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sábado, 18 de junio de 2016

Felipe VI, un rey por cojones y por los cojones.

18-6-16
Público
Luis Gonzalo Segura

Se cumplen dos años de la coronación de Felipe VI (19 de junio) y casi nada ha cambiado. Seguro que muchos de los que se hacen llamar periodistas se dedicarán a ensalzar la imagen de “El Preparado” casi tanto como lo hicieron con “El Campechano”. Esperemos que la cruda realidad no les deje en el mismo lugar que a los que durante décadas nos engañaron, que no sean los Cebrianes de turno que luego aparecen vinculados a Panamá.

Dejando a un lado la indefendibilidad intelectual de una monarquía en un sistema democrático, la realidad es que la Casa Real ha hecho muy poco, desde un punto de vista objetivo, por adaptar su institución a los mínimos requisitos exigibles en una democracia.

Un rey por los cojones: coronación machista
Un rey que no fuera machista jamás habría ascendido al trono por encima de una hermana mayor (dos) y un país que no lo fuera tampoco lo habría permitido. Aunque nuestra sociedad hace tiempo que ha redoblado esfuerzos para terminar con esta lacra, poco parece haberle importado a Felipe. Quería reinar y nada ni nadie se lo ha impedido, ambición que recuerda a la de su padre cuando pasó por encima de Juan de Borbón.

Por desgracia, ejemplos tan machistas como el de la coronación suponen una falta de legitimación considerable. Los partidos políticos se esfuerzan en las listas cremallera o en la paridad, los medios de comunicación denuncian las diferencias salariales entre hombres y mujeres y las grandes personalidades se apuntan a campañas de concienciación. Sin embargo, todos enmudecen ante el caso de Felipe VI y su coronación machista. Parece que para alguno las hermanas mayores del rey ni existen. ¿Qué legitimidad puede tener el rey, la reina o cualquier miembro de la Casa Real para posicionarse en contra del machismo si son los primeros en practicarlo? Ninguna.

Un rey por cojones: sin consulta popular 
El monarca, al igual que su padre y antepasados, no parece muy demócrata. Hay muchos que afirman que no “borbonea”, como si fuera suficiente muestra de valores democráticos que no participe de un golpe de estado o conspire contra el presidente. Pienso que nos conformamos con muy poco.

Se deberían haber emprendido dos reformas que adecuarían la existencia de la monarquía, si ello es posible, a una democracia moderna (que no somos). Las medidas son evidentes: referéndum previo a la coronación y posibilidad de revocación. De esta forma, se conseguiría que el reinado estuviera subordinado a los ciudadanos. Si la soberanía emana del pueblo, tendrá que ser este el que decida qué gobierno prefiere, qué rey o reina desea que ostente la corona y hasta qué momento quiere que esto suceda. Parece que lo de la subordinación y la soberanía popular no son valores del gusto de la realeza.

Un rey con privilegios anacrónicos
Sin ningún género de dudas, convertir al rey en un ciudadano más a efectos jurídicos debería ser una prioridad de los partidos políticos, los ciudadanos y los medios de comunicación. De momento no está en la agenda. Llegados a esta situación, si alguien debería ser el primero en dar ejemplo y terminar con la inviolabilidad jurídica tendría que ser el propio Felipe. El rey no es que esté aforado, es que es inviolable jurídicamente hablando. Resulta muy grotesco que en un país democrático uno de sus ciudadanos pueda legalmente atentar contra todos y todo y salir indemne de semejante crimen. Algunos dirán que no pasará, pero por desgracia ahí está el comportamiento de Juan Carlos I durante su reinado.

Puede que uno de los motivos para que se mantenga este privilegio sea que si el rey emérito pudiera ser juzgado tendría muchas dificultades para evitar la cárcel
Un rey con un salario desorbitado
En lo salarial el rey no es ejemplar. Un país en el que un tercio de los ciudadanos gana menos de 650 euros no parece el mejor escenario para el salario real (236.544 euros). Somos muchos los que reclamamos una mejor redistribución de rentas y quién mejor que el rey para aplicar medidas en este sentido. El problema es que para ello se requiere ejemplaridad y cuando se habla de dinero (y de otras cuestiones) en la Casa del Rey, la ejemplaridad ni está ni se la espera.

No es en ningún caso procedente, menos aún en mitad de una de las mayores crisis que se recuerdan, ganar casi el cuádruple que el presidente del Gobierno y que diversos miembros de su familia sumen salarios superiores a los de este (el rey emérito, 189.228 euros, la reina emérita, 106.452 euros, o la reina, 130.092 euros). Entre los cuatro salarios reales (662.316 euros) multiplican por más de siete lo que recibe la familia presidencial. No está mal. Podrían haber rebajado su salario hasta el nivel del presidente del Gobierno y haber eliminado el resto de salarios, dejando en todo caso el salario del rey emérito (equiparándole al de los expresidentes de Gobierno). Ni que decir tiene que comprobar que los reyes ganan más que las reinas es de bastante mal gusto después de la reclamación que tantas mujeres hacen en cuanto a equiparación salarial.

Otro punto que resulta bastante anacrónico es que sea el propio rey el que se suba o baje el sueldo.

Un rey jefe de las Fuerzas Armadas: otro anacronismo real
No es solo una cuestión de seguir teniendo a un rey como Jefe de las Fuerzas Armadas, que también. Lo peor de todo es que en estos dos años de reinado no ha instado a un cambio profundo del mundo militar (justicia militar, órganos de control, macrocefalia o excedente de oficiales, despilfarro y corrupción, abusos y acosos, precariedad laboral y despido de la tropa, abandono de los discapacitados, etc.). No ha tenido ni una palabra para los militares heridos o discapacitados que reclaman pensiones y/o justicia, no ha compartido un gesto con aquellos militares que son enviados al desempleo, no ha exigido el fin del excedente de oficiales que ya se dibujaban a la perfección en los relatos literarios del siglo XX y tampoco ha creído oportuno abanderar la lucha contra una corrupción militar que hasta Santiago Ramón y Cajal describió a finales del siglo XIX
Un rey compi-yogui
Por desgracia, hay pocos cambios destacables salvo que el rey actual no es amigo de Villar Mir como lo fue el emérito, sino de su yerno… y que el nuevo monarca es más del gusto del yoga que de los elefantes, blancos y cazados. Cosas de compi-yoguis que la plebe y los medios de “mierda” (tal y como afirmó Letizia, La Republicana) no estamos preparados para entender.
 Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra.


El voto indeciso (El analfabeto político)


Vampiros y Mafias


Filmoteca


27J


¡Viva la Virgen del Rocío!


Otra "Ultima cena"


Alberto Rivera, un repelente camaleón que cambia constantemente de piel.

Rivera, el camaleón que sueña con permanecer en primera división
Al líder de Ciudadanos le ha costado 10 años llegar a pisar el Congreso. Vendiéndose como el único capaz de mudar su piel para llegar a acuerdos a uno y otro lado de la Cámara, pelea por mantener su cuarto puesto y seguir en el pódium político español. 
Público
16-6-16
PAULA DÍAZ
MADRID.- A Albert Rivera (Barcelona, 1979) le ha costado diez años llegar a ocupar un escaño en el Congreso. Diez años de batallas internas en Ciudadanos, pactos fallidos con otras formaciones, un número incontable de citas en las urnas y hasta un cambio de imagen que incluye un (misterioso) crecimiento de pelo.

El presidente de los naranjas ha cambiado el michelín de aquel famoso cartel en el que se mostró desnudo ante el mundo por un cuerpo atlético más propio del deportista que es. Pero, si algo ha permanecido inamovible en este tiempo es
su capacidad camaleónica para adaptarse al entorno que le rodea, girando a izquierda o derecha según convenga, que para algo es el representante del "centro".

Esa estrategia no le dio grandes resultados hasta hace un par de años pero, en vista de sus últimos éxitos, ha decidido seguir mudando de piel para mantenerse, al menos, en el cuarto puesto del pódium político que alcanzó -por fin- el pasado 20 de diciembre, cuando consiguió 40 diputados en el Congreso.
La ambigüedad ha permitido a C's pactar gobiernos con el PP en Madrid, con el PSOE en Andalucía y hasta votar con Podemos en algunas ocasiones. ¿Qué hará el 26-J? Ni una cosa ni la otra o, tal vez, las dos o ninguna. Pero en ese misterio radica su victoria: el objetivo es arañar el voto descontento a uno y otro lado de la Cámara para mantenerse, aun sin ser decisivo, en la primera división. "Es más importante ser útil que ser importante", repite a menudo a modo de auto-consuelo.
Pero las dicotomías no son propias sólo de la vida política de Rivera, sino que forman parte de su ser. De padre catalán y madre andaluza, Rivera es un "liberal de centroizquierda";un 'pijo' sin corbata; tímido, pero ególatra; soñador aunque rechaza la 'ciencia-ficción'; un antitaurino que en su día salió a hombros de la plaza de la Monumental de Barcelona. Sólo hay una característica contundente en él que le define en cada discurso: su antiindependentismo
.
Rivera fue elegido presidente de Ciudadanos por llamarse Albert: fue el orden alfabético del nombre de pila y no del apellido el criterio
Esa es, precisamente, la cualidad principal por la que surgió Ciudadanos, la única en la que estaban de acuerdo los 15 intelectuales que 'parieron' el partido en 2005 y que procedían de ambos bandos del bipartidismo. En función de la documentación que se maneje, C's habría nacido como descontento con un PSC que se había echado en manos del independentismo de ERC o bien, como reacción a un PP que hablaba catalán en la intimidad con CiU. 
La propia cúpula del partido estaba tan dividida en aquel entonces que tardó en ponerse de acuerdo para elegir presidente y secretario general de la formación. Había dos listas candidatas. ¿Cuál eligió el joven Rivera que hasta entonces había votado al PP, PSC y hasta a CiU en distintas ocasiones? Ni a papá ni a mamá. Las dos. Y la dirección del partido le cayó encima porque el destino (y quien hoy es una de sus manos derechas, José Manuel Villegas) quiso que el presidente fuera elegido por orden alfabético en función del nombre y no del apellido. Corría el año 2006 y el hoy todopoderoso líder de Ciudadanos contaba sólo 26 primaveras. 

Pedro Sánchez debería jugar al Tiki-Taka en lugar del Catenaccio.

Público
17-6-16
Carlos Huerga
Tras el debate a cuatro del pasado lunes, no hay un consenso general sobre quién ha sido el ganador, pero sí sobre quién ha quedado más tocado: Pedro Sánchez. Atacar a Podemos por no sumarse a su pacto con Ciudadanos y mostrarse como alternativa a Rajoy no fue una estrategia creíble, ha debilitado la figura de Sánchez y hace pensar que mantener este guion durante el resto de la campaña es un error.

Pero, ¿por qué en el PSOE han optado por esta estrategia?

En el 20D, el PSOE perdió un porcentaje importante de votos que se fueron, principalmente, a Podemos. Para el 26J, en lugar de preocuparse por recuperarlos ilusionando y convenciendo con sus ideas, han optado por asentar a los que les fueron fieles y votaron al PSOE. Con este objetivo, buscan la confrontación con Podemos y alimentan el rencor que las bases socialistas pueden tener por la formación morada y por su líder, Pablo Iglesias. Dicho de otra manera, el PSOE ha decidido que en esta campaña va a jugar al “catenaccio” y esto puede ser demoledor para el futuro tanto de Sánchez como para el del partido socialista.

El catenaccio es una estrategia que puede funcionar si estás dispuesto a defender constantemente y a dar todas las patadas que sean necesarias para mantener tu portería a cero. Si consigues esto y tienes un delantero rápido y ágil que en un contraataque sea capaz de marcar un gol, puedes ganar el partido. Pero ni el PSOE comienza el partido con el marcador a cero, ni Pedro Sánchez (ni nadie de su equipo) es capaz de despuntar y marcar al contrario.

El PSOE empieza el partido perdiendo: un alto porcentaje de ciudadanos les ven como responsables de la repetición de elecciones. Además, la nueva marca “Unidos Podemos” les ha desplazado al tercer puesto en las encuestas (tanto en número de votos como en diputados). Con este escenario, enrocarte en convencer solo a la gente que te ha sido fiel significa que te vas a poner a defender en un partido que ya vas perdiendo.

Pero esta no es la única debilidad de la estrategia.

Tras el debate, el PSOE ha intentado dos contraataques. El primero, el de Jordi Sevilla, diciendo que hay que permitir la investidura del candidato que reúna más apoyo del parlamento. Según las encuestas, Jordi Sevilla está diciendo que el PSOE va a apoyar la formación de un Gobierno del PP. Esto, más que afianzar a sus bases, podría romper el partido.

El segundo contraataque, y marcado por la mala repercusión del primero, fue el de Pedro Sánchez diciendo que “no va a haber ni gran coalición ni Iglesias va a ser Presidente del Gobierno”. Esto sería útil si Sánchez y el PSOE fuesen una opción creíble de gobierno, pero en el escenario actual, con un probable tercer puesto en las elecciones y el fracaso en las pasadas negociaciones, simplemente, no lo son. Así, estas declaraciones, más que un argumento para votar al PSOE, parecen un canto a la alegría.

Si en vez de jugar al catenaccio, optaran por jugar al tiki-taka y fuesen capaces de volver a ilusionar a su electorado natural, podrían obtener un mejor resultado. Pero de seguir con la estrategia italiana, el escenario al que se enfrenta el PSOE para el 26J puede ser uno de los peores de su larga historia, el de convertirse en un partido irrelevante para la política española.


viernes, 17 de junio de 2016

¿Es gilipollas o no?


¿Votaste al PP?


Mariano ha cumplido


El cretino


Mentiroso


La España corrupta del Partido Popular (Partido Podrido)

Partido Popular es una Organización Criminal

¿Quién sabe dónde? Los “caídos” de Rajoy
Puertas giratorias y juzgados, dos buenas razones en dimisiones y/o ceses de los Altos Cargos
Los casos de Echenique, Torres Dulce, Renovales, Serafín Castellanos...

Mié, 15 Jun 2016
Tras la primera parte publicada que podéis consultar en este enlace vamos hoy con la segunda y última entrega. Los agraciados son, sin duda, menos conocidos que los ex Ministros. Son genoveses que, salvo excepciones, jugaron un papel público menos relevante mientras fueron Altos Cargos.
Como se puede comprobar en la selección hay de todo un poco. Desde los que sin mayores tapujos recurren a las puertas giratorias con un sentido de la impunidad nada desdeñable hasta los que su dimisión está relacionada directamente con sus vinculaciones con casos de  corrupción que están siendo juzgados por diferentes tribunales.
07. LEOPOLDO GONZÁLEZ-ECHENIQUE. Nombrado Presidente de RTVE en junio del 2012. Tras su cese en septiembre del 2014, estuvo trabajando durante 5 meses en la hoy investigada empresa pública Acuamed fichado por su entonces Presidente Federico Ramos de Armas, ambos abogados del Estado. Meses después en marzo del 2015 el Gobierno le autoriza para trabajar con la multinacional de servicios de aplicaciones tecnológicas, la sociedad Everis, S.L.U y en septiembre de ese mismo año es finalmente autorizado para engrosar sus ingresos  con el despacho de abogados Herbert Smith Freehills Spain.  
08. EDUARDO TORRES DULCE. Nombrado en Diciembre del 2011 nuevo Fiscal General del Estado. Dimite por inducción inducida en Diciembre del 2014. Sobre las causas reales hay división de opiniones. Unos dicen que se enfrentó al Gobierno y otros que fue el Gobierno quien perdió la confianza en el. Sea como fuere, el hecho cierto es que seis meses después de su relevo fue fichado en julio del 2015 por el despacho de abogados Garrigues.
09. JAIME PÉREZ RENOVALES. Nombrado en Diciembre del 2011 por su colega corporativa Soraya Sáenz de Santamaría como Subsecretario del Ministerio de la Presidencia. El 20 de junio del 2015 se auto despide para 10 días después volver a  su “Casa Madre”, es decir, al Grupo Santander. El 20 de junio Ana Patricia Botín le nombra Secretario General y del Consejo de Administración. Además para completar su jornada laboral, el Gobierno le autoriza para ejercer simultáneamente como Presidente del Consejo del Servicio de Alarmas Controladas por Ordenador, SA.; Presidente del Consejo de  Santander Holding Internacional, SA.; Presidente del Consejo de  Santusa Holding, SL; Presidente del Consejo de  Geoban, SA; Presidente del Consejo de  Ingeniería de Software Bancario, SL. y Presidente del Consejo Deproduban Servicios Informáticos Generales, SL.

Uno contra todos... todos contra uno.

Público
16-6-16
Fernando López Agudín

Antes de que se conozcan los resultados de estas elecciones, protagonizadas fundamentalmente por los candidatos Rajoy e Iglesias, se hace evidente el color morado que las enmarca. Los azules aparecen desdibujados, los rosas desvaídos y los naranjas azulados. La existencia, por vez primera en muchas décadas, de una alternativa política clara a las fuerzas del régimen, provoca, inevitablemente, que todo gire en torno a Unidos Podemos. Es una campaña singular. Hay un debate esencial, el que enfrenta a tres siglas contra una, cruzado por debates secundarios entre las fuerzas que cuestionan a UP. Quienes han vivido de la alternancia, viven ahora bajo el fantasma de la victoria de la alternativa.

Los sondeos lo reflejan. El PP lleva en sus talones a UP, Rajoy siente en su cogote el aliento de Iglesias. Se ve día a día el avance de Unidos Podemos, junto con el estancamiento o descenso del Partido Popular. Es improbable, pero es posible, que UP sea la primera fuerza en votos sin serlo en escaños. No es nada casual, tampoco, que el reciente debate televisivo entre los cuatro líderes haya reflejado asimismo esta tendencia, al dar todas las encuestas como único vencedor a Pablo Iglesias. En los diez días que restan de campaña, parece bastante probable que se incremente ese avance, en la misma medida que propone una alternativa realista, concreta, precisa y cuantificada a los graves problemas sociales de los españoles.

Las propuestas sobre pactos poselectorales lo confirman. Hay un claro intento de unificar a los tres mosqueteros- PP,PSOE, Ciudadanos- contra ese nuevo cardenal Richelieu resucitado que es Iglesias. Su lema es idéntico: Todos contra uno. Rajoy propone una coalición con el PSOE y Ciudadanos, Rivera la acepta sin Rajoy, Sánchez no sabe, no contesta. Respetando su indecisión, esa muy dura calima política que le sopla desde Andalucía le aconseja no abrir la boca antes de tiempo, a nadie se le puede escapar que esta oferta pretende juntarlos, por activa o por pasiva, contra la principal fuerza progresista. No sería así si no tuvieran datos que les muestran como se traduce en votos para UP la indignación ciudadana.

La preocupación de la derecha lo ratifica. Si esta política de todos contra uno no es respondida con la política de uno contra todos, sus perspectivas son malas. Cuando la ven reducida tan solo a uno contra dos -Unidos Podemos contra PP y Ciudadanos-, mientras salva al PSOE, a la vez que le da un compás de espera, su inquietud crece. Les preocupa esta inteligente respuesta de Pablo Iglesias por lo que pudiera influir en la decisión política final de Pedro Sánchez: la consulta a los militantes sobre los pactos y la votación de todos los electores socialistas. Aunque especulan como la lechera del cuento, sumando votos contra natura, saben muy bien que hay más de una piedra en la que pueden tropezar y el cántaro de votos desparramarse hacia UP.



La desunión electoral PP-Ciudadanos lo posibilita. Quienes lanzaron ayer como un producto de laboratorio a Rivera, como freno a Podemos, lo reciben hoy como un bumerán en su cara. No han terminado con Rajoy pero tampoco han consolidado a Albert Rivera. Ciudadanos resta votos al Partido Popular a la vez que corre el serio riesgo, además, de desembocar en la misma situación de aquella Izquierda Unida que los tiraba a la basura como consecuencia de la actual ley electoral. Al ser vasos comunicantes, ambos pueden salir perdiendo de una desunión que viene a coincidir con la creciente unidad de las fuerzas progresistas, de la que Unidos Podemos no es más que el primer paso.

Son todas estas razones, precisamente, las que multiplican el voto hacia Unidos Podemos. Si esta coalición progresista consiguiera ser la primera fuerza electoral, se dificultarían extraordinariamente las diversas operaciones en curso para burlar el resultado de las elecciones del 26 de junio. No podrían descalificar la realidad de una mayoría de votos, UP, con la artificial mayoría de escaños, PP. Esa derrota electoral sería también una gran derrota política de los poderosos que se mueven tras las bambalinas del Partido Popular y de Ciudadanos. Hacer real esa probable derrota de Rajoy, hacer probable esa posible victoria de Iglesias, es el principal estímulo del voto progresista.