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domingo, 17 de julio de 2022

 Víctimas del Criminalísimo por la Gracia de Dios



Ejecutados a garrote vil y calcinados en la propia fosa para hacer sitio para más represaliados

La fosa del cementerio de Hinojosa del Duque muestra


 la crueldad del régimen y la ignominia de la España de


 la posguerra

SER

María Eugenia Vílchez

Radio Córdoba

10/07/2022

En la semana en la que el Congreso de los Diputados ha aprobado la Ley de Memoria Democrática, todavía nos queda mucho por conocer de la inhumanidad y el horror que vivieron las víctimas que fueron represaliadas durante la Guerra Civil y la posguerra.

Una prueba de ello la hemos encontrado en una de las más de 708 fosas comunes que hay en Andalucía: la de Hinojosa del Duque, donde el equipo que está interviniendo en este momento no solo ha hallado los cuerpos de los represaliados, sino pruebas de cómo en los pueblos de la sierra de Córdoba se empleó una mayor virulencia con las víctimas.

Hinojosa pagó con creces ser uno de los pueblos de sierra de Córdoba donde la presencia de soldados republicanos se mantuvo hasta el final de la Guerra Civil y una de las zonas en de maquis y guerrilleros.

En esta fosa común del cementerio de Hinojosa del Duque, los registros hablan de 150 personas represaliadas, de momento han encontrado restos de 27 personas, y el trabajo continúa. El espacio temporal de esa fosa corresponde con ejecuciones que se produjeron desde abril de 1939 hasta julio de 1941.

Aquí no hay cal viva como en otras fosas comunes, pero sí hay cadáveres quemados con fuego y acelerantes para hacer sitio ante la falta de espacio en la fosa por el alto número de víctimas, o represaliados ejecutados a garrote vil en la plaza del pueblo como acción ejemplarizante y luego arrojados a esta fosa en la que trabajan Carmen Jiménez y Luis Tovar la arqueóloga y el antropólogo de la Sociedad Aranzadi que dirigen esta intervención.

"Tenemos represaliados de todo tipo, en los archivos y los consejos de guerra no solo tenemos a jornaleros, trabajadores del campo, tenemos también a mineros de Belmez, a médicos...", explica Carmen.

Los investigadores achacan esta gran violencia e ignominia sobre las víctimas al hecho de que estamos en uno de los municipios de la sierra de Córdoba, donde los milicianos resistieron hasta última hora o pasaron años escondidos en la propia sierra. "Hay una zona de la fosa en la que los cuerpos están quemados, y algunos de ellos con mucha más gasolina que el resto, una señal inequívoca de que no solo quieren hacer sitio en la fosa sino ocultar pruebas e identidades", resume el antropólogo Luis Tovar.

En la fosa había documentada la presencia de dos mujeres, pero han aparecido los cadáveres de cuatro. Quizá alguna de ellos corresponda a Carmen Aranda, una vecina de Hinojosa, madre de 6 hijos. "La fusilaron estando embarazada de seis meses, porque no consiguieron detener a su marido y a sus hijos que habían huido a la sierra. Finalmente a ellos también los detuvieron y los mataron". Su historia ha quedado la memoria del pueblo durante años, explica la arqueóloga.

La mayor parte de los cuerpos está muy deteriorado, pero el equipo cree que será posible conseguir pruebas de ADN para cotejar con sus posibles familiares. Una vez que el 21 de julio concluya el trabajo de campo, empezarán a recomponer también ese puzle.

Los trabajos se están llevando a cabo con fondos de la Federación Española de Municipios y Provincias, del Ayuntamiento de Hinojosa del Duque y de la Diputación de Córdoba.



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