Con Rajoy
se rompió España
El conflicto solo puede empeorar:
Puigdemont no dará marcha atrás y Rajoy tampoco
ElPlural
Dom, 1 Oct 2017
Es indiscutible que el referéndum del 1-O en Cataluña es ilegal porque se
ha saltado las leyes democráticas de un país democrático para convocarlo. Es
indiscutible que miles de personas pudieron votar este 1-O en Cataluña. Sin
censo homologado, sin las mínimas garantías, con papeletas de cualquier tipo,
pero han votado y ahí quedan las imágenes para la historia. Al margen de
legalidades y hechos visibles, comenzamos la primera semana de Octubre con una
evidencia: Con Rajoy España se ha roto. Una parte muy importante de los
ciudadanos catalanes han roto con España y desde luego han roto con Rajoy,
al quien no reconocen como su Presidente.
Ni Moncloa ni
Sant Jaume darán un paso atrás
A corto plazo las cosas solo pueden empeorar, fuentes de la Generalitat
consultadas por ELPLURAL han asegurado que no darán marcha atrás “ni un
ápice” y se encaminan a proclamar la independencia de Cataluña. Consideran
que tras las cargas policiales del 1-O “ya no hay nada que dialogar con un
Estado opresor” y no reconocen a Rajoy como interlocutor.
En la otra parte, en el Partido Popular consideran que a Carles Puigdemont
no le queda otra que dimitir y no le reconocen como interlocutor. Rajoy no
piensa “amilanarse” y no permitirá un “acto de sedición que no ha respetado
las normas democráticas que nos hemos dado todos los españoles con la
Constitución”.
Huelga general
para el 3-O
Mientras tanto la CUP, el partido que quiere que Cataluña también abandone
la Unión Europea y que es el que ha marcado y marca la agenda política en
Cataluña, ha convocado huelga general en toda Cataluña para el próximo día 3,
como paso previo a una “movilización permanente” hasta conseguir la
independencia.
El Ministerio de Interior ya anunció la pasada semana que el despliegue
de antidisturbios en Cataluña tiene carácter “indefinido”. Los incidentes
de este domingo no serán los únicos que veamos.
Internacionalizar
el conflicto
De la misma manera que el Gobierno del PP ha fracasado estrepitosamente
este domingo -con la foto de la gente votando y con la foto de policías
cargando contra ciudadanos- el Gobierno de la Generalitat sabe que no ha habido
un referéndum con las mínimas garantías. Ha sido una chapuza en toda regla, sin
control de votantes, de papeletas, de censo y sin posibilidad de realizar un
recuento mínimamente creíble. Pero en Cataluña eso ya da igual.
En el centro
internacional de prensa los periodistas catalanes insistían: “quienes tenían
alguna duda ya no la tienen”.
Por todo ello la primera estrategia de la Generalitat, que era
‘victimizarse’, la han conseguido ante los catalanes. Ahora inician la vía
de internacionalizar el conflicto y exigen la presencia de mediadores
internacionales, figura que solo se usa en conflictos entre estados, al
borde de la guerra civil o en casos como el terrorismo de ETA o el IRÁ.
Ninguno de esos casos es el de Cataluña, pero la estrategia de los actuales
gobernantes catalanes es esa, no reconocer la capacidad de diálogo al Estado
español dado que le consideran ‘culpable’.
En este sentido el Síndic de Greuges (equivalente al Defensor del
Pueblo), Rafael Ribó, compareció el domingo por la tarde ante la prensa para
anunciar la presentación de “denuncias” ante el comité de derechos humanos
de la ONU, ante la Unión Europea y ante todos los organismos
internacionales inimaginables por las “brutales agresiones” de las fuerzas del
orden.
Mientras la ruptura política es evidente, la ruptura emocional es un hecho.
La indignación de los catalanes por lo ocurrido este domingo es un hecho guste
o no. Y la hartura del resto de españoles también.
Rajoy ha conseguido romper lo que se tardó 40 años de convivencia
democrática en construir. La convivencia en paz entre Cataluña y España. Y
entre España y Cataluña.
Angélica Rubio es directora de ELPLURAL.COM
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