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domingo, 7 de julio de 2019

Como poner cachonda a tu pareja con solo palabras


Cómo poner cachonda a tu pareja con solo palabras

Un buen intercambio de frases sucias es capaz de sacarte de la rutina para ayudarte a mejorar tu rendimiento en la cama.



ElHuffPost

07/07/2019

Poner cachonda a tu pareja solo con palabras no tiene por qué ser complicado. Como resume el columnista sexual Dan Savage, la mejor forma de hablar sucio es ser simples y directos: “Dile lo que le estás haciendo, dile lo que le vas a hacer, dile lo que acabas de hacerle”.

Aun así, por simple que sea, a muchas personas les cuesta, y al final acaban diciendo algo que han oído en Pornhub que no suena natural o algo que resulta incómodo, extraño y cortarrollos.

Como esa escena de la famosa serie de los 90, Seinfeld, en la que Jerry le cuenta a George lo que le ha dicho a una mujer la noche anterior: “Ella me estaba hablando de sus braguitas y yo le suelto: ’¿Hablas de las braguitas que tu madre te dejó preparadas?”.

″¿Las braguitas que tu madre te dejó preparadas?′ ¿Qué significa?”.

Ni idea, pero quienes no saben muy bien cómo decir guarradas (y que suenen bien) se sentirán identificados con la escena.

Teniendo en cuenta las miles de formas en que pueden salir mal estas situaciones, ¿para qué molestarse en intentarlo? La respuesta es sencilla: porque cuando lo hace bien una persona que te atrae mucho, no hay nada más excitante que su voz. El cerebro es el órgano sexual más importante, así que es lógico excitarse por lo que dice tu pareja sexual en plena faena. También funciona en sentido inverso: decir en voz alta los deseos y fantasías que sueles guardarte para ti resulta muy excitante.

Un buen intercambio de frases sucias es capaz de sacarte de la rutina para ayudarte a mejorar tu rendimiento en la cama, según Jenny Block, experta en relaciones y autora de O Wow: Discovering Your Ultimate Orgasm.



Los sonidos y la voz nos ayudan a olvidarnos de la colada y a concentrarnos en lo bien que se siente nuestra pareja


“Nuestro cuerpo puede estar sintiendo algo, pero si nuestra mente no está excitada, el placer siempre será menor”, asegura. “Decir cosas cachondas nos ayuda a salir de nuestra mente y entrar en nuestro cuerpo. Los sonidos y la voz nos ayudan a olvidarnos de la colada y a concentrarnos en lo bien que se siente nuestra pareja”.

Ahora que ya conoces los beneficios de tener un poco de labia, presta atención a estos consejos para mejorar tu lenguaje sucio.
Que sea simple

No tienes que convertirte en una estrella del porno así de repente. Di algo que te resulte natural en ese momento y no pienses que tienes que preparar un discurso sexual complicado. No consiste en soltar un monólogo sexual, no hace falta que estés todo el rato hablando. Un simple “tengo ganas de sentirte dentro de mí” en el momento oportuno, entrando a la habitación o cuando estéis besándoos, puede obrar maravillas.

“Siempre le digo a la gente que piense en sus sentidos”, comenta la sexóloga Megan Stubbs. “Si no sueles decir palabrotas o utilizar lenguaje vulgar, no te sientas presionado a hacerlo. Puede que le cortes el rollo a tu pareja si de repente le sueltas una barbaridad”.

Intenta mantener una actitud juguetona y preparar el terreno con antelación. Cuando tu pareja esté en el trabajo o haciendo recados, déjale caer alguna indirecta sobre las ganas que tienes de hacer travesuras cuando os veáis.

“Sugiero ir aumentando poco a poco la excitación por el encuentro sexual”, propone Stubbs. “Mandar un mensaje como: ‘Qué ganas de que llegue esta noche’ es una buena forma de iniciar una conversación de ese estilo”.
Pregúntate cómo te quieres sentir y cómo quieres que se sienta tu pareja

Cuando te preocupa cómo vas a sonar o si tu pareja se va a reír de ti, las conversaciones sucias pueden ser intimidantes. No busques un mensaje muy intelectual. Tantea el lado sensorial del sexo. Cuando empecéis a centraros en cómo queréis sentiros, os daréis cuenta de que tenéis un arsenal de lenguaje sexual mucho más amplio del que pensabais, según Heather McPherson, terapeuta sexual.

“También podéis seguir la fórmula de Dan Savage de ir a lo simple. Ser juguetones y crear una atmósfera tranquila que os haga sentiros seguros también ayuda”, añade.
Aprende a dar instrucciones

A grandes rasgos, hay dos tipos de lenguaje sucio, indica Kenneth Play, educador y asesor sexual. El primer tipo sirve para excitar con antelación, mientras que el segundo consiste en dar instrucciones.


Cuando llegues a casa, quiero que te pongas tu lencería favorita, te tumbes en la cama bocabajo y me esperes hasta que llegue a casa para jugar contigo


“Las instrucciones y directrices resultan muy excitantes a algunas personas. Son mensajes del estilo: ’Cuando llegues a casa, quiero que te pongas tu lencería favorita, te tumbes en la cama bocabajo y me esperes hasta que llegue a casa para jugar contigo”.

Que no te incomode hablar de sexo fuera del dormitorio


Las investigaciones demuestran que las personas que se sienten más cómodas hablando de sexo en su día a día tienen una vida sexual más satisfactoria. Si nunca hablas de sexo, te costará más tener estas conversaciones en la cama, así que no te cortes y habla sobre sexo con tu pareja en cualquier momento.

“A la gente le intimida sobre todo porque no sabe qué decir. En ese momento, muchos se quedan sin palabras o no están seguros de cómo expresarse”, explica la terapeuta sexual Vanessa Marin“La mayoría de la gente no habla abiertamente sobre sexo, así que tienen que practicar hasta que se sienten cómodos”.

Si dices algo que no ha funcionado del todo bien, háblalo más adelante


No pasa nada si provocas una pequeña risa nerviosa, pero a veces lo que dices puede molestar a tu pareja. Es posible que en ese momento no te sepa decir por qué le ha molestado, pero si sientes que has ido demasiado lejos, no te olvides de hablarlo en otro momento.

Dejad claro que estáis “preparando un espacio erótico en el que el lenguaje sucio gira en torno a las fantasías”, no en torno a lo que pensáis realmente de la otra persona, recomienda Play. Por ejemplo, a mucha gente le corta el rollo que la llamen “papi” o “mami”, pero es una fantasía basada en la autoridad y en la dominación sexual, no en el incesto.

“Si cometes un error o vas demasiado lejos, la solución es simple: rectifica. Respeta que a tu pareja no le guste y respeta sus motivos si te los cuenta. Hazle saber también que no está obligada a explicarte por qué no le va, simplemente acéptalo”, advierte Play.
No tiene por qué ser obsceno para ser excitante

Lee la situación. No sueltes una vulgaridad a no ser que todas las señales sugieran que es una buena idea, recomienda Block apelando a su experiencia personal.

“Una vez utilicé un lenguaje demasiado obsceno y lo que conseguí fue cortarle el rollo a la otra persona. Mi pareja fue muy comprensiva y me pidió que rebajara un poco el tono. Me sentí superavergonzada”, recerda.

Al final, Block y la otra mujer pasaron un buen rato y pudieron reírse de ello después. (Reírse juntos = sexo más satisfactorio).

“Se convirtió en un secreto íntimo entre nosotras. Ella supo valorar el hecho de que estuviera dispuesta a intentarlo. Los detalles los podíamos ir resolviendo por el camino”.
Para facilitarte las cosas, aquí tienes un listado de ejemplos de frases cortas avaladas por expertos:

“Llevo todo el día fantaseando con lo que quiero hacer contigo”.

“Ahí, ahí. Tócame ________”.

“Sí, dame más”.

“Cuando llegue quiero verte con mi falda favorita y sin bragas”.

“Me vuelves loco/a cuando _______”.

“Voy a correrme para ti”.

“Sabes genial”.

“Quiero que me utilices como un juguete”.

“Me encanta cuando gimes mi nombre”.

“Fóllame duro”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.

Franco, mariquita por la Gracia de Dios (Voz atiplada, un solo testículo y su represión contra los homosexuales)


El franquismo contra los homosexuales: Represión, cárcel, manicomios, destierros, electroshocks…

El franquismo con su fiel aliada Iglesia, utilizó contra los homosexuales las tesis del nazismo

Sábado, 6 de julio de 2019

ElPlural

La represión franquista contra cualquier tipo de homosexualidad y contra lo que hoy conocemos y denominamos como el colectivo LGTBI, no ha sido conocida en su total dimensión. Nos hallaríamos ante una de esos episodios siniestros de la dictadura pero con cierta parte oculta.

De cómo se consideró la homosexualidad en el franquismo nos vale el ejemplo del cruel golpista, el general Gonzalo Queipo de Llano, tal vez el mayor represor de la Guerra civil. Este sanguinario militar  mantuvo que “Cualquier afeminado o desviado que insulte el Movimiento será muerto como un perro”. Y con ese criterio bestial actuó.

Otro ejemplo de la consideración que para la dictadura tuvo la homosexualidad lo vemos en el jefe de los Servicios Psiquiátricos del régimen franquista Antonio Vallejo-Nájera. Para este médico y militar las personas homosexuales y lesbianas significaban la demostración de la degeneración de la “raza”. Par este médico mimado por Franco, este hecho, el de la degeneración de la raza, tuvo su comienzo coincidiendo con la Segunda República y lo diagnosticaba como una “enfermedad mental” que el asociaba a las ideas marxistas. Para Vallejo Nájera la filosofía marxista en sí, o ser de izquierdas, era una propia enfermedad mental que generaba entre otras cosas la homosexualidad.

Este ideólogo del régimen franquista identificado con  las ideas de Adolfo Hitler (de hecho se le conocía como el Josef  Mengele español), recomendó la esterilización eugenésica para las presas republicanas y para los homosexuales. En sus teorías de exaltado nazi escribía que los homosexuales poseían los síntomas propios de los psicópatas tales como “mala intención, hábitos viciosos, amoralidad, tendencias cleptómanas, agresividad, vagabundeo y  tendencia a acciones con fines perversos”.

Nazis, manicomios y cárceles



Las consecuencias de las teorías nazis de este loco pseudocientífico y de sus seguidores en el régimen se tradujeron, en cárceles, manicomios, en electrochoques y en toda una persecución atroz que conllevó incluso la muerte para muchos, para otros la cárcel o el destierro, para todo mucho sufrimiento.

Percibida como una especie de atentado contra la estricta moralidad de la sociedad española y como un enfrentamiento contra las esencias espirituales y católicas del pueblo español, la homosexualidad fue perseguida y reprimida por el régimen franquista. Para el franquismo solo existían y se concebían dos modelos del hombre y de mujer asentados en el espíritu del nacionalcatolicismo. Un tipo de hombre- hombre”, es decir fuerte, robusto, macho y superior a la mujer que debía de adoptar el rol de esposa fiel, afanada en sus labores domésticas y ejemplar madre cuidadora de los hijos.

La dictadura intervino en la vida privada averiguando e investigando las formas de proceder de los ciudadanos en la cama y la orientación sexual de cada uno. Ello generó un clima social en los homosexuales de opresión, miedo y clandestinidad. Familiares, amigos y la propia sociedad deberían ser ajenos a los comportamientos de los homosexuales. Derivado de este escenario clandestino vino la represión de sus afectos, las ocultas relaciones y el engaño. También hubo que adoptar en muchos casos la doble moral.

De la Ley de vagos y maleantes a la de Peligrosidad social



Se legisló en contra del colectivo de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) con normas tales como la Ley de Vagos y Maleantes, una ley que aunque su raíz estaba en la Segunda República fue adaptada por el régimen franquista y modificada en 1954) para que persiguiera estas conductas: “Los homosexuales sometidos a esta medida de seguridad deberán ser internados en instituciones especiales y, en todo caso, con absoluta separación de los demás”.

Esta tétrica normativa fue sustituida en 1970 por la Ley de Peligrosidad Social que además de lo anterior recogía penas de cinco años de internamiento en cárceles o manicomios. Junto a esta ley, el Código Penal añadía el “escándalo público”, lo que sirvió de arma legal para la represión de homosexuales y transexuales. Estuvo vigente hasta 1995, año en el que fue derogada.

Electroshocks y tratamientos 'médicos'



Toda esta normativa legal para la represión del “diferente sexualmente” tuvo una especial y potente aliada en la Iglesia Católica que veía a este colectivo como pecadores a los que lejos de interceder por ello había que castigar y reprimir para modificar sus conductas. En el sistema médico imperante y en concreto en la psiquiatría, se les calificaba como enfermos mentales por lo que a muchos se les  internó en manicomios. Influenciados por las teorías nazis de de psiquiatras destacados del régimen como Antonio Vallejo-Nájera o José Luis López Ibor, los homosexuales recibieron tratamiento “médico” con electroshocks o lobotomías. Ello originó tremendos daños físicos y psicológicos.

Encarcelamientos, internamientos y violaciones



Hay cálculos que nos indican que fueron entre 4.000 y 5.000 las personas homosexuales encarceladas simplemente por su orientación.
También cabe destacar que el régimen franquista habilitó centros de internamiento para “curar” y “corregir esta supuesta desviación. Los encarcelados lo eran acusados de escándalo público y por ser un peligro social. En estos centros “especiales” fueron objeto de maltratados, vejaciones. También hubo numerosos casos de violaciones por parte de otros presos. En ocasiones fueron obligados a prostituirse por los propios funcionarios.

Deportaciones y destierros



Asimismo sufrieron destierros y alejamientos de sus entornos. Como ejemplo notorio tenemos el caso de la Penitenciaria de Tefía, en la canaria isla de Fuerteventura, En realidad era un desierto invivible en el que los homosexuales sufrían destierro y se les sometía a trabajos forzosos en condiciones infrahumanas.

La situación comenzó a cambiar de manera tímida, pero con algún paso adelante, a mediados de los años 60 por la influencia del turismo y de las culturas musicales provenientes de Europa. Aumentó su visibilidad y su consideración social aunque el régimen de vez en cuando mostrara sus garras como con la redada de Torremolinos al colectivo gay en 1971 en el Pasaje Begoña.
Franco, mariquita por la Gracia de Dios

Torremolinos, Sitges, llegada de la democracia…



Junto a Torremolinos, Sitges, en Barcelona, comenzaron a ser zonas de cónclave homosexual y paraísos de la libertad sexual aunque limitada. La oposición al franquismo hacía suyos las reivindicaciones del colectivo y tras la muerte de Franco y la llegada de la democracia llegaron los cambios legislativos con la Constitución y la derogación de las leyes franquistas. La primera manifestación del Orgullo Gay se celebra en Barcelona en 1977 (foto). La homosexualidad dejó de ser delito en 1979. Nuevas normas como las que regula los delitos de odio y las de libertad y apoyos a los colectivos han normalizado una situación que hoy vive sus días cúlmenes con la celebración de distintos “Orgullos” y “Prides”. Y por más que algunas mentes reaccionarias herederas de los antiguos reaccionarios franquistas, “el Orgullo no se toca…ni se llevará a la Casa de Campo”. Ha costado mucho llegar hasta aquí.


viernes, 5 de julio de 2019

Fue una múltiple criminal violación


El Supremo considera que La Manada actuó "con pleno conocimiento" y "sin consentimiento" de la víctima

El Alto Tribunal ha hecho pública la sentencia en la que se les condenó a 15 años de prisión por violación.

Redacción ElHuffPost

 Agencias


05/07/2019


Fue violación y no abuso. Y lo fue a sabiendas, porque no hubo consentimiento y porque, además, los violadores se tomaron sus actos como un triunfo. 

Así lo describe el Tribunal Supremo en la sentencia en la que condenó a 15 años de cárcel a los cinco miembros de La Manada que violaron a una joven en los Sanfermines de 2016. 

Un auto hecho público este viernes en el que, según indica el Alto Tribunal, los cinco violadores actuaron “con pleno conocimiento” y sabiendo que la víctima no tenía “capacidad de reacción”. 

De hecho, según describen los jueces, la víctima estaba “agobiada, impresionada, sin capacidad de reacción, sintiendo en todo momento un intenso agobio y desasosiego que le produjo estupor, haciendo todo lo que los acusados le decían que hiciera”. 

“Buscaron expresamente la situación, sin que la víctima tuviera conocimiento alguno”, indican los magistrados, quienes afirman que la joven fue objeto “al menos de 10 agresiones sexuales” en un minuto y 38 segundos. Todo ello, sabiendo como sabían que “estaba sola y embriagada”. 

Y no, no hubo consentimiento. Así de claro lo expresan los jueces: 

“No existió consentimiento alguno por parte de la víctima, creándose una intimidación que se desprende sin género de dudas del terrible relato de hechos probados, del que deriva una obvia coerción de la voluntad de la víctima, que quedó totalmente anulada para poder actuar en defensa del bien jurídico atacado, su libertad sexual”.

Además, los magistrados afirman que “los autores, necesariamente, debían conocer no sólo el peligro concreto de su acción, sino que aquellos actos sexuales “inicuos y vejatorios” no eran expresamente consentidos por la joven, resultándoles indiferente el estado en que la misma se encontraba totalmente desprotegida y vulnerable”.

El Supremo critica, además, que los violadores posaran en “actitud jactanciosa” y celebraran como “un triunfo” al que buscaron “dar proyección” a lo que fue una “violación múltiple”. 




El nuncio del Estado del Vaticano en España, monseñor Renzo Frattini, mete la pata hasta el corvejón


El señor nuncio y su gran viga de 150 metros en el ojo

Quizás convenga aclarar algunas cosas a este ‘diplomático’ que no ha respetado la soberanía del Estado español.

05/07/2019

ElHuffPost

Ángel Tristán Periodista 


Citemos, para empezar, las palabras de Jesús de Nazaret: “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y o ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano, ‘hermano, deja que te saque la paja de tu ojo’, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano”. (Lucas 6, 41-42),

Y el señor nuncio (embajador) del Estado del Vaticano en España, tan melifluo que parece una caricatura, Renzo Frattini, ha decido aprovechar su despedida del cargo con una ‘perfecta injerencia’ insólita en los modos diplomáticos. Aunque en esto se parece a otro personaje de ópera bufa, Donald Trump, que se atreve a indicarle –apuntándoles con el dedo índice desinquieto que tiene– a los británicos a quién deben elegir premier y cómo han de acometer el Brexit para mejor joder a Europa. 

El delegado del papa es posiblemente uno de los monseñores a quien S.S. Francisco, visiblemente harto y cabreado de sus habladurías, les pidió alto y claro que dejaran de criticarle, cotillear y, en suma, crear problemas; éste personaje los ha creado.

Frattini acusa al Gobierno socialista de haber resucitado a Franco por la decisión de trasladar sus restos desde el Valle de los Caídos al cementerio de El Pardo, donde están los de su esposa, Carmen Polo. Reagrupamiento familiar, pues. “Hay tantos problemas en el mundo y en España… ¿porqué resucitarlo?”. Y añade: “Dejarlo en paz era mejor”. Y para ya meter la pata hasta el corvejón: “No ayuda a vivir mejor recordar algo que ha provocado una guerra civil (…)”. Para el embajador detrás del proyecto de desenterrarlo y trasladarlo subyacen “motivos sobre todo políticos”. “Está detrás una ideología de algunos que quieren de nuevo dividir a España”. Etc. 

Como verán ustedes, es de perfecta aplicación el ejemplo de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Esa viga tiene 150 metros de alto, con dos brazos de 24 metros cada uno, es la mayor del mundo, un prodigio de construcción y narcisismo pompocrático de ‘Su Excelencia’,  y corona el mausoleo del dictador, el ‘Caudillo de España por la Gracia de Dios’, Francisco Franco Bahamonde, el general superlativo: generalísimo de todo. 

Cuando el señor Nuncio se refiere a los ‘motivos políticos’ y a la ‘ideología de algunos que quieren de nuevo dividir a España’, como son palabras muy similares a las del PP y Vox con respecto a la llamada ‘Ley de memoria histórica’ del Gobierno de Zapatero, quizás convenga aclarar algunas cosas a este ‘diplomático’ que no ha respetado la soberanía del Estado español.

Desde el pontificado del polaco Juan Pablo II, empezó una oleada de beatificaciones y canonizaciones de ‘mártires del siglo XX’, de la ‘cruzada’, en la terminología del nacional catolicismo, que con mucho juicio sus antecesores habían enfriado. Franco iba bajo palio, rodeado de obispos y sacerdotes serviles. Han sido cientos los mártires católicos beatificados o canonizados en varias tandas. Pero eso no es meter el dedo en la llaga, como sí lo es para ellos buscar los restos de los asesinados en las cunetas o en los muros de los camposantos.  


Han sido cientos los mártires católicos beatificados o canonizados, pero eso no es meter el dedo en la llaga para ellos como sí lo es buscar los restos de los asesinados en las cunetas.

El 18 de octubre de 2007 y en nombre de Benedicto XVI, fueron 498. En representación del Gobierno socialista estaba el ministro Moratinos y el embajador Francisco Vázquez, a pie firme. Recientemente, el 10/11/ 2018, con Francisco de Pontífice, fueron beatificados otros dieciséis religiosos y laicos “víctimas entre 1936 y 1937 de la persecución por parte de anarquistas, comunistas y otras fuerzas de izquierda radical y anticlerical”. Etc. 

A las celebraciones, en el Vaticano y en las diócesis, ha solido acudir un ministro del Gobierno, del PSOE o del PP.

Nunca, ninguno, aprovechó una de estos actos para acusar a la Iglesia de estar removiendo el pasado, hurgando o de “resucitar a Franco” (y a su régimen). A pesar del visiteo propagandístico, de los réquiem y los inciensos, de las homilías afiladas, en las misas empapadas de divisionismo nostálgico y rencoroso que se celebran en la abadía, en la que del abad para abajo el ambiente y el talante lo impregna más el 18 de Julio de 1936 que el 6 de diciembre de 1978.

Sin embargo, localizar a otros mártires, a otras personas igualmente asesinadas, pero por el bando vencedor y mayormente tras terminar la guerra, ajusticiadas sin juicio, con un tiro a bocajarro, sacadas a la fuerza de sus casas para darles ‘el paseo’, a las que se quiere dar digna sepultura, es considerado por los partidos de la derecha trifásica como revanchismo, como resucitar los odios, como sutilmente deja caer el nuncio, ganas de dividir.

Y no es nada de eso. Es una obligación moral, tan cristiana como laica, y es una obligación legal internacional. ¿Cuántas veces hace falta que la ONU lo recuerde? España es uno de los países que más desaparecidos tiene.

Otra vez la dichosa viga en forma de monumental cruz en el ojo y en los cerebros de los que, como buena parte de las jerarquías eclesiásticas, no aceptan la igualdad de trato. Si los católicos asesinados por el mero hecho de mantener sus ideas tienen derecho no solo a una sepultura digna sino al reconocimiento de su martirio, los republicanos asesinados en la guerra o después de la guerra por la misma circunstancia, tener ideas republicanas o socialistas, tienen el mismo derecho. Porque antes de ser asesinados todos eran españoles y lo siguen siendo aún en los desperdigados huesos que bordean las cunetas o están en fosas comunes y sin identificar en algunos cementerios o campo a través.

En Canarias no hubo guerra; como en las islas el comandante general era Franco, desde el primer día los sublevados controlaron todos los resortes, naturalmente con la fuerza de sus armas, por los cañones o por las culatas. Se crearon campos de concentración que albergaron a miles de hombres que no habían cometido ningún delito, ni empuñado ninguna arma. Solo por pertenecer a un partido de izquierdas, o republicano de derechas, o a un sindicato obrero, o a la juventudes socialistas…

Y sin embargo hubo cientos, quizás un par de miles, de desaparecidos. También su búsqueda ha suscitado esas crueles e infames a fuer de cínicas acusaciones de reabrir la herida “de cosas de hace 80 años”… Mientras haya un desaparecido a la herida de falta un punto para cerrar. 

Señor nuncio, señores y señoras que comparten sus ideas, relean los evangelios, y se darán cuenta de que ni usted ni los que comulgan con usted le hacen puñetero caso a Jesús de Nazaret.

En los últimos años la búsqueda ha dado sus frutos. En profundos pozos de la isla han aparecido los esqueletos de algunos de los ‘paseados’ por las escuadrillas falangistas del amanecer. 

Y si hay asesinados, es que hubo asesinos; que esos sí que están desaparecidos; de esos no hablan los que lo saben, ni nadie, excepto algunos historiadores, los ha buscado nunca. 

Tampoco la Iglesia ha beatificado, por cierto, a todos sus sacerdotes asesinados. Solo a los que fueron asesinados por los ‘rojos’. 

Gracias a Dios (por cierto) no todos los curas y obispos y nuncios y cardenales son iguales. Y tampoco los papas, como han demostrado, entre otros, Juan XXIII o Francisco.

Pero quedan muchas ataduras con aquella iglesia, aquel poder eclesial sin conciencia y abusador que retrató Benito Pérez Galdós en Electra, la historia de una huérfana despojada de sus riquezas por un cura y enviada al convento. Ahí cobró forma tanto un nuevo feminismo como una ola de anticlericalismo social. 

Por eso la Iglesia carca española consideraba a Don Benito un gran enemigo. El obispo de Canarias, un vasco integrista y del PNV, Antonio Pildaín y Zapiaín, que tampoco podía ver a Franco, amenazó con excomulgar al Ayuntamiento si se conmemoraba y propagandeaba a Galdós en su ciudad.

Por eso los republicanos, y entre ellos mi padre, iban todos los años, y llevaban a sus hijos, a depositar un ramo de flores en el monumento a Don Benito, obra de Vitorio Macho, en el viejo muelle de Las Palmas. Amén.

Señor nuncio, señores y señoras que comparten sus ideas, relean los evangelios, y se darán cuenta, como yo me la he dado, de que ni usted ni los que comulgan con usted le hacen puñetero caso a Jesús de Nazaret. Dicen su nombre en vano, ojo.




jueves, 4 de julio de 2019

Callejero poético




Arturo Fernández nos dice adiós a los 90 años


La curiosa despedida de Pablo Iglesias a Arturo Fernández quien dijo de Podemos que son "una lacra social"

"Por 5.000 pelas".

Redacción El HuffPost

04/07/2019

El actor Arturo Fernández, fallecido este jueves a los 90 años, nunca negó su animadversión por Unidas Podemos. Los calificó de muchas formas y ninguna buena: “Son una auténtica lacra social, “me caen como una patada en el hígado” o “intentan manipular a emigrantes, mujeres, jubilados, homosexuales...” fueron solo algunas de las referencias del intérprete hacia la formación liderada por Pablo Iglesias. 

Con motivo de su muerte, las redes sociales se han llenado de recuerdos y condolencias dedicadas a Fernández. Y uno de estos pensamientos ha provenido, precisamente, del líder de la formación morada, quien se ha despedido del crítico Fernández con un curioso recuerdo sobre el día que lo conoció personalmente, cuando hizo de extra “por 5.000 pelas” en una serie protagonizada por el actor asturiano -posiblemente La casa de los líos, aunque no lo matiza el dirigente de Podemos- : 

Pedían a “chicos con el pelo largo para hacer de comensales de figuración en un restaurante vegetariano”, recuerda Iglesias, quien rememora que Fernández “fue muy amable y majo con nosotros”.  








·         Conocí a Arturo Fernández haciendo de extra en una serie suya (pedían chicos con el pelo largo para hacer de comensales de figuración en un restaurante vegetariano) Fue amable y muy majo con nosotros que estábamos allí por 5000 pelas. Abrazo a la familia y amigos. Descanse en paz


Truco del machucho Nicolás Sarkozy y su joven novia


A l'inrevés - Musical Carolines 2019

Crímenes de Estado