Sigan a
este diputado, el hombre que no preguntó a Bárcenas
07/07/2017
El HuffPost
Se llama Carlos Rojas García y para él, el trabajo que hace es "un
honor". Es el diputado del PP que dejó perplejo a una parte del personal
cuando pasó de preguntar a Luis Bárcenas por las acusaciones de financiación
ilegal lanzadas contra el partido del Gobierno de Rajoy por el extesorero. A
cambio, Rojas optó por arremeter contra las otras formaciones que habían
exigido la presencia del exsenador y extesorero, para luego desgranar las
virtudes del Gobierno de Rajoy. Todo con enorme aplomo.
Este hombre "guapo, aseado y encantador", según una compañera de
partido, nació en Motril (Granada), en setiembre hará 47 años. Es una estrella
al alza en el Partido Popular, confiesa estar encantado "con el trabajo
que estoy haciendo. No considero que me esté comiendo marrones". Y
se toma con filosofía los comentarios de los diputados de otros partidos de
izquierda. Alguno de ellos no ha tenido problema en definirle como "el
nuevo mamporrero del PP", o como "una mezcla entre Federico
Trillo y Esteban González Pons". De Pons "¿lo dicen por lo de guapo?
No me han visto".
Un mamporrero muy educado
Eso sí, los colegas de comisiones consultados -da igual la ideología-
añaden que lo cortés no quita lo valiente y "es un tipo afable, muy bien
educado y con una buena voz. Se puede hablar con él fuera de las comisiones y
también viajar", explica otra señoría, con largo recorrido en el Congreso.
"Lo de la educación me viene de mis padres. A lo de 'mamporrero', cada uno
de mis compañeros puede expresar sus opiniones, faltaría más. Pero yo estoy muy
convencido de lo que hago".
"Las
medidas que ha tomado el PP en asuntos de corrupción no las ha tomado nadie,
son las más solidas que existen", afirma Rojas García.
Tan convencido que insiste en que "hago lo que me corresponde, llevo
la parte jurídica (es abogado, como su padre y tres de sus hermanos) y me
siento realmente cómodo. He estudiado los fundamentos de la defensa del PP en
la financiación y hay elementos y base jurídica solvente para defender a este
partido. Lo que ha hecho en sus cuentas públicas y publicadas es un ejercicio
que no ha hecho nadie". No le tiembla la voz ni un poquito con tal
afirmación.
En el mismo tono firme y tranquilo continúa: "Yo no me avergüenzo
al hablar de la corrupción, en absoluto. Las medidas que ha tomado el PP en
asuntos de corrupción no las ha tomado nadie, son las más solidas que existen.
Por eso, cuando veo que se pone el ventilador para ensuciar todo, me molesta.
Tengo desarrollado un importante sentido del Estado, y no me gusta el populismo
que lo ensucia todo".
Es una actitud clara frente a la de los otros portavoces como Martínez
Maíllo, Pablo Casado o Javier Maroto, quienes en privado no tienen problema en
reconocer lo hartos que están de que la corrupción arruine cada día su trabajo
para cambiar la imagen del PP. De hecho, cuando el pasado 26 de junio Bárcenas
compareció, Maíllo, el portavoz oficial, dejó el puesto a Carlos Rojas. De esa
forma, propició el primer salto a la fama nacional de este político andaluz. La
"desfachatez" de Carlos Rojas -en palabras de otra señoría de otra
formación- en esa comparecencia, al cargar contra los partidos de la oposición
y alabar las virtudes del PP, llevó a que periodistas, tertulianos y compañeros
del Congreso que aún no le conocían se fijaran en él.
Mientras que de Despeñaperros para arriba Rojas no era muy conocido, en
Andalucía le tienen bien localizado. Además de ser siete años alcalde de Motril
por el PP, fue portavoz de los populares en el Parlamento de Andalucía.
"Estuvo casado con una sobrina de Juan de Dios Martínez Soriano, el
histórico dirigente del PP que tuvo un papel crucial en el caso Juan Guerra",
explica un diputado andaluz.
Los padrinos políticos
Soriano fue su primer padrino en política, pero también le adoptó el
exministro Javier Arenas. El espaldarazo final ha sido su íntima amistad con
Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente del PP en Andalucía. "Esa
información sí que es clavada a mi trayectoria política. Juanma Moreno es mi
amigo y pocas veces se recuerda que le ganó las elecciones generales a Susana
Díaz en Andalucía", comenta.
Sobre sus no buenas relaciones con Susana Díaz, Rojas también tiene
recuerdo. "Es que yo era el portavoz y la controlaba en la sesión de
control. Hubo un día que se enfadó tanto que el golpe que dio al micrófono asustó
a muchos".
¿Ministro o
candidato a presidente de la Junta de Andalucía? "Nada. Yo estoy muy bien
donde estoy".
Vivía bien en Andalucía, le gustaba lo que estaba haciendo, pero en un
momento determinado, Moreno Bonilla decide reforzar a los populares andaluces
en Madrid. Y Carlos Rojas García cumple todos los requisitos. "La percha
siempre ayuda, tiene planta, aseado, sus intervenciones están siempre bien
escritas. Trabaja y es un tipo calmado, capaz de decir las mayores burradas sin
perder la compostura. Es una inversión a futuro", añade el citado diputado
andaluz. Es obvio que Rojas no comparte el término burradas, pero lo
encaja en ese talante de que la opinión de los demás es muy respetable.
Este mismo miércoles, en el Congreso de los Diputados, durante la
comparecencia del comisario José Ángel Fuentes Gago -el jefe de Gabinete del
comisario Eugenio Pino- en la comisión que investiga la presunta utilización
por parte del PP de la Policía -"una policía política" en Cataluña-
con el ministro Jorge Fernández Díaz, Carlos Rojas volvió a demostrar su
aplomo.
Tras pedir primero amparo para el comisario Sánchez Gago y la Cámara, ante
las descalificaciones de Gabriel Rufián (ERC), él mismo tuvo que ser apercibido
dos veces por Enrique Legarda, el muy comedido presidente de la Comisión y
diputado del PNV, que le amenazó con apercibirle una tercera vez. ¿La razón? De
nuevo, el portavoz del PP utilizó su turno de palabra para cargar contra los
otros partidos por el "uso partidista" de la comisión.
Ejercicio de hipocresía
Sus preguntas para Fuentes Gago versaron sobre su reconocimiento por luchar
contra ETA y un "este no es su lugar" al comisario, a quien llegó a
emocionar. "Esto es un ejercicio mayúsculo de hipocresía", espetó al
resto de partidos, que "vienen a mancillar el honor de los
comparecientes". Legarda le tuvo que frenar en seco: "No valore a
otros grupos. Se lo he dicho en otras comparecencias". El temple de ambos
diputados, educado pero duro, evitó que la cosa fuera a más.
¿Decide Carlos Rojas personalmente no preguntar a Bárcenas o cuál es su
papel ante los comisarios Sanchez Gago y Eugenio Pino? No, claro que no.
"Con Bárcenas no pregunté tras hablarlo con mis compañeros de la Comisión.
Teníamos claro que aquella comparecencia era un puro teatro, un circo, y no
estábamos dispuestos a participar. Él no iba a decir nada, porque está inmerso
en los procedimientos judiciales".
A Carlos Rojas Garcia hasta hace poco le daba miedo volar -"ahora
menos, pero espero que llegue el AVE a Granada en el primer semestre de este
año"- y es más que prudente cuando se le interroga por los vuelos
políticos, visto el carrerón que lleva en estos meses. ¿Ministro o candidato a
presidente de la Junta de Andalucía? "Nada. Yo estoy muy bien donde estoy,
no tengo ninguna aspiración más. Estoy muy agradecido a Rafael Hernando, se
trabaja muy bien con él, y a Mariano Rajoy. Lo que hago es un honor para
mí".
Lo dicho, sigan a este hombre. Promete en el PP, con Rajoy y sin él.
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