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viernes, 21 de junio de 2019

El Supremo condena por violación a "La Manada": 15 años de cárcel


El Supremo condena por violación a 'La Manada': 15 años de cárcel

ElPlural

Tumba la resolución de la Audiencia Provisional y el Tribunal Superior de Justicia de Navarra

 Viernes, 21 de junio de 2019

El Tribunal Supremo ha revocado la sentencia de 'La Manada' y ha elevado las condenas para los cinco acusados a 15 años de prisión por un delito continuado de violación, admitiendo así los recursos de la Fiscalía, la víctima y las acusaciones populares que ejercen el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra.

El fallo ha sido anunciado tras una deliberación de más de dos horas, que ha comenzado justo después de que concluyera la vista pública en la que los cinco magistrados de la Sala han escuchado los argumentos de acusaciones y defensas.

Tras esta deliberación, el alto tribunal considera que lo ocurrido en los Sanfermines de 2016 fue agresión sexual y no abuso, que es el delito por el que tanto la Audiencia Provincial como el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) habían condenado a 9 años de cárcel a José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero, Jesús Escudero, Ángel Pozas y Alfonso Jesús Cabezuelo.

Tras el fallo, la Audiencia de Navarra decretaba la detención e ingreso en prisión​ de los cinco miebros de 'La Manada', e instantes después, según el Telediario de TVE, todos eran detenidos

'La Manada': así son los cinco agresores

El 26 de diciembre se decide si los cinco de La Manada ingresan en prisión tras ser condenados a nueve años de cárcel por abusos, no por agresión

Natalia Castro / Suren Gasparyan Viernes, 14 de diciembre de 2018

El pasado 7 de julio de 2016, una joven de 18 años, desorientada y asustada, denunciaba haber sido víctima de una violación en grupo en un portal de Pamplona, mientras se celebraban los Sanfermines.

Así, conocíamos el caso de La Manada, una de las claves que han despertado el nuevo movimiento feminista. Tanto el juicio como la sentencia crearon algo más que polémica: indignación.

Durante los meses que los cinco de La Manada se sentaron en el banquillo, asistimos a un intento de defensa que mostraba a los jóvenes como víctimas y a la verdadera víctima como una mujer manipuladora que, en palabras del abogado de La Manada, controlaba la situación y disfrutó de la agresión. Incluso la espiaron para demostrar que la supuesta violación no le había afectado.

Finalmente, La Manada fue condena a nueve años de cárcel y otros cinco de libertad vigilada. Sin duda, una de las sentencias que más protestas han despertado en los últimos años. Durante meses, las mujeres tomaron las calles al grito de “yo sí te creo”, en defensa de la víctima; o “hermana, aquí está tu manada”.

La sentencia de nueve años fue recibida como escasa por la sociedad, sobre todo porque se les condenaba por abusos sexuales continuados y no por agresión o violación. Sin embargo, los cinco la recurrieron.

El 7 de diciembre, el Tribunal Superior de Navarra confirmó la condena. Ahora sólo queda esperar al 26 de diciembre, día en el que la Audiencia Provincial de Navarra anunciará si dicta la entrada en prisión de los condenados.

ElPlural.com recopila algunas de las claves para conocer este caso que conmocinó a la sociedad.

1. Así son los cinco de La Manada


Cinco amigos, naturales de Sevilla: José Ángel Prensa, Jesús Escudero, Alfonso Jesús Cabezuelo y Antonio Manuel Guerrero. Todos ellos tienen entre 26 y 29 años de edad. Entre ellos hay dos guardias civiles, un militar y un condenado por robo con fuerza.

2. La página nazi que difundía los datos de la víctima 


Nueva humillación a la víctima de La Manada en una página neonazi que ha difundido un vídeo grabado hace menos de tres meses donde se ve a la chica mientras pasea de noche, alegre, mientras espera un taxi. Las imágenes, que fueron grabadas por su acompañante desde un teléfono móvil, están acompañadas con textos insultantes hacia la joven y la frase "yo no te creo". El vídeo finaliza con una imagen explícita de un momento de  los abusos sexuales que sufrió la estudiante madrileña por parte de los cinco miembros de La Manada, que salieron en libertad provisional desde el 22 de junio a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra resuelva los recursos contra la sentencia. Uno de ellos, Angel Boza, conocido como El Cachorro, volvió a prisión el 3 de agosto tras robar unas gafas de sol y salir huyendo de un centro comercial, golpeando a un vigilante jurado.

3. ¿Quién defiende a La Manada? 


Agustín Martínez Becerra, el abogado de los cinco acusados de la supuesta violación a una joven madrileña en los sanfermines de 2016, ha sido el primero en presentar su informe final, en el que ha pintado a los acusados como unos santos a los que se ha criminalizado. Y ha vuelto a criminalizar a la supuesta víctima, hablando de fotografías suyas de Instagram que “exceden con mucho lo que debe entenderse por vida normal" y ha señalado que “ella era la líder del pelotón" porque buscaba un hotel con ellos para pasar la noche. 

4. Un miembro, detenido tras intentar robar unas gafas de sol


Ángel Boza, el miembro más reciente y más joven de La Manada, ha sido detenido por la Policía Local de Sevilla tras intentar robar unas gafas de sol en El Corte Inglés del barrio de Nervión, Sevilla. Boza, está en libertad provisional hasta que se resuelva el recurso de su sentencia junto al resto de La Manada, condenados a nueve años de prisión por abusos continuados y no por violación a una joven de 18 años en las fiestas de San Fermín.

La jueza de Pozoblanco (Córdoba) ha ordenado procesar a los cuatro miembros de La Manada que viajaban en un coche con una chica y se grabaron haciéndola tocamientos. La magistrada les juzgará por presuntos "abusos sexuales", delito contra la intimidad y un caso de "maltrato", aunque el último delito sólo afecta al guardia civil del grupo.

6. Otra polémica sentencia del Tribunal de La Manada 


El tribunal de la Audiencia Provincial de Navarra que dictó la polémica sentencia para los miembros de La Manada vuelve a protagonizar otra controversia. Según desvela Público, este mismo tribunal ha absuelto del delito de homicidio en grade de tentativa a un hombre que atacó con un cuchillo a su mujer e intentó asfixiarla delante de sus dos hijos de tres y seis años. Los magistrados establecen 10 meses de prisión por un delito de “maltrato ocasional”. ¿El motivo? Que el hombre rectificó mientras la ahogaba y, en el último minuto, cambió de parecer y no la mató.

7. Los Biris y La Manada, una extraña alianza 


Los Biris Norte, el grupo ultra de extrema izquierda vinculado al Sevilla, vuelven a ser noticia y esta vez no es por saltarse la ley. Numerosos usuarios de Twitter han mostrado su indignación contra estos hooligans después de que hayan mostrado públicamente su apoyo a La Manada

8El PP otorga 14.000 euros al colectivo que pidió prisión para la joven violada por 'La Manada'


Sorpresa ante el hecho insólito de que una institución pública, como es el Ayuntamiento de Marbella, siga manteniendo una ayuda económica a Despertar sin violencia una asociación que defendió a La ManadaY más sorpresivo aún es que además de mantenerla y no retirarla como en su día exigió la oposición, el Partido Popular haya decidido incrementarla sustancialmente, pasando de 9.000 a 14.000 euros.  




jueves, 20 de junio de 2019

En España el suicidio es la primera causa de muerte no natural



La erotización del suicidio

En España el suicidio es la primera causa de muerte no natural.

Alejandro Zambudio 1990, Murcia. Derecho en la Universidad de Murcia. Menos de cinco contradicciones en esta vida es pensamiento dogmático

20/06/2019

En Occidente siempre ha habido una cierta fascinación por el suicidio, sobre todo en la literatura y la filosofía. Se veía esta acción como una forma honrosa de evitar el oprobio y la injusticia en la Grecia clásica. Sócrates se suicidó por inteligencia: el temor a perder sus convicciones y a adoptar a sus enemigos, a esterilizar el pensamiento crítico, lo llevaron a quitarse la vida. En Roma, por otra parte, el suicidio se permitía siempre y cuando se hiciera una solicitud al Senado.  Este, una vez estudiadas las circunstancias personales del sujeto, le entregaba, o no, un frasco con cicuta que le permitiera poner fin a su vida. En la literatura, todos conocemos la historia de Romeo y Julieta, la historia de dos chicos que se suicidaban por amor, por la incomprensión de sus padres. En Las desventuras del joven Werther, el protagonista se inmoló debido a que no podía estar con Lotte, su amada. Goethe y su Werther nos mostraron una perspectiva distinta: el suicida estaba unido al romanticismo, cuando la vida era sufrimiento para el artista, y si en ese dolor era imposible encontrar salida, había que descender a los infiernos para buscar la plenitud. Los románticos lo reivindicaban como un acto de libertad, una forma de reaccionar ante los cánones sociales y el cinismo y desapasionado tiempo que tuvieron que vivir. Una reivindicación de la razón y de la originalidad. Ese ha sido el hilo conductor sobre el suicidio durante muchos años: una experiencia liberadora, una negación de la realidad. Lo que Balzac denominaba “una muerte del yo’’.


Pero, si dejamos consideraciones artísticas a un lado, la realidad es que en España el suicidio es la primera causa de muerte no natural. Podríamos buscar muchas explicaciones: la crisis económica, la dificultad por parte de muchos sectores necesitados de especial protección de incorporarse al mercado laboral, así como los demonios internos de cada persona o sus trastornos psíquicos. El suicidio tiene su origen, actualmente, en ese individualismo que ha recubierto nuestras vidas de una leve pátina de indiferencia ante el sufrimiento ajeno. La indiferencia, después de todo, es más peligrosa que la ira y el odio. La ira a veces puede ser creativa. La indiferencia nunca es creativa. Incluso el odio a veces puede provocar una respuesta; en cambio, “la indiferencia es el peso muerto de la Historia”, parafraseando a Gramsci. No provoca una respuesta. No es un principio; es un fin. Y, por lo tanto, está siempre a favor del enemigo, porque beneficia al agresor y nunca a su víctima, cuyo dolor se magnifica cuando se siente olvidado.

En España el suicidio es la primera causa de muerte no natural.
Pocas personas piensan en las batallas diarias que estas personas han de librar diariamente contra las trampas que la memoria coloca en sus caminos. La sensación del suicida y la del depresivo coinciden en muchos sentidos. El suicida siente un dolor incompatible con la vida. El alma muere poco a poco. Es la náusea de los sentidos. Los suicidas, como los depresivos, llegan a un momento en que son incapaces de diferenciar las intenciones de los demás. Se sienten vulnerables y eso impide que puedan relacionarse de igual a igual. Y cuando intentan hacerlo, solo lo pueden hacer comunicando ciertos aspectos de su vida que desagradan a los demás, y que ellos mismos han interiorizado como algo normal. Una persona de esas características es autocompasiva; en ocasiones, se siente humillada cuando tiene que pagar dinero para que la escuchen. Por eso me sorprende que en según qué círculos, estar mal esté más que aceptado. Parece que la búsqueda de la felicidad o del bienestar sea un camelo para idiotas, y que a uno lo hacen menos inteligente y cautivador que las enfermedades mentales o los pensamientos suicidas. Y todo por la obsesión que hay en la actualidad con distanciarnos de la masa.

Uno puede suicidarse si quiere, pero que no frivolice sobre el tema.



Las enfermedades mentales o los casos de suicidio intentados o consumados son lágrimas para las víctimas y sus familiares. No crees merecer el cariño de alguien debido a la animadversión que sientes hacia ti mismo. El dolor no equivale a algo bonito, pese a que nos quieran hacer creer lo contrario. El dolor es dolor. La vida de Kurt Cobain fue un infierno; la de Sylvia Plath, también. David Foster Wallace nos estremeció hablando de la sensación del suicida en el capítulo referido a Kate Gompert en La broma infinita, o sobre cómo se sentía una persona que asistía a terapia por depresión en La persona deprimida. La vida es un derecho y no una obligación. Pero aquí entran dos conceptos básicos: libertad y responsabilidad. Uno puede suicidarse si quiere, pero que no frivolice sobre el tema. Enfatizo en la libertad responsable porque hoy en día parece que todo el mundo quiere liberarse de los efectos secundarios de sus acciones. Por eso, la responsabilidad es el intento del hombre de equilibrar la balanza entre nuestras acciones y sus consecuencias. Si no eres libre, no eres responsable; si no eres responsable, no eres libre. Y enfatizo en la responsabilidad solidaria porque un contrato social no solo obliga a la clase política para con sus ciudadanos. También es obligatorio para las relaciones entre los propios ciudadanos. Y en este país muchas veces nos olvidamos de esto último. Pedimos mucha ayuda a las instituciones públicas cuando estas no pueden hacer todo el trabajo.


¿Pedro, pero qué coño está pasando?


El motivo por el que una refugiada del Aquarius huyó de Libia que deja a Gonzo sin palabras

"Prefiero tirarme al agua que volver”.

Redacción El HuffPost

20/6/19

Me quitaron a mi hija, mis pertenencias. Después acabé en Trípoli, la capital de Libia, y allí sufrí acoso sexual. Así que no tuve otra opción, me recompuse y me armé de valor para salir de ese lugar”. Emily Sini, nigeriana de 41 años, vino a España hace un año a bordo del barco Aquarius.   

La mujer, junto a un joven de 25 años de Sierra Leona, han descrito al periodista Gonzo —en El Intermedio de laSexta— el infierno que les empujó a lanzarse al mar en busca de una vida y como fue la experiencia de verse hacinados en un barco junto a otras 600 personas sin que ningún país de Europa se quisiera hacer cargo de ellos.  

“Mi viaje fue muy, muy duro”, ha comenzado a narrar Sini entre lágrimas. “Cuando fui a Libia no sabía que esa vida no iba a ser vida en absoluto. Pero huí de mi país porque quería proteger mi vida”, ha continuado, antes de recordar que al perder a su esposo “todo empezó a ir mal” “En la mentalidad de África, si tu pierdes a tu marido, la mujer es responsable de su muerte. Así que me quitaron a mi hija, mis pertenencias”, ha rememorado con muchísimo dolor. “Después de eso acabé en Trípoli, la capital de Libia. Allí sufrí acoso sexual, así que no tuve otra opción, me recompuse. Me armé de valor para salir de ese lugar, me dieron el contacto de alguien que se dedicaba al negocio de sacar a la gente de Libia. Me tenía que ir, nadie me dijo que ese viaje iba a ser desesperado”, reflexiona.  

Tras dar sus testimonios, Gonzo les ha preguntado por la experiencia a bordo del Aquarius y por cómo se sintieron cuando se enteraron de que ningún país les quería recibir. “El agua empezó a entrar en el bote, un helicóptero nos vio y se comunicó con el Aquarius. No olvidaré ese momento en mi vida, éramos 600 personas en un barco”, apunta Mok Kamara, un joven de 25 años de Sierra Leona.

“Entonces vino el bote de Salvamento y nos dijeron que ningún país se haría cargo de nosotros, que ‘lo mejor’ era que nos devolvieran a Libia, así que yo le dije al capitán ’prefiero tirarme al agua que volver a Libia’”, recuerda Emily.
En ese punto, la mujer ha recordado que el capitán se asustó: ¿Qué estás diciendo?”, le preguntó, a lo que Sini respondió que prefería quedarse en ese bote antes que regresar a Libia.  
“Pedro Sánchez nos prometió, cuando nos aceptó, que nos iba a dar documentos. Pero sólo tenemos la tarjeta de Europa y no tenemos ni estatus de refugiado”, han explicado ambos a Gonzo, antes de estremecerse al pensar que les puedan deportar si la situación continúa así. 

“Rogamos, después de un año, que el gobierno siga con el proceso de asilo”, han solicitado. 

miércoles, 19 de junio de 2019

NO SE LO DIGAS A NADIE

13 Mayo 2019
Narra las experiencias de varias víctimas que sufrieron ataques por parte de miembros del clero en Polonia.
Un nuevo documental sobre los casos de menores víctimas de agresión sexual por parte de religiosos católicos ha provocado una ola de reacciones en Polonia, con más de tres millones de visitas en Internet durante las primeras horas siguientes a su publicación.
"No se lo digas a nadie" es el título de esta polémica película documental de los hermanos Sekielski, donde se narra la experiencia de varias víctimas de abusos sexuales protagonizados por curas.
Entre las víctimas se recoge el testimonio de un hombre que recuerda cómo sufrió abusos a los 12 años por parte del sacerdote Franciszek Cybula, quien fue confesor del ex presidente polaco y líder histórico de Solidaridad, Lech Walesa.


Reacciones dispares
Las reacciones de la iglesia Católica han oscilado entre los que han pedido disculpas "por los errores cometidos", como el cardenal primado de Polonia, Wojciech Polak, hasta quienes han evitado pronunciarse "por no haber visto el documental", como el arzobispo de Gdansk, Slawoj Glod.
"Estoy hondamente conmovido por lo que vi en el film de Sekielski. Pido disculpas por cada uno de los errores cometidos por los miembros de la iglesia", declaró Polak, mientras que el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, arzobispo Stanisław Gądecki, le agradeció al director por el film, y afirmó que, al menos en su experiencia, "las situaciones presentadas en el documental son consistentes con lo aprendido en numerosas conversaciones con las víctimas".
"Estoy convencido que este film va a contribuir reforzar el protocolo para la protección de niños y jóvenes dentro de la Iglesia católica", completó Gądecki.
Por su parte, el arzobispo de Cracovia, Marek Jedraszewski, calificó la película como una forma de "hacer política miserable en base a mentiras".
Mientras, Lech Walesa aseguró este lunes desconocer los hechos sobre Cybula narrados en el documental y lamentó haber tenido "malos confesores"; a la vez, le pidió a la jerarquía católica que actúe con decisión para abordar el problema de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia.
El líder del partido gobernante en Polonia, la fuerza conservadora-nacionalista Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, también ha reaccionado a este documental y aseguró que su formación prepara cambios en el código penal para endurecer las penas por abuso sexual a menores.
"Previsiblemente las penas aumentarán hasta los 30 años de prisión", adelantó Kaczynski, quien lanzaba este anuncio en plena campaña electoral (las elecciones europeas tendrán lugar el próximo 26 de mayo).
Actualmente, el abuso sexual a menores de 15 años se castiga en Polonia con hasta 12 años de prisión.
El pasado octubre, otra controvertida película, "Kler" ("Clero"), abordó sin complejos los temas del abuso infantil, las relaciones de pareja, la corrupción, la codicia y el alcoholismo en el seno de la Iglesia católica polaca, hasta convertirse en el film con más espectadores en Polonia en lo que va de siglo.
Fuente: EFE
CLARIN

martes, 18 de junio de 2019

La Guerra Civil terminó en 1.952

¿Y si la Guerra Civil española duró hasta 1952?

El historiador Jorge Marco argumenta que la derrota del ejército republicano no marcó el fin del conflicto, sino que transformó un enfrentamiento convencional a otro irregular
La Vanguardia
20/5/19

La Guardia Civil apareció por sorpresa en un pequeño pueblo andaluz. Su objetivo era detener a tres jóvenes campesinos. Pasaron la primera noche en comisaría y luego fueron llevados a una fábrica situada en un lugar tranquilo. Allí, los torturaron durante horas y horas. A la mañana siguiente, la policía les entregó a los regulares, las temidas unidades del ejército compuestas por soldados procedentes de la colonia española en Marruecos.
Ataron a los jóvenes a los caballos y los arrastraron por un camino rocoso antes de apedrearlos. Había sangre por todo el trayecto, pero los muchachos -familiares o colaboradores de guerrilleros antifranquistas- aún seguían con vida. Así que los soldados cogieron sus armas y los remataron con un disparo en la cabeza. El registro los identificó con un simple “fusilados por la Guardia Civil”.
La Guardia Civil apareció por sorpresa en un pequeño pueblo andaluz. Su objetivo era detener a tres jóvenes campesinos. Pasaron la primera noche en comisaría y luego fueron llevados a una fábrica situada en un lugar tranquilo. Allí, los torturaron durante horas y horas. A la mañana siguiente, la policía les entregó a los regulares, las temidas unidades del ejército compuestas por soldados procedentes de la colonia española en Marruecos.
Ataron a los jóvenes a los caballos y los arrastraron por un camino rocoso antes de apedrearlos. Había sangre por todo el trayecto, pero los muchachos -familiares o colaboradores de guerrilleros antifranquistas- aún seguían con vida. Así que los soldados cogieron sus armas y los remataron con un disparo en la cabeza. El registro los identificó con un simple “fusilados por la Guardia Civil”.


 El historiador Jorge Marco defiende que el conflicto armado no terminó en 1939, sino que se alargó hasta 1952
Los hechos no ocurrieron en 1936, ni tampoco en el 37. Ni tan siquiera ocurrieron durante el periodo conocido tradicionalmente como Guerra Civil española. Ocurrieron en Frigiliana, un pueblo de la provincia de Málaga, abril de 1950 y es uno de los ejemplos que permiten al historiador Jorge Marco, de la Universidad de Bath, defender que el conflicto no acabó en 1939, como siempre se ha dicho, sino que se alargó hasta 1952.
La derrota del ejército republicano, según explica Marco en un estudio que está a punto de publicar en la revista Journal of Contemporary History , no marcó el fin de la Guerra Civil, sino que la transformó de un enfrentamiento convencional a una guerra irregular.
“Describir la década de 1940 como un período de posguerra sería minimizar el conflicto armado que tuvo un gran impacto en las áreas rurales del país y, al mismo tiempo, resonaba en las ciudades”, explica el investigador a La Vanguardia.
“Los derrotados –explica Marco- fueron obligados a pagar por acciones pasadas. La mayoría fue clasificada por la dictadura como redimible y sometida a un intenso proceso de aislamiento, castigo y conversión forzada. Pero también hubo miles de republicanos que fueron considerados irredimibles y fueron ejecutados por tribunales militares”.

La magnitud de la represión fue tal que provocó una reacción en cadena que propició la aparición de los grupos guerrilleros y, con ello, la lógica de la violencia de contrainsurgencia, afirma el autor. “Por eso Franco combinó diferentes técnicas represivas, incluidos los tribunales militares y el sistema penal, además de una amplia gama de prácticas brutales y masacres contra civiles y combatientes que duró más de una década”, indica.
De campos de batalla abiertos a áreas aisladas de montaña y combates clandestinos en las ciudades. El caso de España, afirma el experto, guarda similitudes con el de la Guerra Civil polaca (1942-1948), la Guerra Civil griega (1946-1949) y otras guerras irregulares en los países bálticos (1944-1953), Ucrania (1944-1953) y Rumania (1944-1962).


Al menos 20.000 personas fueron asesinadas por la dictadura durante la década de 1940. Como admitió Eulogio Lima, uno de los mandos de la Guardia Civil encargado de eliminar toda la resistencia en España, en esa época se entró en “una guerra fría, callada y silenciosa”.

Pero estas cifras, indica el experto de la Universidad de Bath, no incluyen cientos de muertes causadas por la violencia contrainsurgente, que son “notoriamente difíciles de identificar”. Según fuentes oficiales, el número de fallecidos directamente atribuibles a la guerra irregular fue de 3.433, entre los que había 2.489 combatientes y 953 civiles.

Las estadísticas de la Guardia Civil indican, además, que 19.444 civiles fueron arrestados y juzgados por colaborar con los grupos guerrilleros antifranquistas entre 1943 y 1952, aunque indican que el número de intermediarios (miembros de la población civil que ayudó a los guerrilleros) podía estar entre 60.000 y 80.000.
“El número de muertes directamente relacionadas con la guerra irregular –argumenta Marco- debe estar entre 6.500 y 8.000 personas, con una división uniforme entre civiles y combatientes. De éstos, entre 5.000 y 6.500 fueron víctimas de la dictadura. Estas cifras son significativamente más bajas que las de las guerras irregulares que tuvieron lugar después de la Segunda Guerra Mundial en Ucrania, Lituania y Grecia, aunque tiene similitudes con Polonia, Letonia, Estonia y Rumania”.

La dictadura de Franco aprobó dos leyes específicas para reprimir al movimiento guerrillero: la Ley de Seguridad del Estado en 1941 y el Decreto de bandidismo y terrorismo en 1947. Ambos permitieron a los tribunales sentenciar a miles de intermediarios (y guerrilleros) a prisión o muerte. Sin embargo, la mayoría de los civiles fueron asesinados en masacres, particularmente durante el período conocido como “los tres años de terror” entre 1947 y 1949, explica el investigador a La Vanguardia.
Jorge Marco entiende que, durante los primeros años, la estrategia fue de combate directo formando grupos mixtos de guardias civiles, policías y falangistas para combatir a los guerrilleros. A partir de 1944, se empezó a usar de forma más amplia la guerra psicológica, el uso de la inteligencia militar y la persecución de las redes de apoyo.

También se contó con la asistencia adicional de 100.000 civiles, principalmente voluntarios falangistas, que desde 1945 formaron grupos paramilitares conocidos como Somatén. “El alto grado de brutalidad empleado por las fuerzas militares y paramilitares en esta guerra irregular estaba en consonancia con el hecho de que el enemigo interno había sido deshumanizado”, admite el historiador.
Una de las técnicas de represión que tuvo mayor efecto psicológico en la población fue poner los cadáveres en exhibición pública. Esta práctica fue habitual en las primeras semanas de la guerra civil, hasta que fue prohibida por las autoridades militares en febrero de 1937. La dictadura, sin embargo, la restableció.
Una técnica de represión que tuvo alto efecto psicológico en la población fue exhibir cadáveres públicamente
La mayoría de masacres de civiles, asegura Jorge Marco, tuvieron lugar lejos del ojo público. “La Guardia Civil, por lo general, arrestó a los campesinos o los sacó de la prisión y los llevó a zonas periféricas para asesinarlos. Los informes oficiales generalmente ocultaron estos hechos afirmando que se aplicaba la Ley de Fugas: el asesinato de una persona con el pretexto de que había tratado de escapar de las autoridades”, remarca.
“A excepción de unas pocas docenas de hombres que decidieron no entregarse y murieron en silencio o permanecieron escondidos hasta el final de la dictadura, los guerrilleros depositaron sus armas a finales de 1952. Franco había derrotado finalmente a sus enemigos tras someterles a más de una década de terror. Pero no hubo ninguna declaración oficial que pusiera fin a la Guerra Civil”, concluye Marco.
La mayoría de masacres de civiles, asegura Jorge Marco, tuvieron lugar lejos del ojo público

Las leyes del fonil y las putas que no eran "liberales"


Las leyes del fonil y las putas que no eran 'liberales'

Albert Rivera no ha destacado por su liberalismo sino por su oportunismo.

Angel Tristán

ElHuffPost

18/6/19

Cuando vi la foto de las ‘tres derechas’ en Colón, con dos dirigentes de la derecha clásica, Pablo Casado (PP) y Albert Rivera (Ciudadanos), fotografiándose con Santiago Abascal, el fundador del franquismo blanqueado o “actualizado”, según me decía un amigo ortigueirés, recordé eso tan a mano de que “Dios los cría y ellos se juntan”.

Aquella escenita de la madrileña plaza de Colón, me trajo a la memoria unas palabras de Juan Marichal, que me dijo a finales de abril de 2013 en el transcurso de una entrevista (´Juan Marichal, el liberal apacible’) que yo le hacía para La Provincia, donde trabajé unos 50 años.

El hombre estaba harto de que se utilizara con tanta frivolidad y cinismo la palabra ‘liberal’. Y en esto, deja el rostro adusto que se le fue poniendo, y le asoma una sonrisa pícara. “Yo me quedo asombrado de cómo han cambiado la semántica de la palabra liberal. El otro día un amigo me trajo algo con lo que nos reímos muchísimo, eran los anuncios eróticos de El País, y había uno que decía “Muchachas liberales… etc.”.

Antes de llegar a ese punto, ya me había confesado, apaciblemente, que estaba harto de explicar que una cosa eran los liberales y otra los sucedáneos. “Los liberales hay que entenderlos, afirmaba con rotundidad, con la referencia de las Cortes de Cádiz y la Ilustración”. A partir de ahí es cuando contó el demoledor ejemplo de las putas de Madrid que se ofrecían como chicas liberales.

Juramentos en falso en aquella época tenemos el de Fernando VII, el rey más sinvergüenza de la historia de España, él, sí, traidor a su patria, que juró la Constitución (“marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional y mirando a la Europa, un modelo de sabiduría , orden y perfecta moderación en una crisis que en otras naciones  ha sido acompañada de lágrimas y desgracias…”, dijo y escribió el muy cretino) y que en cuanto pudo restableció la monarquía absoluta y volvió a convertir a los españoles en súbditos, desposeyéndoles de la fugaz condición de ciudadanos.

En cuanto ha llegado el momento de la verdad, es decir, ese instante en que hay que demostrar la sinceridad de las promesas y la coherencia en el comportamiento, Albert Rivera no ha destacado por su liberalismo sino por su oportunismo.

Un liberal en la España de hoy, otra vez en una encrucijada siniestra, no se presta a hacer de ‘compañero de viaje’ con una organización que, a pesar de que algunas cosas de su programa son de sentido común y meras cuestiones de buen o mal gobierno, otras, la de fondo, tienen un claro tufo a alcanfor de la dictadura.

Y hermanos gemelos de los populismos de corte y confección neofascista que vuelven a enseñar los colmillos en Europa.

Albert Rivera no ha destacado por su liberalismo sino por su oportunismo.

Hasta Manuel Valls, el exsocialista francés y ex primer ministro con Françoise Hollande lo tuvo claro. De amigo y socio de Rivera, quien lo fichó como alcaldable de Barcelona, a marcar distancias con el ‘gran jefe Ciudadano’ actual precisamente por haberse ‘ajuntado’ con los de Vox. En el momento de darle valor simbólico a sus votos, en la elección de alcalde de Barcelona, eligió a una mujer, ambigua, pero más de izquierdas que golpista confesa. Prefiere Valls una Barcelona ‘roja’ a una España rota.

Hay otro vídeo que está circulando profusamente en las redes. En él se ve a un sereno, serio y convencido Pablo Casado, explicando cómo sería irresponsable que el PSOE no se abstuviera para que pudiera ser investido Mariano Rajoy (en 2016). Decía que nadie entendería que no se hiciera así con quien tenía cincuenta disputados más que el PSOE y dos millones de votos de diferencia. Baja el telón, sube el telón. El PSOE se fracturó, pero se abstuvo y permitió, “por sentido de Estado”, la investidura de Mariano Rajoy.

Baja el telón, sube el telón. Los hados y las hadas o sencillamente la casualidad o la ‘justicia poética’, cambia el escenario. Ahora quien más diputados es el PSOE, y a quien han votado también más españoles, es a Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista Obrero Español.

Y en ese punto me acordé de la famosa ‘ley del embudo’ (‘fonil’, en el español de Canarias), aquella que dice: “lo ancho para mí, lo estrecho para los demás”. Para más escarnio de la derecha, ésta no es una circunstancia electoral común y corriente.

La maniobra de no solo no facilitar sino “dificultar” por todos los medios la investidura, como ha pregonado todo orgulloso y atildado Pablo Casado, tiene una intención ‘malvada’ nada oculta: facilitar que la abstención de los separatistas permita a al PP, a Ciudadanos, a Vox, y a la prensa, radio, televisión y cuadrillas de embocados en las redes “demostrar” que Sánchez ha sido investido gracias a los golpistas y que, por lo tanto, es amigo de ellos, y de los separatistas, batasunos, filoetarras y demás fauna.

Estas son las cosas que nunca se olvidan, gracias, loado sea Dios, a la ‘maldita hemeroteca’. Las redes sociales, ciertamente, están llenas de salteadores de caminos, de resentidos que vomitan odio, de organizaciones dedicadas a la desestabilización de la democracia, a la destrucción de Europa, a la ruptura interna de las naciones. Pero, tienen algo bueno. También han sustituido a la pena del infierno, que el ‘relativismo’ de los papas y la exploración del universo ha condenado a desaparecer.

A infierno ido, pues, infierno puesto. Esta pena por los pecados, leves o graves gravísimos, se ha sustituido por la eternidad de Internet y que cada vez será más extensa, como el universo, pero en digital. Todas estas contradicciones, cinismos, hipocresías, mentiras, trampas,  al borde de los abismos más peligrosos, en los que conviene ser mesurados a la vez que honestos, no se olvidarán como antes. Ya no están guardados en hemerotecas, cementerios de periódicos, que huelen a moho y en las que es difícil encontrar lo que se busca, excepto par los ‘ratones de bibliotecas’, estudiosos tenaces y otras personas con espíritu de sacrificio y que no tengan alergia a las nubes de ácaros.

Hasta Esperanza Aguirre lo ha visto, y ha recomendado a Casado que haga lo que el PSOE hizo con Rajoy: que facilite la investidura.

Ahora el nuevo infierno para los ‘malos’ son las redes sociales. No hay pecado cuya pena prescriba en su vertiente de conocimiento público. Los coetáneos de los políticos actuales, de todos los partidos y toda condición, tienen a un click, un segundo de distancia en todas las dimensiones, las verdaderas biografías y sus hechos, más relevantes o completamente idiotas.

Los hijos, los nietos, los biznietos, los tataranietos, los chinos, los rusos, los mexicanos, los de la Polinesia, gracias a los traductores instantáneos, podrán enterarse de la dacha a la soviética que se compró el matrimonio Iglesias- Montero en cuanto se aseguraron el suculento sueldo de diputados; o cómo Pedro Sánchez ‘engañó’ a los separatistas y antisistemas para que se abstuvieran en la moción de censura que le puso a Mariano Rajoy, en pleno estampido de la bomba de la primera y demoledora sentencia de la Audiencia Nacional contra el PP por la primera parte de la trama Gürtel; o cómo Pablo Casado defendía la ética de facilitar la investidura a Rajoy como líder del Partido más votado, y luego defendió con la misma solemnidad todo lo contrario… O cómo la ambigua y serpenteante Ada Colau, que recibió los votos de Iceta y Valls por ser de izquierdas y no ser separatista confesa, anunció, ipso facto, que volvería a colocar el lazo amarillo en el Ayuntamiento; o como el liberal ‘macroniano’ Albert Rivera vio como su admirado Macron le desmacronizaba por ponerle un cordón sanitario al líder equivocado del partido equivocado, al PSOE de Pedro Sánchez y no al Vox de Abascal…

Con la política gamberra al borde del precipicio, en una situación cuya gravedad es compartida por todos, y cuando desde dentro y desde la Europa europeísta se piden consensos, estabilidad y altura de miras, las ‘leyes del fonil’ tienen más secuelas que beneficios. Hasta Esperanza Aguirre lo ha visto, y ha recomendado a Casado que haga lo que el PSOE hizo con Rajoy: que facilite la investidura. ¿No han tenido suficientes avisos con la fuga masiva de votos?

España necesita un gran pacto nacional entre los grandes partidos constitucionalistas. Y el que no lo vea, no es que esté ciego, es que es o un idiota suicida o un fanático sin luces.