Política, religión, actualidad, cine, opinión, sociedad, humor, cultura, fotogalerías.....corrupción, corruptores, justicia, robos, fraudes, atracos, preferentes, rescate bancario, hambre, paro, miseria, desahucios, hipocresía, la verdad, mentiras y mas mentiras...crisis, ricos, pobres, muy pobres, muy ricos, miseria, niños hambrientos, familias que no pueden llegar a fin de mes, trabajadores esclavos...Santa Pederastia, Sagrada Pedofilia....
Pedro Morenés, “El
Carnicero”, también hizo negocio con el Ébola
4-9-16
Luis Gonzalo Segura
Público
El Carnicero
Pedro Morenés, El Carnicero,
es un inagotable hombre de negocios al que no hay empresa que se le resista. Si
hay que vender unas bombas para despedazar niños y niñas ahí está
su carnicería, siempre abierta para genocidas y criminales de guerra. Las
24 horas del día.
El Carnicero es lo que se dice un hombre de
negocios exitoso, lo que el capitalismo considera un triunfador y Mariano Rajoy
un miembro de la buena estirpe. Tal consideración se debe, dejando a un
lado los méritos antes mencionados, al éxito de endeudar el ministerio
de Defensa por encima de los 30.000 millones de euros. Endeudar ministerios
significa la ruina de los ciudadanos y el beneficio de la industria de las
armas, los bancos y la cúpula militar. Y en eso Morenés es un crack
mundial.
Donde la mayoría habrían encontrado
miedo, incertidumbre o pesar, Pedro Morenés encontró otro negocio más. Lo
del Ébola podía ser una empresa redonda y cuanto más matase esta enfermedad,
mejor, más dinero para todos. Las farmacéuticas, Pedro Morenés y otros muchos estuvieron
meses con el champán preparado, pero aquello no prosperó como se esperaba. Fue
una decepción enorme, pero la valía de una persona no se mide por las veces que
se cae, sino por las veces que se levanta. Así pues, El Carnicero se
repuso y no desaprovechó las jugosas migajas, aunque el Ébola no matase lo
suficiente como para sacar una gran tajada. No sería como cuando las
empresas de la industria de las armas aumentaron su cotización en bolsa al día
siguiente de los atentados de París o como cuando la industria armamentística
supo al día siguiente del 11 de septiembre de 2001 que tenían negocio para las
dos siguientes décadas, pero unos milloncejos se podían carroñear fácilmente…
Menos importó que ya
existieran siete hospitales de referencia repartidos por toda la
geografía (Sevilla, Zaragoza, Tenerife, Barcelona, Valencia, Madrid y
Donostia) y que uno de ellos (La Paz-Carlos III) se encontrase a 22 minutos en
coche del hospital Gómez Ulla, convirtiendo la inversión realizada en un
dislate más del ministerio de Defensa.
Por si todo lo contado no fuera
suficiente, se utilizaron los procedimientos de emergencia, restringido y
negociado sin publicidad sin que existiera ningún tipo de emergencia, dado que
la mayoría de los contratos se adjudicaron en el segundo y tercer trimestre del
año 2015, cuando la crisis del Ébola estaba totalmente superada.
Como todo es
susceptible de empeorar, nos hemos enterado que la planta 22
del Gómez Ulla es una auténtica chapuza: Fallos en protocolos de
seguridad, falta de formación, carencia de medicinas o mantas, problemas
informáticos en la domótica que controla el aislamiento de las
habitaciones, un laboratorio inutilizado… El inconfundible sello
chapucero de Pedro Morenés y la cúpula militar, solo que esta vez no es un
submarino que no flota, sino un hospital que puede provocar una desgracia… Lo
mismo da.
Las
carnicerías nunca cierran
El Carnicero nunca cierra el negocio porque
este es muy parecido al de otros como Cebrián, Chacón, Bono o Zapatero. Por
ello, el diario fundado por Manuel Fraga, El País, dedica un
editorial en el día de hoy para presionar a
los dos partidos del Régimen y que lleguen a un acuerdo, con Rajoy y
Sánchez o sin ellos… Y tras Cebrián presionan RTVE, Atresmedia,
Mediaset, El Mundo… Porque el matadero debe estar lleno y los
genocidios deben continuar, como el show. Son cosas del business de
la buena estirpe.
Luis Gonzalo
Segura, exteniente del Ejército de Tierra.
Lo he dicho más de una vez: en el PP son tan cristianos que su mano derecha
no sabe lo que hace su mano derecha. La doctrina del perdón de los pecados no
ha encontrado defensor más ferviente que el gobierno mariano, el cual suele
elevar a los cielos a los pecadores y caídos en corrupción como ángeles puestos
en órbita de una patada en el culo. El último de estos grandes mártires ha sido
el ex ministro José Manuel Soria, beatificado como alto cargo para el Banco
Mundial en virtud de su amplia experiencia como administrador de sociedades off
shore en diversos paraísos fiscales.
.
La beatificación en
vida de Soria ha venido a coincidir con la canonización de la Madre Teresa de
Calcuta. Nuevamente se hace difícil no ver la larga mano de Dios en todo este
asunto. Christopher Hitchens, que fue elegido como advocatus diavoli en
el proceso de canonización de la futura santa, señaló hace años varias fallas
éticas y teológicas de la candidata: su apoyo incondicional a la sanguinaria
dictadura de Duvalier en Haití; su afición a codearse con Lady Di, la reina
Sofía y otros figurones de la alta nobleza en lugar de lavar los pies de los
pobres; su radical negativa a construir hospitales y centros sanitarios en
lugar de infectos lazaretos; su monumental hipocresía al refugiarse ella misma
en un hospital equipado con todos los adelantos y comodidades para recibir
cuidados paliativos en lugar de alojarse en una de sus inmundas cloacas indias.
Las curaciones
repentinas y los milagros supuestamente certificados por los que la Madre
Teresa ha subido a los altares son tan ridículos que no merece la pena
considerarlos: el verdadero milagro es que una usurera tan notoria haya sido
declarada santa a la velocidad de varios siglos al día. No se veía una
canonización tan rápida y tan obscena desde que Josemaría Escrivá de Balaguer
obtuvo la categoría de santo sin más prodigios en su haber que una fabulosa
colección de ceros en las cuentas nada corrientes del Opus Dei. Jesucristo, en
cambio, abominaba del dinero y de las posesiones: obviamente lo crucificaron
por algo.
Puesto que Soria manejaba un ingente patrimonio familiar invisible a
la mirada de fisco y repartido por medio globo terráqueo sin siquiera
percatarse de la jugada, habrá que reconocer entonces su capacidad para manejar
las cuentas del Banco Mundial a la luz del día. Soria, en efecto, hace
milagros. La multiplicación de los panes y los peces no tiene secretos para él;
de hecho, muchedumbres de fieles ya se han percatado de que el ministro Soria
no es más que un mínimo común múltiplo del mesías José María Aznar. Su sentido
del cristianismo lo llevó a negar su participación en las empresas y las
cuentas asociadas, igual que el apóstol Pedro cuando le preguntaron por
Jesucristo: “No tengo ni idea de lo que está pasando” dijo Soria cuando se
publicó que, aparte de las sociedades en Panamá, su nombre salía también en
relación con otra sociedad opaca en Jersey. Con milagros mucho más pedestres se
han fundado nuevas religiones, de modo que es normal que Soria prosiga su
camino a la santidad a marchas forzadas.
La posada en escena de
Gabriel Rufián al Congrés dels Diputats, afirmant-se com la demostració
empírica del fracàs del Reino de España – el xarnego castellanoparlant que
entoma i fa seva la bandera de l’independentisme català – ha desfermat la
polèmica entre alguns mitjans i formadors d’opinió espanyols. Vilaweb es feia
ressò de l’estira-i-arronsa cibernètic
entre Rufian i l’escriptor Pérez Reberte, i més tard, de la sensacional ridicularització
televisiva que Empar Moliner feu dels insults que Rufián rebé per totes bandes.
Entre les piulades a
twitter entre Pérez Reberte i Rufián, aquest finalitzà reenviant-li un recull
dels insults que ha rebut – no a Catalunya, sino a internet i, presumiblement,
provinents de l’Estat – arran de la reivindicació de la seva condició de xarnego
independentista. Entre aquests desqualificatius, resumidament hi trobariem:
“charnego agradecido”, “charnego acomplejado por excelencia”, “charnego
sobornado”, “traidor a los charnegos”.
Aquests retrets són
molt reveladors sobre què n’esperen els cyber-opinadors del xarnego d’en
Rufian. Per un costat el remeten a la seva condició socio-econòmica subalterna
dins la societat d’acollida, subjugat a una pretesa burgesia catalanista,
d’aquí ve el xarnego agraït i el xarnego sobornat. Altrament, una lectura
etnicista, sobre els seus origens identitaris, genera una espectativa de
lleialtat a la seva ancestralitat hispana i de defensa de postures polítiques
unionistes, d’aquí el xarnego traïdor.
Una interpretació més
sofisticada caldria per al xarnego acomplexat, però es sobreentén que es
refereix, “per excel·lència” (sic) a aquell descendent d’inmigrants que fa seus
els valors de la societat que l’acull, a la vegada que amaga per vergonya, els
seus origens aliens. Aquesta si més no, sembla la interpretació que Pérez
Reverte fa de la només aparent contradicció entre l’origen de Rufián i les
seves escolles polítiques. Segons aquell: “@gabrielrufian A usted no le llaman
charnego en España, sino en Cataluña. Y ése es el problema, creo. Su necesidad
de que no se lo llamen”. S’insinua en aquest comentari que el xarnego
acomplexat s’esforça per a no semblar-ho, el que el duria a adoptar l’actitud
contraria al que se n’espera de la seva condició de xarnego.
La veritat però és que
si avui dia, a Catalunya gairebé no se’n parlava més, del xarnego, és per
l’èxit que ha tingut la societat catalana d’integrar el gruix d’inmigrants
provinents d’altres parts de l’Estat. Als anys i 60 del segle passat, però,
quan es popularitzà l’expressió, la integració es veia com un repte de futur,
de resultat incert.
En aquest sentit,
devem molt a la clarividència de l’escriptor Paco Candel, autor de “Els altres catalans” (1964). En aquest
llibre, Candel defensà la integració com a única sortida possible per capgirar
la marginació socioeconòmica en què es trobaven els immigrants, donat que més
enllà de les rivalitats i incomprensions que es donaven en els contactes entre
comunitats, els catalans d’origen i els nous es necessitaven mútuament.
Com a recepta
identitària, Candel reivindicava la catalanitat dels immigrants i a la vegada
els apelava a que no deixessin d’identificar-se amb el seu lloc d’origen.
Pregonava que els nous catalans havien de contribuir a la construcció del futur
de la societat catalana en lloc de destruir-la o mantenir-se’n aïllats, alhora
que demanava, també, respecte als immigrants, denominats despectivament, per
alguns, de xarnegos.En qualsevol cas, quan
Candel fou elegit senador, als anys setanta, escrigué un llibre titulat “un
charnego en el senado” (1979), el qual seria indicatiu de que el mot estava en
vies de normalització i de quant estaven obertes les vies per a l’ascensió
social.
Una pregunta resta
però, en l’aire, i a la xarxa, envers l’assumpte del nostre flamant xarnego al
congrés. Pot ser que estiguem paradoxalment davant d’un nou cas de
catalanofòbia?. Si ho fos, seria un cas inusitat, però pot ser no tant…
Aquests darrers anys,
amb l’ascens de l’independentisme, els catalans hem assistit esparberats – amb
permís dels valencians – com l’anticatalanisme espanyolista ha tractat per tots
els mitjans de denigrar la bona imatge d’un moviment cívico-polític,
radicalment democràtic i exemplarment pulcre i pacífic com està sent el
sobiranisme català. D’ençà, riuades de tinta s’han llençat des de la capital de
l’Estat i des de mitjans quintacolumnistes per a tractar d’imposar el relat
d’un moviment secessionista ambs tics totalitaris nazi-feixistes. Paradoxalment,
s’han exacerbat els prejudicis que associen els catalans amb els jueus,
mitjançant el fil conductor de la tradició mercantil i un suposat caràcter
gasiu i egoista del nostre poble. Alhora, s’han explorat i rendibilitzat les
línies d’investigació policials que permetien associar el context català amb el
yihadisme, el terrorisme islamista.
La ridicularització de
la Moliner arribà al seu punt àlgid amb la descripció que en feu un article d’El
Confidencial de la intervenció de Rufián a la tribuna del Congrés.
Aquest no podia ser més eloquent de l’actualització de la conspiració
judeo-masónica-comunista: “Y allí subió a la tribuna un
tal Rufián, cara redonda, ojos achinados y rostro que si no fuera por la barba
negra podría parecerse al deKim-Jong-uncon uniforme negro que recordaba amargamente a las camisas tan al
gusto de Mussolini (…) su mirada me recordó vagamente a la mirada entrelánguida y drogadade los asesinos fanáticos del
Estado Islámico antes de inmolarse o de rebanarle el cuello a alguno de sus
rehenes.”
Arribats a aquestes
alçades de la pel·lícula, descarregar tota les ires i les fòbies anti-catalanistes
contra en Rufián, per ser inversemblantment xarnego i independentista, té
quelcom de revelador. Permet mostrar com la catalanofòbia no té fronteres i és
que estirant fins a l’extrem el xiclet de la incitació de l’odi i del
resentiment, fins i tot un xarnego assumit arriba a patir la catalanofòbia. I,
pel que sembla, en aquest cas rep per partida doble: per ser mal espanyol (com
a bon català que és) i per ser mal xarnego (i no cumplir amb el paper que li
pertoca, segons els designis del que ho deixà tot “atado y bien atado“!
És així com, ens
trobem davant d’un cas de profecia auto-realitzada: l’exemple de la
incomprensió de l’Espanya irrevocable (manllevant l’expressió tan nostrada d’en
Francesc Viadel) amb el cas del xarnego emancipat és la prova del cotó fluix de
què no hi ha res a fer, que ja podem anar fent via…
He aquí su derrota
y he aquí nuestra victoria.
Nota del Blog:
El 1 de enero de 1.979 mi amigo del alma Francisco
Candel publicó un libro titulado “Un charnego en el senado” contando sus
experiencias como Senador de la Alta Cámara desde el 15 de junio de 1.977 hasta
el 29 de diciembre de 1.978.
Hoy hemos visto en el Congreso de los Diputados a un
joven brillante declarándose “charnego”, decir en sus cinco breves minutos de
intervención, permitidos, verdades como puños que harían sonrojar a cualquier
ser humano. En las bancadas de casi todos los partidos se reían o hacían gestos
menospreciando las palabras del orador intentando con su enorme hipocresía,
minimizar o mejor dicho ridiculizar al representante de Esquerra Republicana de
Cataluña.
Extraído de un libro sobre Economía del Hogar,
de "Sección Femenina" de la Falange Española y de
las JONS. Editado en 1958
"Ten preparada una
comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo; especialmente, su plato
favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y
placentero. Prepárate, retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello;
hazte un poco más interesante para él.
Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus
deberes es proporcionárselo. Durante los días más fríos deberías preparar y
encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a ella; después
de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción
personal inmensa. Minimiza cualquier ruido, en el momento de su llegada,
elimina zumbidos de lavadora o aspirador.
Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo
por complacerle.
Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación
son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale
a cenar o a otros lugares de diversión sin ti.
Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y sus necesidades reales. Haz
que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la
recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas
explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad.
Recuerda que es el amo de la casa. Anima a tu marido a poner en práctica sus
aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si
tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los
intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los
hombres.
Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo por la
mañana. Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno
es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo exterior con talante
positivo. Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate
para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene
femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al
baño. Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la
cama. Si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta
que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a
última hora de la noche. En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones
íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales:
si él siente la necesidad de dormir, que sea así, no le presiones o estimules
la intimidad. Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente,
teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de
una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu
parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido
experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé
obediente y no te quejes. Es probable que tu marido caiga entonces en un
sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial
para la noche y tus productos para el cabello. Puedes entonces ajustar el
despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana, esto te
permitirá tener lista una taza de café para cuanto despierte."
Aforismo popular MUY
machista: “Todos los días cuando llegues a casa dale un paliza a tu mujer
aunque no sepas el por qué. Ella sí que lo sabe".
Había una gran expectación por el juicio que
se venía anunciando de boca en boca desde hacía algún tiempo. Los delitos de
sangre atraían siempre la atención de un pueblo que estaba triste, pasaba
hambre, tenía frío y cuya mayor distracción consistía en escuchar Radio España
Independiente, La Pirenaica, las novelas por capítulos que duraban largos meses
y leer el Caso.
La
acusación, probados los hechos, solicita para el inculpado la pena de veinte
años de prisión mayor, inhabilitación para cargo público y una indemnización
para la víctima de cincuenta mil
pesetas.
Nocturnidad,
alevosía, inmoralidad, delito de sangre, atentado a las buenas costumbres,
escándalo público, pecado...
Los
asistentes que abarrotan la sala aplauden frenéticos al letrado después de su
intervención.
Zósima tuvo mucha suerte en el parto.
Gúdula colocó junto a ella una Flor de
Jericó en un vaso con agua nada más sentir los primeros dolores. Rompió
aguas y la seca flor empezó abriéndose lentamente a medida que la matriz se
dilataba y aparecía la cabeza del niño que llegaba enrojecido y pringoso. Lo
escupió hasta el punto, que su hermana hubo de cogerlo presurosa para evitar
que resbalase y se precipitara contra el suelo. Hábilmente presionó el cordón
con una pinza de las de tender la ropa y luego lo cortó. El niño empezó a
llorar, lo acomodó en una toalla y metió la mano por el sexo extrayendo la
placenta que guardó en un frasco de vidrio con tapa. Lo metió en un rincón
de la alacena junto a otros muchos que
aparecían juntos, con una etiqueta donde se leía un nombre y una fecha. Con
esta materia prima fabrica ungüentos, cataplasmas, emplastos y bebedizos que
curan a la gente de sus dolencias.
Gúdula, de tafanario plano, escasas
redondeces y la delantera convertida en
planicie con dos colgajos asimétricos tristes y apesadumbrados que miran al
suelo. Es una mujer extraña que ejerce de bruja-curandera en el pueblo. No se
parece en nada a su hermana, de anchas caderas y muslos generosos, a la que
limpia cuidadosamente y cubre con una sábana.
El recién nacido se agita tembloroso
cuando empieza a ponerse morado por unos coágulos que le saca de la boca con
los dedos y, sin dejar de llorar, lo mete en una jofaina con agua caliente y le da un rápido baño.
-Zósima- le espeta colocando al bebé
junto a ella- dale teta.
-Pero si no tengo leche todavía...
-Que chupe los calostros y no te
preocupes que ya te la sacará este mamón. He invocado a San Antíoco para que te
llene las ubres y ése no falla nunca.
Fue un presagio, y mientras la Flor de Jericó se iba cerrando, Matías, así le pusieron a la
criatura, empezó a chupar con fuerza de aquel seno deslumbrante, blanco,
redondo e hinchado como un globo, de areola muy grande y oscura, con algunas
cerdas alrededor del pezón de café con leche. La madre es muy peluda, hirsuta,
algo que al marido, Matías, le excita muchísimo: donde hay pelo, hay alegría,
dice. El
Monte de Venus, una pelambrera
negra y espesa se ramifica como la hiedra hasta el ombligo por el interior de los muslos, sube por el
ano y el cóccix, entre los enormes glúteos, llegando hasta la cintura. En los momentos íntimos el marido
bromea porque le cuesta mucho encontrar el agujero de mujer. Demasiados
obstáculos:
La luz apagada, las
sayas de rigor hasta los pies, como Dios manda y nada de facilidades ni
pensamientos impuros, recrearse con ellos o propiciar las caricias que provocan
ese sofoco, ese bombeo de la sangre que produce un ahogo que sube y que baja.
En definitiva, no debe experimentar el menor placer y mucho menos expresarlo con gestos, sonidos o palabras, e
incluso con frases, porque luego el cura se lo saca en las confesiones cuando
las vigilias de las Hijas de María.
Su marido debe dejar caer la simiente y ella recogerla sin más.
No lleva ropa interior.
Orina de pie en la cuadra y luego se
seca con las enaguas. Para defecar, desde la muerte de su hermana “la Herminia”
que se pinchó con una paja en la vulva abierta y cogió el tétanos, toma algunas
precauciones. Pusieron dos piedras para apoyar los pies y evacuar desde
una pequeña altura. Muchos años después,
los ricos del pueblo se fueron instalando el cuarto de aseo como símbolo
inequívoco de prosperidad. Algunos
siempre que enseñaban la casa a las visitas curiosas, que a partir de entonces
fueron muchas, cuando llegaban a la
puerta y asomaban la cabeza, a todos les decían lo mismo:
-Y esta es la bañera,
que gracias a Dios no hemos tenido necesidad de utilizar hasta ahora.
A Matías le hubiese
gustado acariciarle los senos exuberantes y saltarines, (?), pero no podía
acudir a tantos frentes sin correr el riesgo, en plena batalla contra los
elementos, de que su mejoramigo humillase la cerviz y cayese
abatido antes de atravesar la línea de fuego. De recién casados, una noche de
fuerte calor temperamental, cuando la parienta
se acababa de poner el camisón derramó por el suelo un plato de garbanzos para
que los recogiese uno a uno y así poder observarla con cierta lujuria. A través del escote veía como le bamboleaban
las tetas y por detrás el movimiento
de la grupa de su yegua a cuatro patas por el pavimento de ladrillos de barro
cocido. Nunca más, eso era cosa de viciosos.
Su mujer no le daba
facilidades, incluso con los años aprendió de una vecina, muñidora de la misma
Cofradía, que un remedio muy efectivo
contra la lubricidad de los maridos era abrir una ventana de una sola hoja en
el camisón de dormir a la altura de las ingles y por debajo del ombligo, lo que
permitía sin transgredir las leyes de la
Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, dejar entrar al pequeño,
a veces no tanto, labrador a sembrar en
su huerto, simplemente soltando el botón que hacía las veces de cerrojo.
Ella nunca experimentó
un orgasmo, ni tan siquiera llegó a oír esa palabra jamás, pero tuvo cuatro
hijos. No entendía como algunas vecinas
lo podían pasar tan bien cuando las montaban si ella cada vez que se abría de
piernas le entraba un sofocón que no lo podía aguantar. Desde que echaron al
cura anterior se oyen esas historias. Decía desde el púlpito con la mano
derecha totalmente vendada:
- Las malas lenguas van
diciendo por ahí que yo me entiendo con todas las mujeres casadas del pueblo. Y
eso no es verdad. Con todas no.
Uno de los maridos, algo
mosqueado, colocó en la gatera de su puerta, donde habitualmente dejaban la
llave de la casa, un cepo de cazar conejos que en una de sus asiduas visitas
pastorales le destrozó la mano. Fue su última homilía pero muchas de las
parroquianas echan de menos sus rosarios, sus vigilias... todas sus cosas. Don
Práxedes cambió los papeles con el médico (venía de otro pueblo a pasar
consulta una vez a la semana) y les enseñó usos y costumbres, maneras y formas,
la posición del misionero, el griego, el francés y algo de anatomía delante de
un gran espejo con un ancho marco de caoba. Las malas
lenguas, los rojos sempiternos, encontraban cierto parecido del cura con
algunos niños del censo local. El Obispo lo trasladó a otra parroquia, a unos
cien kilómetros, y según iban llegando
las noticias los nuevos feligreses estaban muy contentos con él. Sobre todo las
mujeres. A Matías-hijo pronto le salieron los dientes y en su glotonería por mamar le producía heridas que
al sangrar el líquido púrpura más parecía el alimento de Drácula que el de un lactante...
-Si me muerdes mamoncete, te corto los dientes
con los alicates, como a los chinetes. (Crías de los cerdos)
Se fueron criando muy
sanos, gracias a que les dio de mamar a todos. De vez en cuando le ponía una
vela a Santa Águeda, por prescripción facultativa de su hermana, para que le
curase las grietas de los pechos, porque además, con dieciséis años, a Matías
lo seguía atetando. No podía evitarlo y a escondidas se sacaba un pecho no tan
brioso como antaño, casi un colgajo, con un largo y seco pezón como la cola del
bacalao y se lo ponía en la boca. Mientras sus otros hijos fueron
lactantes no resultó difícil compartir
el néctar de la vida con ellos, pero luego tuvo que ingeniárselas para buscar
sucedáneos. Se untaba la tetilla con leche condensada, con azúcar, con anís del
Mono... y aún así, Matías, al acostarse
se chupaba el dedo pulgar pegándolo al paladar, mientras con el índice se
colgaba de la nariz. También durante el día permanecía horas enteras ensimismado y en esa misma
posición dando largas chupadas al dedo
que lo tenía en una pura llaga.
Cuando parió la Feli, su vecina, varias
noches se introdujo a hurtadillas en la casa por la puerta del corral, llegando
hasta el dormitorio. Desenganchaba al bebé de la teta y mamaba en su lugar la
leche caliente de la madre.
No entendían como se le
vaciaban los pechos mientras dormía hasta que en una ocasión salió tan deprisa,
al oír que el niño empezaba a llorar, que en su huída tumbó una silla.
Dedujeron que una
culebra de considerable tamaño acudía al olor de la leche y vaciaba los
recipientes maternos con cierta frecuencia. Nadie se percató del perro que
dormía placentero en la cocina y se limitaba a abrir los ojos y mover el rabo
sin cambiar de posición cuando Matías
hacía sus incursiones.
Zósima le recriminó las
salidas nocturnas pero él no le hizo caso
y acudió a la Fina,
una bella cabra teticoja con la que no llegó a intimar al no encontrar la
posición cómoda, mostrarse reacio por el hecho de que solo tuviese una ubre, el
ataque frontal del hirco y el odio de sus hermanos caprinos con los que la bella rumiante de lánguida mirada mantenía
algo más que una simple amistad.
Rechazó desde el
principio el diente de bacalao que entusiasmaba a casi todos los niños por su
sabor salado y optó por el dedo que no le producía náuseas. Cada vez le
quedaban menos alternativas y cuando podía, escondiéndose porque le daba
vergüenza, se enganchaba del
desfallecido seno de su madre, seco como suela de zapato viejo, chupando el
largo pezón, áspero como lengua de gato. Nunca le llegaba la hora del destete.
-¡Hostia!-decía el marido- deja de una vez al
muchacho. Estás loca.
-Tú cállate.
Y llegó el día de la verdad.
Sortearon a Matías y tuvo que irse con los otros quintos a servir a la Patria.
La madre no hacía más que llorar y el padre, que había estado en Regulares,
repetía sonriendo:
-Allí te harán un hombre.
En la mili sufre toda
clase de vejaciones y a pesar de todo no puede evitar dormir con los dedos en
la boca. Los compañeros le gastan bromas embadurnándole la mano con pimienta,
mierda, picante, semen… y también le llevan de putas. Su predilección siempre
son las más tetudas y es tal su maestría en el bello arte de mamar que algunas
acaban poniéndose cachondas. Una de las entretenidas de un famoso lupanar sufre
un embarazo psicológico y de sus enormes glándulas mamarias le supura un
líquido amargo que se asemeja a la cerveza, lo que le convierte en cliente
fijo. Pronto la pupila descubre las maravillosas dotes de su cliente y en una de las sesiones le
hace bajarse al pilón. Matías apenas nota la diferencia cuando el clítoris pasa
de los dos centímetros, pero las papilas
del gusto le hacen descubrir aquel nuevo sabor inconfundible. Nunca había visto
el mar pero aquel olor tan profundo le recordaba la pescadería de su pueblo.
Ella va perdiendo el control de sí misma abandonando su cuerpo a los vaivenes
de aquel huracán gritando y contorsionándose en la cama que se mueve como
barquito de papel en aguas bravas
haciendo que el somier chirríe rítmicamente. No le cobra. El experimenta un
aumento de la virilidad aunque sin demasiadas pretensiones ya que la mayoría de
las veces su pico termina flácido, humillando la cabeza al no ser objeto de
mayores estímulos, pero ahora, con tanto desconcierto, el sabor y el olor del
marisco en dique seco junto a ese movimiento tan excitante le producen una
erección y una precoz eyaculación chorreando la pringue ácida en una
desconcertada y multitudinaria manifestación de minúsculos bichitos. Un día
paseando con otro soldado conocen a unas chicas de pueblo que también están
sirviendo y deciden invitarlas al cine.
Ocupan cuatro asientos de las últimas filas de la general, en la llamada zona
de los mancos. Hay mucho soldado raso y mucha criada por ser jueves. Acabó el
NO-DO y empiezan los títulos de crédito de la película.
.Muy pronto la mano de su
compañero desaparece entre las faldas de su chica que en unos minutos empieza a
respirar sincopadamente.Elsedecideapasarleunbrazoporloshombros y con la mano libre intenta
desabrocharle la blusa, pero se hace un lío con los botones y los ojales sin
conseguir su objetivo.
-No me desdés.(Desabroches) Espera un momento- le dice la
muchacha levantándose de su asiento y perdiéndose en la oscuridad.
Permanece unos minutos
desconcertado hasta que decide observar a la otra pareja que se encuentra en
plena tarea. Ella en décimas de segundo
se aproxima la palma de la mano a la boca y se lanza un salivazo, agarra con
firmeza el miembro de su acompañante que había dejado vibrando y empieza una
acelerada agitación, con sus característicos chasquidos, prueba palpable de una
buena lubricación, y acaba vomitando una blanca lava que le
alcanza en un ojo, por un inusitado desvío de la trayectoria, en el preciso
instante que regresa su pareja. Como puede se limpia pero la miel humana le
deja momentáneamente tuerto.
-Ya me lo he quitado- le
dice ella bajito mientras se sienta a su lado- lo he metido en el bolso junto
con las bragas.
Una vez eliminados los
obstáculos resulta fácil acceder a los pechos que acaricia con mano temblorosa.
En la pantalla Grace Kelly que está casada con Donald Sinden en la película Mogambo, los censores la convierten en
hermana de su marido para evitar el adulterio porque está enamorada del orejudo
Clark Gable, provocando el incesto. En los descansos del rodaje el orejudo de
Clark se había beneficiado a la modosita Grace que todavía no era princesa de
nada. A veces la realidad se mezcla con la ficción. Matías agacha la cabeza y
con la boca abierta busca a ciegas el pezón más próximo. Está eréctil y
caliente cuando lo alcanza pero queda
tremendamente desconcertado perdiendo momentáneamente la razón hasta que un
grito desgarrador le paraliza. Nota el líquido tibio en sus labios pero tiene
otro sabor del habitual, ni tan siquiera es amargo. Se encienden las luces y
puede apreciar claramente que también tiene otro color. La muchacha llora y
sangra abundantemente.
La defensa habla de enajenación mental transitoria cuando el
acusado descubrió que la víctima era portadora de tres glándulas mamarias y no
dos como las leyes de la naturaleza ordenan. En este punto la abogada se sopesa
con las manos sus pechos para que no haya lugar a dudas. El estímulo del
recuerdo materno en busca del líquido blanco, le llevó a succionar, que no a
morder, el apéndice extra del seno central en la zona pectoral, que al ser
impar incitaba a su cercenamiento. Es evidente que no hubo por parte de mi
defendido la menor intención de hacer daño, antes bien, sus pretensiones
libidinosas eran de lo más elocuente cuando la muchacha así lo entendió y
eliminó obstáculos para acceder con facilidad al lugar de los hechos, sexo y
senos, que en esta ocasión y contra todo pronóstico resultó ser fuente de tres
caños.
Un lógico desconcierto se apoderó del acusado que le
hizo cometer un dramático error de cálculo al fallar el control de sus fuerzas
y succionar con tanto ímpetu que arrancó de cuajo el pezón, precipitando, eso
sí, de un modo poco convencional y nada aséptico, la eliminación del apéndice
que hace años debieron extirparle a la víctima con un tratamiento quirúrgico.
Con lo cual mi defendido no solo es inocente del delito que se le acusa, digo,
otrosí merece un premio por haber liberado a la supuesta víctima de una
prominencia a todas luces incorrecta, antiestética y fuera de lugar, que de no
haber mediado este incidente hubiese sido una carga durante toda su vida con la
única salida de un barracón de feria junto a la mujer barbuda, la cabra con dos
cabezas y el enano libidinoso.
El público aplaude con mayor intensidad a la letrada de la defensa. Visto para
sentencia.
El juez dictó el fallo después de
comprobar el certificado médico donde el cirujano hacía constar que había
efectuado la ablación del seno central
de la víctima. La acción, equiparable a una violación al haberle deteriorado
esa parte íntima de su anatomía, conlleva el castigo más ejemplar posible. Entre
un himen y un pezón solo hay una diferencia de peso. (Aquí el magistrado quiso decir que solo había una diferencia de gramos)
Como atenuantes se aceptan los argumentos de la defensa por lo que este
tribunal condena al acusado a una boda, recomendándole, que de ahora en
adelante tenga más cuidado como galactófago que es y pase a ser galactógeno,
ejerciendo de galactogogo y no de galactófugo como se le ha juzgado en esta
sala. Por lo tanto, a partir del himeneo, quedan a su entera disposición las
dos glándulas mamarias de la víctima, de las que en un futuro deberá dar
cuentas a Dios, a este Tribunal y a la Historia. Por este orden. Se levanta la sesión.
¡Mariano tú eres el problema, que no te enteras de
nada!
Si tú no eres corrupto, si tú no te has enriquecido
pero si lo han hecho cientos a tu alrededor, coincidirás conmigo en que eres un
inútil, incompetente y además una mala persona ¡MÁRCHATE DE UNA PUÑETERA VEZ!