¿Por qué
tiene que declarar Rajoy?
El Tribunal Gürtel le cita para
recabar información que el presidente del Gobierno tiene -o debería- "por
los cargos que ocupaba"
ElPlural
Adrián Lardiez
Mar, 25 Jul
2017
El 6 de junio de 1944 se produjo el desembarco de Normandía. Se
acuñó un término para referirse a esa jornada como el Día D, una
locución que los militares utilizan con cierta asiduidad para referirse al día
en el que se inicia una operación de combate. Pues bien, la batalla judicial de
Mariano Rajoy en el marco del caso Gürtel arranca este miércoles.
La fecha señalada en rojo en el calendario se acerca inexorable. Todo un
presidente del Gobierno de España será interrogado en calidad de testigo en
la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares para rendir cuentas sobre
la financiación ilegal de su partido. En concreto, deberá responder sobre
la pieza separada que investiga la corrupción popular en las comunidades
Madrid y Valencia entre 1995 y 2005. Pero, ¿por qué declara Rajoy
exactamente?
Trama Gürtel, el macrocaso de corrupción por antonomasia
El caso Gürtel es el nombre con el que se conoce la investigación de
la Audiencia Nacional que indaga en la presunta financiación ilegal del
Partido Popular. Los populares acudían dopados a las elecciones gracias,
presuntamente, a las mordidas aportadas por empresarios que, a cambio, recibían
licitaciones públicas a dedo. El empresario Francisco Correa (quien da
nombre al caso -Gürtel significa ‘correa’ en alemán) hacía las veces de
intermediario y conseguidor. Era la correa de transmisión,
tal y como él mismo ha declarado en sede judicial, entre empresarios
y el Partido Popular, siendo el extesorero Luis Bárcenas el hombre con
el que mantenía contacto directo.
“Es el
momento”: Rajoy, a juicio
La Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE)
pidió al Tribunal Gürtel que citara al presidente del Gobierno. Sin embargo, su
solicitud fue desestimada ehasta en dos ocasiones. En una de ellas, mediante un
auto fechado a 4 de febrero de 2016, con un matiz: “… sin perjuicio de que en
otro momento se pueda acordar por la Sala que testifique, de considerarlo
necesario, a la vista del desarrollo del juicio oral”. En este sentido, “ese momento ha llegado”,
rezaba un auto emitido por el tribunal gürteliano
el 18 de abril.
¿La razón? La “significativa posición procesal del Partido Popular”,
motivo por el cual, a fin de “contar con todo el material probatorio necesario
que debidamente propuesto por las partes nos permita llegar a una deliberación
en las mejores condiciones”, se cita a declarar a Mariano Rajoy como testigo “por
los cargos que ocupaba” y la “actividad que en función de ellos debía
desarrollar en el periodo temporal abarcado”.
Rajoy siempre
ha estado ahí
Si hay alguien en el PP que
siempre ha estado ahí, ese, es Rajoy. Desde 1990 es el único que ha
ocupado la vicesecretaría general, la secretaría general y la presidencia de la
formación popular. En otras palabras, mientras la Gürtel campaba
a sus anchas por el partido, él ocupaba altos cargos. De hecho, la primera
pieza investiga hasta 2005, y desde 2004 Rajoy es presidente del PP.
El propio Luis Bárcenas se encargó de dejar claro que fue Rajoy quien
echó a Correa de Génova 13. En este punto nos preguntamos si le conocía, si
le echó porque era consciente de las actividades que venía desarrollando o si
bien le relegó al exilio porque no le cayó del todo bien. Además, el nombre de
Rajoy aparece en los Papeles de Bárcenas. ¿Quién mejor
que él para explicarlo?
Rajoy se niega
a abandonar el plasma
Tras conocer la citación, el Partido Popular emitió un
comunicado asegurando que a pesar de “no compartir” que Rajoy tuviera
que acudir en calidad de testigo, lo respetaban y colaborarían con la Justicia.
Un argumentario al que han recurrido cada vez que algún dirigente -incluido el
propio presidente del Gobierno- era preguntado. Sin embargo, la cooperación
tuvo poco recorrido. Rápidamente, el PP remitió un documento a la Audiencia
Nacional pidiendo que la declaración
se realizara por videoconferencia alegando motivos de agenda
dado su cargo público y razones de “seguridad” y “orden público”.
De hecho, Rajoy se lanzó a la búsqueda de
planes fuera de España, viajes internacionales que le impidieran tener que
personarse en la AN. Pero dado que los motivos no eran suficientes (la AN está a 30 minutos en
coche desde Moncloa y pocos lugares son más seguros que un Juzgado, máxime si
se trata de la Audiencia de San Fernando, cuyo polígono permite un dispositivo
policial seguro al tratarse de una zona urbana de red cuadrada y calles largas),
el Tribunal le citó de manera presencial.
¿Dónde se
sentará?
El presidente del Gobierno puede dormir tranquilo este martes: evitará la misma foto que Correa
o Luis Bárcenas. Rajoy se sentará a la derecha del Tribunal, a la
misma altura que los abogados. El Partido Popular se libra así de una
fotografía que marcaría la presidencia de su líder, pero no lo ha conseguido
solo. El presidente del Tribunal, Ángel Hurtado, se ha encargado de
echarles una mano desde dentro: emitió un voto particular para
evitar su citación y, después, una vez llamado a declarar, emitió
otro voto particular pidiendo que lo hiciera vía plasma.
Lo que dirá
Independientemente del lugar que ocupe en la Sala, Rajoy tendrá que
responder preguntas. El presidente del Gobierno lleva varios días encerrado con
sus abogados preparando el interrogatorio. Hay tres argumentos que se barrunta
que utilizará. En primer lugar, el ya conocido “yo no sabía” o “no me
consta”. Por otro lado, dejará todo en manos del siguiente en desfilar por
la Audiencia, el presidente del Senado, Pío García- Escudero, el
encargado de la campaña electoral de 2003, que se financió con fondos de la Gürtel.
También puede recurrir al “yo eché a Correa”. Sin embargo, esta última
tesis puede suponer un arma de doble filo para Rajoy. Si le echó es porque le
conocía y podía estar al tanto de actividades irregulares, lo que podría provocar
que Rajoy entrara al Juzgado como testigo y saliera como investigado. ¿Quién
sabe que ocurrirá? Solo el Día D tendremos la respuesta.
Adrián Lardiez es redactor de El Plural
No hay comentarios:
Publicar un comentario