El entramado
más oscuro de la Iglesia, al descubierto: "Defiende a los sacerdotes
pedófilos"
22 jun 2017
Le consideran el enemigo público
número uno del Vaticano por investigar sus temas más polémicos: los abusos
sexuales a niños por parte de sacerdotes y las finanzas de la Iglesia católica.
Es Emiliano Fittipaldi, periodista italiano. ¿Cómo protege su imagen la
Iglesia? ¿Por qué la canonización se ha convertido en una vía de
enriquecimiento? ¿Se considera creyente después de haber visto cómo la gente
supuestamente más cercana a Dios genera tanto dolor e injusticia? Véalo en
'Entrevista', de RT.
Los datos secretos revelados por la
Congregación para la Doctrina de la Fe demuestran que el fenómeno de los abusos
sexuales a niños por parte de sacerdotes se ha duplicado en los últimos años
con respecto al periodo que va desde el 2005 al 2010. En los tres primeros años
de pontificado de Francisco, Roma ha recibido casi 400 denuncias procedentes de
iglesias de todo el mundo", desvela Emiliano Fittipaldi, periodista
italiano.
Según él, se trata de un fenómeno que afecta sobre
todo a los países más católicos, "como España, Italia o los países
sudamericanos" del que "nadie quiere hablar de forma oficial: ni la
Iglesia, ni los periodistas, ni la sociedad civil".
"Las víctimas sienten una
gran vergüenza (...) el concepto de pecado está todavía muy desarrollado. He
hablado con las víctimas y me contaban que cuando un sacerdote había violado a
un niño, les decía: '¡Chsss! No digas que he pecado, porque tú
también has pecado'", denuncia.
¿Encubre el papa Francisco a sacerdotes pedófilos?
El periodista revela que
durante sus años de investigación sobre este asunto, el ejemplo que más le
ha escandalizado es el caso de George Pell, un cardenal australiano
nombrado por el papa Francisco como número tres del Vaticano que, según
Fittipaldi, "ha protegido sistemáticamente a pedófilos cuando era obispo
en Melbourne y en Sídney" y ha intentado "comprar el
silencio de las familias pagando sumas muy pequeñas" por abusos
sexuales "que llevaron al suicidio". Para más inri, el propio Pell ha
sido acusado de haber perpetrado abusos sexuales.
"He publicado un documento en el que pide a sus
hombres, a sus sacerdotes, que ayuden a los curas que han acabado en la cárcel
a cambio de recibir un sueldo, una casa o un seguro sanitario", sostiene.
"No logro entender por qué el papa Francisco no se deshizo de alguien como
Pell y que además lo defienda diciendo: 'Hay que esperar a la Justicia'",
se lamenta.
Asimismo, Fittipaldi
critica que el Sumo Pontífice haya incluido en el C9 vaticano a
Francisco Javier Errázuriz, "un cardenal chileno que ocultó en su
escritorio durante seis años cinco denuncias contra un sacerdote pedófilo y
violador en serie de Santiago de Chile llamado Karadima porque no
creía a las víctimas".
"Es inaceptable que la jerarquía católica los
siga defendiendo en vez de ofrecer verdadera transparencia y una política de
tolerancia cero que sea no solo palabras, sino hechos concretos", añade.
"Ser santo no es gratis"
En cuanto a las actas de canonización
y beatificación, el periodista italiano apunta que "los herederos o
las asociaciones religiosas relacionadas con la persona que ha muerto deben
hacer una solicitud al Vaticano". "Cuestan 200, 300, 400, 500 y hasta
700.000 euros. Es una fábrica que enriquece a mucha gente en el Vaticano, a
muchos abogados especializados que se ocupan solo de eso", denuncia.
Fittipaldi afirma que existe
una simple razón por la que en países ricos "como EE.UU. o Alemania"
hay muchísimos santos mientras que "en países más pobres, como los de
África o Sudamérica, aunque sean más católicos, hay muchos menos".
"Siempre me he preguntado por qué es así, y ahora finalmente he
descubierto la respuesta: hay que pagar para hacerse santo", concluye.
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