SEXUALIDAD Aspectos médicos y culturales
El tiempo
de eyaculación, una cuestión cultural
- El tiempo de eyaculación estipulado 'normal' varía según países
- Antes, ser eyaculador precoz era considerado un signo de virilidad
- En España un 20% de los hombres tiene esta afección
BEATRIZ G PORTALATÍN Madrid
03/05/2014
Se estima que en España un 20% de los hombres tienen eyaculación precoz, es
decir, eyaculan rápidamente, sin control alguno y produce problemas de gran
impacto psicológico tanto en el hombre como en su pareja. Se trata de una
disfunción sexual que afecta tanto a mayores y a jóvenes.
Pero, ¿qué tiempo de eyaculación debe considerarse 'normal'? ¿Cuándo
estaríamos ante una disfunción sexual de este tipo? Este y otros aspectos
relacionados con esta disfunción fueron expuestos recientemente en Programa
Científico del III Foro Nacional de Salud Sexual celebrado recientemente en
Santander.
El tiempo de latencia intravaginal eyaculatorio (IELT) se define como el
número de segundos/minutos entre la penetración vaginal y la eyaculación. Como
se ha demostrado en diferentes estudios, este tiempo varía según el país, es
decir, la duración 'normal' es diferente en función de donde se viva.
Por ejemplo, según explica Antonio Fernández Lozano, urólogo y andrólogo de la
Fundación Puigvert, en Turquía se considera normal unos 3,5 minutos, en España,
5,8 (aproximadamente lo mismo que en Francia o Italia), y en Inglaterra, 9.
Según un estudio en el que fueron consultados miembros de la Society for
Sex Therapy and Research de EEUU y de Canadá, en el que se les pidió que
cuantificaran lo que es adecuado, deseable, muy corto o muy largo al hablar de
tiempo de latencia intravaginal eyaculatoria, estos expertos etiquetaron los 4,91
minutos como tiempo 'adecuado', 8 minutos como el 'deseable', 1,25 minutos
como un tiempo 'muy corto' y 19,96, como 'muy largo'.
Pero, ¿son aplicables los conceptos y criterios de terapeutas sexuales de
dos países al resto de la humanidad? Los factores culturales, religiosos y
sociales juegan un papel muy importante, no es lo mismo, por ejemplo, en países
donde no se tiene en cuenta el disfrute sexual de la mujer.
¿Cuándo hablamos de EP?
Teniendo en cuenta esta variabilidad intercultural, ¿hay un criterio común
para la eyaculación precoz? En el Congreso de Salud Sexual celebrado en Lisboa
en 2007, se estableció que "el 93% de las personas con esta disfunción
eyacula antes de un minuto", afirma Fernández Lozano. Al tiempo hay que
unir la falta de control y la aparición de sentimientos como tensión, angustia
y ansiedad en el varón y en su pareja. De hecho, "es una de las causas
de hostilidad, insatisfacción y hasta de rupturas dentro de una
pareja", comenta.
La prevalencia de este trastorno, según estudios nacionales e
internacionales, se sitúa entre un 20-25% de la población masculina, lo que
significa que "uno de cada cuatro o cinco hombres pueden tener
alteraciones del control eyaculatorio en un momento determinado de su vida
sexual", mantiene Carlos San Martín, médico, sexólogo y coordinador del
Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA de Santander.
Fundamentalmente, la eyaculación precoz es una conducta y, como tal,
puede cambiarse. Para ello, existen tratamientos farmacológicos y terapias
de tipo conductual. "Actualmente, la eyaculación precoz tiene solución a
través de fármacos y consejo o terapia sexual, por lo que el paciente debe
buscar la ayuda de su médico de atención primaria o del especialista en
sexología o andrología", sostiene San Martín, con lo que consultar
problemas estos problemas es fundamental. "Se deben consultar estos problemas,
pero también los médicos tenemos que preguntar por ellos, pues forman parte de
nuestra salud y de nuestra calidad de vida", añade Fernández Lozano.
Antes, era un signo de virilidad
Hace tan sólo unos años la eyaculación precoz no era considerada como una
disfunción sexual, sino como un signo de virilidad. Sin embargo, a partir de
los años 60 y 70, con los estudios de investigadores como Masters y Johnson
entre otros y con la liberación sexual femenina, las cosas empezaron a cambiar
porque la mujer empezó a ser dueña de su sexualidad y a disfrutar de la
misma forma. Según cuenta Fernández Lozano, "antes la mujer era
considerada un objeto de deseo sexual y no un sujeto sexual, por lo que hasta
ese momento, eyacular de forma precoz era estimado como un signo viril, ya que
sólo era el hombre quien 'podía' disfrutar del sexo".
El problema de la eyaculación precoz empezó a evidenciarse, sobre todo, con
la aparición de los fármacos para tratar la disfunción eréctil. "A raíz de
haber resuelto los problemas de erección, se empiezan a consultar otros
problemas sexuales", dice el experto. Así, la eyaculación precoz es hoy la
segunda disfunción más frecuente en nuestro país, después de la disfunción
eréctil. Sin embargo, "todavía se consulta poco, aunque cada vez se hace con
más frecuencia, y no debemos olvidar que la salud sexual es algo clave",
comenta.
Según un estudio realizado por este facultativo en 2004 sobre cuáles eran
los factores más importantes de intervención en la satisfacción sexual, los
hombres señalaron que lo más importante para ellos era "conseguir
satisfacción", mientras que las mujeres dijeron que "tener un
juego preamatorio" era fundamental. El factor de "experimentar
placer" fue considerado de forma parecida por hombres y mujeres, dando una
puntuación de 8,9 y 8,1, respectivamente.
De este modo, insisten ambos expertos, es fundamental tratar los problemas
de salud sexual porque forman parte de la calidad de vida del individuo. "Es
importante que la población masculina sepa reconocer con naturalidad la
posibilidad de desarrollar a lo largo de su vida algún tipo de disfunción
sexual y que busque ayuda médica lo antes posible, porque no suelen ser
problemas que se resuelvan por sí solos", concluye San Martín.