Video Casablanca: ClicClic
- Título original
- Casablanca
- Año
- 1942
- Duración
- 102 min.
- País
- Estados Unidos
- Director
- Michael Curtiz
- Guión
- Julius J. Epstein, Philip G. Epstein, Howard Koch (Obra: Murray Burnett, Joan Alison)
- Música
- Max Steiner
- Fotografía
- Arthur Edeson (B&W)
- Reparto
- Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Paul Henreid, Claude Rains, Conrad Veidt, Sydney Greenstreet, Peter Lorre, S.Z. Sakall, Madeleine LeBeau, Dooley Wilson, Joy Page, John Qualen, Leonid Kinskey, Curt Bois, Ed Agresti, Marcel Dalio, Enrique Acosta, Louis V. Arco, Frank Arnold, Leon Belasco, Oliver Blake
- Productora
- Warner Bros. Pictures; Productor: Hal B. Wallis
- Género
- Drama. Romance | Drama romántico. II Guerra Mundial. África. Nazismo. Propaganda
- Sinopsis
- Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Casablanca era una ciudad a la que llegaban huyendo del nazismo gente de todas partes: llegar era fácil, pero salir era casi imposible, especialmente si el nombre del fugitivo figuraba en las listas de la Gestapo. En este caso, el objetivo de la policía secreta alemana es el líder checo y héroe de la resistencia Victor Laszlo, cuya única esperanza es Rick Blaine, propietario del 'Rick’s Café' y antiguo amante de su mujer, Ilsa. Cuando Ilsa se ofrece a quedarse a cambio de un visado para sacar a Laszlo del país, Rick deberá elegir entre su propia felicidad o el idealismo que rigió su vida en el pasado. (FILMAFFINITY)
- Premios
- 1943: 3 Oscars: Mejor película, director, guión adaptado. 8 nominaciones1942: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor Actor (H. Bogart)
- Críticas
- He aquí el mito hecho celuloide, la más grande entre las grandes. "Casablanca" es la obra maestra absoluta, un icono de la historia del cine que cautiva con un guión sublime sembrado de diálogos insuperables (-Lorre: "me desprecias, ¿verdad? -Bogart: "si llegara a pensar en ti... probablemente"), envuelto en una dirección, puesta en escena e interpretaciones mágicas, que alcanzan el techo del séptimo arte. Puede que nunca se haga una película mejor.Pablo Kurt: FILMAFFINITY
Todos vienen
al bar de Rick.
Luis Viadel Cócera.
Murray Burnett y Joan Allison eran los
autores de esta obra teatral que parece ser no llegó a estrenarse nunca. La Warner Brothers , con
el título de Casablanca la convirtió en película bajo la dirección de Michael
Curtiz y el siete de abril de mil
novecientos cuarenta y dos se estrenó.
Casi el mismo día, cincuenta años
después de esa fecha dejó de existir el que sería tal vez el último
superviviente. El actor Paul Henreid falleció a los 84 años en Santa Mónica,
California. Había nacido en Trieste cuando el Imperio Austrohúngaro, ese lugar
de nombre tan colorista que Luis García Berlanga siempre cita en sus películas
como una especie de rúbrica o sello. Interpretó en la película (Víctor Laszlo)
al marido de Ingrid Bergman (Ilsa) un líder de la resistencia europea contra
los nazis.
Fue uno más de los muchos
izquierdistas europeos que llegaron a EE.UU (hizo escala en los escenarios
londinenses) huyendo de la
Europa de Hitler. Antes habían fallecido Bogart, la sueca
Bergman, el británico Claude Raims (Capitán Louis Renault), Dooly Wilson (Sam,
el negrito que no quería volver a tocar la canción “porque le va a romper el corazón”), Sydney Greenstreet (Señor
Ferrari, el gordo bonachón, rival de Rick, propietario del tugurio “El
Periquito Azul”), Peter Lorre, alemán nacido en Hungría, (Ugarte, delincuente
que le planta cara a los nazis y es fusilado por la Policía de Vichy).
A lo largo de más de medio siglo varias
generaciones hemos canturreado con Sam el famosos estribillo, “..as
times goes by..”., y repetido algunas de sus frases más famosas como lo
hizo Woody Allen en “Sueños de seductor” (Play it again, Sam, en 1973).
-Tócala
otra vez Sam... Déjame recordar.
-No sé a lo que se refiere. Se me ha olvidado esa canción. No recuerdo
la melodía.
-Te la recordaré. Cántala Sam.
-You must remember this: a kiss is just a
kiss...
-¡Sam! Te había dicho que nunca volvieras…
Varios nazis beben en la barra del bar
de Rick y uno de ellos le pregunta:
-¿De qué nacionalidad es usted?
-Soy bebedor.
Se rodó casi sin guión, un tanto
improvisadamente, hasta el extremo de que la actriz Ingrid Bergman en un
momento de desconcierto pidió al director detalles para su interpretación:
-Quiero
saber cómo termina, porque hay una pequeña diferencia en la actuación si me voy
a ir con el hombre que amo o con otro, porque siento piedad y afecto.
-No lo dejes muy claro-le respondió- interprétalo a medias y ya lo decidiremos al final.
De hecho se rodaron dos finales para que
la productora decidiese con cual se quedaba. Y acertaron.
Víctor Laszlo y su esposa ILSA, gracias
a una estratagema de Rick, consiguen coger un avión entre aquella bruma, en el
preciso instante que aparece el Mayor Strasser (Conrad Veidt). Rick le mata de
un disparo en presencia del Capitán Renault, Jefe de Policía, que cuando llegan
sus hombres, les dice:
-Que interroguen a los responsables
habituales.
Se marchan juntos en medio de la niebla
nocturna mientras Rick le va diciendo:
-Y
este puede ser el comienzo de una buena amistad.
Su accidentado rodaje, los continuos
retoques al guión, la incertidumbre de los actores (estaba previsto que los
principales papeles los interpretaran Ronald Reagan, Ann Sheridan y Dennis
Morgan) no hacía sospechar a nadie que aquella película se convertiría en una auténtica
joya del séptimo arte.
Uno de los guionistas, Howard Koch,
llegó a confesar: “Casablanca ha sido
concebida en pecado y parida con dolor.”
Accidentes, tejemanejes, maniobras
oscuras pronosticaban un mal final a esta película de amor, (ILSA confunde la
artillería alemana con los latidos de su corazón) además renuncias, chantajes y
guerras, pero sobre todo una gran ambigüedad.
Hace años todos coincidíamos en el error
de ILSA por no quedarse con Rick, hombre duro, de corazón volcánico y gélido
gesto, con una peculiar forma de encender el pitillo y de ayudar a los
débiles. De oscuro pasado, combatiente
republicano en la guerra civil española, con problemas con la justicia, que se
compromete por una causa, nada más y nada menos, ¡que por amor! Mucho
romanticismo.
Hoy, el tiempo nos hace ver un poco la
realidad de ese final más pragmático, seguro, de futuro prometedor, menos
incierto, en resumidas cuentas menos romántico.
Por eso gusta a todos y ha permanecido a
lo largo de los años con esa frescura que solo las grandes obras maestras
consiguen. Eso y la nostalgia, el recuerdo de una historia romántica con la que
nos identificamos plenamente, llena de sugerencias que aún hoy intentamos
asimilar. Todos nos enamoramos alguna vez de Ingrid Bergman y quisimos emular
al duro de Bogart imitando su manera de fumar, encendiendo dos cigarrillos a la
vez para darle uno a nuestra pareja, acentuando algún tic del rostro o
simplemente levantando el cuello de la gabardina.
Luis Viadel Cócera.
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