Ayuso presumió antes de la caída del techo de un premio por la arquitectura del Zendal: “Nos intentaban sonrojar…”
El desprendimiento se produjo en una zona en la que los profesionales salen a descansar, por lo que podría haber provocado graves daños
ElPlural
Rubén Rozas
6-7-25
El Gobierno de la Comunidad de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso al frente, mantiene pese a todo al hospital Enfermera Isabel Zendal como baluarte de su política sanitaria.
Esta semana el proyecto faraónico de la lideresa regional podría haber supuesto una tragedia por el desprendimiento de uno de sus techos; el de la entrada principal. La Comunidad de Madrid explicaba en primera instancia a ElPlural.com que se trataba de un “revestimiento externo” y que la caída había afectado a unos “pocos metros cuadrados”.
A modo de réplica, el portavoz del PSOE de Madrid en materia sanitaria, Carlos Moreno, dejaba claro en conversaciones con este periódico que el hecho podría haber causado daños personales porque ocurrió en una zona a la que los trabajadores salen a descansar. De hecho, en el momento en el que ocurrió, cerca de allí había varios profesionales. Sanitario de profesión y diputado en la Asamblea de Madrid, ponía además sobre la mesa un hecho que suena paradójico: el centro sanitario recibió un premio, nada menos, que en materia arquitectónica.
La región presumió del reconocimiento tanto en su portal oficial como por medio de su consejera de Sanidad, Fátima Matute, quien se lo recordaba al político que habla para estas líneas en el último pleno en el que coincidieron. “Sacaban pecho y amanecemos con caídas de techos…”, refleja.
Galardón “en arquitectura”
De la opinión, datos mediante, de que la región no tiene motivos para ensalzar un sitio que, en palabras de la presidenta, “iba a maravillar al mundo”, bajo ningún concepto; el galardón es ya la gota que colma el vaso. “Precisamente en arquitectura (…) Con techos que se caen ante cualquier incidente… Es una paradoja. Nos intentaban sonrojar y una semana después se están cayendo los techos ante cualquier incidente”.
El premio al que se refiere fue otorgado hace menos de un mes. La oposición lo califica como un premio que se “auto adjudica” la región por su política y lo cierto es que la Comunidad de Madrid no pudo mostrarse más orgullosa.
Se trata de un galardón organizado por Architects for Health y SALUS Global Knowledge Echange. “Estos premios buscan promover proyectos y diseños innovadores que mejoren la calidad de los servicios sanitarios”, emitía. El reconocimiento fue recibido en Londres y la propia presidenta de la Comunidad destacó su concesión a viva voz.
A bombo y platillo, la Autonomía celebró la distinción contemplando que el centro se había puesto en marcha en abril de 2024 -en lo que respecta a la atención de pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)- y que “su diseño y construcción se llevó a cabo desde un enfoque humanizador, proporcionando a los beneficiarios un entorno seguro, cómodo y adaptado, teniendo en cuenta que la percepción de un ambiente óptimo aporta efectos tranquilizadores e incluso terapéuticos a las personas con ELA”.
“La actuación incorporó aspectos como el confort acústico y sensitivo (iluminación, privacidad o vistas con elementos naturales), con amplias zonas diáfanas, además de plenamente accesibles”, añadía. “Está ubicado en el Pabellón 1 del Hospital público Enfermera Isabel Zendal de la capital y tiene capacidad para ocuparse de hasta 60 usuarios diarios, a los que atiende de lunes a viernes de 08:00 a 21:00 horas, y los sábados de 08:00 a 15:00”, concluyen en su página web.
Desmintiendo el Zendal (también como centro de ELA)
Desde que en 2020 la presidenta de Madrid inaugurara el Zendal, éste ha sido muchas cosas: hospital de pandemia, centro de vacunación, almacén logístico para la ayuda a los refugiados ucranianos o unidad del SUMA 112.
La presidenta podrá vender que fue un éxito, pero, en la práctica, ni siquiera cumplió con el objetivo para el que se levantó durante el Covid. “Los pacientes que allí se atendían eran todos leves. Ese trabajo para aliviar un poco a los hospitales ya se hacía en IFEMA. El Zendal no aportó nada, ni salvó ninguna vida porque cuando una persona se ponía crítica se derivaba a un hospital de verdad”, evidenciaba el diputado en conversaciones con este medio después de que Ayuso arremetiera contra este periódico por llamar al espacio hospital fake.
Ayuso se vanagloriaba de que en aquel momento que el centro había tratado a 151 personas, pero permite el beneficio de la duda, y es que prohíbe a la oposición acceder a él para comprobar la verosimilitud de sus palabras.
Las principales críticas al Zendal se rigen por el trato a profesionales -en pandemia mucho personal no pudo desempeñar su trabajo en sitios en los que hacía falta-, su ausencia de quirófanos o falta de camas, sus sobrecostes o los contratos millonarios con empresas, en casos, vinculadas al partido conservador.
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