compromisos adoptados por el PP con sus electores para pasar a abrazar la retórica del odio y la agitación.

Una situación que es claramente patente en comunidades como Balears, Comunitat Valenciana y Extremadura, donde ya ha culminado el hermanamiento de los populares, tanto dentro de las administraciones como a nivel externo, con quienes se declaran antivacunas, niegan el cambio climático y la violencia machista, cargan contra el colectivo LGTBI y se confiesan supremacistas. “Lo que estamos viendo es el tráiler de una película tenebrosa”, resumía hace varios días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al referirse a los acuerdos alcanzados entre conservadores y ultraderechistas a lo largo y ancho de la geografía española.

Balears: el PP se “olvida” de la violencia machista

En Balears, PP y Vox alcanzaron hace dos semanas un acuerdo para investir a la popular Marga Prohens como presidenta del Govern a cambio de la participación de los ultraderechistas en los consells insulars de Mallorca y Menorca y del cumplimento de 110 medidas programáticas que excluyen gran parte de los compromisos anunciados por los conservadores, quienes asumen gran parte del ideario político de la extrema derecha como peaje para gobernar las islas en solitario. En virtud de este acuerdo, Prohens fue investida el pasado jueves máxima autoridad de Balears gracias a la abstención de los de Santiago Abascal.

El acuerdo barre, especialmente, las promesas electorales del PP balear en materia de crisis climática y derechos del colectivo LGTBI, evita hablar de “violencia machista” para diluirla en la “violencia intrafamiliar” –a pesar de que Prohens sí la mencionó en su discurso de investidura e introduce una tajante defensa de la “unidad de la nación”, concepto tradicionalmente enarbolado por Vox para arremeter contra la pluralidad identitaria en España.

En concreto, los populares anunciaban en su programa medidas de “protección integral contra la discriminación por diversidad sexual y de género, promoviendo la igualdad social del colectivo LGTBI y dispensando la protección efectiva a las víctimas de odio o trato vejatorio para así garantizar los derechos de las personas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales y para erradicar la LGTBI fobia con las medidas necesarias para garantizar la igualdad de trato y no discriminación”. En el documento suscrito con Vox, ni una sola palabra hace referencia a esta materia.

El acuerdo del PP balear con Vox no hace ni una sola mención a la lucha contra la LGTBI fobia, pero los conservadores se comprometieron con esta materia en su programa electoral

En cuanto a la lucha contra el cambio climático, el acuerdo con Vox tampoco dedica apartado alguno a esta grave problemática, a pesar de que el PP lo señalaba como uno de sus principales retos. Entre otras promesas, los conservadores apostaban por la simplificación y agilización de los trámites y procedimientos para el impulso de proyectos de transición energética con el objetivo de facilitar la entrada de las energías renovables en las islas y la descarbonización y, de esta manera, “conseguir que Balears sea un polo de atracción de inversión privada verde en la lucha contra el cambio climático”. También en esta área, el programa electoral de los populares se comprometía a impulsar ante la Unión Europea las medidas necesarias para la reducción de emisiones contaminantes de barcos en la lucha contra el cambio climático.

Otro de los puntos más polémicos del acuerdo es la conexión que realiza entre inseguridad e inmigración ilegal, una constante en el discurso de los de Abascal en sintonía con los argumentos empleados por otros líderes de extrema derecha en diferentes partes del mundo para alentar la alarma y el miedo, a pesar de que los datos desmienten con creces esta teoría. En este sentido, el PP balear asume la retórica de Vox y se compromete a aprobar “un plan de choque inmediato contra la inmigración ilegal, la ocupación y la creciente inseguridad, garantizando la atención humana que las víctimas de las mafias deben recibir”, vinculando así inmigración, ocupación y la “creciente inseguridad” a la que el partido de extrema derecha suele aludir en sus discursos. El programa de los populares se limitaba a hablar de una “gestión eficiente, ordenada y humana de la inmigración ilegal”.

También en materia migratoria, otro de los aspectos por los que la extrema derecha clamaba es el endurecimiento de las condiciones y requisitos para que los migrantes puedan acceder a las ayudas públicas, una exigencia a la que también ha acabado cediendo el PP. Hasta el momento, bastaba con acreditar estar empadronado, pero el pacto con Vox contempla obligar, “en todas las normas y convocatorias” para el acceso a subvenciones, la acreditación de la residencia legal. Además, prevé suprimir “cualquier ayuda pública a las organizaciones que colaboren con las mafias de tráfico de seres humanos”.

El PP tan sólo hablaba de una 'gestión eficiente, ordenada y humana de la inmigración ilegal', pero en su pacto con Vox prevé un 'un plan de choque inmediato contra la inmigración ilegal, la ocupación y la creciente inseguridad'

Respecto al ámbito educativo, el documento firmado por PP y Vox aboga por un “modelo educativo (...) libre de adoctrinamiento ideológico”, sin especificar qué entienden por adoctrinamiento. Los conservadores, sin embargo, no aludían a este término en su programa, pasando ahora a asimilar uno de los discursos ultra que durante estos años ha hecho valer la extrema derecha en Balears. Del mismo modo, el PP, que abogaba por la libre elección de la primera lengua en la “primera enseñanza”, ha cedido a las presiones de Vox en el sentido de hacerla extensible al resto de etapas educativas.

Otra de las concesiones de los populares pasa por la eliminación de la Oficina de defensa de los derechos lingüísticos, a la que en ningún momento hacían mención a lo largo de las 98 páginas de su programa. Ahora, el acuerdo rubricado con los ultraderechistas se compromete a suprimirla por haber “servido como instrumento de la exclusión del castellano y la imposición lingüística”. Además, el PP deberá crear, por imposición de Vox, una Oficina de Garantía de la Libertad Lingüística “para defender la libertad de uso y opción lingüística y fomentar la protección tanto del castellano como del catalán y las modalidades lingüísticas de las distintas islas”.

En ningún momento el PP tenía previsto en su programa electoral eliminar la Oficina de Derechos Lingüísticos, pensada para proteger a los catalanoparlantes, pero Vox se lo ha exigido y así consta en el acuerdo de Balears

El documento firmado por PP y Vox también apunta a la voluntad de desarrollar una ley para “asegurar una asistencia sanitaria digna y el acompañamiento familiar, médico y espiritual de los enfermos, para defender la cultura de la vida frente a la eutanasia, como única salida al dolor”. La batalla contra la Ley de eutanasia ha sido una de las cruzadas emprendidas en los últimos años por Vox, que el pasado mes de marzo fracasó ante el Tribunal Constitucional en su intento de derogarla. En su programa, el PP balear se comprometía a la “dotación de recursos necesarios a los equipos de cuidados paliativos, protegiendo así los derechos y dignidad de las personas en el proceso de morir”, a la “consolidación y promoción del derecho de los ciudadanos a realizar una declaración de voluntad anticipada” y al “desarrollo de la ley de derechos y garantías de la persona en el proceso de morir”.

PP y Vox hablan en su acuerdo en Balears de 'defender la cultura de la vida frente a la eutanasia', un extremo que no aparece en el programa electoral de los conservadores

Asimismo, el acuerdo suscrito por conservadores y ultraderechistas contempla, en otra asunción del ideario de Vox, derogar la Ley de memoria y reconocimiento democráticos de Balears, que ha permitido recuperar los restos de más de 220 víctimas del franquismo, bajo el alegato de que “se buscará siempre la reconciliación, evitando la manipulación histórica y el uso partidista de las víctimas y del drama del enfrentamiento civil”. Y ello a pesar de que el PP, en su programa, no hacía mención alguna a esta cuestión, que siempre ha incomodado a la extrema derecha, más proclive a desarrollar una Ley de Concordia entre españoles y a combatir “cualquier intento de quienes tratan de utilizar la memoria para dividir a los españoles”.


Tampoco figura en el programa electoral de los populares ninguna referencia a las corridas de toros como sí aparece en el acuerdo con Vox. A cambio de obtener el apoyo de los ultraderechistas, el Govern de Marga Prohens deberá modificar la Ley 9/2017, de 3 de agosto, de regulación de las corridas de toros y de protección de los animales en Balears, y más en concreto el artículo que impide actualmente el acceso de menores de edad a los eventos taurinos.

El PP balear no tenía previsto en su programa electoral ni derogar la ley de memoria histórica ni cambiar la ley que afecta a las corridas de toros, pero Vox ha conseguido meter estos dos puntos en su acuerdo

València: el PP no tenía prevista la “inmigración ilegal”

La huella de la extrema derecha se deja ver en todo el acuerdo programático que hará a Carlos Mazón presidente de la Generalitat Valenciana. Desde el primer punto, que sitúa como prioridad “la unidad de España”, hasta el último, que dice: “Aseguraremos el orden público y la seguridad de los barrios, ambos pilares prioritarios de este Gobierno”. El documento suscrito, de 50 puntos, es lo bastante ambiguo como para que en él quepan compromisos diluidos del programa electoral del PP. Los populares presentaron más de mil medidas en su documento autonómico; Vox apenas una docena. 

El documento de gobierno PP-Vox, que no hace mención a la violencia machista, sí habla de promover “políticas que perseguirán erradicar la violencia intrafamiliar, en especial la que sufren mujeres y niños, garantizando la igualdad entre todas las víctimas”. Vox, que lleva a un condenado por violencia psicológica como cabeza de lista al Congreso, lleva años insistiendo en que la violencia no tiene género.

El programa del PP hace numerosas menciones a las políticas de igualdad y contra la violencia de género en sus diversas manifestaciones, desde la brecha económica hasta la violencia física, pasando por medidas relativas a la salud. En empleo, apuntan a ayudas para que todas las empresas cuenten con un plan de igualdad y se comprometen a “impulsar programas de inserción socio–laboral dirigidas a las víctimas de violencia de género”.

En el epígrafe propio del programa sobre la lucha contra la violencia de género, los populares citan: “La violencia de género es la cara más dura de la desigualdad que siguen padeciendo las mujeres en todos los países de nuestro entorno, una cuestión de Estado, que exige a las administraciones ofrecer una respuesta eficaz a las víctimas de esta violencia”, la consideran “la mayor lacra de nuestra sociedad” y se comprometen a ampliar el pacto valenciano contra la violencia machista, además de una batería de medidas de apoyo a las víctimas, como la inserción laboral, la red de espacios seguros y programas específicos para menores víctimas de violencia machista y víctimas de trata y explotación sexual. El acuerdo de Gobierno solo hace referencia a la violencia “intrafamiliar”.

Como sucede en Balears, en la Comunitat Valenciana el PP habla de "violencia machista" en su programa electoral, pero en su pacto de gobierno con Vox utiliza el término "violencia intrafamiliar"

El documento aboga por la “educación en igualdad” con la programación de “talleres y charlas informativas en los centros educativos, impartidas por profesionales expertos en la prevención y detección de la violencia de género, de las agresiones sexuales y la violencia de género digital”. Mejora de la atención a las víctimas, una estrategia contra la brecha salarial –que Vox niega– y la recuperación de juzgados de violencia machista completan el medio centenar de medidas que el PP ha prometido en materia de igualdad y lucha contra la violencia de género.

Sucede algo similar en los compromisos respecto a los derechos de las personas LGTBI. El documento que hará a Carlos Mazón presidente de la Generalitat Valenciana con el apoyo de Vox ignora esta realidad –sí se menciona la igualdad de todos los españoles, sin matiz alguno a la orientación sexual o identidad de género– y no figuran medidas concretas.

En su programa electoral, el PP incorporó una decena de medidas, la mayoría relativas a la orientación, sensibilización y formación en materia LGTBI. Entre ellas, la creación de oficinas “para dar información y asesoramiento en materia de trámites administrativos, subvenciones, campañas, formación en centros educativos y lucha contra la violencia hacia las personas LGTBI”. El PP se comprometió a modificar la legislación para que la Generalitat se personase de oficio “la como acusación en los procedimientos judiciales sobre delitos de odio de especial gravedad o con gran repercusión social” de componente lgtbifóbico.

El acuerdo de gobierno de PP y Vox en la Comunitat Valenciana aborda la migración en una ocasión, en el epígrafe de “seguridad”, centrando las medidas en la inmigración irregular y vinculándola a problemas de convivencia, como en Balears. El documento indica: “La Generalitat Valenciana dentro del ejercicio de sus competencias pondrá en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado los posibles casos de inmigración ilegal con especial atención a las mafias organizadas. De igual manera eliminaremos las subvenciones a entidades que amparen estas prácticas”.

Sin embargo, el programa del PP no aborda la inmigración irregular. Al contrario, plantea 17 medidas que ponen el foco en la integración y la inclusión: ayudas en procedimientos administrativos, evitar la cronificación de la exclusión social e incluso la promoción “de espacios de encuentro que muestren los beneficios de una sociedad diversa”. De los menores no acompañados, que Vox denomina “menas” y vincula a la delincuencia, el PP decía: “Estableceremos un Plan Especial para la inclusión y atención educativa, social y sanitaria de los menores extranjeros no acompañados”. Tampoco aparecen en el acuerdo de gobierno.

El programa del PP valenciano no abordaba la inmigración ilegal, sino que ponía el foco en la integración y la inclusión, pero Vox ha colado en el acuerdo de gobierno la lucha contra las "mafias organizadas"

Además, el PP valenciano llevaba en su programa un epígrafe en el que ratificaba la Agenda 2030, un compromiso internacional del que Vox reniega. Sin medidas concretas, los populares sí reconocían el impulso y la promoción de los objetivos de desarrollo sostenible. En el acuerdo de Gobierno no hay mención a ello. Tampoco se recogen medidas contra el cambio climático en el pacto legislatura. El compromiso más parecido a esta cuestión dice: “Impulsaremos medidas para proteger de forma efectiva nuestro gran patrimonio medioambiental y defenderemos el patrimonio natural y el desarrollo de todas las oportunidades que de su aprovechamiento se deriva para las personas que residen en su entorno”.

Por contra, el programa del PP prometía la creación de un observatorio permanente sobre la afección del cambio climático a las especies animales y vegetales, medidas de investigación sobre el impacto en las variedades agrícolas para ayudar al sector, el impulso de los centros de investigación o un plan estratégico contra el cambio climático que englobe políticas transversales de todas las Consellerias con medidas de mitigación y adaptación.

Pese a que en educación prometen “sacar la ideología de las aulas”, a las medidas anteriormente citadas se añade en el pacto que los padres tengan que autorizar el contenido de las actividades extracurriculares, un guiño al llamado pin parental –sucede lo mismo en Balears–. El programa del PP no menciona expresamente esta cuestión, pero sí apunta: “Garantizamos a las familias que tendrán libertad para escoger el centro, el ideario y la lengua que quieran en la educación de sus hijos, desde la educación infantil gratuita de 0 a 3 años hasta las etapas postobligatorias”.

Extremadura: veto parental en las aulas

En el caso de Extremadura, el pacto entre PP y Vox llegó incluso a peligrar por la negativa de la candidata popular, María Guardiola, a incluir en su Gobierno a un partido al que considera machista, homófobo y racista. A pesar de esto, el acuerdo no se hizo esperar y no solo se ciñe a las 60 medidas programáticas incluidas en el pacto, sino que Guardiola entregará un sillón a la extrema derecha en el futuro consejo de gobierno.

Además de plegarse a los postulados de Vox en Extremadura a través de 60 medidas programáticas, el PP entregará un sillón a la extrema derecha en el futuro consejo de gobierno

En concreto, Vox dirigirá la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, donde estarán las competencias de gestión de incendios forestales, caza, toros y patrimonio natural. En general, muchas de las medidas pactadas en este apartado son compartidas entre la derecha y la ultraderecha en esta comunidad, como la protección de la tauromaquia y los festejos taurinos, el impulso de la caza y la revisión de las prohibiciones medioambientales en los espacios de la Red Natura 2000 y en los montes.

Sin embargo, en el pacto de gobierno se traspasan las líneas rojas que Guardiola marcó para negociar con Vox, a pesar de haber insistido en que el acuerdo se centra en lo que une a los dos partidos y no en lo que los separa, y que el documento no entra en cuestiones ideológicas. Pero no es así.

Entre las 861 medidas del programa electoral del PP hay un apartado, el de ‘Una Extremadura igualitaria, inclusiva y diversa’, que hace referencia a la seguridad y lucha contra la violencia machista. En el pacto con Vox no hay mención alguna a estas medidas, que van desde la elaboración de un plan autonómico a la formación de todos los profesionales que participan en la atención a las víctimas o el “diseño de actuaciones concretas” para las mujeres que se han visto obligadas a huir por ser víctimas de violencia machista. En el acuerdo con Vox sólo se apunta que trabajarán “para erradicar los discursos machistas, ya sean en el ámbito civil o religioso, que promuevan o justifiquen la violencia contra la mujer” –esta misma frase está incluida en el pacto balear de ambas formaciones–.

En el pacto PP-Vox en Extremadura se traspasan las líneas rojas que la candidata popular María Guardiola marcó para negociar con la ultraderecha, a pesar de insistir en que el acuerdo se centra en lo que une a los dos partidos y no en lo que los separa

Otra de las líneas rojas de Guardiola, los derechos de las personas LGTBI, también desaparecen en el pacto, a pesar de que en su programa electoral propone nueve medidas, como una Estrategia de Igualdad de Trato y no Discriminación, el apoyo a las acciones de los movimientos sociales y activistas; asistencia y apoyo jurídico a las víctimas de delitos de homofobia, lesbofobia y transfobia, un protocolo de atención para personas transexuales y un Plan Integral sobre Educación y Diversidad LGTBI. Este plan iba a recoger acciones para evitar de discriminación o acoso en todos los niveles educativos, así como impedir que se impartan contenidos discriminatorios.

En educación, el PP extremeño también proponía hacer visible la importancia de la mujer en las distintas ramas del conocimiento, a través de programas educativos específicos, para “avanzar en la igualdad real”. Una posición que contrasta con el compromiso de poner en marcha el veto parental en las aulas, camuflado en el pacto PP-Vox como el “derecho constitucional que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación que esté de acuerdo con sus convicciones” –en la línea de Balears y la Comunitat Valenciana–.

La extrema derecha también ha logrado introducir en el acuerdo la derogación de la Ley de Memoria Democrática de Extremadura –como sucede en Balears– a favor de una ley de reconciliación y concordia, y la creación de una oficina antiokupación. Por último, el Gobierno que dirigirá María Guardiola también revisará por orden de Vox las subvenciones públicas para asegurarse de que las organizaciones que las reciben tienen una “utilidad pública demostrada” y reducirá de forma “considerable” las ayudas a patronal y sindicatos respecto a lo que recibieron este año.

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lunes, 10 de julio de 2023

 


A Iñaki López le llueven los 'me gusta' con su respuesta a Abogados Cristianos: difícil ser más claro


"Y todo eso de la 'vida y la familia'...".


HuffPost

9-7-23




El periodista Iñaki López ha respondido de forma muy clara a un tuit de la asociación Abogados Cristianos sobre la próximas elecciones generales que se celebrarán el 23 de julio y le han llovido los me gusta en la red social. 

"El 23 de julio tenemos la oportunidad de elegir un gobierno que proteja la libertad religiosa, la vida y la familia", ha escrito en Twitter la asociación. Además, han acompañado estas palabras con una imagen del Valle de Cuelgamuros. 

Ante esto, el periodista no ha dudado en contestar tajante con otro tuit, que en unas horas ya ha superado los 7.000 me gusta y cientos de compartidos. 

"Y todo eso de la 'vida y la familia' lo ilustramos con la foto del panteón de un dictador íntimo del régimen nazi, construido con mano de obra esclava y de donde no quieren que las familias saquen a sus parientes enterrados allí contra su voluntad", ha sentenciado. 






Libro recomendado




 

 


La carta a la directora de 'El País' que no deja de compartirse en Twitter


Hasta el ministro de la Presidencia,


Félix Bolaños, la ha publicado en la red


Social.


Huffpost

Sergio Coto

9-7-23


Muchas cartas a la directora del diario El País se han convertido en todo un fenómeno viral en redes sociales por los mensajes que algunos de los lectores tratan de enviar en el espacio habilitado por el citado medio.

En las últimas horas, no deja de compartirse el escrito que Nuria Iglesias Román, de Madrid, ha querido publicar en el periódico, bajo el título "Nunca más se supo, hasta ahora".

"Mi abuela de 92 años aún recuerda emocionada el día en que entraron en su casa y se lo llevaron. No volvió a verlo vivo. No supo cuándo, cómo ni por qué. Hoy, gracias a la Ley de Memoria Democrática, hemos tenido acceso al pasado. Y mi abuela ha podido desbridar la herida y saber algo más del final de su padre", relata en la carta a la directora de El País.

Tal ha sido el impacto que ha causado en redes sociales que hasta el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha querido compartir el escrito y no ha dudado en reaccionar al mismo desde su perfil de Twitter.

"Vamos a ganar para que todas las Nurias, todas las abuelas y la memoria de todos los finales tengan justicia y reparación. No vamos a permitir que Feijóo se lo arrebate", ha señalado, en un mensaje que acumula más de 1.600 me gusta.

domingo, 9 de julio de 2023

 


Cautiverio, tortura, muerte y olvido: españoles en Mauthausen

Si en momentos de normalización

 democrática han estado olvidados de la

 memoria histórica, no podemos esperar

 nada distinto ante la marea reaccionaria

 que se aproxima


ElPlural


8-7-23

Víctor Arrogante




Quienes abandonaron España en febrero de 1939, procedían de todas las condiciones sociales, y habían perdido toda esperanza de construir una sociedad moderna y democrática. La sed de libertad y el espíritu de lucha les llevaron a todos los rincones de Europa. De su convicción y valor dieron muestra miles de españoles, en la resistencia francesa, en el ejército o en la Legión Extranjera. Los primeros vehículos blindados de la División Leclerc que liberaron París, iban conducidos por republicanos españoles. El tributo pagado por la búsqueda de libertad fue muy costoso.

Se han cumplido setenta y ocho años desde que se liberó el macabro campo de exterminio de Mauthausen por las fuerzas estadounidenses, en el que miles de españoles republicanos murieron, por haberse empeñado en defender la libertad en España y fuera de ella. La dictadura franquista consiguió, durante cuarenta años, ocultar aspectos esenciales de la verdadera historia. Años después, en democracia, no se han hecho todos los esfuerzos necesarios para dar a conocer la tragedia de los hombres y mujeres que la sufrieron. Y ahora se sigue ocultando o no dando la difusión suficiente de la historia.

Poco se habla de lo que no se quiere hablar. Yo hoy quiero volver a recordarles. La pérdida de memoria, voluntaria o no, destruye neuronas o las transforma, y de forma paulatina se va perdiendo la esencia propia y el sentido del ser. También ocurre cuando olvidamos conscientemente actos de crueldad humana en la historia. Es el caso de los recuerdos hacia los compatriotas españoles, que sufrieron cautiverio, tortura y muerte en los campos de exterminio de la Alemana nazi.

Cuando terminó la guerra civil española, huyendo de Franco y de la sangrienta represión fascista, cerca de quinientos mil republicanos cruzaron las fronteras hacia Europa. Francia los recibió mal y fueron internados en diferentes campos de refugiados o de concentración. La derrota francesa llevó a miles de ellos a caer prisioneros del Tercer Reich, por defender la libertad y luchar contra el nazismo. Todos estos hombres y mujeres, víctimas de la guerra, sufrieron el régimen cruel de la dictadura nazi. El gobierno de Franco nunca les reconoció como conciudadanos, alegando que no existían españoles fuera de España. La derecha reaccionaria española sigue sin reconocerlos.

El comienzo de la Segunda Guerra Mundial y el establecimiento en Francia de un régimen colaboracionista con la Alemania de Hitler, el régimen de Vichy del Mariscal Pétain, provocó la dispersión del contingente republicano español. Más de 40.000 pudieron finalmente embarcar hacia América, pero la mayoría de los que se quedaron en Francia no fueron reconocidos nunca como refugiados. Internados en las playas, en barracones o destacamentos de trabajo después, el Estado francés terminaría trasladando su gestión a las autoridades alemanas. Fueron deportados hacia campos de concentración en el interior de Europa o fueron entregados a las autoridades franquistas.

El 6 de agosto de 1940, 470 presos españoles, llegaron en vagones de carga a Mauthausen. Serian los primeros de los más de diez mil republicanos deportados a los campos de concentración, de trabajo y de exterminio nazis, siendo considerados como enemigos y apátridas. Fueron marcados con un triángulo azul, con una «S» de Spanier en el centro. Allí conocieron lo que nunca podían haber imaginado: trabajos forzados, agotamiento, hambre, enfermedades, castigos, crueldad y muerte. No eran las únicas víctimas. A su alrededor, miles de prisioneros padecían su mismo destino (se calcula en 195.000 prisioneros en Mauthausen entre agosto de 1938 y mayo de 1945). De los españoles que entraron en Mauthausen solamente dos mil regresaron a Francia en 1945.

Los trabajos forzados en Mauthausen se realizaban en la cantera de granito. Una larga escalera separaba el tajo de los barracones. Los presos, cargados con grandes piedras, subían la escalera diez o doce veces al día, golpeados por los «kapos» que les empujaban. El 26 de agosto de 1940, murió el primer español (de los más de 95.000 prisioneros que murieron en ese campo). Sus compatriotas, guardaron el primer minuto de silencio de los muchos que se producirían durante los cinco años de cautiverio.

Con el paso del tiempo, algunos pasaron a desempeñar trabajos especializados como: albañiles, peluqueros, administrativos, sastres o intérpretes. Esta situación les ofreció mayores posibilidades para sobrevivir y ayudar a sus compañeros de presidio. Accedían a más información y disponían de más autonomía para sostener la organización clandestina. Cuando en 1942 comenzaron a llegar prisioneros de la resistencia francesa y del frente ruso, los españoles eran veteranos expertos y buenos estrategas en la lucha por la supervivencia. Repartían medicinas robadas de la enfermería y redistribuían, entre los más débiles y enfermos, la escasa comida que les llegaba.

Cuando el Ejército norteamericano entró en Mauthausen el 5 de mayo de 1945, después de cinco largos años, banderas republicanas habían sustituido a las banderas nazis, y en la puerta del campo, una gran pancarta decía: «Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras». Habían muerto en los campos de concentración cuatro mil cuatrocientos españoles (según la base de datos del Ministerio de Justicia, sobre los fallecidos en Alemania y Austria).

El campo de Mauthausen llegó a ser conocido como el campo de los españoles, por contar con más 10.000 en 1942. Casi el 80% de este joven contingente perdió allí la vida. Otros muchos ingresaron en las filas de la resistencia francesa, especialmente en el sur, llegando a participar en la liberación de París dentro de la 2ª División del general Leclerc en agosto de 1944. Confiaban en que la derrota nazi significaría el fin de la dictadura franquista, gracias a una intervención de los ejércitos aliados en España. La magnitud del drama de los campos no tardaría en atraer la atención del mundo, aunque las primeras liberaciones apenas tendrían publicidad.

El gobierno de Rajoy en su día, no mostró ningún interés en participar en los actos de homenaje que en Mauthausen se celebraron en memoria de las víctimas y asesinados; mientras que en un acto de conmemoración de la fundación de la Guardia Civil, excombatientes voluntarios de la división azul en las filas del ejercito del Tercer Reich, recibieron placas conmemorativas por su gesta. Tampoco se mostró ningún interés en los actos del cementerio de Fuencarral de Madrid, en homenaje a los españoles que lucharon por la libertad de Europa en las filas aliadas en la segunda guerra mundial.

El caso español se separa del caso europeo por un hecho absolutamente diferencial. Mientras que el fascismo fue derrotado en el continente en 1945, Franco perviviría en el poder hasta 1975. El reconocimiento expreso y oficial del drama vivido por los deportados españoles a los campos nazis, por tanto, tardaría varias décadas en llegar, no habiendo sido hasta 2020 el año en que las instituciones gubernamentales han honrado su memoria con la inauguración de un monolito instalado dentro de los jardines del complejo de Nuevos Ministerios en Madrid.

Este reconocimiento tardío no debe ser confundido con la existencia de un desconocimiento absoluto de la cuestión que se haya prolongado desde el fin del Tercer Reich hasta nuestros días. En realidad, de forma paralela al resto de supervivientes, las primeras víctimas españolas que publicaron sus memorias lo hicieron entre 1946-1947, siendo reconocidos además de forma prominente por estudios tempranos centrados en el campo austriaco de Mauthausen, recinto que albergaría con diferencia el mayor número de prisioneros españoles de todo el sistema concentracionario alemán.

Queda un largo camino por recorrer, especialmente en lo que al estudio y conocimiento de la identidad individual de los deportados asesinados se refiere. La destrucción metódica a la que fue sometida la documentación relativa a los diversos campos por parte de las autoridades germanas; las dificultades para calcular el número de defunciones acaecido durante los días previos a las liberaciones; la imposibilidad de contar con información de aquellos presos que no fueron clasificados; y la desaparición del material original empleado para dar lugar a la elaboración de compendios iniciales tan relevantes para el caso español como el del complejo Mauthausen-Gusen, han sumido la cuestión en una enrevesada coyuntura cuyo esclarecimiento ha resultado imposible durante las últimas décadas.

En 2019, un nuevo listado de 4.427 españoles fallecidos en Mauthausen fueron inscritos en el Registro Civil Central por orden de la Magistrada-Juez del mismo. Todo trabajo histórico es susceptible de ser revisado y ampliado, y confiamos que este, por todas las razones expuestas, no deje nunca de renovarse.

Si en momentos de normalización democrática los presos de Mauthausen han estado olvidados de la memoria histórica, no podemos esperar nada distinto ante la marea reaccionaria que se aproxima.


sábado, 8 de julio de 2023


 

 


La Junta Electoral decide si la Falange puede emitir un spot electoral en RTVE con el Cara al Sol

El partido tiene derecho a diez minutos de espacio en RTVE

Jesús Rico

7-7-23

ElPlural



Falange ha estrenado su spot electoral para las elecciones que se celebran este 23 de julio. El partido franquista y de extrema derecha ha decidido realizar un vídeo que ya ha compartido en redes sociales en el que suena el Cara al Sol. Con el himno ultra aparecen una sucesión de imágenes de símbolos falangistas, entre ellas varias fotos de simpatizantes de su formación con el brazo derecho levantado.

Por si fuera poco, el partido de extrema derecha añade un mensaje contra la ley de Memoria Democrática y sus responsables. “Por cantar el himno de un partido político legal la Secretaría de Estado de Memoria Democrática te puede sancionar con importantes multas. ¡Basta ya!”, indican los falangistas.

El problema reside en que la Ley del Régimen Electoral General determina la publicidad electoral que se debe emitir y otorga las competencias de este asunto a la Junta Electoral Central, que dirime cuando alguien tiene algún problema, presenta alguna denuncia o regula las emisiones que, por ejemplo, tienen que dedicar a cada partido. Por esta razón, Radio Televisión Española (RTVE) se ha dirigido a este organismo para consultarles si la emisión de “una cuña radiofónica” en la que “se incorpora el himno Cara al Sol” vulnera “la regulación contenida” en la Ley de Memoria Democrática, que fue aprobada hace unos meses en el Congreso.

En particular, el ente público señala el artículo 62 de la norma en el que se tipifica como infracción grave la difusión de contenido que “incite a la exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”, una cuestión prohibida y que puede ser sancionada.

"Por la libertad. No nos callarán. Por José Antonio. Vota FE de las JONS / LA FALANGE", indican en redes sociales. 

En el caso de los partidos Falange Española de las JONS y La Falange, que se presentan en una única candidatura, no obtuvieron representación en las últimas elecciones a Cortes Generales, que se celebraron el 10 de noviembre de 2019.

Por ello, les corresponden “diez minutos para los partidos, federaciones y coaliciones que no concurrieron o no obtuvieron representación en las anteriores elecciones equivalentes”.

La candidatura falangista envió a RTVE una cuña lista para emitirse en las emisoras de radio de la corporación, como Radio Nacional de España, motivo de la duda de RTVE.

Los responsables de la corporación decidieron así consultar a la Junta Electoral Central, cuando comprobaron que en esa cuña radiofónica se escucha el Cara al sol, el himno de Falange desde los primeros años de existencia de este movimiento político.





¿Choca con la Ley?

El artículo 62.1 de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática castiga como infracción muy grave “las convocatorias de actos, campañas de divulgación o publicidad que por cualquier medio de comunicación pública, en forma escrita o verbal, en sus elementos sonoros o en sus imágenes, inciten a la exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial, cuando entrañe descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares”.


En la misma ley, pero en el artículo 38, se definen los “actos públicos contrarios a la memoria democrática”, que son “actos efectuados en público que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares, y supongan exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”.

Aunque el escrito de RTVE no lo explicita, Falange fue una de las “organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”, y el Cara al sol, como su himno y uno de los cánticos característicos de la dictadura de Franco, podría entrar en la categoría de “publicidad sonora” que exalte al régimen franquista.

Sin embargo, la ley castiga esas exaltaciones “cuando entrañe descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares”, lo cual a priori dificulta que ciertos actos de exaltación se castiguen y sean multados por ellos .

Sin embargo, tal y como indican en el spot, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática abrió expediente a los falangistas que convocaron la marcha de homenaje a José Antonio Primo de Rivera en torno al 20 de noviembre en Madrid, entre otros argumentos, porque los asistentes al acto cantaron el mencionado Cara al sol con el brazo en alto.


 



En el Memorial de Argelès-sur-Mer: “Los jóvenes franceses y alemanes saben de la Guerra Civil y el franquismo más que los españoles”

    • El Memorial del campo de

    •  concentración francés en cuya playa

    •  fueron recluidos más de 100.000

    •  republicanos que huían de Franco

    •  trabaja contra el olvido de los

    •  exiliados, cuyos testimonios

    •  prueban su lucha pionera contra el

    •  nazismo


elDiario.es


José María Sadia


3-7-23




Es de noche, pero nos damos cuenta de que caminamos sobre la arena. ¿Dónde podemos estar? Antes de que nos acerquemos a unos edificios, el guardia dice: 'Hemos llegado', y se va. La decepción es grande. Caminar todo el día, quizá 40 kilómetros, sin apenas comer y, como colofón, dormir al aire libre y sobre la arena. ¿Qué vamos a hacer aquí? Ahora, somos refugiados a los que se nos ha acogido para arrojarnos en una playa y, además, conformarnos con lo que se nos da”. 


Tan solo se trata de un pequeño fragmento del testimonio de Isidro Torres Vivens, uno de los centenares de miles de exiliados republicanos —se calcula que fueron cerca de medio millón— que tuvieron que dejar España entre febrero y marzo de 1939, cuando el general Francisco Franco estaba a las puertas de proclamar el fin de la Guerra Civil y el inicio de una dictadura de cuatro décadas.


Son palabras recogidas junto a otro centenar de dramáticas declaraciones —donde se puede palpar la tristeza y la decepción, aunque también la esperanza— custodiadas e investigadas por el Memorial del Campo de Argelès-sur-Mer, municipio del sureste francés en cuya playa fueron recluidos alrededor de 100.000 españoles que huían de las tropas franquistas.

No deja de ser paradójico que todo este valioso material —al que se suman fotografías, libros, obras de arte y objetos de todo tipo, donados o pertenecientes a archivos privados— se custodie fuera de las fronteras españolas. Aunque no por ello deja de ser accesible tanto a investigadores, como a los exiliados que sufrieron el infierno de arena y agua salada de Argelès o sus descendientes.

De hecho, el equipo que está detrás del Memorial trabaja desde hace un cuarto de siglo (el vigesimoquinto aniversario de esta labor tendrá lugar en 2024, cuando el centro, por su parte, cumplirá una década) en la divulgación del penoso exilio español o la Retirada, así, en mayúsculas, como denominan este capítulo histórico en el museo francés. Una especie de altavoz que sube el volumen de la tragedia casi un siglo después de que acontecieran los hechos y terminar así con el olvido de este gravísimo episodio, para sonrojo de franceses y españoles.

La decepción es grande. Caminar todo el día, sin apenas comer y, como colofón, dormir al aire libre y sobre la arena. ¿Qué vamos a hacer aquí? Somos refugiados a los que se nos ha acogido para arrojarnos en una playa 

Los testimonios pertenecen a españoles, pero también a reclusos de otras nacionalidades, y son de carácter diverso, y una parte de ellos son accesibles “online”. “Son aportaciones del sentir, del vivir, de la experiencia directa de miles de personas cuyas vidas chocaron y fueron destrozadas por la barbarie del golpe de Estado del 36”, definen en el Memorial. En el centro explican que los archivos permiten calibrar “cómo los golpistas, ayudados por los nazis alemanes y los fascistas italianos, derrumban un Estado legítimo, borrando los derechos democráticos de sus ciudadanos, la libertad de opinión y de expresión o los avances sociales, y sumergen España en la oscuridad y la crueldad de una de las más largas y terribles dictaduras del mundo”, enfatiza Olga Arcos, hija de exiliados españoles y portavoz del Memorial del Campo de Argelès-sur-Mer. “Esta memoria de los vencidos tiene un valor inmenso, ya que fue aniquilada por el régimen de la dictadura franquista, callada por temor a la represión y la dificultad para muchos exiliados de expresar lo que sufrieron ante la voluntad de pasar página”, añade. 

De la esperanza a la desesperanza

La soledad, la angustia, la ausencia de relaciones con la familia sumergían a los hombres en un abismo y provocaban un desconcierto en el que las perspectivas eran imprevisibles; por este motivo, cada uno trataba de evadirse de la mejor manera que podía”. Son las lejanas, pero vivas, palabras de otro exiliado, Isidoro Ribas, que tuvo que dejar su Cataluña natal para experimentar las inhumanas condiciones de las playas de Argèles, sin apenas comida, a la intemperie en pleno invierno y con un solo médico para miles de personas.

Afirman desde el Memorial que algunos testimonios son más detallados que otros, algunos exhiben una redacción de personas letradas, mientras que otros exponen la experiencia de modo más sencillo. Aunque en todos, sin excepción, afloran las emociones. “La tristeza por haber dejado su tierra, la esperanza que se muda en desesperanza al llegar a Francia y darse cuenta de las condiciones de acogida, el hambre, el frío, la sarna y los piojos, las palizas de los vigilantes…”.

La soledad, la angustia, la ausencia de relaciones con la familia sumergían a los hombres en un abismo y provocaban un desconcierto en el que las perspectivas eran imprevisible

No obstante, también aparecen palabras que inmortalizan el amor a España y, sobre todo, “la inquebrantable voluntad de seguir luchando por la libertad o la acción militante para pedir derechos y condiciones de vida y trabajo dignos, además de una inagotable solidaridad”, sostiene Arcos. 

¿Suelen recibir consultas para conocer mejor el contenido de todo este material? “Muy a menudo recibimos solicitudes de estudiantes e investigadores, así como de colectivos y entidades que trabajan por la memoria en busca de información sobre la Retirada y el campo de Argèles”. El propio personal ya tiene experiencia en ayudar y guiar a los científicos en el análisis de este singular corpus de textos que ponen voz al exilio, aunque se vuelcan especialmente con familiares que acuden a la localidad francesa en busca de respuestas. “Tienen una historia personal vinculada al exilio, aunque en sus casas nunca se habló de este tema; buscan información para intentar reconstruir el recorrido de la familia… porque el silencio no solo fue colectivo, también dentro de las propias familias”, asevera Arcos. Un episodio tabú

Hablé con mi madre, le dije que ella podía, si así lo deseaba, regresar a España con la pequeña Pilar, pero que yo no volvería mientras estuviera Franco. Mi madre me respondió que ella tampoco volvería sin mí, y las tres decidimos bajarnos”. La militante anarquista Rosa Laviña Carreras relata cómo, pese a todo, ella y su familia renunciaron al transporte que podía devolverlas a su país, sin saber aún lo que se iban a encontrar en el campo de concentración de Argelès, donde dormirían en establos, sobre la paja, los primeros quince días, sin siquiera desvestirse. 

El tema de la Retirada ha sido más o menos tabú, producto de una mezcla de culpa, de vergüenza, de molestia en todo caso, por las pésimas condiciones que se les dio a los refugiados

Ahora que afloran todas estas evidencias, resulta interesante saber cómo ha sobrellevado Francia —un país de acogida que esperaba a unos pocos cientos de exiliados, pero se encontró con cientos de miles— las indignidades infligidas a los españoles republicanos. Reconoce Olga Arcos que “el tema de la Retirada ha sido más o menos tabú”, producto de “una mezcla de culpa, de vergüenza, de molestia en todo caso, por las pésimas condiciones que se les dio a los refugiados”. En paralelo, el episodio del exilio tampoco se ha alejado históricamente del tabú en España. Desde el Memorial creen que la dictadura “pretendió borrar la memoria democrática y republicana, reescribiendo la historia desde el criterio franquista de los golpistas”. 

Quizá en este silencio esté el origen de una realidad sorprendente. En el Memorial del Campo de Argelès-sur-Mere reciben cada año a centenares de escolares —casi 4.000 en lo que va de año, dentro de las 15.000 visitas que registran anualmente de media— y son los españoles quienes muestran una mayor ignorancia sobre capítulos clave de la historia del país en el agitado siglo XX. “Nos damos cuenta de que carecen absolutamente de conocimientos sobre, no solo el exilio español, sino también del golpe de Estado, la Guerra Civil, la dictadura o la represión franquista…”. La cuestión se agrava al saber, según constata Olga Arcos, que “esto siempre nos deja asombrados, sobre todo si los comparamos con otros jóvenes franceses, alemanes o ingleses que visitan el Memorial, y que saben más que los españoles de la Historia de España”. 

Una “isla” de la Historia de España

Y mientras Francia toma conciencia de aquel desafortunado episodio histórico y España da tímidos pasos hacia el reconocimiento de los exiliados —el presidente del Gobierno Pedro Sánchez visitó Argelès-sur-Mer en 2019 con motivo del 80 aniversario del éxodo masivo de españoles—, la ciudad francesa es un auténtico “recorrido por la memoria” de los primeros meses de 1939. La antigua entrada a las playas cercadas con espino para recibir a aquellos 100.000 españoles se recuerda hoy con un monolito en homenaje a los republicanos. Pero quien visite Argelès también podrá conocer el pequeño “Cimetière des Espagnols” (Cementerio de los españoles), situado en la avenida de la Retirada 1939, donde se erige una estela con los nombres de las personas que fallecieron en el campo. Por último, en 2009 se colocó una placa en el extremo norte del campo de concentración, un hito informativo más que completa los carteles que en el municipio rompen el silencio sobre la Retirada. 

Detalles del pasado de Argelès que conducen al Memorial de los campos de concentración, donde se encuentra y se conserva la documentación y los archivos relativos al paso de los huidos. La escenografía del centro, tal y como explican los responsables, “permite reconstruir la historia del campo”, con un relato que arranca en la II República española, el golpe de Estado del general Franco y los casi tres años de contienda fratricida. “Una pared del museo simboliza la frontera entre Francia y España, que permite cruzar a una segunda sala, donde ya aparece Argelès; de un lado y de otro, grandes paneles recuerdan los hechos, a los protagonistas o la visión de los medios de comunicación, además de un aspecto capital: la organización y la vida en el campo”, describen. 

Pero, más allá del recuerdo y del homenaje, el Memorial del Campo de Argelès-sur-Mer trabaja para trasladar un mensaje demasiado serio e importante como para ser ignorado por los españoles, los del pasado o los de este siglo XXI. Afirma Olga Arcos que “el golpe de Estado de julio de 1936 y la Guerra Civil no solamente anuncian la II Guerra Mundial, sino que se puede considerar su prólogo; fue un choque entre los defensores de la democracia frente al asalto de las fuerzas fascistas, nazis y, por supuesto, franquistas”. 

Un mensaje que pretende transformarse en un verdadero grito, alto y claro: “Los exiliados españoles estuvieron entre los primeros en luchar contra los nazis, en integrar la resistencia, por la que pagaron el duro tributo de la deportación a los campos alemanes, y contribuyeron de manera muy significativa a liberar Francia y Europa del nazismo y del fascismo”, asevera, con firmeza, la portavoz del memorial. “Nuestros archivos —concluye Arcos— dan cuenta, a través de los testimonios, de estas vidas que lucharon por la libertad y contra la opresión a la que tantos españoles siguieron entregados en el exilio”.