No falló el Estado autonómico, falló Carlos Mazón
El president Mazón se equivocó por ser Mazón, no por ser del PP. Los graves errores cometidos no tienen que ver con la ideología sino con la incompetencia
Anonio Avendaño
10-11-24
ElPlural
1. Ser un mal político no te convierte en asesino
Aunque convocada por organizaciones y entidades situadas a la izquierda del espectro político, la masiva manifestación de ayer de Valencia era mucho más cívica que propiamente ideológica: no iba dirigida tanto contra un político de la derecha como contra un político que ha hecho tan rematadamente mal su trabajo que su única salida honorable sería la dimisión. Naturalmente, en la bronca cartelería que punteaba la marea valenciana sobraban dicterios tan injustos e hiperbólicos como ‘Mazón asesino’ o ’Nosotros tenemos barro en las botas, tú sangre en las manos’, pero nada de ello resta autoridad moral ni legitimidad política al grito unánime de ‘Mazón dimisión’.
2. Atocha, el Covid, la Gran Riada
No falló el Estado autonómico, falló Carlos Mazón. Falló un determinado presidente de una determinada autonomía en un determinado momento, aunque se tratara de un momento singularmente comprometido, un momento equiparable en términos políticos al de los atentados del 11-M o al de la pandemia del Covid. La Gran Riada del 29-O fue uno de esos momentos en que un líder no puede fallar. Y Mazón falló, aunque conviene apresurarse a aclarar que la ineptitud mostrada por el político y excantante valenciano está a años luz de la nauseabunda manipulación urdida por Aznar tras los atentados de Atocha. Si Aznar sigue vivo y sentando cátedra después de aquélla, ¿por qué no habría yo de salir vivo después de ésta”, podría estar preguntándose el atribulado president.
3. Mazón no falló por ser de derechas
No, el president no falló por ser de derechas. Mazón se equivocó por ser Mazón, no por ser del PP. Los graves errores cometidos –no alertó a la población, estuvo cinco horas fuera de radar mientras el Centro de Coordinación se reunía para responder a la emergencia y además mintió sobre lo que estuvo haciendo todo ese tiempo–, esos graves errores no tienen que ver con la ideología sino con la incompetencia, no tienen que ver con ser un negacionista del cambio climático sino con ser un negado para tu trabajo; en la voluminosa bolsa de errores del presidente valenciano no cotizan las ideas sino las virtudes, o más bien la abrumadora ausencia de ellas. La ruina de Mazón no ha venido de la mano de la ideología, sino de la mano del descuido, la imprudencia, la pusilanimidad, la vacilación, la inconsciencia, la liviandad, la pereza…
4. Se busca un Fernando Simón de la DANA
Mazón no solo es un presidente con los pies de barro, es también un político embarrado por su propia incompetencia. Le queda, sin embargo, por jugar la decisiva carta de la gestión del operativo intergubernamental para la recuperación de la normalidad y la atención a los damnificados. Si es capaz de liderar con arrojo y sin tacticismo ni dobleces ese operativo, quizá podría hacerse perdonar los pecados mortales cometidos desde el día de la Gran Riada. Para ello tendría que hacer lo que hasta ahora ha eludido hacer: no esconderse, comparecer con regularidad para informar puntualmente de los trabajos del operativo, convertirse en la cara del Estado protector, liderar la portavocía de las tareas de reconstrucción, ser, en fin, el Fernando Simón de la DANA. Es urgente que alguien haga el trabajo que hizo el epidemiólogo durante la pandemia. Para Mazón tiene no poco riesgo asumir ese papel, pero aún lo tiene más no asumirlo.
5. La consellera Pradas no sabe inglés
No, no, que nadie lea literalmente el título de este epígrafe. Quizá la consejera Pradas se maneje perfectamente en inglés, pero quizá quienes hayan visto y recuerden ‘Muerte entre las flores’ ya habrán atado cabos. En esa inmortal película de los hermanos Coen que debería ser asignatura obligatoria en las facultades de Ciencias Políticas hay una escena memorable en la que el mafioso Johnny Caspar exige al alcalde de la ciudad que coloque como jefes de la Oficina de Asesoramiento del Ayuntamiento a sus dos primos que, recién llegados de Sicilia, no saben ni una palabra de inglés. El pobre y muy corrupto alcalde intenta convencer al mafioso de que el desconocimiento del idioma será un problema para ostentar ese cargo, pero que puede “darles otro trabajo, un buen trabajo, incluso un trabajo donde no tengan que hacer nada”. La consejera de Justicia e Interior, responsable de las emergencias, ha admitido públicamente que ni siquiera sabía que la Generalitat, como otras autonomías, está adscrita a un sistema de alerta masiva a los móviles pensado para situaciones como la vivida el 29 de octubre. La herramienta E-Alert está activa en la Comunitat desde 2022 y además ha demostrado su operatividad en los territorios en que ha sido activada para advertir de la llegada de temporales peligrosos. Parece obvio: si no había más remedio que colocarla, habría sido mucho mejor que a la todavía consejera de Justicia e Interior le hubieran dado “otro trabajo, un buen trabajo, incluso un trabajo donde no tuviera que hacer nada”.
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