¿Verdadero o falso? La ciencia pone a prueba diez mitos viajeros
JAVIER YANES (EL HUFFINGTON POST)
Publicado: 24/07/2015
El verano es una época propicia para recorrer mundo, y los viajes son ocasiones idóneas para escuchar toda clase de
historias relacionadas con lugares o actividades. No siempre hay que creer todo
lo que nos cuentan. Pero cuando se trata de ideas que tienen contrastación
científica, no hay dudas. He aquí lo que la ciencia tiene que decir sobre
algunos mitos viajeros muy populares.
1-La Gran Muralla China
es la única construcción visible desde el espacio.
Desde los siglos XVIII y XIX
aparecen referencias a la posibilidad de ver la Gran Muralla China desde la Luna. A pesar de la evidente exageración, ha
perdurado la idea de que la muralla es la única construcción humana visible
desde el espacio. Si nos ceñimos a la baja órbita terrestre, como la que ocupa
la Estación Espacial Internacional a unos 400 kilómetros de altura, lo cierto es que
muchas estructuras son claramente visibles en fotografías, incluyendo
carreteras, presas, aeropuertos, algunos puentes, ciudades enteras, e incluso
el "mar de plástico" de los invernaderos de Almería. Pero cuando en
2003 el primer astronauta chino, Yang Liwei, confesó que no lograba distinguir la muralla, una gran decepción
cundió en su país. Al año siguiente, el astronauta estadounidense Leroy Chiao
tomó una foto en la que parecían verse secciones de la estructura. Pero según la NASA, esto solo es posible en ciertas condiciones atmosféricas y de
iluminación, ya que la muralla, al contrario que una carretera recta que
atraviesa un desierto, no destaca sobre el fondo.
VEREDICTO: FALSO
Foto:
2-Es imposible que las
pirámides de Egipto fueran construidas por seres humanos
Si hay un lugar favorito para las
leyendas, es Egipto. El colosal tamaño de las pirámides
de Giza, fabricadas con dos millones
de bloques de roca de más de una tonelada que fueron transportados desde Asuán,
casi 1.000 kilómetros Nilo arriba, ha inspirado el mito popular de que su
construcción era una tarea sobrehumana con la tecnología de hace 4.500 años, y
que por tanto debieron de ser obra de ¿alienígenas? Aunque la ausencia de
registro escrito impide saber realmente cómo se construyeron, varias teorías
han logrado hacerlo posible. En abril de 2014, investigadores de la Universidad
de Ámsterdam y otras instituciones demostraron que es posible mover tales
bloques en trineos sobre la arena, siempre que esta esté ligeramente mojada. Algo que según los científicos debería haberse
descubierto antes, ya que un jeroglífico conocido desde la época victoriana
mostraba a los operarios mojando la arena para transportar una estatua. Otro estudio de 2014demostró
que es factible hacer rodar las rocas atando troncos para convertir el prisma
de cuatro caras en otro de 12. Duro, sí. Imposible, no.
VEREDICTO: FALSO
VEREDICTO: FALSO
FOTO: Francisco Antunes (Flickr)
3-El Everest es la
montaña más alta del mundo
Por insólito que parezca, esta
afirmación es literalmente falsa. El monte Everest,
en la frontera entre China y Nepal, es aquel cuyo pico se eleva a mayor altitud
sobre el nivel del mar, 8.848 metros. Pero no es ni mucho menos la montaña más
alta, si consideramos la distancia desde su base hasta su cima. Este récord
pertenece al Mauna Kea, un volcán en la isla grande de Hawái cuya altura
total es de 10.203 metros desde su base, aunque solo los últimos 4.207 se
elevan sobre el nivel del mar. Si nos ceñimos a montañas en tierra, la que más
se eleva sobre el terreno que la rodea es posiblemente el monte McKinley, en
Alaska (EEUU), con 6.168 metros sobre el nivel del mar y 5.500 sobre su base.
Por último, y dado que el planeta no es perfectamente esférico, tampoco la cima
del Everest es el punto más alejado del centro de la Tierra; suele citarse que
este honor corresponde al Chimborazo, en Ecuador (6.268 metros).
VEREDICTO: FALSO (en cierto modo)
VEREDICTO: FALSO (en cierto modo)
FOTO: ilkerender (Flickr)
4-Los remolinos de agua
giran en sentido contrario en los dos hemisferios
La leyenda cuenta que, cuando se
tira de la cadena del inodoro, el remolino del agua girará en sentido de las
agujas del reloj en el hemisferio sur, y al contrario en el norte. En Kenya, un
país atravesado por el ecuador, incluso hay exhibiciones callejeras en las que
presuntamente se muestra cómo el remolino cambia de sentido al cruzar la línea.
El fenómeno se debe a la llamada fuerza de Coriolis, una consecuencia de la rotación de la Tierra y que
es opuesta en ambos hemisferios. El efecto es real y es la causa, por ejemplo,
de que una de las vías del ferrocarril se desgaste más que la otra, pero se
manifiesta sobre todo con grandes magnitudes, como en el caso de los huracanes,
que giran en sentidos contrarios en el norte y en el sur. Recientemente dos
videoblogs de ciencia, Smarter Every Day y Veritasium, demostraron que el efecto funciona en condiciones controladas en
sendas piscinas infantiles, una en EEUU y la otra en Australia. Pero para esto no basta solo con saltar la línea del
ecuador; en el caso de las demostraciones callejeras, se trata de un truco
consistente en inclinar hábilmente la palangana según convenga en cada caso.
VEREDICTO: VERDADERO
VEREDICTO: VERDADERO
5-Los inodoros de los
aviones hacen el vacío hacia el exterior y puedes quedarte "pegado"
Abundando en los inodoros, algunos
viajeros dicen no sentarse nunca en los retretes de los aviones, no por
escrúpulo, sino por temor a que la succión les deje pegados al asiento y trate
de arrastrarlos hacia fuera del aparato. Pero contrariamente a lo que se cree,
la ruidosa succión que escuchamos al tirar de la cadena no se debe a que el
fondo de la taza se abra al exterior; nuestras deposiciones no se expulsan a
las nubes, y los tiempos en que caían al suelo bolas congeladas de líquido azul
mezclado con excrementos quedaron atrás. Los actuales inodoros de vacío, que
comenzaron a instalarse en los aviones a principios de la década de 1980,
emplean un sistema de válvulas que extrae los residuos por succión para
depositarlos en un tanque. Aunque los accidentes no son imposibles, son muy
raros. Un estudio de 1994 describía dos únicos casos conocidos de daños por esta
causa. Al menos una de ellas era una persona obesa que había levantado el
asiento, cuyo corte delantero está diseñado para romper el vacío. De cualquier
manera, es preferible levantarse antes de tirar de la cadena.
VEREDICTO: FALSO
VEREDICTO: FALSO
6-Los viajes largos en
avión pueden causar trombos en las piernas, y la aspirina lo previene
Sin bajarnos del avión, hace unos
años comenzó a popularizarse el llamadoSíndrome de la
Clase Turista, una dolencia achacada
a la inmovilidad y consistente en la formación de trombos sanguíneos en las
venas de las piernas que pueden viajar hasta los pulmones y causar la muerte.
La difusión de este síndrome creó una cierta psicosis entre los viajeros,
acentuada por el hecho de que algunas aerolíneas, para cubrirse las espaldas,
incluyeron en sus medidas de seguridad la proyección de un vídeo sobre este
riesgo y su prevención. Las directrices oficiales de los especialistas
pulmonares de EEUU, actualizadas
en 2012, restringían el riesgo a
viajeros con "tromboembolismo previo, trauma o cirugía recientes, cáncer
maligno activo, embarazo, uso de estrógenos [anticonceptivos orales], edad
avanzada, movilidad limitada, obesidad grave o desórdenes trombofílicos
conocidos". En estos casos se recomienda caminar con cierta frecuencia,
hacer ejercicios de piernas, viajar en asiento de pasillo y llevar calcetines
de compresión en el tobillo, pero no se aconseja el uso de anticoagulantes o
aspirina. Una reciente revisión reconoce una incidencia de trombosis venosa entre los
pasajeros de avión que triplica la de la población general en pacientes de bajo
riesgo, pero aun así los casos en que llegan a presentarse síntomas se reducen
a menos de 0,5 por cada millón de viajeros.
VEREDICTO: VERDADERO (pero extremadamente raro)
VEREDICTO: VERDADERO (pero extremadamente raro)
7-Algunos japoneses
sufren una enfermedad mental al visitar París
París es una ciudad que vuelve
locos a muchos; pero en el caso de algunos turistas japoneses, es literal. En
2004, la revista francesa de psiquiatría Nervure publicabaun artículo en
el que se recopilaban 63 casos de turistas japoneses ingresados en el Hospital Sainte-Anne de la capital
francesa desde 1988, todos ellos aquejados por lo que el psiquiatra japonés
Hiroaki Ota describió en la década de 1980 comoSíndrome de París, una especie de choque cultural grave. Los síntomas
incluyen ansiedad, alucinaciones, paranoia o psicosis, a veces acompañados por
taquicardias, mareos y dificultades para respirar. Un artículo de la BBC cifraba en una docena el número aproximado de turistas
japoneses que cada año son repatriados por esta causa, e incluso aseguraba que
la Embajada nipona en París ofrece una línea telefónica disponible las 24
horas. Se trata de una variación del Síndrome de Stendhal, así llamado porque el autor francés dijo haber
sufrido un trastorno similar durante su visita a Florencia. Y no son los únicos
casos: al parecer, Jerusalén también provoca efectos similares en algunos
turistas.
VEREDICTO: VERDADERO
VEREDICTO: VERDADERO
FOTO: Moyan Brenn (Flickr)
8-Comer un pescado
japonés puede matarte si no está bien preparado
Uno de los venenos más potentes de
la naturaleza es la tetrodotoxina, conocida popularmente como "toxina
zombi" debido a su relación con las leyendas sobre el vudú. Pero la
tetrodotoxina no produce zombis; simplemente, mata por parálisis de los
músculos respiratorios. Está presente en varios organismos marinos, fabricada
por bacterias que viven en simbiosis con ellos. Entre estas especies se
encuentra el pez globo, muy apreciado en la gastronomía japonesa. El fugu, como
allí se llama, se considera una delicia culinaria, pero es imprescindible
asegurarse de que uno va a vivir para contarlo. Los chefs cuentan con una
autorización específica, que solo se concede después de haber recibido la
formación necesaria para saber cómo eliminar por completo las partes peligrosas
del pez.
VEREDICTO: VERDADERO
VEREDICTO: VERDADERO
FOTO: Peter Kaminski (Flickr)
9-Un pez del Amazonas
se introduce en el pene y la única solución es... cortar
Una de las más temibles historias
viajeras de terror tiene como protagonista alcandirú (Vandellia cirrhosa), también llamado pez vampiro por alimentarse de la
sangre de otros peces. De este habitante de la cuenca del Amazonas se cuenta
que, atraído por la orina, se introduce en la uretra y se fija allí con unas
espinas que imposibilitan su extracción, de modo que la única manera de sacarlo
es con cirugía. El mito se popularizó en el siglo XIX a través de los escritos
de etnógrafos y médicos que reflejaban la creencia popular en la región,
abriéndose paso incluso hasta las enciclopedias y guías de viajes. Pero lo
cierto es que, ni el pez es atraído por la orina,según demostró
un estudio en 2001, ni existe ningún
caso descrito en la literatura científica. Una revisión de 2013 no logró encontrar un solo incidente confirmado, a
excepción de un único
informe escrito en 1997 por un médico brasileño cuya veracidad ha sido cuestionada por los expertos.
El candirú existe, pero su leyenda es tan creíble como el monstruo del lago
Ness.
VEREDICTO: FALSO
VEREDICTO: FALSO
10-El hipopótamo es el
gran animal que más muertes causa en África
Todo el que ha viajado al sur del
Sáhara ha escuchado esta afirmación, que aparece en innumerables listas de
internet y en cualquier artículo periodístico en el que venga a cuento
mencionarlo. Lo que varía son las cifras aportadas: desde 100 hasta casi 3.000
muertes al año. Pero lo que todas estas referencias tienen en común es que
jamás mencionan una fuente original. Las principales bases de datos de estudios
científicos no aportan información. El libro People and Wildlife, Conflict
Or Co-existence? (Cambridge University Press, 2005) sugiere:
"se sabe que los hipopótamos matan personas en África, pero no hay datos
cuantitativos disponibles". La FAO,
rama de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, señala que el
cocodrilo supera al hipopótamo en número de muertes, pero sin datos concretos.
La Fundación Bill
Gates cifra en 500 las muertes anuales por hipopótamos y en
1.000 las causadas por cocodrilos; pero una vez más, las fuentes son oscuras.
VEREDICTO: NO SE SABE
FOTO: quantz (Flickr)
VEREDICTO: NO SE SABE
FOTO: quantz (Flickr)
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