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martes, 10 de octubre de 2023

Los nudos gordianos del conflicto Israel-Palestina que son la causa de la actual crisis






El ataque múltiple de Hamás, calificado como "terrorista" por gran parte de la comunidad


 internacional, no tiene justificación, pero sí un origen. Y es este.



Carmen Trengel

HuffPost

10-10-23



nlestino ondea su bandera en una protesta ante la cárcel israelí de Ofer, cerca de Ramala (Cisjordania), contra unos bombardeos a Gaza en 2012.MAJDI MOHAMMED / AP


La agresión múltiple lanzada contra Israel por Hamás el pasado sábado, de proporciones desconocidas hasta ahora en el conflicto, ha sido calificada por gran parte de la comunidad internacional como "terrorismo". Una milicia armada que ataca por todos los frentes posibles a civiles (también a militares) a los que mata y secuestra. El derecho internacional es claro al respecto y sus actos no tienen justificación, pero lo que sí tienen es un origen: el conflicto palestino-israelí, largo de 75 años. Muchas causas acumuladas que nos han traído hasta aquí y que, hoy por hoy, no tienen solución. 

Si se habla de la "fatiga de guerra" en Ucrania, porque la contienda no se resuelve rápido y llega a los 20 meses, qué no habrá de decir de un choque de décadas atrancado, donde hace casi diez años que las partes ni siquiera se sientan a la mesa de negociación, donde los aliados occidentales han perdido las ganas de empujar, donde la radicalización va al alza y donde la acumulación de daño es diaria.

El estado de Israel ha cumplido esta primavera sus primeros 75 años de vida. Nació sobre la base legal de una resolución de la ONU pero también sobre los pilares del dolor y la guerra, que acabó expulsando a más de 700.000 palestinos de sus hogares. Lo que a un lado de la línea verde se considera una conquista, en el otro se llama la nakba, la catástrofe. Ahí empieza todo, lo que nos ha traído a este 2023. Israel es un estado moderno y próspero, "la única democracia de Medio Oriente", como la suelen llamar sus sucesivos Ejecutivos, un aliado en lo comercial y lo defensivo de Estados Unidos o la Unión Europea, mientras Palestina es un país apenas reconocido como observador en la ONU, sin soberanía territorial, sin fronteras definidas, un estado en ciernes ocupado por las Fuerzas Armadas de Israel y su Policía de Fronteras, además de cerca de 600.000 colonos que residen ilegalmente en Cisjordania y el este de Jerusalén (son datos de Naciones Unidas), sin capacidad de decidir sobre sus recursos naturales o sus santos lugares, con más de cinco millones de sus nacionales aún en la diáspora como refugiados. 

El origen

La comunidad internacional recomendó la partición de Palestina, que en ese momento dominaba el Mandato británico (1917-1948), tras el hundimiento del Imperio Otomano. Había que fijar fronteras entre dos nuevos estados, uno judío y otro árabe -entre los que debía establecerse una colaboración "franca" en materia económica y aduanera-, mientras que creaba una zona de control internacional para Jerusalén y parte de Belén.

La nación judía, absolutamente nueva, sería la mayor, con 14.000 kilómetros cuadrados, 558.000 habitantes judíos y 405.000 árabes por vecinos; la árabe, por su parte, tendría 11.000 kilómetros cuadrados y unos 10.000 judíos entre sus 820.000 habitantes. Habría una zona de exclusión internacional "equilibrada", con 100.000 residentes de cada lado.

33 naciones dijeron sí a este reparto -entre ellas, EEUU y la URSS-, 13 votaron en contra y 10 se abstuvieron -entre ellos, Reino Unido-. Corría el 29 de noviembre del 47. En mayo del 48, Londres debería abandonar su mandato y la partición tendría efecto desde su retirada, pero la resolución no decía a las claras cómo debía aplicarse el plan, así que los británicos alegaron la "imposibilidad de aplicar el texto" para justificar por qué no facilitaron la creación del nuevo escenario. Se fueron y dejaron el problema en carne viva. Historiadores como el israelí Ilan Pappe (The Making of the Arab-Israeli Conflict, 1947-1951) sostienen que los meses de transición "sólo sirvieron para que el personal de la metrópoli hiciera las maletas, pero sin arreglar la casa que dejaban".

Si el mediador no ayudó, los contendientes tampoco. La resolución, que cristalizó de un debate intenso de casi un año, quedó en nada, nunca fue aplicada. Las naciones árabes la rechazaron porque suponía perder un territorio mayoritariamente musulmán en los últimos siglos, una tierra en la que el 67% de los habitantes era árabe, además de recibir menos tierras que los judíos; los representantes israelíes se quejaban de la “pequeñez” de sus posesiones, de su discontinuidad territorial y las complejidades de su defensa, pero aceptaron, porque la resolución permitía el nacimiento del perseguido hogar para los hebreos.

Las semanas previas al adiós inglés fueron de práctica preguerra. La ONU no respondía ante la sucesión de atentados, emboscadas y escaramuzas diarias, por ambas partes. Reino Unido insistía en lo "inaceptable" de la resolución para árabes y judíos, mientras se retiraba de cuarteles y fortalezas. El 15 de mayo de 1948, un día antes de que expirase el mandato británico, David Ben Gurión leía en Tel Aviv la declaración de independencia israelí. En aquella sesión histórica se derogaron las leyes anti-inmigración: en los tres años siguientes llegaron 700.000 personas, poco menos que una Jerusalén entera.



id Ben Gurion, leyendo la declaración de independencia de Israel, en 1948.GPO VIA GETTY IMAGES


Las naciones árabes respondieron entonces declarando la guerra y en la noche del día 15, tropas de Egipto, Transjordania, Siria, Irak y Líbano comenzaron a avanzar hacia Israel, el país recién creado. La orden era "la eliminación absoluta del estado hebreo". Los palestinos perdieron toda posibilidad de formar una nación, con tierras invadidas y ciudadanos huyendo a los territorios vecinos. Y así hasta este octubre, cuando sus principales anhelos siguen sin cumplirse. 

Soberanía

Palestina no ha levantado cabeza desde 1948. Tras ese cisma llegaron las guerras de los Seis Días (1967) y la de Yom Kippur (1973), que afianzaron la ocupación de su territorio y la ausencia de instituciones soberanas. Hoy el Estado palestino está reconocido formalmente como "observador" y no miembro de pleno derecho en la ONU, una decisión tomada en noviembre de 2012. Esta naturaleza, que también ostenta el Vaticano, le permite acceder a organismos y agencias de Naciones Unidas y es la que le ha abierto la puerta, por ejemplo, a la Corte Penal Internacional (donde espera condenar a Israel por supuestos crímenes de guerra) o la UNESCO (que le está reconociendo lugares como Patrimonio de la Humanidad).

Desde entonces, más del 90% de los países del mundo han reconocido individualmente la soberanía de los palestinos sobre su territorio, aunque faltan las grandes potencias y los países occidentales, los que pueden de veras inclinar la balanza a su favor. España, por ejemplo, ha votado que el Congreso inste al Gobierno a reconocer el estado, pero el reconocimiento explícito no se ha producido, por más que sea una promesa del presidente Pedro Sánchez recogida en su programa electoral con el PSOE.

Los palestinos aspiran a tener un estado en Gaza y Cisjordania, con Jerusalén Oriental como capital. Es un reparto que cuenta con el respaldo de la mayor parte de la comunidad internacional. El mayor espaldarazo de palabra lo tuvo cuando así lo reivindicó públicamente el que fuera presidente de EEUU, Barack Obama, en 2009: "La situación de los palestinos es intolerable. Sufren las humillaciones diarias que acompañan a la ocupación. Nunca daremos la espalda a su derecho legítimo a vivir con dignidad y un estado propio", dijo. 

Sin embargo, cada vez que el tema se trata en alguno de los eternos e infructuosos procesos negociadores con Israel -ahora congeladísimos- surge el mismo dilema: ¿se permitirá que Palestina controle su frontera más al este, con Jordania, o se quedará Israel con el dominio militar del Valle del Jordán? ¿Será Palestina un estado militarizado, plenamente soberano para vigilar y controlar sus fronteras? ¿Habrá continuidad entre los tres territorios que han de conformar el estado, estando como están separados Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este? Son detalles clave en los que Israel nunca ha estado dispuesto a ceder hasta ahora y que se ven aún más lejos con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, apoyado por un gabinete de ultranacionalistas y religiosos



Un grupo de palestinos celebra en Ramala (Cisjordania) la entrada de Palestina en la ONU como estado observador, en 2012.MAJDI MOHAMMED / AP


Ocupación

Tras la guerra del 67, Israel ocupó los territorios palestinos. De Gaza sacó los últimos colonos en 2005 -aunque sigue controlando todo su perímetro por tierra, y vigilando desde el aire y desde el mar, sometiendo a la población a un durísimo bloqueo, roto en estos cuatro días que ha tardado en Ejército en reaccionar al salto de Hamás- pero en Cisjordania y el este de Jerusalén siguen residiendo cerca de 600.000 personas en asentamientos reconocidos como ilegales por Naciones Unidas. 

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) sostiene que, de los 2,3 millones de personas que viven hoy en la franja, la mitad está en paro (la cifra sube a los tres cuartos de los jóvenes), al menos dos millones necesita ayuda humanitaria para subsistir y otros tantos malviven por debajo del umbral de la pobreza. Hay luz no más de cinco o seis horas al día, el 90% del agua no es apta para consumo humano y la inseguridad alimentaria afecta casi al 60% de los hogares. Ya decía el organismo internacional que que, en 2020, la franja sería "inhabitable". Han pasado tres años de ese pronóstico. 

En el caso cisjordano y jerosolimitano, se han creado grandes bloques de población, con profusión de servicios y recursos naturales esquilmados a su propietario original, que cortan casi cualquier continuidad territorial, por ejemplo, con la hipotética capital del estado por venir. Netanyahu ha sido el líder que más los ha expandido, pero se ha hecho siempre, con la derecha y con la izquierda. 

La colonización va mucho más allá de las viviendas, porque cada ciudad se rodea de polígonos industriales y fábricas, además de complejos de ocio, que extienden la ocupación, y que tienen que ir acompañados de carreteras seguras para los judíos, más bases militares y puestos de control que garanticen su seguridad. Bocado tras bocado que se da a tierra internacionalmente reconocida como palestina, para lo que no hay reparo en demoler casas o en ocupar campos de labor si es necesario para alojar a los judíos, muy religiosos habitualmente, y que tienen subvenciones y facilidades del Estado para instalarse en estas zonas ocupadas. 

Y luego, centro de ese territorio, hay distintas zonas, marcadas como A, B y C, en las que varía el grado de profundidad de la ocupación. Son las que siguen:

Área A. La Autoridad Palestina tiene el control total sobre la seguridad y sobre asuntos civiles. Supone el 18% del territorio y engloba las principales ciudades y los territorios de alrededor, sin asentamientos. En teoría los israelíes tienen prohibida la entrada a estas zonas, aunque en la realidad pueden entrar con bastante facilidad. Las Fuerzas de Defensa Israelíes suelen realizar incursiones para arrestar a posibles militantes.

Área B. Los palestinos tienen el control civil y comparten con los israelíes el control militar. Constituye el 21% del territorio e incluye principalmente pequeñas ciudades palestinas, pueblos y algunas tierras, pero ningún asentamiento.

Área C. Israel tiene el control civil y militar total. Supone algo más del 60% del territorio palestino e incluye todos los asentamientos (ciudades, pueblos, barrios), tierras, todas las carreteras que conectan los asentamientos con Israel (exclusivas para israelíes), así como áreas definidas como “zona de seguridad”, que incluye entre otras todo el terreno adyancente al muro de separación. Junto a los colonos, malviven unos 150.000 palestinos, la mayoría beduinos.

Por todo ello, los activistas propalestinos llevan años hablando de una política de "apartheid", usando el término sudafricano (en afrikáans que significa literalmente "separación"). Desde el año pasado, es una etiqueta que emplea hasta Naciones Unidas. En un informe elevado a su Consejo de Derechos Humanos, en marzo de 2022, se habla de un sistema político "que prima los derechos políticos, legales y sociales fundamentales" de un grupo por encima de otro, en la misma zona geográfica, y en base a su identidad racial-nacional-étnica, cumple la definición legal del apartheid. Y eso es lo que ha visto que hace Israel. 

Define que el sistema político y jurídico actual es "profundamente discriminatorio" y "privilegia a los colonos judíos israelíes que viven en los 300 asentamientos ilegales israelíes de Jerusalén Oriental y Cisjordania". Recuerda a los tres millones de palestinos de Cisjordania que "viven bajo un régimen opresivo", entre muros, puestos de control y amplia presencia policial, y otros dos millones en Gaza.


Un niño palestino pasea con su globo ante soldados de Israel desplegados en la ciudad cisjordana de Hebrón, en 2013.
BERNAT ARMANGUÉ / AP


Refugiados

La "pérdida de la patria ancestral palestina causó la dispersión de una tercera parte del pueblo", afirma la Autoridad Nacional Palestina. Según datos del Gobierno palestino avalados por la ONU, 726.000 personas tuvieron que dejar sus hogares en 1948, horrorizados con la contienda, buscando un lugar más seguro, expulsados por tropas israelíes o directamente muertos.

Casi 500 aldeas y ciudades quedaron arrasadas, con la consiguiente confiscación de tierras, que pasaron a manos de Israel (logró anexionarse un 26% más de la tierra que le habían otorgado en el Consejo de Seguridad, esto es, un 80% del total). 190.000 palestinos más se refugiaron en Gaza, bajo el control egipcio, y 280.000 se mantuvieron en Cisjordania, con el amparo de las autoridades jordanas.

Aquellos más de 700.000 exiliados son hoy, dos generaciones después, más de cinco millones de refugiados, concentrados sobre todo en Jordania, Siria, Líbano y Palestina. En el mejor de los casos, Israel ha dicho en alguna ocasión que aceptará el retorno de 50.000 el día que llegue -si llega- un acuerdo de paz. Naciones Unidas tiene reconocido el derecho al retorno de todos o, en su defecto, una compensación.

Otros 100.000 palestinos, hoy el 19% de la población de Israel, se quedaron dentro de las fronteras del nuevo estado y tardaron años en lograr la nacionalidad. Aún hoy 200.000 árabes residentes en Jerusalén Este carecen de pasaporte, sólo tienen permiso de residencia, una ciudadanía rebajada que les obliga a permanecer siempre en la ciudad, sin moverse. De lo contrario, pierden su estatus.



Desplazados palestinos en la guerra de 1948, en una imagen de Naciones Unidas.UNRWA


Jerusalén

Los palestinos aspiran a tener en Jerusalén Este la capital de su futuro estado. Actualmente, desde 1967, la parte árabe de la ciudad triplemente santa está ocupada por Israel, que domina por completo cada calle palestina, en las que viven unas 250.000 personas. Dos tercios de la actual Jerusalén son antiguo suelo árabe, indica la ONU. La famosa línea verde que dividía en los mapas los dos lados de la ciudad no es más que una avenida importante cargada de tráfico. No hay mezcolanza de las dos poblaciones más que la que obligan determinados servicios, no es Jerusalén una ciudad porosa ni de convivencia.

Siendo una cuarta parte del censo jerosolimitano, los árabes no reciben más que el 10,8% de la inversión, según datos de la formación de izquierdas Meretz. Entre 6.000 y 8.000 menores no asisten a clase, porque ni hay aulas públicas suficientes para ellos ni llega la ayuda de instituciones solidarias o religiosas. El 67% de la población de Jerusalén Este se encuentra por debajo del umbral de la pobreza, según el Instituto Nacional de Seguridad Social israelí. Datos que llevan al menos cinco años sin actualizarse por las autoridades locales y que podrían ser aún más altos. 

Jerusalén sería la capital de dos Estados, Israel y Palestina, en el caso de que las negociaciones ideales avanzaran finalmente, pero el reparto final es una incógnita. Existen no menos de nueve propuestas para el municipio y otras 17 para la Ciudad Vieja, que alberga los santos lugares como la mezquita de Al Aqsa y Cúpula de la Roca, el Muro de las Lamentaciones o el Santo Sepulcro.

Benjamín Netanyahu, el premier actual, ha endurecido su discurso e insiste en que Jerusalén es la capital "única e indivisible" de su estado, aunque la comunidad internacional interpreta que es Tel Aviv, y no Jerusalén, la capital del país.




Y el añadido de Hamás

Hamás, en el centro del ataque que pone el conflicto de nuevo en primera línea, es una organización palestina que se declara como yihadista, nacionalista e islamista. No reconoce a Israel como Estado. El objetivo del Movimiento de Resistencia Islámica es crear un Estado palestino fundamentalista islámico. La organización radical se distancia de la opositora Organización para la Liberación de Palestina (OLP), precedida de Yaser Arafat, porque a diferencia de la ella, niega el reconocimiento del Estado israelí.

Hamás se compone de varios grupos militares, entre ellos las Brigadas Qassam, que han realizado varios atentados suicidas contra Israel en los últimos años. Además, la organización cuenta con un partido político y organizaciones de ayuda humanitaria. Este grupo, denominado como terrorista por parte de Israel, la Unión Europea, Estados Unidos y algunos países árabes, fue fundado en diciembre de 1987, en los territorios palestinos tomando como inspiración a los Hermanos Musulmanes, otro grupo armado radical, egipcio en este caso, y que incluso llegó poder tras las Primaveras Árabes

El 25 de enero de 2006, Hamás se impuso en las elecciones parlamentarias y ya entrado 2007, tomó el control de la Franja de Gaza, tras intensos enfrentamientos contra el movimiento palestino Al Fatah. Una desunión que se arrastra desde entonces, aunque ha habido intentos de acercamiento, y que ha complicado también las relaciones entre los separados territorios palestinos y sus gentes. 

Desde ese momento, este territorio es visto como enemigo desde Tel Aviv e Israel le impuso un bloqueo por tierra, mar y aire, que ha dejado a aislado a toda su población. En la práctica, este cierre impide todo movimiento de palestinos hacia o desde esa región, salvo en un reducido número de casos humanitarios excepcionales. Desde ayer, como represalia, no entra ni agua ni alimento ni combustible

El actual líder de Hamás es Ismail Haniya. Fue elegido en 2017 y reelegido en 2021. El 14 de junio de 2007 el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, lo destituyó y fue sustituido por Salam Fayyad, exfuncionario del Fondo Monasterio Internacional. Haniya no admitió la destitución y continúa gobernando de facto la Franja de Gaza.




lunes, 9 de octubre de 2023

 


España convive y avanza, a pesar de Feijóo y Abascal


No, España no se va a

 romper, a pesar de la

 crispación y del

 enfrentamiento de unos

 territorios con otros que

 alienta Feijóo

ElPlural

Miguel Ángel Heredia Díaz

9-10-23

El PP está frustrado, rabioso y agresivo. Feijóo, Ayuso, Moreno Bonilla y el resto de líderes populares no quieren aceptar que no van a gobernar nuestro país en esta legislatura. No quieren entender que en democracia hay que saber ganar y hay que saber perder. No quieren asimilar que gobernar nuestro país no es un derecho exclusivo de la derecha. No quieren comprender que quien quiera gobernar España debe asumir el pluralismo político y la diversidad territorial.

El PP junto a Vox han desembarcado en Cataluña, para seguir haciendo ruido, incitando al odio y dividiendo a la población. Según la Guardia Urbana a la manifestación han asistido 50.000 personas, gran parte de ellos llegados en una flota de autobuses desde fuera de Cataluña. Pero en cualquier caso, son 7 veces menos que en la convocada en 2017 también por Societat Civil Catalana, ese año, la Guardia Urbana cifró los asistentes en 350.000 personas. Una manifestación donde se han visto pancartas contra el rey Felipe VI acusándolo de cómplice de golpe de estado y muchas banderas franquistas. ¿Algo que opinar Sr. Feijóo?

El aún líder del PP se ha retratado junto a Vox. Sus proclamas son las mismas desde hace 20 años, no las cambian, más de lo mismo: “Que España se rompe si no gobierna la derecha”. ¡Ya está bien! No, España no se va a romper, a pesar de la crispación y del enfrentamiento de unos territorios con otros que alienta Feijóo.

¿Cuándo se rompe España? Según el del CIS catalán de 2017, con Rajoy como presidente, el 49% de los catalanes apoyaban la independencia de Cataluña frente a un 43% que la rechazaba. En abril de 2023, tras cinco años de gobierno de Pedro Sánchez, los datos, son totalmente contrarios, el 52% de los catalanes se opone a la secesión, frente a un 42% que la defiende. ¿Se entiende mejor ahora? Hoy en Cataluña prima la convivencia y no lo confrontación. Aunque los que han ido a la manifestación prefieran lo contrario con el objetivo de aumentar sus votos en el resto de España.

Por mucho que los profetas del apocalipsis lo repitan una y otra vez, Feijóo y los suyos mienten y saben que mienten. España ni se rompe, ni se hunde ni desaparece. España convive, avanza y cada día cuenta más en el panorama europeo gracias al PSOE. Y lo va a seguir haciendo avanzando en derechos y libertades, construyendo convivencia y en el marco de la Constitución, como dice el presidente Pedro Sánchez.

La Sra. Ayuso está destrozando la sanidad pública, no sabe ni qué hacer con el Zendal, profesionales sanitarios del Hospital La Paz denuncian que hay días que trabajan 24 horas, niega becas de comedor a madres solteras, tiene 2.000 alumnos desplazados de sus centros que están hacinados en otros al estar los suyos sin construir y tiene sin invertir el 67% de los fondos europeos que ha recibido la comunidad de Madrid. ¿Va a resolver todos estos problemas desde Barcelona? ¿O ha ido a Barcelona para tapar su pésima y nefasta gestión?

Más de un tercio de los diputados de Vox ocultan al Congreso de los Diputados información para detectar conflictos de intereses, a lo que se suma la dimisión del gerente de Vox tras la investigación del Tribunal de Cuentas por los 7 millones de euros transferidos a la Fundación que preside Abascal. ¿Y estos hablan de romper España?

Sr. Feijóo deje su cinismo, por mucho que en la manifestación de Barcelona se gritara “Puigdemont a prisión”, usted lo habría amnistiado, incluso se pensaría ponerle un piso a cada uno de los diputados de Junts si con sus votos hubiese conseguido ser presidente del Gobierno, eso sí, lo habría hecho por España. Siempre por España. ¡Ya está bien de engaños!

Y cuando habla de amnistía a qué se refiere: ¿A cuando Aznar indultó en 1996 a 15 terroristas de Terra Lliure porque necesitaba los votos de CiU para ser presidente? ¿A cuando Rajoy ofreció a Puigdemont una amnistía tras el 1-O? ¿O a la amnistía fiscal de Rajoy para más de 30.000 grandes defraudadores, mientras machacaba a impuestos a las clases medias trabajadoras.

El PP dice que es constitucionalista, pero no votaron la Constitución. El PP dice que defiende la justicia, pero lleva años bloqueando la renovación del Consejo General del Poder Judicial. El PP dice que defiende la libertad, pero votó en contra del aborto, la eutanasia, el divorcio y el matrimonio igualitario.

Sr. Feijóo, España va bien, a pesar del PP. La Unión Europea nos acaba de reconocer otros 93.000 millones de fondos europeos, el empleo sigue creciendo según los últimos datos de septiembre y todos los organismos internacionales aseguran que España crecerá este año el doble que la media de la Unión Europea.

El expresidente gallego dice que España está aislada, pero en Granada, cuna del gran Federico García Lorca, se ha celebrado la Cumbre de la Comunidad Política Europea y el Consejo de la UE. 50 jefes de Estado y de Gobierno se han reunido para discutir el futuro de Europa. Y la ciudad granadina por unos días se ha convertido en la capital europea. Esta es la mejor marca España.

Dice el PP que España está desacreditada en el mundo, pero acaba de lanzarse el primer cohete 100% tecnología española, el Miura 1, que ha sido todo un éxito; un hito que posiciona la investigación, el desarrollo y la innovación a la vanguardia del transporte espacial. Y España ha conseguido ser sede principal del Mundial de fútbol masculino de 2030lo que representa una magnífica oportunidad para nuestro país.

Por supuesto que se habrán cometido errores y que quedan cosas que mejorar, pero con el actual gobierno progresista siguen creciendo los afiliados a la seguridad social, siguen intensificándose los contratados indefinidos y siguen aumentando los salarios. Los pensionistas tienen mejores pensiones, los estudiantes mejores becas y aumentan las cuantías de las personas en situación de dependencia. Y por mucho que patalee la derecha, habrá cuatro años más de avances y de convivencia en el marco de la Constitución y ese proyecto lo liderará con talante y talento el socialista Pedro Sánchez como presidente del gobierno.




 


 Foto: Luis Viadel

Estampas callejeras



 


Estampas callejeras



 

 



Caso banca Catalana: Felipe González y Alfonso Guerra exculparon a Jordi Pujol a cambio de gobernabilidad

El caso Banca Catalana pasó la vista gorda del expresidente del Gobierno por

 intereses parlamentarios

Sergio Ramiro

ElPlural

9-10-23

Las recientes perspectivas que el ex presidente del Gobierno Felipe González y su vicepresidente Alfonso Guerra están brindando sobre la situación de la amnistía en Cataluña resulta llamativa si se tiene en cuenta lo que ocurrió con Jordi Pujol y la Banca Catalana durante su mandato. Guerra ha señalado que "la amnistía es la condena de la Transición" y ha pedido que "no se lleve a cabo que no la hagan porque es muy grave", y González ha transmitido en reiteradas ocasiones su rechazo a la amnistía. Sin embargo, cabe recordar que Jordi Pujol fue sobreseído del caso Banca Catalana en lo que se recuerda como un claro caso de trato de favor con motivaciones políticas.

Convergència i Unió (CiU) fue un importante agente negociador en el Congreso de los Diputados tras las elecciones de 1993. Por aquel entonces, Felipe González tuvo que dialogar con Jordi Pujol para poder ser presidente, en lo que ya era una relación conocida porque González puso esfuerzos y recursos en abordar los problemas del desarrollo autonómico de Cataluña. Se trataba de una relación mutuamente beneficiosa: el desarrollo autonómico le aseguraba al PSOE el apoyo parlamentario, y viceversa. Unos cimientos que ya venían de lejos.

En 1984, Banca Catalana, entidad fundada por la familia de Jordi Pujol y con la que el mismo tenía una estrecha vinculación, quiebra, y las cuentas del político catalán y las de la propia entidad fueron investigadas. La Fiscalía General del Estado incluyó a Pujol en la querella contra los directivos de Banca Catalana, y en junio de 1986, los fiscales José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo presentaron la petición de procesamiento de los dieciocho antiguos consejeros, entre los que se encontraba Pujol, por presuntos delitos de apropiación indebida, enriquecimiento ilícito, falsedad en documento público y mercantil y maquinación. 33 magistrados votaron en contra de procesar a Jordi Pujol mientras 8 lo hicieron a favor.  

Sin embargo, la Audiencia de Barcelona decretó en 1990 el sobreseimiento definitivo de la acusación contra Pujol, a pesar de reconocerse que la gestión había sido "desastrosa". 30 años después de aquella quiebra, en 2014, Felipe González fue acusado por el ya entonces exfiscal Carlos Jiménez Villarejo de ser "cómplice y encubridor" de la mala gestión del dirigente autonómico al no haber trasladado la causa a Madrid. 

Se creó un clima de impunidad en torno a Pujol. Parecía invulnerable ante la justicia. Además, resulta difícil creer que ninguno de los miembros de los gobiernos de CiU no supieran nada del patrimonio oculto de Pujol en paraísos fiscales, que el equipo dirigente de Convergència Democrática ignorara esta realidad", expresó Villarejo a elDiario.es en su día.

"Hubo silencios calculados, complicidades y un plan premeditado para permitir que CDC fuera un instrumento de enriquecimiento de sus dirigentes y su presidente en particular. Fue una jugada indigna y antidemocrática que hace que CDC no merezca, a estas alturas, ninguna confianza. Y me sorprende que haya partidos de izquierda que estén pactando con CDC acuerdos relacionados con el proceso soberanista”, expuso también.

En definitiva, de los irregulares procesos judiciales, de estas declaraciones y de las relaciones parlamentarias de décadas pasadas se extrae que existieron maniobras por parte de Felipe González desde la Moncloa para que la querella contra Pujol perdiera fuerza por mero interés político, es decir, para beneficiarse de la gobernabilidad que CiU ostentaba en aquellos contextos. Por ello, es por lo que sorprende especialmente que ahora, tanto González como Guerra, muestren una oposición tan ferviente a las negociaciones entre el Gobierno y los políticos independentistas en el marco de la amnistía y de una posible investidura de Pedro Sánchez.





Las redes destapan la "manipulación" de Telemadrid en la cobertura de la manifestación de Barcelona

 La televisión pública publicaba imágenes que no se correspondían con la manifestación contra la amnistía

Andrea Cabanillaas

ElPlural

9-10-23



Societat Civil Catalana (SCC) convocaba una manifestación contra la amnistía de los políticos independentistas que tenía lugar en la mañana del domingo 8 de octubre en la ciudad de Barcelona. La cadena pública madrileña, Telemadrid, decidía retransmitirla en directo y para ello sumaba a la parrilla un especial informativo que arrancaba a las 11:45 horas y se prolongaba hasta las 14:00 horas. El programa estuvo liderado por el conductor Pedro J. Rabadán, al que acompañaron varios tertulianos para narrar el transcurso de la concentraciónAdemás, a lo largo de la emisión, la televisión publicaba un hilo en Twitter con algunos momentos destacados de la noticia, en los que titulaban: "Miles de personas participan en la Manifestación en Cataluña que recorre a estas horas las calles de Barcelona". Sin embargo, algunos usuarios destapaban "las mentiras" de la cadena, a la que acusaron de "manipulación".

Telemadrid acompañaba sus tuits de las que teóricamente eran instantáneas tomadas durante la manifestación. La cadena acompañaba el siguiente texto de una imagen en la que se veía a los manifestantes ante un escenario situado frente al Palau Nacional de Montjuic: "Miles de personas participan en la Manifestación de Cataluña que recorre a estas horas las calles de Barcelona para mostrar su rechazo a la amnistía y el referéndum y en defensa del Estado de Derecho". Sin embargo, tal y como señalaron muchos usuarios, la concentración no pasó en ningún momento por tal emplazamiento. Los asistentes estaban citados en en la intermediación entre paseo de Gràcia y la calle Provença a las 12:00 horas para bajar el paseo hasta finalizar donde la misma calle confluye con Gran Vía. Por lo tanto, la calle de Las Ramblas tampoco estuvo incluida dentro del recorrido, aunque la televisión madrileña utilizó imágenes de otras manifestaciones en las que sí se pasó por allí. 

Los usuarios, muy atentos, contestaron a los tuits de la cadena, apuntando de dónde eran las imágenes utilizadas y acusando a Telemadrid de "manipulación". "Esta foto no es de hoy. Ni eso es el Paseo de Gracia, lugar de la manifestación. Tampoco pasaba por la Rambla, pero vosotros seguid con vuestro NO periodismo al servicio de Ayuso", escribía una espectadora. Otros señalaban que mientras que en la ciudad condal lucía un espléndido sol, en algunas de las imágenes que publicó la televisión parecía haberse escondido. 

Telemadrid, criticada por retransmitir la manifestación 

Antes de que la retransmisión comenzara, Telemadrid ya había sido muy criticada por haber programado un especial informativo de la manifestación contra la aministía celebrada en Barcelona. Muchos espectadores se mostraron indignados con que la cadena hiciera un exhaustivo seguimiento de algo que ocurría fuera de las fronteras de la comunidad, mientras que en otras ocasiones se "silenciaba" lo que ocurría dentro de ellas: "Cobertura especial de una manifestación en Barcelona cuando luego silencia todas las protestas que hay en Madrid. TeleAyuso al servicio de la presidenta, derrochando el dinero público", se quejaba una usuaria en redes sociales. “¿Tiene lógica periodística que Telemadrid emita un especial informativo sobre la manifestación anti-amnistía en Cataluña?”, escribía otro.

Las críticas también llegaron desde dentro del espectro político, por parte de algunos políticos de izquierdas. El diputado de Más Madrid Pablo Padilla calificaba la retransmisión como un "capricho" de la presidente de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso: "La televisión pública madrileña cubriendo una manifestación en Cataluña simplemente porque asiste Ayuso. Pagar los caprichos personales con dinero público es otra forma de corrupción. Luego les dices que han convertido Telemadrid en TeleAyuso y se escandalizan”. Por su parte, su compañera de partido, Mónica García, también se pronunciaba: "No sólo es vergonzoso, es un uso partidista de las instituciones públicas marca PP”. 

 



Felipe Traidor


Felipe Traidor 


 

domingo, 8 de octubre de 2023

 “Alucinaron”: Pedro Sánchez desvela los dos regalos de Andalucía que hizo a los líderes europeos

 

Inspirado en Lorca, el presidente del

 Gobierno de España tuvo varios obsequios

 muy especiales


ElPlural

José María Garrido

7-10-23



El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha desvelado este sábado, 7 de octubre, en un mitin realizado desde Granada, los dos regalos que hizo a los líderes europeos que estuvieron presentes en las cumbres que esta semana se han celebrado en la ciudad andaluza.

"Les dejamos a los líderes europeos dos cosas”, ha afirmado Sánchez tras explicar que los dos regalos estuvieron inspirados por el poeta Federico García Lorca.

A los líderes europeos les dije a puerta cerrada que uno de los poetas universales, no solamente da literatura española, sino de la literatura universal e internacional, Federico García Lorca, dijo algo así como que si él estuviera desvalido y fuera pobre y estuviera en la calle, no pediría un pan entero; sino que pediría mitad de pan y un libro. Eso es lo que dejó dicho Federico García Lorca. Bueno, pues basándonos e inspirándonos en ese escrito de este poeta granadino, universal, les hicimos dos regalos a los líderes europeos”.


El primer regalo

El primero de los regalos es un vino muy especial. Así lo ha explicado el presiente del Gobierno: “Hablamos con el Consejo Regulador de Jerez, de vino de Jerez, para dejarles una botella de vino de Jerez, de aquí de Andalucía. De la cosecha del año en el que nació cada uno de los líderes de la Unión Europea”.

Los líderes, tal y como ha explicado Sánchez, se quedaron encantados con la idea: “Tengo que deciros que estaban todos alucinados”, ha reconocido.

El segundo regalo

El segundo regalo fue un libro. La idea, tal y como ha reconocido Sánchez, surgió de una conversación con el poeta Luis García Montero.

Hablando hace un año con el presidente del Instituto Cervantes, que conocéis muy bien aquí en Granada, que es Luis García Montero, me dijo: ‘oye, ¿por qué no les regalamos una edición del propio Instituto Cervantes? Podemos traducir a todas las lenguas oficiales de la Unión Europea y además a las lenguas cooficiales reconocidas en la constitución española -además del español, el catalán, el euskera y el gallego-, uno de los poemas más sublimes de Federico García Lorca que es nada más y nada menos que el Grito hacia Roma’, un canto contra el autoritarismo y un canto por la paz, por el entendimiento y el progreso de las sociedades’”

Este obsequio también gustó mucho a los líderes europeos.

"Se han ido encantados, han visitado la Alhambra, hemos celebrado una cumbre muy importante para la historia de Europa y encima se llevan un vino de Jerez. Y nada más y nada menos que el poema de García Lorca, ‘Grito hacia Roma’”, ha dicho Sánchez.

Este es el poema de Lorca que Sánchez ha regalado a los líderes europeos

Manzanas levemente heridas

por finos espadines de plata,

nubes rasgadas por una mano de coral

que lleva en el dorso una almendra de fuego,

Peces de arsénico como tiburones,

tiburones como gotas de llanto para cegar una multitud,

rosas que hieren

Y agujas instaladas en los caños de la sangre,

mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos

caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula

que untan de aceite las lenguas militares

donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma

y escupe carbón machacado

rodeado de miles de campanillas.

 

Porque ya no hay quien reparte el pan ni el vino,

ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,

ni quien abra los linos del reposo,

ni quien llore por las heridas de los elegantes.

No hay más que un millón de herreros

forjando cadenas para los niños que han de venir.

No hay más que un millón de carpinteros

que hacen ataúdes sin cruz.

No hay más que un gentío de lamentos

que se abren las ropas en espera de la bala.

El hombre que desprecia la paloma debía hablar,

debía gritar desnudo entre las columnas,

y ponerse una inyección para adquirir la lepra

y llorar un llanto tan terrible

que disolviera sus anillos y sus teléfonos de diamante.

Pero el hombre vestido de blanco

ignora el misterio de la espiga,

ignora el gemido de la parturienta,

ignora que Cristo puede dar agua todavía,

ignora que la moneda quema el beso de prodigio

y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.

 

Los maestros enseñan a los niños

una luz maravillosa que viene del monte;

pero lo que llega es una reunión de cloacas

donde gritan las oscuras ninfas del cólera.

Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas sahumadas;

pero debajo de las estatuas no hay amor,

no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.

El amor está en las carnes desgarradas por la sed,

en la choza diminuta que lucha con la inundación;

el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,

en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas

y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.

 

Pero el viejo de las manos traslucidas

dirá: amor, amor, amor,

aclamado por millones de moribundos;

dirá: amor, amor, amor,

entre el tisú estremecido de ternura;

dirá: paz, paz, paz,

entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;

dirá: amor, amor, amor,

hasta que se le pongan de plata los labios.

 

Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto,

los negros que sacan las escupideras,

los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los

directores,

las mujeres ahogadas en aceites minerales,

la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,

ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,

ha de gritar frente a las cúpulas,

ha de gritar loca de fuego,

ha de gritar loca de nieve,

ha de gritar con la cabeza llena de excremento,

ha de gritar como todas las noches juntas,

ha de gritar con voz tan desgarrada

hasta que las ciudades tiemblen como niñas

y rompan las prisiones del aceite y la música,

porque queremos el pan nuestro de cada día,

flor de aliso y perenne ternura desgranada,

porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra

que da sus frutos para todos.