Este impresentable asqueroso, el niño de los recados, llamando a la periodista Sara Santaolalla, puta.
En las redes se comenta su meteorico ascenso a que su trabajo ayudando a la mujer de Rajoy era una tapadera de la amistad íntima con el mismo Mariano, que todavía no ha salido del armario, y dada la condición del chiquito de los recados se les presumía una relación de intercambios de fluídos sexuales.
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