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viernes, 12 de julio de 2024

 ¡Ay, Mariano...Mariano!

(Marianico el Corto)



Así fue el espionaje de la policía patriótica del PP: 60 diputados de Podemos y 57 comisarías

Los agentes dejaron rastro al consultar bases de datos restringidas para conocer información, especialmente de Iglesias

ElPlural

Cynthia Coiduras

11-7-24

La llamada policía patriótica que el Partido Popular utilizó durante el Gobierno de Mariano Rajoy espió a más de 60 diputados de Podemos. Así lo ha evidenciado las pruebas documentales que han llegado a las manos del juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional, que está investigando los movimientos de la formación que ahora lidera Alberto Núñez Feijóo contra los adversarios políticos de los populares.

Los agentes que formaron parte de este grupo dejaron rastros al consultar bases de datos restringidas para dar con información de los dirigentes morados que entraron en el Congreso así como otros del mismo partido durante el año 2015 y 2016. Uno de los más perseguidos fue Pablo Iglesias, pero no el único. De hecho, hay media centena de ficheros con muchos nombres que fueron espiados en más de 50 comisarías distribuidas por toda España.

Así fue el espionaje del PP a Podemos

55 ficheros, 7.000 consultas a bases de datos, 69 diputados de Podemos y 57 comisarías. Estos son los números que ahora han salido a la luz del espionaje que la policía patriótica del Partido Popular llevó a cabo contra dirigentes y miembros de la formación morada entre los años 2015 y 2016, cuando estos ya desempeñaban cargos públicos tras haber sido elegidos en las elecciones generales de hace ahora nueve años.

Tal y como ha publicado este miércoles el diario El País, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil que dependían del Ministerio de Interior del popular Jorge Fernández Díaz realizaron cerca de 7.000 consultas a diferentes bases de datos restringidas y privados sobre más de 60 representantes públicos de Podemos. En concreto, 69 diputados morados que generaron al menos unos 55 ficheros ahora conocidos.

En concreto, esta documentación -aportada por Asuntos Internos tras un requerimiento del pasado mes de marzo- forma parte de la investigación que la Audiencia Nacional está llevando a cabo sobre el espionaje del Partido Popular contra la formación entonces liderada por Pablo Iglesias tras una querella presentada por estos en febrero. Ahora el juez del caso, Santiago Pedraz, tendrá que dilucidar cuáles de estas consultas están directamente vinculadas a las maniobras impulsadas desde Interior y cuáles responden a los intereses personales de los propios agentes.

Así, esto demuestra que desde el Gobierno de Rajoy, concretamente a través del ministro Fernández Diaz, se buscaban datos -como antecedentes o cosas personales- sobre los diputados electos de Podemos en plenas negociaciones de estos con el PSOE para formar el primer Ejecutivo de coalición. Pero también antes, especialmente en los años 2015 y 2016, cuando irrumpieron en el panorama político tras las elecciones europeas, y en 2014. En este último caso es el diario del comisario Villarejo el que apunta a esta situación.

Participaron más de 50 comisarías

Los medios para ello no fueron pocos. En esta macrooperación de espionaje participaron 57 comisarías repartidas por todo el territorio nacional, excepto del País Vasco, como ha evidenciado la información ahora desvelada por elDiario.es, y los objetivos eran nombres tan conocidos como Pablo Iglesias, Irene Montero, Ione Belarra o Iñigo Errejón, cuando todos ellos todavía eran miembros de los morados. Estos agentes dejaron rastros al consultar bases de datos restringidas, por lo que podrían haber sido muchas más consultas, pero que en esas no hayan dejado huellas.

En concreto, entre los que más interés suscitaban para esta policía patriótica se encuentra Iglesias, que fue buscado en 121 ocasiones desde Reus, Alicante, Santiago de Compostela o Albacete; Belarra, con unas 13 veces desde Cuenca, Sevilla o Ceuta y Melilla; Errejón se llevó un total de 34 búsquedas desde Logroño, Vélez-Málaga y Oviedo; o Bustinduy en 19 momentos desde Madrid, Cartagena, Torrelavega o Jerez de la Frontera.

Una misma IP o dispositivo buscó también a otros dirigentes desde otros puntos, como a Iglesias en muchas ocasiones desde mayo de 2016 -también hay rastros desde la UDEF o la Brigada de Información con hasta 25 consultas en un mismo día-; a Victoria Rosell desde la comisaría local de Maspalomas, en Canarias; o a Errejón otras veces más desde Valencia, Las Palmas y Murcia. Pero el dirigente fue el más señalado, hasta el punto de que le buscaban también policías de la Comisaría del Congreso o de la misma Presidencia del Gobierno de Rajoy.

En el escrito remitido ahora al juez, la Unidad de Asuntos Internos explica que la investigación radica en un “informe de las solicitudes de acceso por funcionarios policiales a los datos que obren de los mismos en cualquiera de los ficheros informatizados que posee el CNP durante los años 2015 y 2016, con expresión, para cada acceso o intento de acceso, de la identidad del funcionario que lo lleva a efecto, fecha del mismo, persona a la que se refiere la solicitud, motivo expresado de la solicitud, si constara, y concretos datos que solicita y en su caso obtiene, de varios diputados”.

Ya hace cuatro meses, Podemos señalaba en su querella que el objetivo principal del espionaje contra ellos era la posterior filtración de información a los medios de comunicación para desacreditarles ante la opinión pública, aprovechando el marco de veracidad que confieren las fuentes policiales. Cabe destacar que, junto a la Operación Catalunya o la Kitchen, el juez Manuel García Castellón se negó a investigar todos mecanismos contra Podemos.



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