Los
Montoro boys y tu dinero
De cómo el ministro de Hacienda se llevó a sus funcionarios públicos, montó
un ‘lobby’ y todo indica que sigue alimentándolo desde la Administración
4 de Julio de 2017
Ctxt
Luis Grañena
Los asuntos del dinero tienen sus
tiempos y sus fases. Ordenarlas, nombrarlas una detrás de otra, clarifica mucho
los resultados. Sobre todo, en el turbio manejo de los fondos públicos. O sea,
los de todos los ciudadanos.
En el caso de Cristóbal Montoro,
ministro de Hacienda y, por lo que parece, lobbista español, el
ejercicio es más relevante. Porque no solo maneja fondos públicos –o sea, de
todos los ciudadanos–, sino que además es el administrador de los impuestos que
esos mismos ciudadanos, o sea, usted, aportan para que la cosa pública
funcione.
1. Cargos con Aznar
Los cargos ocupados por Cristóbal
Montoro, más allá de sus sucesivos nombramientos como ministro de Hacienda, son
relevantes para entender sus distintos movimientos como lobbista.
Entre mayo de 1996 y el mismo mes de 2000, Montoro ejerció como secretario de
Estado de Economía. Corría la primera presidencia de José María Aznar, con
Rodrigo Rato como ministro de Economía y Hacienda y vicepresidente del
Gobierno. El papel de Montoro fue crucial como feroz defensor de las
privatizaciones de lo público. Entre tanto, Rato ponía en marcha su conocido
“milagro español”, que consistía –“presuntamente”– en llenarse los bolsillos y
desmontar la idea del Estado del Bienestar a golpes contra la llamada “clase
media” española.
Entre el 28 de abril de 2000 y el 17
del mismo mes de 2004, Montoro ocupó por primera vez la cartera de Hacienda, en
esta ocasión en el segundo y último Gobierno de Aznar, que acabó de forma
abrupta con la inesperada victoria de José Luis Rodríguez Zapatero tras los
atentados del 11M.
2. Montoro y Asociados
Con la victoria de Zapatero, las
posibles aspiraciones ministeriales de Montoro se vieron truncadas, pero no su
carrera política. Entre 2004 y 2008, nuestro hombre pasó a ser diputado del
Partido Popular en el Parlamento Europeo. Y ese es el momento en el que funda
su empresa Montoro y Asociados. En teoría una sociedad dedicada al
“asesoramiento integral y estratégico a personas físicas y jurídicas”, y en la
práctica un lobby de los de toda la vida.
En junio de 2006, el eurodiputado y
miembro de la Comisión Ejecutiva del PP Cristóbal Montoro no solo abre oficinas
privadas, sino que se lleva con él a la crema de los altos funcionarios que han
trabajado a su lado en la función pública.
El caso más notable es el de Ricardo
Martínez Rico, que había sido secretario de Estado de Presupuestos y Gastos en
el ministerio de Montoro, y su mano derecha
El caso más notable es el de Ricardo
Martínez Rico, que había sido secretario de Estado de Presupuestos y Gastos en
el ministerio de Montoro, y su mano derecha. “Como tal, gestionó y supervisó
una de las carteras más amplias del Gobierno español, con un presupuesto
superior a los 250.000 millones de euros y con un equipo de más de 3.000
personas”, según reza su propio currículo. Y añade que “promovió cuatro leyes
fundamentales para la consolidación del equilibrio presupuestario en España. Al
mismo tiempo, impulsó las políticas de liberalización, privatizaciones,
financiación privada de infraestructuras y reformas estructurales de la
economía española”. Una vez el PP perdió el Gobierno, Martínez Rico dirigió la
Oficina Económica y Comercial de España en Washington (2005-2006), temporada en
la que ejerció como responsable de las relaciones con el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Además, en esa época representó a España en el Consejo Europeo de Presupuestos
y en el Consejo Europeo de Política Regional.
Y de ahí, a Montoro y Asociados.
Junto a Martínez Rico, Salvador Ruiz
Gallud, quien fue el director general de la Agencia Tributaria entre 2001 y
2004, o sea, junto a Montoro mientras este ejerció de ministro de Hacienda en
el último Gobierno de Aznar. Según su propio currículo, “desde dicho cargo
colaboró en el diseño y aplicación de importantes reformas tributarias,
incluyendo la habilitación de instrumentos fiscales orientados a mejorar la
presencia de las empresas españolas en el exterior y a la atracción de
inversión extranjera”.
Y de ahí, a Montoro y Asociados.
El tercer nombre significativo en el
asunto que nos ocupa es el de Manuel de Vicente-Tutor. Este hombre había sido
entre 1999 y 2001 subdirector general de Planificación y Programación de la
Agencia Tributaria. De ahí pasó a integrarse en el primer Ministerio de
Hacienda de Montoro como director del Gabinete del director general de la misma
Agencia Tributaria (2001-2004).
Y de ahí, a Montoro y Asociados.
Por último, y por no extendernos,
también se unió a los chicos de Montoro Francisco Piedras Camacho.
Este hombre fue director general del Gabinete de Montoro durante los años 2003
y 2004. Además, ejerció como consejero de empresas públicas relevantes, como la
Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), la Agencia de Crédito
a la Exportación y Paradores Nacionales. Según explica su propio currículo, en
su etapa en la Agencia Tributaria “se especializó en asuntos fiscales
internacionales. Además, como directivo del área de recaudación de la AEAT ha
adquirido una gran experiencia en la gestión de procesos concursales”. Quien
quiera oír que oiga.
Y de ahí, a Montoro y Asociados.
3. ¿Montoro se va?
En 2008, cuando el hoy ministro de
Hacienda pasa a ser portavoz de la Comisión de Economía y Hacienda del PP en el
Congreso de los Diputados, su nombre desaparece de Montoro y Asociados y la
empresa pasa a llamarse Equipo Económico. Sin embargo, se podría
decir que su desaparición no es exactamente total. Su puesto en el accionariado
pasa a ocuparlo Ricardo Montoro, su hermano. Y queda como presidente de la
sociedad Ricardo Martínez Rico, quien, como se ha apuntado anteriormente, había
sido secretario de Estado de Presupuestos y Gastos en el ministerio de Montoro,
y su mano derecha.
En diversas ocasiones desde 2008 se
ha preguntado al actual ministro de Hacienda por su desvinculación del lobby,
y en todas ellas ha reiterado que es absoluta. Sin embargo, no solo quedaron en
Equipo Económico sus chicos y su propio hermano, sino que las últimas
informaciones aparecidas en prensa apuntan a una colaboración activa.
El problema para el ministro es que
dichos encuentros con banqueros internacionales y representantes de grandes
empresas no se celebraron en 2006, cuando existía Montoro y Asociados, sino en
2011
4. Las cenas de Montoro y
Martínez Rico
“Ricardo Martínez Rico vino a todas
las cenas. Actuaba como si fuera un asistente personal de Montoro, su
secretario (…) Esos encuentros le sirvieron para repartir tarjetas de Equipo
Económico”. Así lo narraba hace unos días al diario ABC
uno de los asistentes a esas cenas. El problema para el ministro es que
dichos encuentros con banqueros internacionales y representantes de grandes
empresas no se celebraron en 2006, cuando existía Montoro y Asociados, sino en
2011, cuando empezó a estar claro que el PSOE iba a perder el Gobierno. Según
la información hecha pública por ABC, dichas cenas se realizaron en la
sede central de Caja Madrid y Rodrigo Rato ejerció de padrino.
Poco tiempo después, el 22 de
diciembre de aquel mismo 2011, el ya presidente Mariano Rajoy nombró a
Cristóbal Montoro ministro de Hacienda y Administraciones Públicas. Y cinco
años más tarde, en noviembre de 2016, volvió a nombrarle ministro de Hacienda y
Función Pública.
El pasado 27 de junio, el Juzgado de
Instrucción número 22 de Madrid admitió a trámite la querella presentada
por la Fiscalía Anticorrupción contra Equipo Económico, la empresa heredera de
Montoro, la que le acompañó en 2011 a las cenas con grandes gestores económicos
y financieros. Se les acusa de prevaricación administrativa, tráfico de
influencias, malversación de caudales públicos y falsificación de documentos
mercantiles.
Solo dos días más tarde, el Congreso
de los Diputados reprobaba al ministro después de que el Tribunal
Constitucional declarara nula la amnistía fiscal que
aprobó en 2012, haciéndola responsble de “legitimar” el fraude fiscal. Cabe
añadir que, a causa de dicho fraude, las arcas del Estado dejan de recaudar
cada año alrededor de 25.000 millones de euros.
En fin
Cristóbal Montoro ha manejado
durante 10 años la Hacienda española. Es decir, ha estado al frente del
ministerio que se encarga de gestionar los impuestos que los ciudadanos pagan
para el funcionamiento de la cosa pública. Ahora empiezan a sonar denuncias por
tráfico de influencias, y quién sabe qué más, a tenor de las informaciones que
circulan, en las que no es inocente el exministro José Manuel Soria, enemigo
declarado de Montoro. Pero esa es otra historia. La nuestra se encarga de
detallar paso a paso cómo se pone a girar el dinero público en manos privadas
precisamente por aquel que debe administrarlo. Y para qué han servido dichas
puertas giratorias.
A propósito, el hecho de que el
pasado mes de noviembre Montoro nombrara subsecretario de Hacienda y Función
Pública a Felipe Martínez Rico, hermano de Ricardo
Martínez Rico, presidente de Equipo Económico, debe responder también a asuntos
de familia.
Las conclusiones, después de seguir
esta senda, sean de cada cual.
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