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miércoles, 28 de febrero de 2024

 Tortura y asesinato de un maestro republicano: "Le sacaron los ojos, le cortaron los testículos, se los metieron en la boca y le machacaron la cabeza”

Arximiro Rico, 32 años, maestro rural,

 moderado y activista de la educación,

 asesinado por falangistas con la complicidad

 de un cura

ElPlural

Juan Luis Valenzuela

18-10-20



 

Arximiro Rico Trabada era un maestro rural convencido de la importancia de llevar la cultura y la educación al pueblo desde la escuela, aunque los fascistas le tildaban de “rojo”. No era un hombre de izquierdas, era un moderado liberal defensor de los valores republicanos y democráticos, un gallego maestro de la República que, aunque daba clases en una escuela lucense de Baleira, visitaba regularmente Montecubeiro, lugar de origen de su madre.


Un activista de la cultura y educación para la población rural


Persona culta, proveniente de una familia humilde, Arximiro era un activista de la cultura y colaborador del pueblo. Además de su labor docente, organizaba la Fiesta del árbol, fundó un coro, montó un grupo de teatro, ayudaba a sanar a los animales, asesoraba a los vecinos a repoblar árboles y fue el impulsor de una biblioteca itinerante. En definitiva, un activista cultural volcado en ayudar a una población rural y aislada en una zona con altos niveles de analfabetismo y atraso secular.

Creyente, republicano y odiado por el cura

Era creyente, pero quitó el crucifijo de las clases, porque, sin ser ateo, creía en el laicismo. Era un maestro “total”, querido por el pueblo y odiado por una minoría ultraconservadora, entre ellos, el cura. Sentía interés por la política y protagonizó un mitin, el del 14 de abril de 1936 en conmemoración de la II República. Allí, festejando la República, defendió con fuerza la cultura como elemento de desarrollo social.

Con ese bagaje de bonhomía, amor a la educación y a la cultura popular simbolizado en el servicio a la comunidad y en la intensa labor educativa (daba clases desde el día a la noche formando desde bachilleres a maestros por libre), se granjeó el odio de aquellos personajes, poderes fácticos de la zona (curas, falangistas seguidores del dictador nacido en El Ferrol y caciques rurales) en una Galicia en la que no hubo combates bélicos durante la Guerra Civil, pero sí existieron las viles delaciones, cobardes denuncias y vendettas que terminaron segando la vida de personas buenas por el simple hecho de tener los principios de Arximiro.



La noche de su cruel y sádico asesinato

Y así llegó su fatídico día. Fue una noche de octubre de 1937, cuando una partida de falangistas llegó a su casa de San Bernabel, en Baleira, comarca de A Fonsagrada y se lo llevaron atado a la montaña sin atender las súplicas de su madre. El grupo de fascistas de camisa azul se detuvo en una taberna del camino. Mientras bebían, dejaron a Arximiro atado en la puerta con una argolla. Al salir, entre insultos propios de bebedores y asesinos, lo patearon y vejaron ascendiendo, en una especie de Calvario laico y siniestro, hasta la Serra da Ferradura a golpes, y empujones. Lo humillaron hasta el punto de que sus sádicos represores se colocaron sobre su lomo, como si de un burro se tratase, obligándole a llevarlos a cuestas.

Testículos cortados, ojos arrancados y cabeza destrozada

Una vez llegado a lo alto de la montaña, en un lugar perversamente destacado de Montecubeiro, por haber sido enclave de numerosas ejecuciones sin juicio, y aún vivo  Arximiro, los asesinos falangistas iniciaron un ritual de tortura: Le cortaron los testículos antes de morir y se los introdujeron en la boca. Luego le arrancaron los ojos. Tras esta cruel y sádica acción le dispararon varias veces con una escopeta de caza, como se comprobó al hallar su cadáver con la cabeza totalmente destrozada. Fue torturado brutalmente y asesinado el 16 de octubre de 1937, cuando contaba tan solo 32 años. Arximiro estaba cursando estudios de Medicina para seguir curando a personas como hacía habitualmente. He aquí la diferencia, unos sanaban personas, mientras otros matan.

Justicia divina o broma macabra, unos días después de su brutal asesinato, le llegó una carta en la que se le indicaba que ya podía reintegrarse a su plaza como maestro nacional (lo habían suspendido temporalmente, como a tantos maestros republicanos).

El cura y la enemistad con Arximiro

Encuentro en el blog del periodista Antonio Cendan Fraga el dato de que aunque Rico Taboada era un católico ferviente y practicante, tenía ciertas enemistades con un clérigo de su tiempo que le acusó de haberles enseñado a muchos niños a leer y a escribir hasta el punto de que “cualquier mocoso -en palabras textuales del cura- puede hacer un escrito y denunciar a su padre. Mejor sería que supiese rezar el padrenuestro”.

La lista de los 65 a aniquilar

Arximiro fue víctima inocente del ciego y cruel fascismo. En octubre de 1937, en la zona de montaña de esta parte de la provincia de Lugo, dos guardias civiles fueron abatidos en un enfrentamiento con un grupo de huidos a los montes para sobrevivir al hambre generalizada y otras calamidades consecuencia de la guerra civil que se estaba librando en España. Como escarmiento, los falangistas, con la colaboración de un cura de la zona, confeccionaron una siniestra lista con 65 nombres que debían ser aniquilados en breve. En esa lista, estaba Arximiro.



En 2003 se erigió en Montecubeiro un monolito de diez toneladas de peso en recuerdo “de las 15 personas inocentes asesinadas por el fascismo”. La piedra se halla de espaldas a la iglesia parroquial. Ahí figura, esculpido con el material de la bondad y la piedra de las grandes personas honradas y humanistas, el nombre de un maestro de la República, un hombre culto, honrado, bueno e inteligente: Arximiro Rico Trabada. Tenía 32 años.

 





Hace unos días contábamos que una jueza de Madrid decidió mandar al banquillo a nuestro compañero Carlos Sosa, director de nuestra edición asociada Canarias Ahora, por las noticias sobre el juez corrupto Salvador Alba, que continúa en prisión.

Unas noticias de las que nadie, ni la propia jueza, duda de su veracidad y en las que el fiscal ha declarado no ver ningún delito al ser “de clara relevancia e interés público, obtenidas de forma lícita y sin la publicación de datos que puedan afectar a la intimidad de la víctima o de su familia”.

Pero hacer periodismo independiente, a veces, tiene un coste demasiado alto. La jueza ha decretado la apertura de juicio oral, algo que significa que las posibilidades de que haya juicio son muy altas. La acusación pide para nuestro compañero una condena de 23 años de prisión.

Esta decisión se ha tomado sin esperar por un recurso de apelación contra el auto de finalización de la instrucción, que interpuso Carlos Sosa en noviembre pasado ante la Audiencia Provincial de Madrid. En el caso de que este órgano resuelva que nunca debió abrirse procedimiento abreviado quedaría anulada la apertura de juicio oral.

Ahora mismo estamos pendientes de que se resuelva ese recurso, pero no podemos saber cuánto tardará.

Estoy seguro de que en elDiario.es y en Canarias Ahora cumplimos con nuestra obligación, al informar de los delitos y de las andanzas del exjuez corrupto Salvador Alba. Todo lo que publicó Carlos Sosa estaba amparado por el derecho a la libertad de expresión, y por el derecho de la ciudadanía a recibir información contrastada y veraz. Así lo ve también el fiscal, que ha pedido el archivo de esa querella. Pero el futuro penal de nuestro compañero depende de los jueces; de lo que ahora decidan los tribunales.

Me cuesta imaginarme una España donde el trabajo honesto de un periodista le puede llevar a prisión. Pero nuestra incertidumbre es absoluta: no sabemos qué puede pasar.

Carlos ha recibido el respaldo de la profesión periodística: de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), de la Asociación de Periodistas de Investigación (API), de Reporteros sin Fronteras, de la Federación de Colegios Oficiales de Periodistas y de la Federación de Sindicatos de Periodistas… Y de miles y miles de lectoras y lectores.

Como ya imaginaréis, en momentos como éste todo apoyo es necesario. El proceso del juicio sigue avanzando y necesitamos unir fuerzas, ser más numerosos y tener más recursos para hacer frente a todos los costes derivados.

La fianza fijada por la jueza para nuestro compañero Carlos Sosa es de 422.500 euros: siete veces la indemnización que el exjuez pagó por su condena por prevaricación (un disparate), sobre todo por hacer bien su trabajo.

Desde elDiario.es creemos que otro periodismo es posible. Ayúdarnos a defender el derecho a la libre información. Ayúdarnos a blindarnos ante las presiones.

Porque muchas personas con pequeñas decisiones, puden hacer grandes cosas.

Apoya al periodimo independiente.

Gracias, de verdad, por estar a nuestro lado.

Ignacio Escolar

Director de elDiario.es




lunes, 26 de febrero de 2024

 


Bomberos y vecinos: los héroes anónimos que evitaron que la catástrofe del incendio de Valencia fuese aun mayor

(Resumen ElPlural)


Personas que se jugaron el pellejo sin pensarlo. Unos valientes que miraron a la muerte a los ojos sin dudarlo. Creían que iban a morir, pero seguían intentando sacar a la gente atrapada.

En la vida a veces se gana y a veces se pierde. El jueves todos perdieron: bomberos, policía, vecinos, amigos, familiares y valencianos en general. El jueves ganó el fuego, pese a los esfuerzos sin descanso, de todos y cada uno de los que intervinieron en tratar de sofocar las llamas para salvar vidas, aun a riesgo de perder las suyas por el camino.

En ese rescate nada tuvieron que ver ni Dios ni la suerte.

Fue la profesionalidad de estos hombres la que evitó que en lugar de ser diez los fallecidos que hay fueran doce las personas que perdieran la vida. Un trabajo que los destrozó, tanto física como psicológicamente.

El otro factor no fue suerte, fue valentía pura y dura de los vecinos y del portero de la finca, Julián.

Su rápida actuación fue "clave". No se puede saber cuántas vidas salvó, pero como dice el Talmud que quien salva una vida salva al universo entero

Y no hay que olvidar a los sanitarios.


Esos hombres y mujeres que atendieron a los vecinos y bomberos heridos, los estabilizaron de sus quemaduras, trataron sus intoxicaciones por humo y los trasladaron a los hospitales en un tiempo récord. Muchas veces son los grandes olvidados en las catástrofes, pero no hay que olvidar que sus conocimientos y su rapidez salvan vidas.

Por último, están los miles de valencianos que han demostrado, una vez más, su generosidad y solidaridad.

Ropa, comida y enseres de todo tipo llegaban desde el primer minuto para todas esas familias que se han quedado sin nada. Nunca sabremos su nombres, pero tampoco hace falta. En un país cada vez más polarizado, como siempre ocurre en España, en el peor de los momentos salió lo mejor de las personas.






 Todas las exclusivas de ElPlural.com sobre la nefasta gestión de las residencias de Ayuso

Las actas policiales dibujan un panorama

 espeluznante durante los peores momentos de

 la pandemia

ElPlural.com

R,B.

25-2-24


ElPlural.com ha tenido acceso a las actas de las residencias de ancianos durante la peor etapa de la pandemia por el Covid-19, redactadas por la Policía Municipal de Madrid, y ha ido publicando una serie de exclusivas a través de las que puede apreciarse el horror vivido en estos centros en los que murieron 7.291 personas sin recibir atención hospitalaria. Ascensores de uso exclusivo para cadáveres, ocultación de protocolos, traslados sin consentimiento por parte de la Guardia Civil... En este artículo hacemos un repaso a todas ellas.

En primer lugar, las actas que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, intentó ocultar confirman la aplicación de los protocolos que evitaban el traslado de los ancianos vulnerables a los centros hospitalarios.  Más de 1.000 informes dejan sobre el papel testimonios completamente espeluznantes: “De los 69 fallecidos, nueve fallecieron en el hospital y el resto (60) lo hicieron en la residencia por la no derivación de dichos pacientes al hospital de referencia (La Paz)”.

"En el hospital no hubieran muerto tantos"

60 ancianos que no contaron la asistencia adecuada en sus últimos suspiros. 60 familias que, además, se enfrentaron al más incómodo de los momentos: “La directora manifiesta que los familiares de seis residentes (de los 60 totales), previa comunicación de su gravísimo estado de salud, nos comunicaron la no derivación hospitalaria permitiendo que su familiar fallezca en la residencia (autorizándolo por escrito a la dirección del centro)”.

Los conocidos como ‘protocolos de la vergüenza’ supusieron una losa para los ancianos internos en residencias. Otro ejemplo de ello es la firmada el 9 de abril a las 11.00 horas en la residencia Geriasa, donde, pese a que los agentes reconocen que se “cumple el protocolo covid de manera eficaz y eficiente”, en el apartado de observaciones se vuelve a ratificar la idea predominante de estos escritos: “En el hospital no hubiese habido tantos fallecidos, puesto que son residencias y carecen de los medios que sí posee un hospital”.

"Si se hubiera podido derivar a los residentes al hospital no hubiera habido tantos fallecimientos". Es el contundente titular que sale del acta de Geriasa. 33 fallecidos de los cuales "solo dos" habían sido en el hospital. El resto, 31, "fallecieron en la residencia sin haberles realizado prueba".

Ascensor para cadáveres y sudarios con urgencia

A su vez, los escritos policiales a los que ha tenido acceso ElPlural.com también revelan que, dado el elevadísimo número de cadáveres acumulados en las residencias, había espacios destinados al “uso exclusivo" de los fallecidos.

Las actas revelan que esto se trataba de algo habitual en los centros de mayores, que se blindaban para, en la medida de lo posible, evitar más contagios. Esa crudeza viene reflejada también en el acta de Geriasa, donde se expone que contaba con un “ascensor de uso exclusivo para servicio funerario”.

No había pasado ni siquiera un mes desde que Pedro Sánchez declarase el estado de alarma y la situación en las residencias madrileñas ya era trágica. En la residencia Amavir de Usera, a fecha del 7 de abril de 2020, la Policía Municipal expone la tragedia de la siguiente forma: “Se necesitan con urgencia test, EPIs, guantes, batas, mascarillas y sudarios para cadáveres”.

Necesidades palpables que los agentes que visitaron este centro demandaron con “urgencia”, a la vista de que el único material sanitario del que disponía esta residencia era “autoadquirido”. Un panorama de máxima gravedad teniendo en cuenta la envergadura de Amavir Usera, que, el 7 de abril, contaba con 136 residentes, 30 fallecidos y un personal mermado por las bajas laborales de sus profesionales (dos médicos, cuatro enfermeros y trece auxiliares no estaban disponibles en ese momento).



Trato inhumano a los ancianos discapacitados

A su vez, la dificultad del contexto afectó especialmente a aquellos internos que padecían alguna discapacidad. La falta de personal, de información y de medios, sumados al protocolo de la vergüenza, se cebó especialmente con las personas discapacitadas.

Otro de los informes policiales de Geriatel, fechado a 30 de marzo de 2020, es muy directo a la hora de exponer cómo “18 personas con trastornos cognitivos deambulan sin control” y de contar que había “una persona sorda, muda y ciega que necesita no estar confinada”, así como otras que “necesitan asistencia personal”.

El resto de centros deja una situación similar. De este modo lo dejan claro también las anotaciones de la Policía Municipal en el Conjunto Residencial Las Fuentes, donde se destaca que "solicitaron todo tipo de servicios a la Comunidad de Madrid sin obtener respuesta alguna”, lo que generaba complicaciones -más si cabe- en el tratamiento de las personas con "problemas conductuales".

En concreto, el acta expone que "se solicitaron servicios de desinfección a la Comunidad de Madrid cuando tuvieron el positivo que fue trasladado al hospital no obteniendo respuesta alguna", así como "test rápidos para residentes y trabajadores todos los días", con el mismo resultado. Asimismo, el centro "quiere hacer constar que a día de la fecha 11 de abril de 2020, lo que demandaban eran mascarillas, batas y test rápidos, siendo esto "especialmente urgente porque “al tratarse los residentes de discapacitados intelectuales, el confinamiento en su habitación puede derivar en problemas mayores conductuales".



Traslados sin consentimiento por parte de la Guardia Civil

Para más inri, otro escrito fechado a 17 de mayo de 2020 hace otra brutal revelación: la Comunidad de Madrid se valió de la Guardia Civil para trasladar ancianos sin su consentimiento en los momentos más complicados de la pandemia.

El inspector hace una radiografía completa del trato a los internos que se dio en la residencia Los Jardines de Navas, en el municipio de Navas del Rey. Entre gestiones opacas y decisiones protocolarias cuestionables, se encuentra el traslado de cerca de una veintena de residentes a otros "centros residenciales" sin el consentimiento de los internos ni del director de la residencia. De hecho, el gerente de la misma, incrédulo ante esta situación, no dudó en acudir junto a tres trabajadores “al Cuartel de la Guardia Civil de Navalcarnero a denunciar los hechos”.

La gravedad de lo ocurrido radica en la total opacidad y utilización del mando único y de la Guardia Civil sin notificar motivo alguno a la residencia para el traslado de estos internos: "Los usuarios actuales (11) dieron resultado positivo en las pruebas PCR realizadas a todos los residentes el pasado día 7 de mayo. Otros 22 usuarios dieron negativos, siendo trasladados el día de ayer a otros centros residenciales”, exponen las líneas del acta de la Comunidad de Madrid. Y añaden: “Muestran informe de la Dirección General de Coordinación Socio-Sanitaria, del Servicio Madrileño de Salud, de fecha 13 de mayo de 2020 recomendando la evacuación del centro de los residentes con resultado negativo en las pruebas COVID 19”.

El director se mostró categóricamente en contra, tal y como expresa la propia hoja de inspección: "Se adjunta copia del burofax de contestación del director del centro mostrando su disconformidad con dicha medida". Los internos fueron sacados en contra de su voluntad y la Consejería, directamente, rechazó cualquier petición que fuera contraria a su decisión.

De este modo lo refleja también el documento: “Acudieron al centro varios minibuses, de la Cruz Roja, así como efectivos de la Guardia Civil, para proceder al traslado. El director se opuso al mismo, solicitando algún documento oficial sobre dicho traslado, así como información sobre el destino de los residentes. En cuanto a su primera petición se le remitió al Informe del Servicio Madrileño de Salud, y respecto a la segunda cuestión, afirma que no se le respondió (…) Los usuarios se encontraban aseados y desayunados, con su respectiva medicación, informe médico y equipaje preparado".

El representante de la residencia supo de la llegada del último transporte, aunque no sabía cuál era el lugar de destino. "Tras la marcha del último transporte, tanto él como otros tres trabajadores acudieron al Cuartel de la Guardia Civil de Navalcarnero a denunciar los hechos".



Sobreesfuerzos laborales y abandono institucional

Otro de los aspectos clave de todo este caos es la complicadísima situación laboral a la que tuvieron que hacer frente los profesionales sanitarios. La residencia Las Azaleas es un ejemplo perfecto: el acta de este centro, a la que también ha podido acceder este medio, manifiesta que había personal que llevaba casi un mes sin librar. "Durante la noche disponen de dos auxiliares y un médico, que no están en el centro pero sí localizables. Manifiestan que lo más importante es tener test, que no disponen de ellos, tanto para realizarlos a los residentes y trabajadores. Manifiesta llevar sin librar desde el día 8 de marzo, y tanto física como psicológicamente se encuentra agotada".

Agotamiento y cansancio físico y mental. No es para menos, ya que a los contagios entre residentes y una contratación que se quedaba muchas veces corta para afrontar la realidad se le suma lo rápido que pasaba el virus entre los trabajadores. Sin ir más lejos, el documento mencionado dispone de 51 personas operando a contrarreloj en la residencia, de las cuales 21 eran susceptibles de dar positivo. No era nada extraño en aquellos meses que, frente al escenario, los trabajadores tuvieran que doblar turnos e incluso estar semanas sin librar, como expone este documento en concreto, como consecuencia de una política de contratación insuficiente.

A su vez, en sus actas, la Policía emite numerosas sentencias sobre la disponibilidad de los test de coronavirus, que se agotaron a las escasas semanas de lo peor de la pandemia ante la desatención completa de la Comunidad de Madrid. "No tienen certeza de positivos ya que no han hecho test. Los solicitan urgentemente", "No han proporcionado test por lo que no se ha realizado ninguna prueba" o "no disponen de test, que son indispensables para saber positivos" son algunas de las frases que más se repiten en los informes de las autoridades.

Lo mismo ocurrió con los EPIS, las mascarillas y otros útiles indispensables para poder desarrollar el trabajo sanitario y de atención a mayores de la forma más segura posible. La demora fue de hasta 20 días después del estado de alarma que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretó el 14 de marzo; y de hasta casi un mes más tarde de las medidas preventivas que algunos centros tomaron -sobre el día 6 de ese mismo mes- ante la sensación de que algo grave estaba empezando a pasar.



La Policía pidió la intervención de la UME y Ayuso se negó

Por último, cabe destacar el papel de la Unidad Militar de Emergencias (UME), a quien el consejero de Políticas Sociales de aquel momento, Alberto Reyero, pidió ayuda mediante cartas tanto al delegado del Gobierno, José Manuel Franco, como al otrora ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias. Sin embargo, este SOS no fue bien recibido en Sol, con una Isabel Díaz Ayuso que no dudó en desacreditar a su propio consejero y negarse a esta solicitud.

Así lo recuerda el propio Reyero en conversación con ElPlural.com: "Hay un primer momento en el que Ayuso y su entorno me desautorizan". Aquella pugna, más política que sanitaria, terminaría por saltar por los aires al llegar las primeras actas policiales de las residencias a las manos de los plenipotenciarios en la gestión de los centros de mayores.

Un desprecio que iba en contra de las necesidades expresadas por las propias residencias. Necesidades que, a partir de abril de 2020, tenían a este cuerpo militar como una constante. Por ejemplo, la residencia Dos de Mayo, a fecha de 4 de abril de 2020, pedía la “urgente desinfección por parte de la UME”. Un día antes, el 3 de abril, las líneas del acta de inspección del centro Nuestra Señora del Perpetuo Socorro exponen que la Unidad Militar de Emergencia "no ha desinfectado". "Solamente ha pasado la Guardia Real a preguntar qué hace falta".

El día 6 de ese mes, la residencia Nuestra Señora de Montserrat "manifiesta que no ha pasado UME ni bomberos a desinfectar a pesar de haberlo pedido". Ya el 26 de abril, el centro Misioneras Dominicas del Rosario expresa que "no les han visitado ni la UME ni los bomberos". Mientras tanto, el número de residencias por las que el cuerpo militar ya había podido pasar reconocen el trabajo desempeñado por la UME. Por ejemplo, el centro Geriatel es uno de los que confirma que, "a la llegada de los componentes se puede confirmar que procedieron a la desinfección de toda la residencia".



domingo, 25 de febrero de 2024

Jaime Peñafiel: "Fue Manuel Pimentel quien me pidió que escribiese el li...

Jaime Peñafiel: "Fue Manuel Pimentel, exministro de Aznar, quien me pidió que escribiese el libro sobre Letizia Ortiz

"

 “Jaime del Burgo ha amenazado con

 publicar todo. Es una violación de la

 intimidad de Letizia Ortiz”

ElPlural

José María Garrido

24-2-24





ElPlural.com publica este sábado un reportaje sobre quién está detrás de la conspiración contra Felipe VI y Letizia Ortiz.

Por este motivo, ElPlural.com ha entrevistado al periodista Jaime Peñafiel. Autor del libro ‘Letizia y yo’ (editorial Almuzara), Peñafiel es sin duda uno de los rostros que con más dureza ha criticado a la reina Letizia Ortiz en los últimos meses.

¿Está el rey Juan Carlos detrás de las informaciones contra la reina? ¿Y el empresario Juan Villalonga? ¿Miente Jaime del Burgo? ¿Por qué el excuñado de Letizia Ortiz actúa contra la reina de España? ¿Lo hace por dinero o por venganza? ¿Por qué se está amenazando a la Casa Real? Estas y otras preguntas son formuladas al periodista, que anuncia en esta entrevista un nuevo libro que verá la luz en los próximos meses.



La entrevista fue realizada el pasado 13 de febrero en el domicilio madrileño de Jaime Peñafiel. 

ENTREVISTA A JAIME PEÑAFIEL, AUTOR DEL LIBRO 'LETIZIA Y YO' (EDITORIAL ALMUZARA)

ElPlural.com: Su libro, ‘Letizia y yo’, editorial Almuzara, ha vendido casi 100.000 ejemplares y ya va por la quinta edición.

Jaime Peñafiel: Sí, ha tenido una gran acogida y eso que no se ha hecho publicidad en ninguna en televisión ni ha habido entrevistas. Es que el tema es muy fuerte. En otra monarquía hubiese sido una crisis enorme. Aquí no se sabe.

ElPlural.com: Usted en su libro desvela cuestiones que Jaime del Burgo le cuenta.

Jaime Peñafiel: Pocas. Está muy disgustado conmigo porque en el libro solo he recogido el 2% de lo que me ha contado. Lo que pasa es que yo soy muy respetuoso con la intimidad del ser humano y eso no lo quiero traspasar nunca. Yo tengo una norma: valgo más por lo que callo, que por lo que cuento.

ElPlural.com: ¿Por qué hace esto Jaime del Burgo? ¿Por un motivo económico o por venganza?

Jaime Peñafiel: Eso ha sido uno de mis fracasos profesionales. Yo nunca le pregunté a él en todas mis conversaciones el porqué. Hubiera sido una pregunta obligada. Pero yo no lo pregunté por no espantarlo. Estaba tan enganchado con lo que estaba contando, tan increíblemente enganchado, que nunca le pregunté. Tenía ganas de saber por qué, después de tantos años, qué le ha hecho ella a él para que tenga esta venganza. ¿Pero es venganza? Eso no se sabe. Él va a publicar un libro.

ElPlural.com: ¿No ha pensado en llamarle y hacerle esa pregunta?

Jaime Peñafiel: No. Eso solamente lo saben ellos.

ElPlural.com: ¿Jaime del Burgo actúa en solitario, o está asesorado por el empresario Juan Villalonga y en coordinación con el propio rey emérito, Juan Carlos I?

Jaime Peñafiel: ¡No, no! Nada. ¡Eso son falsedades! Son falsedades. El rey emérito no tiene absolutamente que ver. El pobre hombre bastante tiene con lo suyo, que está en el exilio. Él no ha sabido nada. Se ha enterado cuando yo he publicado el libro.

ElPlural.com: ¿Cree que finalmente Jaime del Burgo va a publicar su propio libro?

Jaime Peñafiel: Lo ha dicho y ha creado incluso su editorial para publicar su libro. Yo creo que lo va a publicar todo. Ha amenazado y ha advertido con publicar todo. La Casa Real está preocupada, pero guarda silencio. Creo que es lo mejor que puede hacer. Pero ¿qué se puede explicar? Es una violación de la intimidad más íntima del ser humano por parte de Jaime del Burgo.

ElPlural.com: ¿Por qué lo hace? ¿Tiene del Burgo una motivación económica? ¿Amenaza a la casa Real a cambio de algo?

Jaime Peñafiel: No, porque él está situado muy bien en Inglaterra. Es un profesional respetado y respetable, casado con una sueca con dos hijas. Es un hombre que no lo necesita. ¿Por qué de pronto decidió hacerlo? A mí no me sorprende que me eligiera a mí para contarlo. Yo soy un periodista acreditado.

ElPlural.com: ¿Esta información no debilita a la monarquía? No sólo a Felipe y Letizia, sino a la monarquía en su conjunto.

Jaime Peñafiel: Es un golpe bajo, pues la razón de ser de la monarquía es que sus miembros sean ejemplares. Tienen muchos privilegios pero la obligación de ser ejemplar. Esto da a la línea de flotación de la ejemplaridad y claro que hace daño. La mayoría de la gente, cuando ve a Felipe, piensa lo que piensa y cuando ve a ella, piensa lo que piensa.

ElPlural.com: ¿Usted en ningún momento duda de la versión que le ofrece Jaime del Burgo?

Jaime Peñafiel: No. He visto las pruebas. Él no miente. Eso es lo malo: que no miente. Todo es verdad. No su verdad, sino la verdad de la historia.

ElPlural.com: ¿Y no teme que ese material, Jaime del Burgo lo pueda utilizar a futuro para amenazar o extorsionar?

Jaime Peñafiel: La gente no lo va a creer, pero Jaime del Burgo es serio. Es un empresario serio. No creo que sea un extorsionador ni un chantajista. No, eso no lo creo. Ni mucho menos.

ElPlural.com: ¿No teme que le estén utilizando? Usted ha desmentido lo que llama teorías conspirativas, y que esté el rey emérito detrás, pero quizás es que usted no se ha enterado de que les está sirviendo.

Jaime Peñafiel: ¿Me pueden estar utilizando? Bueno, a lo peor sí. Pero bueno, yo me he dejado utilizar. Soy responsable y sé lo que publico. A veces uno ha sido utilizado. Sí, posiblemente. No puedo negarlo rotundamente.

Al final, a los periodistas siempre nos utilizan. Los políticos, la sociedad… Siempre que uno sea consciente de eso. Yo soy consciente de que posiblemente he sido utilizado. ¿Por qué? Eso es lo que no sé. No sé los motivos. A mí la historia me apasionó, y he publicado lo que he creído que debía publicar.

En este libro no es negativo. Cuento una historia e intento ser muy objetivo. Yo siempre intento ser muy objetivo. A la gente le ha gustado, por eso va por la quinta edición. Por supuesto que a otros les habrá desagradado. Yo no pido que todo el mundo esté de acuerdo con lo que publico. Ahora, lo que publico es cierto. Yo me he cerciorado y garantizado que todo lo que cuenta es verdad (…)

Yo lo que sí te digo, es que yo no he tenido ni presiones ni oposición de la Casa Real por este libro. No he tenido un solo problema.

ElPlural.com: ¿Fue usted quien propuso publicar el libro a Almuzara, su editorial?

Jaime Peñafiel: No. La editorial me lo pidió.

Me lo pidió la editorial Almuzara, de Manuel Pimentel, que es una persona monárquica, religiosa y seria.
 

 

ElPlural.com: Eso también sorprende un poco. Manuel Pimentel fue ministro con José María Aznar. Como usted dice, es monárquico y católico. ¿Por qué le pide un libro que afecte a la Casa Real?

Jaime Peñafiel: Él me lo pidió. Todo se puede publicar con respeto. Y este libro es un libro respetuoso.

ElPlural.com: ¿Encontró comprensión y deseo por parte de la editorial Almuzara de contar esa historia?

Jaime Peñafiel: Sí. Total.

ElPlural.com: A priori podría parecer que Manuel Pimentel nunca querría publicar esa historia.

Jaime Peñafiel: Además hay un segundo libro.
 


ElPlural.com: ¿Puede avanzar sobre qué va el segundo libro?

Jaime Peñafiel: No puedo.

ElPlural.com: ¿Va a ser también polémico?

Jaime Peñafiel: Va a ser un libro importante.

ElPlural.com: ¿Cuándo lo quiere publicar?

Jaime Peñafiel: Pronto, pronto. Para la feria del Libro.

ElPlural.com: ¿También con la editorial Almuzara?

Jaime Peñafiel: Sí.

* En el momento de la publicación de este artículo, y después de que este periódico se hubiese puesto en contacto con la editorial Almuzara, Jaime Peñafiel ha pedido matizar sus palabras:

Ese libro nadie lo quería porque todo el mundo tenía miedo. Y entonces, de las personas que yo contacté fue con Manuel Pimentel. Le encantó, me dijo que le gustaba. Fue el único. Al final llevaba razón, el libro va a salir con la 6ª edición.  Ha tenido un éxito enorme y una acogida fantástica”.