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sábado, 11 de marzo de 2017

El Partido Popular está corrompido

Las razones por las que el Congreso debe investigar la financiación del PP
Rafael Hernando ha afirmado que “tendrán que explicarme por qué hay que investigar las cuentas del PP”, y desde ELPLURAL.COM le refrescamos la memoria
A. Lardiez
Vie, 10 Mar 2017
Este miércoles, PSOE, Podemos y Ciudadanos se han puesto de acuerdo para presentar en el registro del Congreso una iniciativa para impulsar la creación de una comisión parlamentaria que investigue la presunta financiación ilegal del Partido Popular, un hecho que no ha sentado del todo bien en las filas populares. Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso, ha pedido incluso explicaciones: “Tendrán que explicarme por qué hay que investigar las cuentas del PP”, ha espetado Hernando.
La respuesta a dicha cuestión debería ser sencilla: esta iniciativa venía incluida en el pacto de investidura entre Albert Rivera y Mariano Rajoy. Sin embargo, Hernando no lo ve suficiente, así que desde ELPLURAL.COM le ofrecemos a Hernando algunas de las razones por las que habría que investigar la financiación ilegal del PP.


1. Responsabilidades políticas: “In vigilando”
Dejando a un lado las responsabilidades judiciales, los casos de corrupción deberían conllevar la asunción de responsabilidades políticas. Todos recordamos la dimisión de Esperanza Aguirre tras “las últimas noticias que todos conocemos”, según afirmó la expresidenta de la Comunidad de Madrid. La razón de su dimisión era que ella fue quien nombró secretario general del PP de Madrid a Francisco Granados.
He aquí la primera razón para Hernando: investigar la presunta financiación ilegal del PP para que los responsables “in vigilando” tengan que asumir sus responsabilidades políticas.

2."Luis, sé fuerte"
Los ciudadanos y la oposición se fundieron bajo el grito “Rajoy dimisión”, exigiéndole responsabilidades políticas por el sms que envió a Luis Bárcenas el pasado 18 de enero de 2013, tan solo un día después de que se publicara que el extesorero escondía 22 millones de euros en Suiza en pleno apogeo de la trama Gürtel.
Rajoy aseguró que “me arrepiento de haber mandado esos sms, pero no se acierta siempre en la vida”, y añadió que “los tribunales han actuado con absoluta independencia”. Precisamente, por esta misma razón, igual habría que ampliar los órganos que investigan la financiación ilegal del PP a fin de profundizar.

3. Las grabaciones de Jorge Fernández Díaz
Este jueves se constituyó en el Congreso la comisión que se encargará de investigar la presunta utilización de medios del Ministerio del Interior durante la etapa de Jorge Fernández Díaz para perseguir a políticos independentistas catalanes. Cuando Público sacó a la luz grabaciones en las que el ministro conspiró para incriminar a líderes independentistas, el escenario mediático, político y social convulsionó. Sin embargo, en un primer momento, las feroces críticas al ministro cayeron en saco roto ya que la querella de CDC (actual Partit Demòcrata Europeu Catalá) ante el Tribunal Supremo fue archivada. Si no fuera por la comisión de investigación, el asunto se perdería en el limbo.

4. De Murcia a La Rioja
El pasado miércoles el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, tuvo que comparecer en el Congreso, concretamente ante la Comisión de Justicia, por presuntas injerencias del Ministerio de Justicia en la Fiscalía.
Y es que, Maza copó las portadas de los periódicos por deshacerse del hasta ahora titular de la Fiscalía Superior de Murcia, Manuel López Bernal, tras imputar a Pedro Antonio Sánchez (PP), presidente de la Región. Y esta no fue ni la primera ni la única injerencia de José Manuel Maza en Murcia. El Fiscal General de Estado ya maniobró para evitar que las fiscales pidieran la imputación de Sánchez en el marco del caso Púnica, concretamente, en la pieza separada 3 (pesquisas relacionadas con la trama Púnica en esta comunidad autónoma).
Los tentáculos del Fiscal General no solo llegan hasta Murcia, sino que también se extienden por La Rioja, donde Maza interfirió por Pedro Sanz -actual vicepresidente del Senado y expresidente de La Rioja-. La juez Esperanza Sánchez abrió causa contra Sanz al sospechar que el presidente del Senado se benefició de un Plan General de Municipalización que echó a rodar a marchas forzadas con el objetivo de regularizar la situación de su casa de aperos que acabó convirtiendo en un chalé de 155 metros cuadrados con jardín construido en terreno no urbanizable. Finalmente, según publicó el diario El Mundo, Sanz se libró de la imputación por presiones de la Fiscalía General.
En este sentido, con la sombra de la mano del ministerio de Justicia sobrevolando la Fiscalía, habría que preguntar a Hernando si cree que deberían ampliarse los organismos encargados de investigar casos de corrupción.

5. Pacto con Ciudadanos
Pero hay una razón que debiera prevalecer por encima del resto: el PP firmó con Ciudadanos impulsar la creación de una comisión que investigara la financiación ilegal del PP. El documento es absolutamente explícito:

Rafael Hernando, he aquí algunas de las numerosas razones que hay para investigar la financiación ilegal del PP. Tiene de todos los colores: desde la asunción de responsabilidades políticas, hasta injerencias de la Justicia en la Fiscalía pasando por la obligación por haberlo firmado en su pacto de investidura. ¿Cuál prefiere?


viernes, 10 de marzo de 2017

La muerte de la muerte. (El padre vio su cara y la abandonó. 21 años después ...)



Los Morancos - Despacito (Parodia) Luis Fonsi. Caso Urdangarín

Los Morancos vuelven a hacerse eco de la calle creando un nuevo himno social, que al ritmo del último éxito de Luis Fonsi, "Despacito", parodian el momento en el que el juez le comunica a Iñaki Urdangarín la sentencia impuesta por su imputación en el caso Nóos.
Letra: Lolo Seda / Los Morancos.
Realizado por: Rafa Caro y Ettore M. Chiarlitti
Grabación y mezcla: Jose María Nieto
Coros: Celeste Párraga y Jose María Nieto
Grabado en: Amanuense Estudio


La crítica no tiene desperdicio. Para muestra, valgan los siguientes versos:
- Juez. Sí, sabes que ya llevo tiempo juzgándote, y por fin se acaba todo hoy.
- Urdangarin. Ya, lo imaginaba y estaba esperándole, dígame los cargos que aquí estoy.
- J. Tú, has sido imputado por el caso Nóos, porque hubo un dinero que se desvió, y llegó a tu cuenta misteriosamente.
- U. Yo no recuerdo nada de lo que firmé, y teniendo en cuenta quién es mi mujer, a ver qué condena piensa usted ponerme.
- J. Poquito, poquito, va a ser muy poquito. De momento puedes irte a casa tranquilito. No me des fianza, no la necesito, porque aquí depende quién haga el delito.
- U. Es delito si el que roba algo es un pobrecito, a ese se lo cargan en un momentito y va para la cárcel pero rapidito.

La debacle electoral del PSOE

08 Mar 2017
Público
Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y ex Catedrático de Economía. Universidad de Barcelona
A primera vista, parece sorprendente que sea tan difícil para la dirección del PSOE comprender por qué la socialdemocracia en España (y en Europa) ha ido perdiendo apoyo electoral desde ya hace años, pérdida que se acentuó de una manera muy marcada en los últimos años de gobierno del PSOE, que fueron los años del inicio y desarrollo de la Gran Recesión. La explicación más común que dan voces de esta dirección (y columnistas próximos a tal partido) a este descenso del apoyo electoral es que la estructura social del país ha ido cambiando, de tal manera que la clase trabajadora (que tradicionalmente había sido la base electoral más sólida y leal de dicho partido) ha ido desapareciendo o se ha ido transformando en clase media, que ha pasado a ser la mayoría de la población. Esta explicación continúa apareciendo de una manera explícita o, más frecuentemente, de una manera implícita, en las declaraciones de dirigentes de tal partido, justificando así su pérdida de apoyo electoral.
La evidencia que podría avalar tal argumento, sin embargo, no existe, tal como he indicado en mi reciente artículo “Las consecuencias del poder de clase: el subdesarrollo social de España (parte I)” (Público, 23.02.17). Los datos existentes muestran que hay más personas en España que se autodefinen como clase trabajadora que como clase media, situación que, por muy paradójico que parezca, ocurre en la mayoría de países capitalistas a los dos lados del Atlántico Norte. En realidad, la explicación de tal descenso electoral no radica en los cambios del electorado, sino en los cambios en las direcciones y aparatos de dicho partido, habiendo éstos incorporado, en sus políticas económicas, elementos clave de la ideología liberal (que se conoce en la narrativa popular como neoliberal) enraizados en la cultura económica dominante, configurada por los poderes económicos y financieros, que ejercen un enorme dominio en la configuración del conocimiento económico que se expresa no solo en las revistas económicas académicas y en los think tanks (como Fedea, sostenidos y financiados todos ellos por dichos poderes económicos y financieros), sino también en las páginas de los espacios económicos de los mayores medios de comunicación y persuasión del país. La gran mayoría de los “gurús” económicos en tales medios (como Sala i Martín en los medios públicos de la Generalitat de Catalunya -TV3 o Catalunya Ràdio-, o José Carlos Díez, promocionado en El País o en La Sexta) son (y se definen a sí mismos como) liberales.

El dominio del pensamiento liberal en los equipos económicos del PSOE
Este dominio del pensamiento liberal ha sido particularmente acentuado en los equipos económicos de tal partido. Miguel Boyer, Carlos Solchaga, Pedro Solbes, Elena Salgado, Miguel Sebastián, Jordi Sevilla, y muchos más, se definieron todos ellos como liberales. Y todos ellos procedían, antes de aceptar los cargos políticos, de las esferas privadas próximas al mundo empresarial (y especialmente al financiero), o de la administración pública en la regulación de los sectores financieros, estableciéndose un entramado entre esos intereses financieros y económicos, por un lado, y los dirigentes de las políticas económicas del PSOE, por el otro, lo que tuvo un enorme impacto en el desarrollo de las políticas públicas del partido. Rubén Juste acaba de publicar un excelente libro, “IBEX-35, una historia herética del poder en España”, que detalla y documenta extensamente la relación de clara complicidad entre muchos de ellos y las mayores empresas financieras, industriales y de servicios que componen el IBEX-35 (el centro de poder económico del país). En realidad fue Solchaga el economista liberal que, siendo Ministro de Economía, jugó un papel clave en el establecimiento de dicho IBEX-35. Y fue otro economista, también liberal, el Sr. Solbes, el que, al terminar su mandato como Ministro de Economía, señaló que la política pública de la cual estaba más orgulloso era “no haber aumentado el gasto público” en España, dicho y hecho en el país de la UE-15 con uno de los menores gastos públicos por habitante (ver entrevista a Pedro Solbes en el diario El País, 22.07.2007). Más tarde, tal ministro pasó a dirigir las políticas de ortodoxia liberal en la Comisión Europea.

Los economistas neoliberales de la época Zapatero
Jordi Sevilla y Miguel Sebastián encajaron perfectamente en la definición de economistas liberales, definiéndose cada uno de ellos como pertenecientes a tal sensibilidad político-económica. El primero, Jordi Sevilla, señaló en más de una ocasión que bajar impuestos era de izquierdas (frase que repitió más tarde el Presidente Zapatero, al cual estaba asesorando), acentuando además que no era necesario un aumento del gasto público en España, señalando que “solo los socialdemócratas tradicionales [la manera amable de decir anticuados] como Vicenç Navarro” están todavía pidiendo un aumento del gasto público, todo ello dicho y hecho en el país que continuaba teniendo uno de los menores gastos públicos sociales en la UE-15 (el grupo de países de similar nivel de desarrollo al español). Y Miguel Sebastián, como bien señala Rubén Juste, siguió la misma filosofía liberal de Solchaga, del cual fue discípulo, dando gran protagonismo al IBEX-35 en la respuesta a la crisis iniciada bajo el mandato del Presidente Zapatero.

¿Por qué los equipos económicos del PSOE son liberales?
 Un hecho llamativo en el PSOE es precisamente el gran dominio de los economistas liberales en los equipos económicos de los distintos gobiernos del PSOE (desde que se estableció la democracia); no solo todos los ministros de Economía, sino también los responsables de otros ministerios de las esferas económicas y financieras del gobierno han sido y se han definido a sí mismos como liberales. El lector se preguntará: ¿por qué han sido todos ellos neoliberales? Y, ahí, la respuesta es también extraordinariamente clara de ver. Su dominio y desarrollo de las políticas económicas es, ni más ni menos, resultado del maridaje y del entramado del poder financiero y económico, por un lado, con el poder político (y también mediático), por el otro. La evidencia de este maridaje y entramado es abrumadora. Existe una larga lista de estudios que documentan su existencia. El último de ellos es el ya citado libro de Rubén Juste.
Y esta situación es fruto de la percepción de la dirección política del PSOE de la necesidad de proveer estabilidad y seguridad a los poderes fácticos financieros y económicos, que podrían estar atemorizados por el discurso socialista y la narrativa movilizadora de su lenguaje político y electoral. De ahí que los presidentes de los gobiernos del PSOE hayan siempre asignado a economistas liberales la dirección de las áreas económicas y financieras, mientras que los economistas más socialdemócratas eran asignados a las áreas sociales. Estas dos sensibilidades han estado siempre presentes en los gobiernos PSOE, relación que no siempre ha sido complementaria pues, en esta bipolaridad, la batuta y el bastón de mando los ha llevado, en la mayoría de los casos (con contadas excepciones), el equipo económico, que es el que ha establecido el marco dentro del cual se desarrollan las políticas sociales. Estas han podido desarrollarse en momentos de expansión económica, pero, en momentos de regresión, como el periodo de la Gran Recesión, el dominio de las políticas liberales definido por el equipo económico ha sido absoluto. No hay que olvidar que las políticas características del neoliberalismo frente a las crisis fueron iniciadas por el gobierno Zapatero. Y es extraordinario que la dirección del PSOE no haya hecho una autocrítica de tales políticas, pues es esta aplicación de tales políticas (la reforma laboral que determinó el gran deterioro del mercado de trabajo, y los enormes recortes del gasto público social, como parte de las políticas de austeridad) la que conllevó su enorme descenso electoral.

¿Cambiará el PSOE?
Todas las señales muestran que si el PSOE sigue la dirección iniciada por su gestora y por la candidata a la Secretaría General, la Sra. Susana Díaz, tales políticas continuaran. Y una prueba de ello es que se ha asignado a otro economista que explícitamente se define como liberal para dirigir su programa económico. El economista José Carlos Díez, que es asesor de tal candidata, es el “gurú” económico de El País y lo fue por un periodo de La Sexta. Su propuesta Ponencia 2017 (de la cual ha coordinado la parte económica) tiene un claro estilo empresarial, acentuando la necesidad de mejorar el capital humano de la población laboral, siguiendo las recetas de las escuelas de negocios que consideran al trabajador primordialmente como un instrumento para optimizar y servir al capital, enfatizando más y más reformas laborales que aumenten la competitividad del mundo empresarial, considerando como objetivo del programa del PSOE que los salarios alcancen el nivel del año 2011. El programa critica la reforma laboral del PP pero no dice nada de la reforma laboral del PSOE (que fue la que inició el deterioro del mercado laboral). En cuanto a su política social, esta puede reducirse a políticas asistenciales que atiendan a los pobres para eliminar la pobreza, y a enfatizar políticas que garanticen la igualdad de oportunidades (el eslogan que caracteriza al pensamiento liberal), ignorando que para que exista igualdad de oportunidades entre un niño o una niña de un barrio como Nou Barris (barrio obrero de elevado desempleo) y Pedralbes (barrio burgués) se requiere no solo ayudas a la pobreza sino medidas profundamente redistributivas, no consideradas en el programa Ponencia 2017.
Ni que decir tiene que, aquí y allá, hay propuestas que parecen haber sido añadidas al repertorio liberal por presión de otras sensibilidades, propuestas que podrían dar la impresión que los autores del programa, el Sr. Díez entre ellos, parecen haber cambiado. En este sentido hay una propuesta que merece citarse pues significa un cambio notable de pensamiento de tal personaje.
La osadía (o cara dura) del economista Sr. Díez
Cuando el profesor Juan Torres y yo preparamos para Podemos las líneas estratégicas de lo que debería ser el programa económico de un gobierno progresista, Democratizar la economía para salir de la crisis mejorando la equidad, el bienestar y la calidad de vida. Una propuesta de debate para solucionar los problemas de la economía española, el Sr. Díez, entonces el gurú económico de El País, nos criticó con el sarcasmo e insulto que caracteriza a las derechas liberales de este país. Con un tono predeciblemente condescendiente (también característico de la pomposidad del poder, aupado por las cajas de resonancia mediática que dicho poder les ofrece), escribió en las páginas de tal rotativo que, aun cuando teníamos buenas intenciones, no sabíamos de lo que estábamos hablando, pues cuando proponíamos que el Banco Central Europeo prestara dinero al ICO para que este lo prestara directamente a las pequeñas empresas hacíamos gala de nuestra ignorancia, pues lo que proponíamos ya, según él, existía: el ICO ya recibía tal dinero y hacía lo que estábamos proponiendo. Ni que decir tiene que la gran mayoría de medios reprodujeron su crítica, aunque no nuestra respuesta, que sentimos que era necesaria, pues era él quien no sabía lo que estaba haciendo el ICO, ya que este no estaba haciendo lo que nosotros proponíamos (y que yo había elaborado intensamente en mis escritos). Ni El País ni ningún otro rotativo que había publicitado la crítica de tal personaje publicaron nuestra respuesta.

Ahora bien, lo que representa ya un elevado nivel de osadía (que a nivel popular se diría caradura) es que en las propuestas que tal señor hizo hace unos días en la presentación del programa económico del PSOE, hiciera prácticamente la misma (repito, prácticamente la misma) propuesta que Juan Torres y yo habíamos hecho en nuestro documento, algo que él entonces había señalado, ERRÓNEAMENTE, que el ICO ya hacía. Esto es una muestra de la manipulación que tal señor ejerce.

Las manipulaciones del gurú económico de la gestora del PSOE
Tal desfachatez (manipulación incluida) continuó en otra nota de El País, inspirada por el mismo personaje, donde se me criticó que atribuyera el gran éxito económico del Estado de North Dakota (EEUU) al hecho de que era de los pocos Estados que tenían una banca pública (ver “La banca pública es mejor que la banca privada: el caso de EEUU”, Sistema, 14.10.11). El País intentó ridiculizarme indicando que el gran éxito se debía a la existencia de petróleo en tal Estado. El que lea mi artículo puede ver que no atribuyo al hecho de que tal Estado tuviera una banca pública la única responsabilidad de haber controlado mejor sus finanzas (pues había otros factores), pero no hay duda de que la existencia de dicha banca pública, que gestionó los fondos públicos, tuvo gran influencia en tal éxito. Otros Estados, productores de petróleo y sin banca pública, no han gestionado tan bien sus deudas públicas.

Los economistas liberales, desde El País, constantemente manipulan y tergiversan las propuestas de aquellos a los que quieren destruir. Sin embargo, espero que, como ocurrió con el tema del ICO, los nuevos equipos económicos del PSOE (rama Susana Díaz) evolucionen y terminen apoyando la extensión de la banca pública en España, el país de la UE-15 que tiene uno de los sectores públicos bancarios más reducidos y uno de los sectores privados más hipertrofiados y extendidos. Por desgracia, excepto por la proposición de convertir el ICO en una banca pública, no cuestionan el excesivo protagonismo que la banca privada tiene en España. Y dudo que lo hagan, pues todos ellos son muy cercanos a la banca privada.

De ahí y de otras limitaciones del programa de Díez, concluyo que este programa continuará el declive del PSOE, pues en líneas generales no significaría el cambio profundo que el país necesita. Significará que el PSOE continuará siendo el apoyo del PP (junto con Ciudadanos), intentando ser la hoja de parra (añadiendo una dimensión social) que cubra el cuerpo desnudo liberal del gobierno del PP.

¿Puede cambiar el PSOE? La propuesta de Pedro Sánchez
Hay una alternativa al programa producido por la gestora del PSOE. Es el documento Somos socialistas. Por una nueva socialdemocracia del candidato a la secretaría general del PSOE, Pedro Sánchez, que intenta movilizar a las bases y la militancia del PSOE. Es un programa distinto y con muchos elementos progresistas, claramente inspirado por el programa de Podemos, recogiendo muchas de las propuestas que hizo este partido en las últimas elecciones. La narrativa utilizada en el programa recupera el discurso de la socialdemocracia (cuando esta era socialdemócrata), incluyendo, sin embargo, algunos de los errores de la narrativa de la socialdemocracia, que quedan reflejados en la nota introductoria del programa cuando hace suyo el eslogan (del congreso del Partido Socialdemócrata alemán en 1959, en Bad Godesberg) que proclama que “la socialdemocracia aspira a tanto mercado como es posible, y a tanto Estado como sea necesario”. Esta dicotomía mercado versus Estado, sin embargo (aunque suene muy bien), es errónea, pues mucho de lo que se conoce como mercado no es mercado (como ocurre en el mal llamado mercado energético en España, cuyas limitaciones son resultado de la complicidad del Estado con las empresas energéticas). Y, por otro lado, se pueden tener mercados dentro del sector público de una economía. Lo que ha caracterizado a la socialdemocracia en Europa ha sido la aplicación de políticas que empoderaron a la clase trabajadora, permitiéndole que aumentara sus niveles de exigencia, una clase trabajadora que, en aquellos países en los que había conseguido mayores derechos laborales, sociales y políticos, llegó a cuestionar el enorme poder del capital, poder que limita el poder político. Las reformas Meidner en Suecia fueron un claro ejemplo de ello. Y la crisis de la socialdemocracia se debió precisamente a haber contribuido al maridaje del poder económico con el poder político y mediático, bien definido por Pablo Iglesias recientemente como trama o, como he indicado antes, entramado.


Es la imperativa necesidad de romper con este maridaje a lo que un programa económico de una opción socialista (en realidad, de cualquier opción auténticamente democrática) debería dar prioridad. Y ello incluye no solo el fin de las puertas giratorias entre el mundo financiero y empresarial y el mundo político, sino unas políticas más atrevidas en su enfrentamiento con el poder financiero y económico del país para anular su excesivo poder político y mediático.

La necesidad de romper el entramado
Estas observaciones no tienen como objetivo desmerecer y minusvalorar el programa del candidato Sánchez. Todo lo contrario, considero positivas un gran número de sus propuestas, pero en políticas públicas, cualquier política pública deber evaluarse en el contexto político en el que se desarrolla. Y el problema mayor de la economía española es la excesiva concentración del poder económico y su hipertrofiada influencia sobre el Estado y sobre los medios, tema poco tratado en el programa. Esta influencia no es solo mala para la salud democrática del país, sino también para su eficiencia económica, tal como he señalado en mi artículo “Las consecuencias del poder de clase: el subdesarrollo social de España (parte 1)”. El silencio ensordecedor del programa en este punto clave resta credibilidad a sus propuestas.

Otro problema es que en sus ansias de querer ser políticamente correcto, no toca algunos temas que son igualmente relevantes y que impactan en la calidad de vida de las clases populares. Hoy el mayor problema social y económico del país es el escaso desarrollo de la dimensión social del Estado, viéndose los servicios y transferencias públicos del Estado del Bienestar más como un gasto que no como una inversión. Invertir en escuelas de infancia es mucho más importante no solo para la calidad de vida de las familias, sino para la eficiencia económica del país, que continuar expandiendo el AVE en España. La primera inversión ayuda, además de a crear empleo, a facilitar a la mujer su integración en el mundo del trabajo. Y así miles de ejemplos.

Otro problema es que se le ve el plumero, pues en su intento de ir más allá que Podemos hace una serie de propuestas, como reducir la semana laboral a 30 horas o instaurar una Renta Universal sin establecer un calendario, sin el cual tales proposiciones quedan como “buenas intenciones” sin más.

La necesidad de ser creíble en la alternativa Sánchez
Ahora bien, es un buen paso, y es mucho mejor que el del Sr. Díez. Por cierto, también hace suya la propuesta sobre el ICO que Juan Torres y yo realizamos. Pero las reservas que me genera su plan parten de su credibilidad. No es la primera vez que el PSOE promete mucho y se queda muy corto. En realidad, la lectura de sus propuestas y la no realización de ellas llevan a una frustración, origen del escepticismo sobre tales propuestas. Y no es que dude de la intención sincera de sus autores. Pero hay que ser consciente de que el PSOE siempre ha tenido una izquierda que, por muchas propuestas progresistas que haga, permanece callada cuando sus propuestas no solo no se incluyen en las políticas públicas del partido, sino que se aplican incluso otras contrarias de sentido liberal. ¿Dónde estaban los izquierdistas cuando Zapatero aprobó la reforma laboral, o cuando hizo la reforma del artículo 135 de la Constitución? Solo Josep Borrell protestó; nadie más.


De ahí el escepticismo. Puede que un aspecto más optimista sea que entre sus autores hay personas que proceden del equipo de Borrell, como Manuel Escudero, que es el que dirige el proyecto económico del Sr. Sánchez, economista que en su día nos felicitó a Juan Torres y a mí por el programa económico que propusimos, y que incluso ofreció su apoyo a Podemos. Me alegra saber que un economista con el que tengo grandes acuerdos (aunque también importantes desacuerdos que he reflejado en mi debate en
Público sobre la sociedad futura sin trabajo) esté intentando renovar el PSOE, pues considero clave para el futuro del país que el PSOE cambie sus políticas económicas y sociales.

Y me alegra ver que hay una alternativa a la de la gestora del PSOE. Pero el mayor indicador de su credibilidad es definir su relación con Unidos Podemos. Las elecciones en 2015 y 2016 mostraron claramente que el aparato del PSOE vetó que este gobernara en colaboración con Podemos. Esto fue lo que imposibilitó que hubiera un gobierno con mayoría de izquierdas en 2016. El veto que el aparato del PSOE hizo a un gobierno del PSOE con Unidos Podemos es lo que hizo posible que Rajoy gobernara. Tal como detalla Rubén Juste, tanto en las elecciones de diciembre de 2015 como más tarde en las de junio de 2016, los miembros del banco “CaixaBank” fueron los que se movilizaron más para promover la Gran Coalición PP-PSOE-Ciudadanos, a fin de parar a Podemos. Juan Rosell, consejero de La Caixa y presidente de la gran patronal CEOE, tuvo una activa agenda de reuniones con el PSOE y Ciudadanos para presionarlos en esta dirección. Juan Luis Cebrián (presidente del consejo de administración de PRISA, participada por La Caixa, en cuyo consejo está, desde 2007, Alain Minc) y Villar Mir, consejero de Abertis, donde coincidió con Isidre Fainé y Salvador Alemany, estaban también en el entramado presionando para que se estableciera la Gran Coalición. Tampoco se puede olvidar al mismísimo Felipe González, que estaba en Gas Natural, donde coincidió con Fainé de nuevo. Tales presiones, aunque discretas, fueron conocidas por las autoridades del IBEX-35 y, naturalmente, por los dirigentes de los partidos políticos cuya coalición era deseada. Y entre ellos estaba el Secretario General del PSOE en aquel momento, Pedro Sánchez, que sabía de su vulnerabilidad en caso de oponerse a tal coalición, hecho que constató en su entrevista con Jordi Évole en Salvados, sin mencionar, sin embargo, ninguno de los nombres de las personas en el entramado procoalición y que jugaron un papel clave en el golpe dentro del PSOE que lo destituyó. Y ganó así la opción (como Rubén Juste señala en su libro) que había propuesto el IBEX-35, liderado por el presidente de la Fundació Bancària La Caixa, de establecer la Gran Coalición. Y esto tiene que ver con el sujeto de este artículo. El equipo económico del candidato Sánchez de aquel momento se sentía más cómodo con el equipo económico del PP y de Ciudadanos que no con las propuestas económicas de Unidos Podemos, a las cuales consideró “extremistas”, excesivamente “utópicas” o cualquier adjetivo peyorativo que se les ocurriera.

Es un paso adelante que varias de estas propuestas estén ahora apareciendo en el programa de Sánchez. Pero la credibilidad de este quedará reflejada si el candidato Sánchez aclara si estará dispuesto o no a gobernar a nivel del Estado con Unidos Podemos y sus confluencias. Si no se aclara este punto clave se señalará que acepta el veto de los de siempre y todo quedará en una nueva tarea de marketing político. Hoy no puede haber un gobierno progresista en España sin una alianza de gobierno entre el PSOE y Podemos. Y el aparato del PSOE, bien reflejado en la gestora y en la candidatura de Susana Díaz, no lo permitirá. De ahí que para el bien del país se exige que el nuevo Sánchez no solo haga suyos muchos de los elementos que aparecen en el programa de Unidos Podemos, sino que también esté dispuesto a gobernar con Unidos Podemos bajo un programa común. De no aclararlo ahora, no recuperará su credibilidad. Así de claro.



jueves, 9 de marzo de 2017

Miente...que algo quedará.

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Escribir en España es llorar: medios, empresas de medios y libertad de expresión.
Juan Carlos Monedero
9-3-17
Público

A las periodistas y periodistas despedidos o vetados en los medios por hacer honestamente su trabajo. Señal de que no todo está perdido.
Hace un mes los jueces anularon la decisión de la Complutense de no concederme la compatibilidad. Un par de días después, Albert Rivera retiraba la querella que me puso con la evidente consecuencia de abrir telediarios en campaña electoral. La sanción de la universidad y la querella de Rivera fue portada de todos los diarios escritos de Madrid (y de prácticamente toda España), protagonizó telediarios, tertulias, columnas, editoriales, horas y horas de información, insultos, descalificaciones, cuestionamientos personales de todo tipo. El fallo contra la universidad y la retirada de la querella no salieron ni en una sola de las portadas que decidieron en su día que aquello era una gran noticia, no fue reseñado en los telediarios y las radios, de la misma manera que los programas que editorializaron con escándalo la sanción o la querella o los columnistas que me dispararon con saña no entendieron que era un buen momento para disculparse. La explicación al uso siempre fue: ya sabes cómo son las cosas.

Las mismas cosas que llevan a que supuestos periodistas que no faltan a sus citas en las principales cadenas se reúnan con comisarios de policía en un conciliábulo político dirigido por un Ministro del Interior del Opus Dei para sembrar falsas noticias sobre adversarios políticos. Y que hacen que esos periodistas pantuflos se estén sentando en el banquillo. No recuerdo que la Asociación de la Prensa haya dicho nada. La Organización Médica de España echaría a un médico que hiciera prácticas deshonestas con el juramento hipocrático. Pero la APM no hace lo mismo con los que prostituyen el periodismo o lo convierten en moneda de mercenarios. A lo mejor porque la APM sabe cómo son las cosas. Todos hemos visto amenazas en directo de políticos a periodistas. Recuerdo a Maroto con maneras mafiosas alertando al presentador en Mañanas Cuatro. El PP y el PSOE saben cómo echar a periodistas de los medios.
Es evidente que no se puede acusar de vileza a todos los periodistas. Pero el hecho de que haya héroes y heroínas en la profesión es una señal precisamente de la vileza en la que ha caído una buena parte del periodismo  en España. Porque para poder hacer periodismo hoy en la piel de toro hace falta un comportamiento heroíco. Larra regresa y, acongojado, vuelve a decir: “escribir en España es llorar”. Esa gente que se conoce como periodistas “de raza” sabe que no amenaza quien quiere, sino quien puede. Y prácticamente todas ellas -cuántas mujeres castigadas por hacer buen periodismo- han sufrido en sus carnes la pena máxima de desobedecer al dueño en sus empresas de medios de comunicación.

Cada día parece más evidente que la Asociación de la Prensa de Madrid se pasó de frenada. Quizá porque la prensa vive de quién financia sus pérdidas, de la publicidad de las grandes empresas y de la publicidad oficial (entonces ¿quién tiene capacidad real de presionar?). Quizá porque la APM se ha hecho demasiadas fotos con Reyes, Dictadores, Presidentes, Directores Generales y muchas menos con periodistas de a pie (¡Qué bien vendría más apoyo en lugares hermanos donde se está asesinando a periodistas!) o con periodistas en lucha (Qué pena que Victoria Prego no fuera con el lazo de apoyo a los trabajadores de RTVE en su comparecencia en la cadena pública). Quizá por las mismas razones por las que su actual directora -mujer en un mundo depredador de hombres, lo que tiene mérito- guardó silencio durante cuarenta años sobre la explicación de Suárez de por qué no hubo referéndum monarquía-república  a la muerte del dictador. ¿O no nos merecíamos los españoles tener esa información? Me temo que son inercias corporativas. Porque de lo contrario, la APM sería una asociación en defensa de los derechos de la profesión, se hubiera significado en los ERE, en la precarización, cada vez que el Redactor Jefe tergiversaba la información con un titular mentiroso, cada vez que llevaba a portada un sesgo que manipulaba la noticia, cada vez que un empresario de medios se ha fulminado a alguien con la cabeza puesta en recompensa por los poderosos. Y de ser así, no habrían salido tantos periodistas honestos (pienso en Juan Tortosa, Iván Gil, Olga Rodríguez, López Agudín, Andrés Gil, Cristina Fallarás, Guillem Martínez y, por fortuna, tantísimos otros) estos días diciendo que el comunicado contra Podemos es una vergüenza. Sin por ello olvidar ni por un instante que es de radical importancia recordarle a todos los partidos -a todos- que tienen que dejar hacer su trabajo a los periodistas. No a las empresas de medios de comunicación.


No vamos a darle muchas vueltas al comunicado. Basta comparar lo que publicó cuando el portavoz del PP llamó “carroña” a todos los medios después del fallecimiento hepático de Rita Barberá (el mismo portavoz que le dijo en televisión a Rita Barberá que no era honesta) con el comunicado contra Podemos. De hecho, al PP ni lo menciona. Y a Podemos le acusa de algo que es delito. Victoria Prego sabe cómo son las cosas:
Comunicado sobre Podemos: “Considerados los testimonios y las pruebas documentales aportados por estos periodistas, la APM exige a Podemos que deje de una vez por todas la campaña sistematizada de acoso personal y en redes que viene llevando a cabo contra profesionales de distintos medios, a los que amedrenta y amenaza cuando está en desacuerdo con sus informaciones.”
Comunicado sobre el Partido Popular: “La APM defiende ante todo el derecho a la información de los ciudadanos y el derecho a la libertad de expresión, pilares ambos de nuestra democracia. (…) La APM recuerda que es responsabilidad de cada uno administrar tal libertad con respeto a los derechos de los demás, entre ellos el de la intimidad y el de la presunción de inocencia, lo cual no puede excluir la crítica a los personajes públicos (…) La APM recuerda que si una información es veraz, es de interés general y está debidamente contrastada, en ningún caso se debe ocultar a los ciudadanos, máxime cuando se trate de asuntos que afectan a personajes públicos.”
En Vistalegre 2 pasaron cosas esenciales para la política democrática española. Un partido nuevo salió de un áspero debate interno no solamente sin romperse, sino reforzado. No solo era la prueba fehaciente de que se ha roto el bipartidismo, sino la demostración de que hemos empezado a caminar por el sendero de las democracias consolidadas. Las primarias, más allá de los inevitables arañazos, no significan olvidar que al día siguiente sigue el trabajo político frente a los verdaderos adversarios que no pueden ser los compañeros de partido. En Vistalegre 2 también se ha consolidado la democracia cuando las empresas de medios de comunicación no han podido hacer con Pablo Iglesias lo que hicieron con Pedro Sánchez. Porque aquí está el corazón del debate con la APM.
Hay medios que confundieron su tarea de informar verazmente con la de tomar partido. Ni la conversión de la línea editorial en un órgano de partido ni la cercanía entre periodistas y políticos son por lo general buena cosa (lo ha recordado el director de El periódico) porque puede derivar en que esa relación de amistad se convierta en una pérdida de objetividad. En el mejor de los casos. Porque otra cosa es que a un día de Vistalegre, por ejemplo, alguien se invente una noticia difamando a una candidatura queriendo así participar en el debate interno de un partido. Porque, curiosamente, el cien por cien de las supuestas quejas de periodistas maltratados seguro que coincide con periodistas cuya posición personal coincide con la línea editorial de su medio. Qué casualidad. Y eso es hacer trampa. Por mucho que la APM diga que así son las cosas. Así eran durante el franquismo y lo son todavía porque aún persiste el rancio olor de la falta de democracia mezclado con la amenaza constante sobre la libertad de expresión que significa el neoliberalismo y la pérdida de derechos de los profesionales. Que los políticos, especialmente los que pueden de verdad amenazar, saquen sus manos de los periodistas y, como garantía, que las empresas de medios de comunicación devuelvan a los profesionales la posibilidad de hacer su trabajo al margen de los intereses de los dueños y lejos de esa inquisición cotidiana que es la precariedad laboral.
PD: Vargas Llosa, en su afán de denigrar a Podemos, se aleja de su condición de gran escritor y hace de funambulista pantuflo diciendo que los ataques de Podemos a la prensa pueden ser, incluso, peores que los de ETA. Que asesinó a periodistas. Aunque a lo mejor sale diciendo que el ABC manipuló sus opiniones. Ya sabemos cómo son las cosas.

El rey Juan Carlos αgredió a Sofía con Sabino de testigo