Buscar este blog

lunes, 17 de junio de 2019

El odio anticatalán de Isabel Díaz Aruso


Catalanofobia
El odio anticatalán de Díaz Ayuso, viral: “Catalunya es lo peor que tiene este país”
David Gorman 
Isabel Díaz Ayuso es probablemente la candidata más indigna que ha presentado nunca el PP a unas elecciones. La dirigente popular es la cabeza de lista del partido para las autonómicas del próximo 26-M en Madrid, y pretende obtener la presidencia de la Comunidad con un discurso desacomplejadamente ultraderechista. En su punto de mira ya tiene el colectivo LGTBI y los catalanes: a los homosexuales los ve como un peligro para su modelo de familia y su odio nauseabundo hacia Catalunya está cada vez más desbocado.
La líder del PP madrileño ya hizo el ridículo en diciembre, cuando entró en directo en La Sexta para analizar los pactos post-electorales en Andalucía y acabó diciendo esto: “En Catalunya, los profesores desprecian a los alumnos si piden ir a hacer pis al baño en español”. Pero Díaz Ayuso no defrauda y no cuesta demasiado hurgar para encontrarle otras declaraciones anticatalanas. Como las que ha recuperado la cuenta "Valencianistas caste" en Twitter, de una entrevista entre la dirigente popular y Jiménez Losantos el día 5 de diciembre del 2018 en 'Es la Mañana de Federico', y que ahora se han vuelto virales en la red. Preguntada por los partidos de izquierda, Ayuso alerta de que quieren instaurar la república "de manera tirana". Y remacha el clavo con un supremacismo desatado: “Dan alas a todo lo peor que tiene este país: Catalunya, País Vasco, Navarra y Valencia. Allá donde antes no había problemas” (lo podéis ver en el minuto 6:33 del vídeo): 


Discurso de odio contra catalanes, vascos, navarros y valencianos. Si España fuera una democracia homologable al resto de países de su entorno, Isabel Díaz Ayuso ya habría sido obligada a dimitir de todos sus cargos, justo después de dar explicaciones por insultar a 15 millones de personas que, de momento, forman parte de su mismo Estado. Pero su premio podría ser salir elegida nueva presidenta de la Comunidad de Madrid si gana las elecciones de este domingo.

 

Josep Sala superviviente de los campos de concentración franquistas


Josep Sala, superviviente de los campos de concentración franquistas: "No éramos ni siquiera un número, no éramos nada"

A sus casi 100 años, este barcelonés de la Quinta del Biberón recuerda su periplo por distintos campos de concentración franquistas durante la Guerra Civil
"La muerte nos rondaba, la sentía tan cerca...", rememora este farmacéutico que luchó en el bando republicano


Eldiario.es

15/6/19

"Fssst fsst", "brrum". La prodigiosa memoria de Josep Sala (Barcelona, 1919) está repleta de onomatopeyas e imágenes para olvidar. Las balas de ametralladora silbando a pocos metros de su cabeza. Los morteros explotando a su lado. Las piernas colgando de un compañero, todavía vivo, tras ser bombardeados por un avión del bando nacional. El olor a heces y la insalubridad de los campos de concentración.

A sus casi cien años, Sala lo rememora ahora con precisión y detalles, pero no siempre fue así. Durante décadas, apenas habló con nadie de su periplo de más de tres años por el frente de la Guerra Civil, los campos de concentración franquistas y los trabajos forzados por toda España y el Norte de África.

Su aventura empezó en marzo de 1938, cuando tenía solo 18 años. "A esa edad te piensas que te vas a conquistar algo, estás emocionado", recuerda este catalán nacido en el Raval de Barcelona. Sala, integrante de la llamada Quinta del Biberón, tardaría pocos meses en descubrir lo que era la Guerra Civil y ser prisionero del franquismo. "Me robaron hasta la personalidad, no éramos ni siquiera un número", rememora pesaroso. "No éramos nada".

La historia de Sala y del millón de españoles que pasaron por estos campos franquistas es una de las que faltaban por contar de la Guerra Civil. El periodista y colaborador de eldiario.es Carlos Hernández la detalla ahora en Los campos de concentración de Franco (Ediciones B), un libro que documenta, mediante archivos y testimonios de supervivientes, la existencia de hasta 296 campos de concentración franquistas -un 50% más de lo que se había calculado hasta ahora-. Según Hernández, en esos centros pudieron morir más de 10.000 presos.
Sala pasó por un campo de concentración en Zaragoza y después fue trasladado a los campos de Santa Ana y San Marcos, ambos en la ciudad de León. En este último lugar, convertido hoy en un lujoso Parador, conoció lo peor de la condición humana. "La muerte nos rondaba, la sentía tan cerca...", rememora este anciano de ojos azules, frondoso pelo gris y tez arrugada. Sala recuerda con todo lujo de detalles el frío, el miedo, la falta de comida -"nos daban dos trozos de pan al día"- y la desconfianza que corría entre los presos. "Yo apenas hablaba, por eso creo que sobreviví", remacha.

"Es verdad que podría haber sido peor", matiza con su sonrisa perenne. Según su relato, a poco estuvo de ser ejecutado en el momento en que lo hicieron preso en la provincia de Lleida. Un brigada franquista le salvó la vida cuando ya estaba encañonado, bajo el pretexto de que ese día ya había muerto demasiada gente. Lo primero que le hicieron fue cambiarle sus botas por unas alpargatas. "Chaval, qué suerte tienes, para ti la guerra ya se ha acabado", le dijo un soldado franquista. En ese momento pensó que era una frase vacía, pero el tiempo le dio la razón. "A partir de ahí lo pasé muy mal pero ya no recibí más tiros", reconoce
El "viacrucis" de los campos de concentración

Esas alpargatas le acompañarían durante el duro invierno, una época que Sala define como un "viacrucis" en el que fue trasladado varias veces de campo de internamiento. Este farmacéutico recuerda perfectamente los problemas de salubridad que le azotaron durante su periplo por estos centros. Los "piojos a miles", el picor constante, el agua imbebible, el hedor después de tres meses sin ducharse con la misma ropa interior... Y, al mismo tiempo, constatar cómo algunos compañeros desaparecían de un día para otro sin dejar rastro ni despedirse. 

"La higiene era nula", explica sentado en una cafetería de Barcelona. "El que se duchaba se arriesgaba a tener una pulmonía". Sala recuerda especialmente los traslados entre campos de concentración, hacinados en trenes de mercancías. "Solo había un agujero para respirar. Defecábamos en nuestras manos y tirábamos las heces por el agujero", rememora. "El vagón olía a rayos".
¿Por qué apenas se ha hablado de los campos de concentración franquistas? Sala cree que durante la Transición se pactó dejar de lado la existencia de estos lugares, por donde pasaron entre 700.000 y un millón de presos. "Era un tema susceptible y en muchos campos había curas", opina. "La Iglesia fue partícipe de todo esto", añade. Hernández, el autor del libro, señalaba en una reciente entrevista con eldiario.es que la represión franquista fue tan grande que estos campos de concentración quedaron olvidados. 

Sala se muestra "decepcionado" con la Transición y no entiende por qué a día de hoy siguen existiendo lugares como el Valle de los Caídos. "Debería ser un homenaje a todos los fallecidos en una guerra absurda que no sirvió de nada", señala. "España sigue dividida porque una parte de la sociedad añora el franquismo, hay un sector al que le fue todo muy bien durante la dictadura". 

Tras ser liberado de los campos de concentración, Sala empezó un periplo por toda España y el norte de África, destinado en una brigada de fortificación del ejército nacional. "El trato era inhumano", recuerda de su estancia en Marruecos. "Trabajábamos a 53 grados, algunos desfallecían por culpa del calor". 

Finalmente, en 1942 pudo volver a casa. "A mí me cuesta mucho llorar, pero cuando llegué a la estación de Francia, tras todo lo que había pasado, no lo pude evitar", recuerda Sala en el único momento de toda la entrevista en que se emociona. "Pensé que no podía ser verdad que estuviera vivo tras haber pasado por todo lo que pasé".

A los pocos días de llegar, se puso a trabajar en una farmacia del barrio del Raval, de donde no se movió durante 40 años hasta el día de su jubilación. "Ahí conocí a putas, transexuales, traficantes, burdeles… Pero esto ya es otra historia de mi vida".


Cardenal Alfonso López Trujillo mantenía relaciones sexuales con homosexuales y prostitutas


25 Abr 2019

Cardenal Alfonso López Trujillo mantenía relaciones sexuales con homosexuales y prostitutas: Frederic Martel 

El escritor, sociólogo y periodista francés, autor de Sodoma, poder y escándalo en el Vaticano, habló con LA FM. 



Alfonso

Rico Torres



Colombia



Frédéric Martel, escritor francés autor de Sodoma: Poder y escándalo en el Vaticano, habló con LA FM de los episodios en Colombia de su publicación. Su escrito, que ha causado gran revuelo en el mundo católico, estará este 26 de abril en la Feria del Libro de Bogotá. 

Según dijo, su proyecto está respaldado por 14 abogados y no va en contra del Vaticano, tan solo muestra verdades. A su parecer, hay una "mayoría silenciosa" de sacerdotes homosexuales. "Puede haber homófilos, que no son homosexuales practicantes, son fieles a su voto de castidad. También hay homosexuales practicantes que lo viven muy mal y se castigan a ellos mismos y cardenales que viven con amantes, que pueden ser sus conductores, sus asistentes, sus guardaespaldas, sus secretarios", aseguró.

Sobre el cardenal Alfonso López Trujillo, el escritor colombiano señaló: "Lo investigué en Bogotá, en Medellín, en Roma, en España y poco a poco me apareció la doble vida del cardenal. ¿Quién es, para empezar? En Colombia y América Latina fue uno de los grandes oponentes de la teología de la liberación. Netamente de derecha y muy hostil al comunismo hacia los sacerdotes de izquierda. Fue invitado por el papa Juan Pablo II para ser el director del Consejo Pontificio para la Familia donde se opuso abiertamente al sexo antes del matrimonio". 

Y agregó: "Iba muy violentamente en contra del uso del condón en un momento en que 37 millones de personas estaban a punto de morir del sida. Y, por supuesto, uno de los cardenales más homofóbicos. Se descubrió que no solamente era homosexual, que no es un problema para mi, y que seducía violentamente a los seminaristas, a los sacerdotes, con mucho derecho de abuso tolerado. Entrevistaba a los sacerdotes que le llevaban prostitutos a Medellín, es una historia bien conocida en España y Roma, donde la gente es consciente de esto".   

De acuerdo con el escritor, la Iglesia Católica lleva más de una década atrayendo a los homosexuales por cuenta del celibato y la castidad. A su parecer, el problema no es ser homosexual, el problema es "la hipocresía, el secreto y la mentira". 

Según dijo, en su publicación él no da cuenta de relaciones sexuales de sacerdotes con menores de edad sino con adultos y así como él hay "cientos" con vida sexual en la Iglesia Católica. Finalmente, indicó, el papa Francisco conoció de la homosexualidad del sacerdote colombiano y por eso quiso que sus restos estuvieran en Colombia y no en Roma. El sacerdote murió en Italia el 19 de abril de 2008.

domingo, 16 de junio de 2019

Miedo y asco en la España de Franco


Miedo y asco en la España de Franco: los diarios perdidos del general Latorre Roca
No había ocurrido antes: un libro saca a la luz los escritos privados de un militar de alta graduación del Franquismo que además repudiaba la mayoría de los principios y actuaciones del Régimen.El Confidencial
6/06/2019


Les presentamos a un hombre invisible, a un soldado desconocido, a un fantasma. Ascendió en el ejército y en la administración sin estridencias ni aspavientos, ocupó cargos tan importantes como poco memorables, vivió en primera persona encrucijadas históricas sin que nadie reparase en él y hoy, por no tener, no tiene ni una mísera entrada en Wikipedia (tal vez la logre después de este artículo). Y, sin embargo, mientras pasaba por allí, veía y callaba, se ocupaba de registrar todos sus quehaceres y pensamientos en decenas de cuadernos con una prolijidad y franqueza desarbolantes. A fin de cuentas, no escribía para nadie más que para sí mismo. Y así fue como el general Rafael Latorre Roca, un hombre del régimen, combatiente del bando vencedor de la guerra civil y recompensado después con un jugoso aunque discreto cargo burocrático, dejó sepultadas en sus diarios las más duras críticas a aquella España de Franco en blanco y negro. Hasta que alguien los encontró.

Un día, el profesor de Artes y Humanidades de la UOC Jaume Claret recibió una llamada de Gonzalo Pontón, entonces al mando del sello Crítica: "toma un avión y te plantas en Oviedo". El editor había sido avisado por el catedrático de Salamanca Ricardo Robledo de que, tras saber de su existencia gracias a unos amigos suyos entre los que se encontraban familiares de la tercera mujer de Latorre Roca, había podido hojear los archivos del general y la cosa prometía. "Los herederos fueron muy generosos", relata Claret a El Confidencial, "pues me permitieron decidir qué hacer con aquel tesoro. Recuerdo pasarme la mañana leyendo y mirando, comer con ellos y pedirles permiso para llevarme a Barcelona el máximo de cuadernos posibles. Me dijeron que sí y dediqué toda la tarde a seleccionar, a tomar nota de su biblioteca, a escoger documentación diversa... acabé vaciando completamente mi maleta para hacer espacio a lo escogido. Y volé hacia casa con el legado de Latorre en mi maleta... y rogando que no me la hicieran embarcar, pues aquello era demasiado valioso como para confiarlo a la bodega del avión".

Después de dar con el tesoro, se impusieron las dudas: ¿qué hacer con él? Claret vaciló entre darle la voz al protagonista o tomar él las riendas del relato. Al final se decidió por una fórmula mixta y el resultado aterriza la próxima semana en las librerías con el título de 'Ganar la guerra, perder la paz: memorias del general Latorre Roca' (Crítica, 2019). Y cómo avanza el historiador Ángel Viñas en el prólogo al volumen: "ESTE LIBRO ES UNA JOYA. No exagero. Jamás había oído hablar del general Rafael Latorre hasta que Jaume me explicó, hace ya tiempo, que estaba trabajando en unos cuadernos suyos que podríamos denominar 'recuerdos'. Por lo que me contó me di cuenta inmediatamente de que había encontrado un filón. Un general del Ejército de la Victoria, integrado en el sistema, con experiencias varias en la guerra y en la posguerra, que escribía para sí mismo, no con fines de publicación, que reflexionaba -parte sobre la marcha y luego con cierto distanciamiento- sobre lo que había visto y vivido, que no perseguía la fama ni tampoco darse a conocer por lo que iba plasmando en sus cuadernos, pero que se sinceraba en el papel... Algo así, que yo sepa, no es nada frecuente".

Violencia y corrupción


Los primeros cuadernos de Rafael Latorre Roca (Zaragoza, 1880-1968) datan del arranque del siglo XX pero no empiezan a ponerse interesantes hasta los años 20-30, cuando inicia su ascenso en el escalafón militar, participa en diversas operaciones bélicas durante la guerra civil española como responsable de una de las columnas carlistas que desde Pamplona tomaron el País Vasco, se ciñe el fajín de coronel y, ya en los años oscuros de la posguerra, es designado delegado del Gobierno en la Confederación Hidrográfica del Duero. ¿Cuál era su lugar en el bestiario de las heterogéneas tribus que configuraban, muchas veces a la greña, el bando nacional? Latorre se identificaba como un militar de formación adscrito al arma de Artillería, con inquietudes político-sociales, afín a la doctrina social de la iglesia y partidario de un Ejército profesional y apolítico. Su pluma describe hechos bélicos y políticos, traza los perfiles de los principales protagonistas, recoge habladurías y opiniones, no habla de oídas y cuenta bien. Y lo que cuenta no le gusta.


"Lo más sorprendente", explica Jaume Claret, compilador de estos diarios, "no por desconocido sino por quien lo dice, es la conciencia entre los jerarcas y la cúpula militar sobre las limitaciones del franquismo, sobre los excesos cometidos durante la guerra y con posterioridad... Como bien resume el título, los más avezados dentro del franquismo sabían que habían ganado la guerra, pero que estaban perdiendo la paz. El general Latorre Roca describe la corrupción sistémica, la violencia gratuita de Falange, la falta de preparación económica, la dependencia respecto de las potencias del Eje, la descapitalización humana y económica producida por la guerra y la posguerra, la confluencia de la jerarquía católica con una situación de abuso y privilegio, la ignorancia disimulada por la fuerza de las armas y el griterío nacionalcatólico... Incluso llega a reconocer que la República había sido más acertada a la hora de asumir la reforma militar o de garantizar el sustento a su población".

¿Por qué se mantuvo en el régimen aquel hombre claramente desafecto? ¿Se trataba de alguien prudente o de un cobarde?

El lector de estos diarios duda al sopesar el alma de su protagonista. ¿Por qué se mantuvo en el régimen aquel militar claramente desafecto a sus principios fundacionales que además despreciaba a la mayoría de sus compañeros? ¿Se trataba de un hombre prudente y lógico o de alguien cómplice y cobarde? Responde Claret: "Para alguien que defendía la doctrina social de la Iglesia y el sometimiento del Ejército al poder civil como remedios para la conflictividad social y el militarismo (espadones, pronunciamientos...) que habían llevado a España al desastre, supone un drama acabar apoyando un régimen que quiere solucionar el primer problema mediante la violencia y la represión, y el segundo a través de una dictadura militar y una corrupción generalizada. Como intento explicar en las conclusiones, el diagnóstico de Latorre era correcto y, de hecho, no será hasta la democracia que ambos entrarán en proceso de solución. Sin embargo, 40 años de franquismo dejarían su peaje a través de esa violencia y corrupción".

A continuación, extractamos algunos de los pasajes más interesantes de los diarios del general Latorre recuperados en 'Ganar la guerra, perder la paz':

Pasajes escogidos


Sobre Azaña

"Una de las mejores medidas tomadas por Azaña fue la reducción del ejército y la forma en que lo hizo, y no la 'trituración' como con maledicencia intencionada se quiso hacer figurar por los perjudicados".

Sobre ejército y política

"Si la Soberanía Nacional en la plenitud de sus poderes, opta por la forma republicana, repetimos una vez más, que, a esa forma de Gobierno debe prestar su acatamiento el Ejército, y si el Gobierno es socialista, como si fuera ultraconservador, a todos sumisión y respeto absolutos".

Sobre el trabajo

El obrero, económicamente, vivía mucho mejor durante la República que ahora (...) No es de extrañar sus ideas extremistas, pero, cuidado con no caer en el absurdo, porque extremistas, muy extremistas, más extremistas aún eran las ideas, aunque en sentido contrario, de aquellos capitalistas del siglo pasado y primeros del actual".

Sobre la Iglesia

"¿Se ha parado a pensar nuestro moderno, nuevo y actual episcopado el porqué de esta furia antirreligiosa que ni en la misma Rusia llegó a tales extremos? ¿No sería, en una gran parte, porque los que se decían cristianos no cumplían con sus deberes de tales, empezando por no hablar al prójimo como ellos mismos? Porque he conocido venerables sacerdotes en Jaén, Barcelona, entre otras provincias, que en plena vesania antirreligiosa y revolucionaria fueron respetados por las turbas".



Sobre la germanofilia del Régimen

"Desde el principio mi desacuerdo con la causa alemana fue completo; tanto por no creerla justa, cuanto porque mi disconformidad con el sistema político, social y religioso imperante en aquel país era completo; y hasta tal punto estaba en mí arraigada dicha opinión que al enterarse los que me rodeaban en el cuartel general (coronel de Ingenieros don Mariano Zorrilla Polanco, tenientes coroneles de Estado Mayor y Artillería don Agustín Gil Soto y don José Acedo y Castañeda, entre otros) que no conocía 'Mi lucha' de Hitler, me la dieron a leer y confieso ingenuamente no pude pasar de las cuatro o cinco primeras páginas, porque la egolatría, el panteísmo, el racismo y un materialismo desenfrenado lo invadía todo, no pudiendo comprender cómo personas de arraigadas creencias religiosas salían reconfortadas, contentas y satisfechas después de su lectura ya que a mí me infundió temor y discrepancia lo poco que pude leer, y no podían influir en mi ánimo razones de orden sentimental con que se trataba de argüirme de la ayuda alemana en nuestra contienda, porque siempre la vi con disgusto durante la guerra y a través de la paz, al comprobar cotidianamente que su intervención en todos nuestros asuntos internos, políticos, económicos, sociales, culturales, militares, deportivos, etc., era completa por estar en un todo a sus órdenes, ya que parecían estar como en un país conquistado y mi fiero amor a la independencia nacional me sublevaba".

Sobre la posguerra

"La pobre gente sigue sin hogar, sin lumbre y escaso y muy caro pan: el famoso Imperio se ha debido derrumbar y no aparece por parte alguna pues en ningún momento hemos mendigado tanto como ahora a la vista de tanta miseria como padecemos; y lo de monje y soldado que se lo pregunten a Fernández Cuesta, cuando al regreso a España de Italia, donde estaba de embajador, a la caída estrepitosa y sangrienta del fascismo, llegó aterrorizado (¡vaya un soldado!) a España ante los trágicos cuadros que había presenciado y el peligro que su vida había corrido, pidiendo a gritos la disolución de la Falange y el cambio de régimen"

Sobre la represión

"Hay en nuestras cárceles y presidios gentes de izquierdas, católicos o no, monárquicos, republicanos, socialistas, comunistas, etc. (...) ¿qué delito han cometido todos esos compatriotas nuestros, patriotas como el que más para verse clasificados como delincuentes? Muy sencillamente, discrepar del régimen imperante en España".

Sobre la corrupción

"¡Qué catástrofe no ocurriría hoy si se ordenase, como debiera ordenarse, si el régimen que padecemos fuera sano y fuerte, una revisión de fortunas de aquellos Generales que todos conocemos y señalamos con el dedo que antes de nuestra guerra civil no tenían otros ingresos que su paga o una parte alícuota de ella!"




La adicción al sexo


16/06/2019

La adicción al sexo, el trastorno hipersexual y la controversia en el diagnóstico

A veces se convierte en un mecanismo de evitación o compensación de malestar psicológico...



 Psicólogo

ElHuffPost

El término adicción al sexo ha cobrado especial relevancia en el año en el que Kevin Spacey y Harvey Weinstein han sido destronados e internados en la famosa clínica de Arizona (EEUU) llamada The Meadows. La clínica ofrece un programa terapéutico para adictos al sexo, conocido como ‘Gentle Path’ (‘el camino amable’-, en el que sus pacientes hacen terapia a través de actividades muy caras y muy artísticas.

Han surgido muchas voces escépticas y corremos el riesgo de asociar acoso a adicción, de patologizar un asunto puramente ético o moral. Al fin y al cabo, la existencia o no de la adicción al sexo depende en gran medida de que consideremos adicción, y no existe un consenso unánime en cuanto a su definición.

En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psiquiatras (APA) difieren en otorgar entidad clínica al comportamiento sexual compulsivo.

En la tradición psicoanalítica el peso del sexo ha sido sobredimensionado, y ya el hipersexual Freud hablaba de la masturbación como la “adicción primordial” desde la cual se derivaban todos los trastornos adictivos. Ya con una perspectiva más contemporánea y con los términos satiriasis y ninfomanía en desuso, el término “adicción sexual” fue incluido por la APA en el Manual Diagnóstico DSM-III en 1980. Sin embargo, fue eliminado en la siguiente versión de 1994. Desde entonces y en las sucesivas revisiones del DSM se ha valorado su inclusión sin éxito. El principal argumento para rechazar la entidad diagnóstica del comportamiento sexual compulsivo se relacionaba con la ausencia de síndrome de privación. Es decir, mientras que en las adicciones a sustancias existe una dependencia fisiológica, en el caso del sexo, su ausencia no produce el famoso “mono”.

En la última versión, el DSM-V, se incluye una nueva categoría dentro del área de comportamientos adictivos bajo el nombre “Trastornos no relacionados a sustancias”. Dentro de ésta se contempla la ludopatía como única patología aprobada bajo un nuevo epígrafe: “Trastorno por juego de apuestas”. Fuera del Manual han quedado la adicción a los videojuegos o a internet, y el llamado “Trastorno hipersexual” (THS).

Los argumentos esgrimidos en esta ocasión refieren la falta de investigación, las consideraciones éticas y legales, y el peligro de la excesiva patologización de conductas a priori “normales”. Se trata de un asunto peliagudo. Cuantificar o categorizar las relaciones sexuales en parámetros patológicos o saludables podría implicar un juicio moral ajeno a lo necesariamente clínico. Al fin y al cabo, ¿cuántas relaciones sexuales debemos tener para ser considerados adictos al sexo? O, ¿qué tipo de prácticas pueden ser incluidas en un patrón de conducta adictivo? A pesar de que el DSM-V ha desestimado la entidad diagnóstica del THS, los pacientes siguen acudiendo a terapia por el malestar y deterioro social provocado por un comportamiento sexual exacerbado y compulsivo.

A menudo se vincula el comportamiento sexual exacerbado con el trauma sexual en infancia o adolescencia.

Recientemente, en junio de 2018, la OMS agrega el comportamiento sexual compulsivo -comúnmente llamado adicción sexual- a su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11). La CIE-11 define el desorden comportamiento sexual compulsivo como “un patrón persistente de falla para controlar los deseos sexuales o impulsos sexuales intensos y repetitivos que resultan en un comportamiento sexual repetitivo”.

Las principales investigaciones señalan una prevalencia de cerca del 6% de la población, afectando principalmente a hombres. Son estimaciones que resultan cuanto menos alarmantes. Algunos autores defienden que existen algunos rasgos de personalidad que hacen a la persona más vulnerable a la adicción, como es el caso de la impulsividad, la búsqueda de sensaciones o los rasgos obsesivos. Asimismo, otros autores proponen que el THS pudiera ser bien una variante del TOC, o bien una respuesta a la sensación de vacío propia de un trastorno de personalidad o de tipo afectivo.

A menudo se vincula el comportamiento sexual exacerbado con el trauma sexual en infancia o adolescencia. Se trata de un asunto complejo, es cierto que encontramos muchos casos en los que el paciente relata experiencias de abuso o un inicio precoz en su vida sexual. Lo cual no debe hacernos caer en una explicación reduccionista en la que magnifiquemos el peso de la vivencia sexual traumática. Al igual que en otros trastornos, la casuística estaría entreverada en factores de tipo biológicos y otros ambientales o vivenciales, que llevarían a configurar una serie de rasgos de personalidad, una tendencia al pensamiento obsesivo o la propia conducta compulsiva manifestada en el sexo.

En la práctica clínica encontramos muchas similitudes entre el TOC y el THS. Las obsesiones y compulsiones de índole sexual presentan un patrón claro de reducción del estado ansioso relativo al impulso sexual. En estos casos el sexo constituye obsesiones y rituales semejantes a los que encontramos en otros tipos de TOC. El paciente experimenta la práctica sexual como algo obligatorio o como un mecanismo reductor del malestar psicológico. La obsesión sexual se relacionaría con la presencia de pensamientos o fantasías sexuales de tipo intrusivo que serían compensados con un comportamiento sexual compulsivo.

El sexo se convierte en un objeto de consumo, la frecuencia es diaria, las relaciones son rápidas y a menudo poco satisfactorias, generalmente con personas desconocidas y con escasa interacción social o afectiva. Lo sexual se disocia de lo afectivo, lo cual no es necesariamente negativo, salvo en el caso de que la persona acabe sintiéndose inhabilitada para interactuar con el otro más allá de la práctica sexual. La percepción de riesgo disminuye y son habituales las relaciones sin protección. El comportamiento sexual se empobrece, adquiriendo un patrón estereotipado. Dependiendo del caso y la orientación sexual, es común que se reduzca bien al sexo oral, a la masturbación o bien a la penetración.

Al igual que en otras conductas compulsivas, como el juego o las compras, el papel de internet y las aplicaciones móviles es especialmente relevante en el patrón de consumo. Las formas más comunes de búsqueda de sexo serían los clubs o locales de sexo, zonas de cruising o la prostitución. En muchos casos y en términos funcionales, es el gran tiempo dedicado a la búsqueda de sexo lo que produce un mayor impacto en el individuo. En otros es de tipo económico, ya que la persona acaba destinando gran parte de sus recursos al pago de profesionales del sexo.

El sexo, independientemente del género u orientación, se convierte en un mecanismo de evitación o compensación de malestar psicológico.

El THS puede generar un alto grado de sufrimiento y autodestrucción. Para las personas con THS, el sexo generalmente es un asunto privado o incluso vergonzante, que lleva a dificultar las relaciones afectivas e incidir negativamente en la vida familiar, profesional y social del paciente. En los casos más severos, la adicción conlleva una doble vida con intensos sentimientos de soledad y culpa.

El sexo compone una forma rápida de compensación de ansiedad o sensación de vacío. Además del placer intenso e inmediato obtenido, se obtiene la aprobación, validación o simplemente atención del otro. El sexo, independientemente del género u orientación, se convierte en un mecanismo de evitación o compensación de malestar psicológico. Funciona en el corto plazo ya que, durante la búsqueda o la propia práctica sexual, la persona se olvida de si misma. Sin embargo, en el medio plazo produce más vacío, culpa o aislamiento, y consiguientemente un mayor malestar, que será compensado con más sexo. En este ciclo se basa adicción.

Es un hecho que el comportamiento sexual puede tener un perfil adictivo, sin embargo, éste puede ser un elemento secundario de otro problema subyacente, ya sea un trastorno afectivo, de personalidad o un trastorno obsesivo. Con o sin entidad clínica, las personas con un comportamiento sexual compulsivo precisan atención psicológica especializada e integral.

Miserables y Ladrones


Vaticano: Capital de la Pedofilia


Santa Pederastia y Santa Pedofilia,Vírgenes y Mártires


Público

Abusos Iglesia El papa dicta dimisión del cura acusado de abusar de nueve menores en Ciudad Real por negarse a cumplir su pena.

Se le imponía una reclusión en un monasterio durante cinco años con asistencia espiritual y psicológica, a lo que el sacerdote "se negó repetidamente".




Europa Press

El papa Francisco ha decretado la dimisión por oficio y por el bien de la Iglesia del sacerdote de la Diócesis de Ciudad Real, acusado de presuntos abusos a nueve menores en el Seminario de Ciudad Real y que tras la pena propuesta a aplicar por parte de la Iglesia, este sacerdote se ha negado a cumplirla.

En un comunicado, la Diócesis explica que realizadas todas las investigaciones necesarias, recogidos todos los datos y la información que resultó de los hechos analizados y de las circunstancias en las que se produjeron, así como las alegaciones de la defensa del acusado, se redactó un informe en el que se le imponía una reclusión en un monasterio durante cinco años con asistencia espiritual y psicológica.

Recibida la conformidad de la Congregación la pena canónica se comunicó al sacerdote para que comenzase a cumplir esta medida en el plazo que se establecía en la misma comunicación, a lo que el sacerdote "se negó repetidamente". La Congregación para la Doctrina de la Fe, ante la negativa a cumplir la pena impuesta, le fue dando plazos repetidamente y "el sacerdote los rechazó uno tras otro". "No comenzó nunca el cumplimiento de la pena", ha manifestado la Diócesis.

Se le imponía una reclusión en un monasterio durante cinco años con asistencia espiritual y psicológica 

En vista del modo de proceder del sacerdote, el grave daño producido a la Iglesia y a la dignidad del sacerdocio; el Prefecto de la congregación presentó el caso al Santo Padre". En vista de los hechos, el papa ha decretado esta dimisión, que es "inapelable", al tratarse de un decreto que emana de la suprema autoridad. Se le concede, al mismo tiempo, la dispensa de las obligaciones sagradas que tenía contraídas de su identidad sacerdotal.

Asimismo, la Audiencia Provincial juzgará a este sacerdote del 30 de septiembre al 4 de octubre. Se enfrenta a una condena de 40 años de cárcel por abusar presuntamente de nueve menores que cursaban estudios en el seminario de Ciudad Real.


Arturo Pérez-Reverte a diestra y también a siniestra



Por favor. No me digan más que la palabra España y su historia están secuestradas por la derecha. Ésta es demasiado estúpida y torpe como para secuestrar nada. Lo que hace es apropiarse de cuanto la actual izquierda, incoherente y acomplejada, le regala gratis y por la cara.

13 jun. 2019

sábado, 15 de junio de 2019

Madrid...Madrid....


El mejor alcalde que ha tenido Madrid a lo largo de toda su historia fue el “Viejo Profesor”, don Enrique Tierno Galván. En la actualidad lo ha demostrado ser, contra “viento y marea”, Manuela Carmena.
Hoy, por una serie de circunstancias, pese a ser su formación la más votada, la alcaldía se la lleva un combinado explosivo de la derecha y la extrema-derecha.
¡Preparaos! Quizás con las experiencias que os esperan aprendáis a quien tenéis que votar la próxima vez. Madrileños, no os deseo ningún mal pero quizás deberíais preguntaros: ¿Qué hemos hecho para merecer esto?

¡La crisis ha sido un éxito!


Vivimos MUY por encima de nuestras posibilidades


En el nombre de Dios