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miércoles, 24 de diciembre de 2025
Una guía anarquista para... ¡la navidad
No es ninguna sorpresa descubrir que Piotr Kropotkin estaba interesado en Navidad. En la cultura rusa, San Nicolás (Николай Чудотворец) fue reverenciado como un defensor de los oprimidos, los débiles y los desfavorecidos. Kropotkin compartía los sentimientos. Pero también había un vínculo familiar. Como es sabido, Kropotkin podría remontar su ascendencia a la antigua dinastía Rurik que gobernó Rusia antes de los Romanov y que, desde el siglo I de nuestra era, controlaban las rutas comerciales entre Moscú y el Imperio Bizantino. Aun cuando había sido enviado por su familia a patrullar el Mar Negro, Nicolás era un hombre espiritual y buscó un escape de la piratería y bandidaje para el que fue famosa su parentela rusa vikinga. Así se estableció bajo un nuevo nombre en las tierras del sur del Imperio, ahora Grecia, y decidió utilizar la riqueza que acumuladas en esa trayectoria criminal para aliviar los sufrimientos de los pobres.
Fuentes de archivo inéditas descubiertas recientemente en Moscú revelan que Kropotkin estaba fascinado por este vínculo familiar y la similitud física llamativa entre él y la figura de Papá Noel, popularizada por la publicación de «Una visita de San Nicolás» (más conocida como ‘La Noche antes de Navidad «) en 1823. Kropotkin no era tan corpulento como Santa Claus, pero con un colchón relleno de su túnica, sentía que podía pasar. Su amigo Elisée Reclus le aconsejó ampliar el borde de piel en el traje. Esa fue una buena idea, ya que también le permitiría llevar un poco más de color negro con el rojo. Había decidido seguir el consejo de Elisée en el reno, también, y utilizar un trineo impulsado a mano. Kropotkin normalmente no era dado a fantasear. Pero la explotación de la semejanza para difundir el mensaje anarquista fue excelente «propaganda por el hecho». Anticipando a «V de Venganza», Kropotkin pensaba que podíamos pasar por Santa Claus. En el borde de una página Kropotkin escribe: ¡infiltrarse en las tiendas, regalar los juguetes!
En las borroso mensaje de una tarjeta navideña que remitió, se lee:
En la noche antes de Navidad, estaremos todos prestos.
Mientras las personas están durmiendo, haremos valer nuestra presencia.
Expropiaremos bienes de los almacenes, porque eso es justo.
Y distribuirlos ampliamente, entre los que necesitan ayuda.
Sus notas también revelan algunas ideas valiosas sobre sus ideas acerca de las características anarquistas de la Navidad y su pensamiento acerca de las formas en que los rituales victorianos de Navidad pueden ser adaptados.
«Todos sabemos», escribió, «que las grandes tiendas – John Lewis, Harrods y Selfridges – están empezando a explotar el potencial de ventas de Navidad, el establecimiento de cuevas, grutas mágicas y fantásticas Tierras de Hadas para atraer a nuestros hijos y presionarnos para comprar regalos que no queremos y no podemos darnos el lujo». «Si usted es uno de nosotros», continuó, «se dará cuenta de que la magia de la Navidad está asociada con el sistema de producción de Papá Noel, no de los intentos de las tiendas por seducirnos a consumir lujos inútiles». Kropotkin describe los talleres en expansión en el Polo Norte, donde los duendes trabajaban todo el año, felices porque sabían que estaban produciendo para el placer de otros pueblos. Tomando nota de que estos talleres eran estrictamente sin fines de lucro, de base artesanal y se ejecutan en ambitos comunales, Kropotkin los trató como prototipos para las fábricas del futuro libertario (según se indica en su libro Campos, fábricas y talleres). Algunas personas, consideraba Kropotkin, pensaban que el sueño de Papá Noel que todo el mundo recibiese regalos el día de Navidad era quijotesco. Pero podría ser realizado. De hecho, la ampliación y reubicación de los talleres – que eran bastante caros de mantener en el Ártico – facilitaría la producción, al igual que transformar la entrega de regalos una vez al año en un intercambio regular. «Tenemos que decirle a la gente», escribió, «que los talleres comunitarios pueden establecerse en cualquier lugar y que podemos unir nuestros recursos para asegurar que todo el mundo tenga cubiertas sus necesidades».
Una de las cuestiones que más preocupaban a Kropotkin sobre la Navidad era la forma en la que el papel inspirador que Nicolás habían jugado en los mitos de Navidad había confundido la ética de esa festividad. Nicolás estaba representado erróneamente como un hombre caritativo, benevolente: un santo, porque fue bondadoso. Absorto en la figura de Papá Noel, las motivaciones de Nicolás para dar se habían vuelto aún más sesgadas por la fijación victoriana con los niños. Kropotkin no entendió completamente los enlaces, pero consideró que reflejan un intento de moralizar la infancia a través de un concepto de pureza que se simboliza en el nacimiento de Jesús. Naturalmente no podía imaginar la creación del «Big Brother» Santa Claus que está al tanto de cuándo los niños están dormidos o despiertos y llega a la ciudad aparentemente sabiendo si se han atrevido a llorar o hacer berrinches. Pero tarde o temprano, advirtió, esta idea de la pureza se utiliza para distinguir a los traviesos de los buenos niños y sólo aquellos en el último grupo sería recompensado con regalos.
Kropotkin apreció la importancia del ritual y el significativo valor que los individuos y las comunidades asocian a festividades, actos de recuerdo y conmemoración. Él no quería abolir la Navidad ni tampoco deseaba verla «republicanizada» través de algún burocrático y desatinado reordenamiento del calendario. Era importante, sin embargo, separar la ética de lo que la Navidad representaba de la singularidad de su celebración. Tener una fiesta era sólo eso, pero extender el principio de la ayuda mutua y la compasión en la vida cotidiana era otra cosa. En la sociedad capitalista, la Navidad era un espacio especial para los buenos comportamientos. Hace posible tener lo que se presenta como conducta cristiana cabal una vez al año, mientras el anarquismo pide que lo hagamos de por vida.
Kropotkin entendió que su propaganda tendría mejor oportunidad de éxito si podía mostrar cómo el mensaje anarquista también se ha incrustado en la cultura vigente. Sus notas revelan que él veía particularmente el Cuento de Navidad de Dickens como un vehículo para sus ideas. Este relato fue ampliamente reconocido por presentar ideas de amor, alegría y buena voluntad en Navidad. Kropotkin encontró la genialidad de la obra en su estructura. ¿Qué otra cosa es la historia del encuentro de Scrooge con los fantasmas de la Navidad pasada, presente y futuro sino una reflexión prefigurativa del cambio? Al ver su presente a través de su pasado, a Scrooge se le dio la oportunidad de alterar su conducta de avaro y re-configurar tanto su futuro como el futuro de la familia Cratchit. Incluso si sólo es recordado una vez al año, pensaba Kropotkin, el libro de Dickens presta a los anarquistas un vehículo perfecto para enseñar esta lección: mediante la alteración de lo que hagamos hoy, modelando nuestros comportamientos según el modelo de Nicolás, ¡podemos ayudar a construir un futuro que sea Navidad!
[Publicado originalmente en inglés en http://strikemag.org/anarchist-guide-christmas/. Traducido al castellano en versión resumida por la Redacción de El Libertario.]
http://periodicoellibertario.blogspot.com/.../una-guia...
Silvia Intxaurrondo destapa el modus operandi de PP y Vox para sembrar el odio hacia los inmigrantes: "Luego acusan a los vecinos"
La presentadora explicaba que "desde las autoridades se inoculan mensajes con la dosis de xenofobia justa y luego los políticos se lavan las manos"
C.T.
24-12-25
ElPlural
Tras más de dos años de conflicto, el pasado 17 de diciembre, Xavier García Albiol, alcalde de Badalona, protagonizaba el desalojo de más 400 personas migrantes en el antiguo instituto B9, un edificio abandonado de la ciudad, sin ofrecer una alternativa residencial pese a lo dictado por la magistrada. El odio calaba en las calles, donde algunos vecinos impedían su desalojo en una parroquia de la localidad. Así, Silvia Intxaurrondo destapa el modus operandi de PP y Vox para sembrar el odio hacia los inmigrantes.
La presentadora apuntaba desde La Hora de La 1 que "muchas veces, desde las autoridades se inoculan mensajes con la dosis de xenofobia justa y luego los políticos se lavan las manos y dicen: 'oye no, quienes impidieron la entrada de los migrantes fueron los vecinos, a mí no me miren".
El programa de Televisión Española (TVE) conectaba con la portavoz de Cáritas Barcelona, que explicaba que "cuando a los vecinos les dice que esta gente es peligrosa, ellos interpretan que el hecho de que los queramos alojar es peligroso": "El alcalde que intentó mediar el segundo día les decía que habían comprobado que esta gente es buena y que Cáritas lo certificaba, y la gente le decía: 'pero si usted lleva días diciendo que son criminales, cómo es que ahora son buenos. Si son buenos, por qué no se pudieron quedar allí'. Esto es un mensaje muy contradictorio para la población, ellos pensaban que todos eran delincuentes porque es lo que habían oído".
De vuelta a plató, otros colaboradores apuntaban que "desde discursos extremos de la derecha se instiga el odio al diferente, al inmigrante y la división social". Intxaurrondo tomaba de nuevo la palabra y le explicaba a los espectadores cuál es la estrategia llevada a cabo por estos sectores: "Que sepan los vecinos que cuando desde la política se inocula este mensaje venenoso, luego dirán que quienes impidieron que esas pobres personas se guareciesen fueron los vecinos. Lo que se hace desde algunos sectores extremos de la política es decir: 'yo te inoculo la dosis justa de racismo y luego te manipulo para que actúes como pueblo, pero yo no diré que he sido'. Eso lo tienen que saber los vecinos".
Albiol recrudece su discurso racista
Después de producirse la expulsión de los migrantes, García Albiol trataba de echar balones fuera y, sin ofrecer ninguna alternativa, aseguraba que su Ayuntamiento no va a gastar ni “un solo euro” para evitar que las personas expulsadas se queden en la calle: “Pedro Sánchez y sus socios dicen que tenemos que acoger a todo el mundo y ahora le corresponde a él buscarles vivienda”.
Además, en una entrevista concedida a 3CatInfo, recrudecía su discurso, afirmando que las administraciones locales no pueden asumir una situación "fuera de control", ya que, según sus palabras, el Estado permite la entrada de personas sin garantizar que existe una posterior red de acogida: “Se les deja entrar y luego se les deja tirados”.
Albiol llegó a declarar que "no hay solución" mientras no se controle la entrada de inmigración irregular, y rechazó la idea de que los municipios puedan “acoger absolutamente a todo el mundo”. De nuevo, volvió a vincular a los inmigrantes en situación irregular con la delincuencia, aseverando que los desalojados del B9 vivían de recoger chatarra o de cometer delitos.
Recientemente, desde Todo es mentira, el político aseguraba que "se coge a estas personas y se las deja en medio de la Puerta del Sol de Madrid o en la Plaza Catalunya y acaba pasando lo que estamos viendo, que esas personas no tienen dónde ir". Enfrente, Risto Mejide le pedía que aportara datos: "Creo que estás convirtiendo en noticia o en cierto algo que puede ser una percepción tuya, y eso es muy peligroso en un tema como este. Cuando hablamos de inmigración hay que hablar de datos. Si no los tienes, son opiniones. Dame datos. ¿A cuántos han dejado sueltos como tú dices, como si fueran animales, en la Plaza Mayor? ¿A cuántos?".
El blog de Shayra
El cantautor Joan Manuel Serrat ha recibido este lunes la Medalla de Oro de la Generalitat, la máxima distinción institucional de Catalunya, en un acto celebrado en el Palau de la Generalitat.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha sido el encargado de hacerle entrega del galardón al cantautor y a la actriz Núria Espert, quien no ha podido asistir al acto y en su lugar lo ha recibido su nieta, Bárbara Lluch.
Salvador Illa ha destacado la actitud vital de ambos, y unas trayectorias “profundamente catalanas y, por eso mismo, profundamente universales”.
Visiblemente emocionado, Serrat ha agradecido el reconocimiento recordando sus orígenes y el apoyo que recibió cuando decidió dedicar su vida a la música. “He tenido mucha suerte en la vida”, ha dicho, reivindicando con orgullo su pertenencia a una familia obrera y a una clase que, según ha señalado, “dignamente avanza y hace avanzar a un país”.
En su intervención, el cantautor ha dejado una reflexión que ha resonado más allá del acto institucional: “Solo con una democracia en justicia y en libertad, solo con un sistema que refuerce nuestra tolerancia y nuestra capacidad de convivir, de tratar de entender al que es diferente, encontraremos un camino que nos conduzca al futuro”.
El acto ha concluido con “El meu carrer”, interpretada por Serrat junto al piano de Joan Albert Amargós. Una despedida emocionante y elocuente, en la que la música ha servido para condensar una manera de mirar el mundo: cercana, atenta a lo cotidiano y fiel a la dignidad de las pequeñas historias. Unos versos en los que el paso del tiempo convive con la memoria y la vida sigue su curso entre persianas que se abren, ausencias que pesan y afectos que permanecen.
Por Núria Martorell para la página oficial de Joan Manuel Serrat.
Foto: Juan Miguel Morales López
Risto desmonta a Xavier García Albiol tras un nuevo intento de propagar bulos racistas: "Estás convirtiendo en..."
El de Badalona se veía fuera de juego al ser preguntado por datos
C.T.
24-12-25
ElPlural
En los últimos días, Xavier García Albiol, alcalde de Badalona, protagonizaba el desalojo de más 400 personas migrantes en el antiguo instituto B9, un edificio abandonado de la ciudad, sin ofrecer una alternativa residencial. Instantes después, el político entonaba un duro discurso con el que recrudecía su ofensiva contra la inmigración, que días después ha continuado replicando también desde los platós de televisión. No obstante, desde Todo es Mentira se topaba con Risto Mejide, quien desmontaba un nuevo intento de propagar bulos racistas.
"Se coge a estas personas y se las deja en medio de la Puerta del Sol de Madrid o en la Plaza Catalunya y acaba pasando lo que estamos viendo, que esas personas no tienen dónde ir", lanzaba García Albiol en directo desde el programa de Cuatro.
"Eso de dónde te lo has sacado", le preguntaba el presentador. "¿De dónde me lo he sacado? Es así", era el argumento del alcalde, que volvía a encontrarse con las preguntas de Mejide.
"¿Cómo lo sé? Porque estoy en la calle cada día. Risto, ¿qué quieres decir? ¿Que a las personas que llegan en situación irregular se les da un programa de acompañamiento y de seguimiento? Eso no es así", añadía García Albiol.
En ese momento, el publicista le advertía de la peligrosidad de la estrategia que estaba llevando a cabo, pidiéndole algo más que simples palabras y acusaciones: "Creo que estás convirtiendo en noticia o en cierto algo que puede ser una percepción tuya, y eso es muy peligroso en un tema como este. Cuando hablamos de inmigración hay que hablar de datos. Si no los tienes, son opiniones. Dame datos. ¿A cuántos han dejado sueltos como tú dices, como si fueran animales, en la Plaza Mayor? ¿A cuántos?".
No obstante, el catalán continuaba sin concretar: "A la inmensa mayoría de los que llegan en situación irregular". "Dime cuánto es la inmensa mayoría, dime números", le insistía Mejide. "Risto no me vengas a dar la vuelta en esto que no tienes razón", se justificaba Albiol, acorralado.
Albiol recrudece su discurso racista tras desalojar a 400 migrantes
Tras más de dos años de conflicto, el pasado 17 de diciembre, se producía el desalojo del antiguo instituto B-9 de Badalona, en el que se encontraban más de 400 personas, en su mayoría migrantes. Un gran despliegue de efectivos de la Brigada Móvil (Brimo) y el Área Regional de Recursos Operativos (Arro) de los Mossos d’Esquadra empezaban a efectuar el desalojo a primera hora de la mañana después de que la magistrada del juzgado Contencioso Administrativo número 11 de Barcelona diera luz verde a la expulsión reclamada por el Ayuntamiento de Xavier García Albiol.
Después de producirse la expulsión de los migrantes, García Albiol trataba de echar balones fuera y, sin ofrecer ninguna alternativa, aseguraba que su Ayuntamiento no va a gastar ni “un solo euro” para evitar que las personas expulsadas se queden en la calle: “Pedro Sánchez y sus socios dicen que tenemos que acoger a todo el mundo y ahora le corresponde a él buscarles vivienda”.
Además, en una entrevista concedida a 3CatInfo, recrudecía su discurso, afirmando que las administraciones locales no pueden asumir una situación "fuera de control", ya que, según sus palabras, el Estado permite la entrada de personas sin garantizar que existe una posterior red de acogida: “Se les deja entrar y luego se les deja tirados”.
Albiol llegó a declarar que "no hay solución" mientras no se controle la entrada de inmigración irregular, y rechazó la idea de que los municipios puedan “acoger absolutamente a todo el mundo”. De nuevo, volvió a vincular a los inmigrantes en situación irregular con la delincuencia, aseverando que los desalojados del B9 vivían de recoger chatarra o de cometer delitos.
Por otro lado, también llegaba a desafiar a la ONU, después de que algunos expertos expresaran su preocupación por la actuación en el desalojo: “No pierdo ni un minuto con esta gente”.
La dictadura que prohibió llamarse fascista
El silencio lingüístico que permitió al régimen de Franco sobrevivir tras la Segunda Guerra Mundial
Surren Gasparyan
23-12-25
ElPlural
Para no ser fascista, lo primero es no llamarse fascista. Eso lo aprendió pronto el régimen de Franco. Bastó con borrar la palabra, cambiar el vocabulario y confiar en que el silencio hiciera el resto. El resultado fue una dictadura que prohibía partidos, perseguía disidentes y reprimía libertades mientras insistía en que aquello no tenía nada que ver con el fascismo.
La lección se interiorizó especialmente a partir de 1945. La derrota militar y moral de Hitler y Mussolini convirtió el término “fascismo” en un estigma internacional. España, que había nacido políticamente al calor de esas alianzas, entendió que su supervivencia dependía menos de una transformación real que de una operación cosmética. El franquismo no desmontó sus estructuras de poder, ni renunció a la violencia como herramienta política: se limitó a reescribir su relato. Desde entonces, el problema no fue lo que el régimen hacía, sino cómo lo explicaba.
Durante los primeros años de la dictadura, la impronta fascista era explícita. La Falange hablaba sin complejos de revolución nacional-sindicalista, los desfiles imitaban la estética del Eje y el saludo romano formaba parte de la liturgia oficial. Pero ese lenguaje empezó a resultar incómodo cuando el mundo cambió de dirección. A partir de los años cuarenta, el régimen optó por una retirada estratégica: la palabra fascismo desapareció de discursos, leyes y documentos oficiales, sustituida por términos más aceptables como “orden”, “tradición”, “unidad” o “democracia orgánica”.
El cambio no fue solo semántico, sino profundamente político. Nombrar implica asumir, y asumir significaba quedar aislado. Por eso Franco prefirió presentarse como un baluarte contra el comunismo, un aliado tácito de Occidente en plena Guerra Fría. El fascismo, convertido ya en sinónimo de barbarie, quedó relegado al terreno del insulto subversivo. Y como todo insulto dirigido al poder, pasó a ser perseguido. Llamar fascista al régimen no era una opinión: podía convertirse en delito.
La censura jugó un papel clave en este proceso. No solo prohibía textos, artículos o libros que utilizaran el término, sino que generó una autocensura social duradera. Periodistas, escritores y ciudadanos aprendieron a rodear el concepto sin nombrarlo, a describir la represión sin señalar su raíz ideológica. El lenguaje se convirtió en un campo minado donde cada palabra podía tener consecuencias penales. El franquismo no necesitaba defenderse del fascismo: necesitaba que nadie lo mencionara.
Mientras tanto, las prácticas fascistas seguían operando con normalidad. Partido único, culto al líder, eliminación del adversario político, militarización de la vida pública, subordinación del individuo al Estado, represión sistemática de la disidencia. Todo estaba ahí, salvo el nombre. El régimen había entendido que las palabras importan, y que borrar una no implica borrar la realidad que designa. Basta con dejarla sin nombre.
Uno de los pilares de este camuflaje fue la alianza con la Iglesia católica. El nacionalcatolicismo permitió al franquismo presentarse no como heredero del fascismo europeo, sino como defensor de una supuesta esencia espiritual española. La violencia política se recubrió de moral religiosa, la obediencia se convirtió en virtud cristiana y el autoritarismo pasó a interpretarse como orden natural. El fascismo, pecado laico para el nuevo mundo de posguerra, se transformó en cruzada.
En paralelo, la Falange fue perdiendo peso político sin desaparecer del todo. Sus símbolos se diluyeron, su retórica se moderó y sus dirigentes fueron integrados o desplazados según convenía. El régimen conservó lo útil —el control social, la disciplina, el aparato represivo— y descartó lo que resultaba demasiado reconocible. El fascismo ya no se exhibía: se administraba.
Fuera de España, sin embargo, la palabra seguía viva. En el exilio republicano, en la prensa internacional y en los foros antifascistas europeos, el franquismo era descrito sin rodeos como lo que era. Para miles de exiliados, “fascismo” no era una categoría académica, sino una experiencia vital: cárceles, fusilamientos, campos de concentración, miedo. Esa brecha entre el relato interior y la percepción exterior fue una de las grandes anomalías del régimen, sostenida durante décadas gracias al silencio impuesto dentro de las fronteras.
Con el paso del tiempo, el franquismo perfeccionó su estrategia. Los años del desarrollismo y la tecnocracia terminaron de enterrar cualquier referencia incómoda. El fascismo fue sustituido por el gris administrativo, por el lenguaje económico, por la promesa de estabilidad. Pero la ausencia de la palabra no significó la desaparición del legado. La represión política continuó hasta el final, igual que la negación de derechos fundamentales y la persecución de la oposición.
Tras la muerte de Franco, esa operación de borrado no se revirtió del todo. La Transición heredó parte de esa cautela lingüística. Hablar de fascismo pasó a considerarse excesivo, divisivo o poco útil para el consenso. El régimen fue redefinido como “dictadura autoritaria”, “excepcionalidad histórica” o “régimen no democrático”, fórmulas que suavizaban el diagnóstico sin cuestionar el fondo. El silencio volvió a imponerse, esta vez en nombre de la reconciliación.
Albiol, denunciado por 4 delitos tras el desahucio de Badalona: prevaricación, desobediencia, discriminación y odio
Illa y las ONG se coordinan sin el Ayuntamiento para auxiliar a los desalojados
Roberto Ugena
24-12-25
ElPlural
El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, ha demostrado en la última semana por qué es considerado uno de los políticos más racistas del país. El regidor del Partido Popular (PP) ha acometido el desahucio de casi 400 personas vulnerables, utilizando como argumento su origen y su condición social para atribuirles un carácter de delincuencia, y lo ha hecho sin garantizar los mínimos requeridos por la Justicia, mientras otras administraciones, como la Generalitat de Salvador Illa, y las ONG intentaban auxiliar a los desalojados. Por todo ello, el ultraderechista ha sido denunciando ante la Fiscalía.
La denuncia presentada por los Comuns, a través del eurodiputado y abogado Jaume Asens, acusa a Albiol de denegación de servicio público por motivos discriminatorios, delito de odio, delito de desobediencia a la autoridad judicial y delito de prevaricación administrativa. A la par, la Fiscalía ha instado de oficio al juzgado de Badalona que autorizó el desalojo a comprobar si el Ayuntamiento ha atendido a las víctimas del desahucio, algo que no se ha producido, contraviniendo el mandato judicial, dado que el auto hacía constar que debían ser auxiliadas por los Servicios Sociales.
La resolución del juzgado, como consta en la denuncia de los Comuns, condicionaba el desalojo del instituto abandonado B9 a que el Ayuntamiento “garantizara una alternativa habitacional a las personas afectadas conforme al protocolo municipal de las personas sintecho”. Es más, establecía claramente que el desahucio estaba “expresamente condicionado” a la atención de los vulnerables. Pero a Albiol le ha dado totalmente igual y ha llegado a presumir abiertamente de que “no iba a ofrecer alojamiento ni recursos habitacionales”, lo cual vulnera a todas luces el mandato judicial.
Por si fuera poco, las arengas racistas de Albiol movilizaron una turba xenófoba de 150 sujetos, muchos menos que los cientos de personas que han defendido a los afectados, que posteriormente el alcalde fue incapaz de controlar y a las que no expulsó ni reprimió, pese a encontrarse en plena calle evitando que una parroquia acogiese voluntariamente a los desalojados y que Cáritas y Cruz Roja les atendiese y proporcionase los mínimos vitales. Un clara tolerancia y permisividad institucional con la chusma racista que ha crecido a su sombra.
Vertiendo bulos que después ha reconocido no poder sostener con datos, arengando a unas masas de las que luego desvincularse cuando crece la violencia y renunciando a la caridad cristiana con la que suele golpearse el pecho, ni que decir de humanidad o salvaguarda de derechos, Albiol ha vuelto a propiciar un enfrentamiento en Badalona, ni de lejos el primero ni el último, basado en el origen de los vecinos. Y una vez generado, se ha lavado las manos y ha atendido a sus víctimas dependiendo si los consideraba delincuentes o no, sin datos, de su trabajo y de su procedencia.
Illa y entdides sociales se coordinan para ayudar a los vulnerables
Albiol ha renunciado a cumplir las funciones a las que mandata la ley y, más allá de las consecuencias judiciales que esto pueda tener, lo inmediato y preocupante es que cientos de personas están subsistiendo en las calles, en plena ola de frío, sin servicios básicos y perseguidos por el alcalde y sus exaltados. Por ello, las entidades sociales, los sindicatos de vivienda y las asociaciones barriales, al lado de los vulnerables desde antes del desalojo, y la Generalitat de Catalunya se están coordinando para abordar la situación por su cuenta.
Muchos de ellos se encuentran acampados bajo el puente de la C-31, mientras que otros se ubicaban en un albergue de Can Bofí Vell. La intervención conjunta liderada por el Govern de Salvador Illa podría alargarse en el tiempo para evitar que vuelvan a triunfar los boicots racistas y garantizar la protección de las personas vulnerables. Por su parte, Cáritas se ha hecho cargo de 52 vecinos, 15 de ellos los que fueron atacados cuando iban a refugiarse en la parroquia, utilizando recursos privados y de la Generalitat. Otras decenas han sido asistidas por Derechos Sociales.
Intrahistoria de una batalla interna: así se libró el choque entre Ortega Smith y Abascal en la cúpula de Vox
El líder de Vox consolida su control interno tras apartar a Ortega Smith de la Ejecutiva y recortar sus cargos en el partido
Alexandra Sanchez
24-12-25
ElPlural
La extrema derecha ha vuelto al foco político este martes después de que el líder de Vox, Santiago Abascal, haya incrementado su confrontación con el ex secretario general del partido, Javier Ortega Smith. El cabeza de Vox ha optado por apartar definitivamente de la Ejecutiva nacional de Vox a Ortega Smith, un movimiento que se suma a una serie de jugadas previas que vienen avivando la lucha interna.
La última táctica en el tablero tuvo lugar el pasado mes de noviembre, cuando el portavoz de la formación de extrema derecha en el Ayuntamiento de Madrid fuese también expulsado como portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, este tira y afloja se inició hace tiempo atrás, la disputa entre ambos políticos se comenzó a originar hace unos años y se ha ido fortaleciendo con el paso del tiempo.
Ortega Smith es uno de los fundadores de Vox y uno de los pesos pesados históricos del partido. Desde su creación, ha desempeñado cargos clave, incluyendo el de secretario general y portavoz en distintas instituciones, consolidándose como una de las caras más reconocidas de la formación ultraderechista. Sin embargo, su peso dentro de estas filas ha ido debilitándose en su pulso constante con Abascal.
El inicio del fin
El hecho con el que inició todo se sitúa en 2022 cuando Ortega Smith protagonizó un choque interno significativo con Macarena Olona, cuya gestión y liderazgo en ciertos temas orgánicos del partido provocaron tensiones dentro de Vox. A raíz de estas discrepancias, Abascal decidió retirarlo de la secretaría general, como confirmaron fuentes del Comité Ejecutivo Nacional entonces.
El relevo lo encabezó Ignacio Garriga, presidente del grupo de Vox en el Parlament, mientras Ortega Smith asumió la vicepresidencia del departamento económico del partido y fue designado como candidato al Ayuntamiento de Madrid para las elecciones municipales. Este movimiento se contextualizó en pleno seísmo provocado por Olona, quien salió del partido tras las elecciones en Andalucía, donde fue cabeza de lista de la ultraderecha. Su gestión del caso causó estragos a escala orgánica. No obstante, asumió la vicepresidencia del departamento económico del partido.
El edil de Vox acabó aceptando la designación como candidato y, acto seguido, comunicó su renuncia al cargo de secretario general. De este modo, el ultraderechista justificó que así podría centrar toda su acción a postularse como jefe de la alcaldía de Madrid. Ortega Smith, en aquel momento, prometió que daría caza a las políticas “confiscatorias y de izquierdas” que se mantenían en la Corporación municipal.
Un año más tarde, a finales de 2023, comenzaron a circular filtraciones un Ortega Smith que podría disputar el liderazgo de Vox frente a Santiago Abascal. La noticia generó tensiones internas, aunque finalmente Ortega Smith no formalizó ninguna candidatura y Abascal continuó al frente del partido. Estas filtraciones se interpretaron como un intento de presionar o desgastar la figura de Abascal dentro de la formación, aunque no llegaron a materializarse. Tras este episodio, la dirección de Vox procedió a recortarle cargos dentro del partido.
Acercamientos con Espinosa
Uno de los hechos que incrementaron la tensión entre ambos dirigentes fue el acercamiento de Ortega Smith con Iván Espinosa de los Monteros, ex figura clave del partido, este pasado octubre. Espinosa de los Monteros creó su propio 'think tank' llamado Atenea. El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid defendió al exportavoz nacional de Vox a la hora de lanzar su centro de pensamiento para abrir debates que puedan tener eco en los medios de comunicación y en los que la ciudadanía participe activamente.
El portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, aseguró sobre este contexto que Ortega Smith, acudió a la presentación de la fundación del exportavoz en el Congreso de Vox en calidad de amigo, y no como cargo o representación del partido. "No creo que a nadie le siente mal que venga a dar un abrazo a un amigo", dijo a su llegada Ortega Smith.
Posteriormente, el madrileño aseguró que “cada uno tiene que defender sus ideas allá donde crea que las puede defender mejor”. Sin embargo, instó a su formación a “escuchar a la sociedad”, para dar “ejemplo de ser el partido más abierto”. Sobre la presentación de Atenea, el ultraderechista aseguró estar “orgulloso y muy contento de que nazcan iniciativas” y más cuando ha sido “fundador de Vox”. A las críticas, pidió no cerrar “la mente” a las personas que vienen “a aportar soluciones”. “Dejar libertad para que el que quiera venga a la política o se vaya de la política”, expresó.
Adiós a la portavocía del Congreso
A pesar de que el acercamiento con Espinosa de los Monteros pareciera no significar un gran dilema para Vox, sumado a las discrepancias que tuvo Ortega Smith con la cúpula, el partido decidió apartarlo como portavoz adjunto del partido en el Congreso; puesto que a partir de ese momento ocupó Carlos Hernández Quero, el pasado mes de noviembre.
Este movimiento de los de Abascal no fue baladí, debido a que Ortega Smith, en sus funciones parlamentarias, llevaba sin hacer intervenciones en plenos desde el pasado mes de mayo, pese a su cargo de relevancia dentro de las filas del partido.
Según manifestó Vox en defensa de dicha decisión, Ortega Smith, proseguiría “con su labor de portavoz en la Comisión de Justicia del Congreso y portavoz en el Grupo Municipal de Vox en el Ayuntamiento de Madrid", último cargo donde concentraba su peso más reconocido dentro del partido. En cuanto al desempeño de Hernández Quero en su nuevo cargo, Vox explicó que sería "altavoz" de los problemas de la vivienda y que su nombramiento impulsaría "su esfuerzo por dar a conocer las propuestas del partido" en este ámbito.
Tras este giro, la ruptura dentro de ambos cargos de Vox se consolidó este martes al ser Ortega Smith apartado definitivamente de la Ejecutiva nacional de Vox, consolidando su exclusión de los órganos de decisión del partido tras la pérdida de la portavocía adjunta en el Congreso y los cargos internos recortados tras las filtraciones sobre su posible disputa del liderazgo.
A pesar de su pérdida de cargos nacionales y el recorte de funciones en el Congreso, Ortega Smith mantiene su relevancia como portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, donde concentra su actividad política y su exposición mediática en el tablero político de Cibeles. No obstante, denota la subida de decibelios en los últimos tiempos entre Abascal y Ortega Smith dentro de las filas del partido ultraderechista.
La justicia desmonta pieza a pieza la instrucción de Peinado contra Begoña Gómez
La Audiencia y el Supremo han corregido en más de una docena de ocasiones las decisiones del juez instructor por falta de indicios y motivación
Suren Gasparyan
24-12-25
ElPlural
La Audiencia Provincial de Madrid ha vuelto a poner freno a la instrucción del juez Juan Carlos Peinado en la causa contra Begoña Gómez. Esta vez, anulando su intento de investigar siete años de correos electrónicos de la esposa del presidente del Gobierno por considerarlo una medida carente de proporcionalidad, necesidad e idoneidad. No es una corrección aislada, sino la última de una larga cadena de reveses judiciales.
La resolución, dictada por la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid, deja sin efecto la orden con la que Peinado reclamó a la Presidencia del Gobierno todos los correos enviados y recibidos desde la cuenta oficial de Begoña Gómez en Moncloa desde julio de 2018 hasta la actualidad, así como la instrucción posterior a la UCO para analizarlos. Los magistrados subrayan que una diligencia de ese alcance no podía acordarse mediante una simple providencia, una resolución que no exige motivación, sino a través de un auto debidamente fundamentado. Al no hacerlo, concluyen, el instructor incumplió los principios básicos que rigen cualquier medida de investigación que afecte a derechos fundamentales.
La Audiencia no cierra por completo la puerta a esa línea de actuación, pero sí fija con claridad los límites: solo podría retomarse si el juez la motiva de forma expresa, concreta y proporcionada, algo que hasta ahora no ha ocurrido. El mensaje es claro y se repite como un hilo conductor a lo largo de toda la instrucción: no basta con la sospecha o la amplitud de la investigación; es imprescindible justificar cada paso con indicios objetivos y razones jurídicas sólidas.
Dos años de correcciones a la instrucción
Desde que la causa se abrió en abril de 2024 tras admitirse a trámite una denuncia del pseudosindicato ultra Manos Limpias, la actuación del juez Juan Carlos Peinado ha sido objeto de un escrutinio constante por parte de instancias superiores. A lo largo de 2024 y 2025, la Audiencia Provincial de Madrid ha corregido en numerosas ocasiones sus decisiones, anulando imputaciones, registros y diligencias que consideró insuficientemente motivadas o directamente vulneradoras de derechos fundamentales.
Uno de los frentes más persistentes ha sido el intento de introducir en la causa el rescate público de Air Europa, aprobado en plena pandemia para evitar la quiebra de la aerolínea. Peinado ha tratado reiteradamente de vincular esa operación —un préstamo de 475 millones de euros, similar al concedido a otras empresas estratégicas— con un supuesto trato de favor inspirado por Begoña Gómez. Sin embargo, tal y como cifra 'Público', la Audiencia ha descartado esa línea hasta en cinco ocasiones, al considerar que la conexión se basaba en “meras conjeturas” y en coincidencias temporales y personales que no alcanzan la categoría de indicio penal.
En una de sus resoluciones más explícitas, los magistrados señalaron que, con los datos disponibles, no existía una base objetiva para investigar ese rescate, más allá de hipótesis que no podían sostener una instrucción penal. Pese a ello, el juez ha insistido en reabrir esa vía, ordenando incluso a la UCO analizar escritos aportados por abogados no personados en la causa para tratar de hallar nuevos elementos que justificaran la investigación.
Otro de los varapalos más relevantes llegó en enero de 2025, cuando la Audiencia anuló los registros ordenados por Peinado al empresario Juan Carlos Barrabés, así como el clonado de sus dispositivos electrónicos. El tribunal consideró que la medida había vulnerado de forma injustificada el derecho a la intimidad del investigado, al basarse únicamente en su relación personal con Gómez y no en indicios objetivos de delito. La resolución fue especialmente contundente: ordenó destruir el material incautado y reprochó al juez la amplitud y duración de una operación policial que se prolongó durante dos días completos.
La lista de correcciones incluye también la anulación de imputaciones. En mayo de 2025, la Audiencia dejó sin efecto la condición de investigados del rector de la Universidad Complutense, Joaquín Goyache, y del exconsejero madrileño del PP Juan José Güemes. En ambos casos, los magistrados concluyeron que las decisiones de Peinado no estaban respaldadas por hechos concretos que justificaran una imputación penal, sino por interpretaciones forzadas de declaraciones y actuaciones administrativas.
El método Peinado, en cuestión
Las críticas no se han limitado a diligencias concretas, sino que han alcanzado a la forma general de instruir. En abril de 2025, la Audiencia afeó al juez haber desestimado de un plumazo 16 recursos presentados por la Fiscalía y las defensas mediante una resolución genérica de apenas cinco folios. “No es propio de un Estado de Derecho”, le recordaron los magistrados, “pretender la asunción acrítica de cualesquiera diligencias acordadas por el instructor basadas en el principio de autoridad”, instándole a ofrecer respuestas individualizadas y motivadas a cada recurso.
Incluso el Tribunal Supremo ha tenido que intervenir en la causa. En julio de 2025, la Sala de lo Penal rechazó la petición de Peinado para imputar al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, al considerar que no existían indicios probatorios suficientes y que la solicitud se sustentaba en meras hipótesis. El Alto Tribunal fue especialmente claro al recordar que el delito de falso testimonio exige una falsedad objetiva y contrastada, algo que, en ese momento, no se había acreditado.
La Audiencia también ha puesto límites en relación con la declaración de la asesora de Gómez, Cristina Álvarez. En junio de 2025 anuló su declaración como testigo al entender que se había vulnerado su derecho a no autoincriminarse, aunque validó posteriormente su imputación como investigada, eso sí, reprochando al juez la falta de motivación detallada en el cambio de criterio.
Más recientemente, en diciembre de 2025, la Audiencia instó a Peinado a archivar la causa contra el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre, al concluir que su imputación se había basado en simples suposiciones y no en indicios objetivos. Poco después, el propio juez acató esa indicación y dictó el archivo.
La justicia pone límites a Peinado
La acumulación de estas resoluciones ha ido estrechando progresivamente el margen de maniobra del instructor, que se ha visto obligado a rehacer una y otra vez su estrategia de investigación tras los sucesivos correctivos de instancias superiores. Lejos de tratarse de una injerencia excepcional, la actuación de la Audiencia Provincial de Madrid responde al ejercicio ordinario de su función de control sobre la instrucción penal, un contrapeso imprescindible para evitar desviaciones, excesos o vulneraciones de derechos fundamentales. En este caso, ese control se ha manifestado de forma reiterada y explícita, subrayando que la notoriedad pública de una causa o la relevancia política de las personas afectadas no rebaja en modo alguno las exigencias legales que deben regir cualquier investigación judicial.
En sus resoluciones, la Audiencia ha insistido en una idea central: el proceso penal no puede convertirse en una investigación prospectiva ni apoyarse en hipótesis abiertas a la espera de que aparezcan indicios que las confirmen. Cada diligencia debe responder a una finalidad concreta, estar debidamente motivada y guardar una relación directa con los hechos investigados. De lo contrario, advierten los magistrados, se corre el riesgo de desnaturalizar la instrucción y de convertirla en una herramienta invasiva que afecta a derechos fundamentales sin la cobertura jurídica necesaria. Este recordatorio, repetido en distintos autos a lo largo de casi dos años, dibuja un marco cada vez más delimitado para la actuación del juez instructor.
La anulación de la investigación masiva de correos electrónicos de Begoña Gómez resume con claridad ese pulso institucional. Reclamar siete años de comunicaciones oficiales sin concretar qué se busca, por qué se busca y qué indicios lo justifican supone, a juicio de la Audiencia, una medida desproporcionada que no supera el mínimo test de legalidad exigible en un Estado de Derecho. No se trata de blindar a una persona concreta frente a la acción de la justicia, sino de evitar que la investigación penal se convierta en una suerte de rastreo generalizado a la espera de encontrar algo que pueda sostener la acusación.
Ese es, en el fondo, el mensaje que subyace en el conjunto de resoluciones dictadas a lo largo de la causa: investigar es legítimo y necesario cuando existen indicios, pero hacerlo sin límites claros, sin motivación suficiente o mediante atajos procesales erosiona las garantías básicas del sistema. Tras casi dos años de instrucción y una larga lista de diligencias anuladas, imputaciones revertidas y líneas de investigación descartadas, los tribunales superiores han marcado con firmeza el perímetro dentro del cual puede desarrollarse la causa.
El exministro Jordi Sevilla se moviliza con un manifiesto para crear una alternativa en el PSOE a la “podemización” de Sánchez.
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Las ratas cuando ven una vía de agua son las primeras en abandonar el barco… Un traidor más a escena. Entonces tú lo que quieres es la derechización del PSOE.
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Ibarra, el ex del PSOE en Extremadura, propone un acercamiento al PP. Eso estaría muy bien si este PP estuviese muy alejado de VOX; entonces se podría pensar que era factible echar a VOX del tablero político, como se está haciendo —o al menos se pretende— en muchos gobiernos de Europa. Pero, si uno profundiza, no se encuentra ninguna diferencia entre uno y otro.
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Que alguien me explique la diferencia que hay entre Ayuso y Abascal. Incluso, y debido a la presión a la que está sometido precisamente por Ayuso, Feijóo pretende ser la balanza entre ambos, ya que, en su intento de ser presidente de todos los españoles, lo haría a cualquier precio… y el precio de Feijóo para cambiar de postura es de calderilla.
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Aquí lo que hay que hacer es ponerse a trabajar muy duro en lo que escribo a continuación: hacer políticas valientes que nos despeguen totalmente de la derecha en los temas que preocupan a todos aquellos que están situados en la parte baja del tablero político, es decir, personas vulnerables, jubilados y trabajadores; una política que luche por la igualdad entre hombres y mujeres y fulmine a todo aquel que tenga cualquier causa que dañe a la izquierda.
Ahí entran los traidores, los golfos, los machistas y toda esa fauna que lo único que crea es malestar entre los simpatizantes y afiliados de la izquierda. Llamar puerta a puerta de cada partido y preguntar cuál es su propuesta para poder ir todos juntos.
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En la España de hoy, el ruido, la mentira y la manipulación han vencido por goleada a la verdad, la razón y el sentido común. Desde esta perspectiva, es necesario sentarse y analizar qué se puede hacer para romper este círculo vicioso.
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En la prensa no se puede confiar: está del lado del ruido. El ruido vende más que la información veraz. De la justicia estamos comprobando, en algunos casos, que no es igual para todos, y los poderes nunca se han apartado de sus verdaderas intenciones: situarse del lado de quien puede proporcionarles toda clase de privilegios y pingües beneficios. Por lo tanto, invierten en sus propios intereses, que no son, ni de lejos, los de un ciudadano de a pie.
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Llegados a este punto, toca reflexionar y actuar, y hacerlo ¡YA!. Es imprescindible movilizar a la izquierda. Tras el resultado de Extremadura, la izquierda corre el riesgo de desunirse aún más. ¿Por qué digo esto? Porque Podemos e IU irán por un lado, y Sumar y Más Madrid por otro, por nombrar a los más significativos. Esto lo arregla una figura que sea capaz de conjugar no solo estas dos tendencias —la blanda y la dura—, sino todas las que puedan darse. Para ello se necesita una persona idónea, y nos debería dar igual que fuese Pepito o Antoñita. Yo pienso en Rufián: hay que bajarlo del pedestal de los tuits y hacerle coger el toro por los cuernos. Esto no se arregla solo con tuits acertados y contundentes.
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El resultado de Extremadura no es tan malo como aparenta. Me explico: el candidato del PSOE, por muchas circunstancias —que casi todos veíamos venir—, ha sido un lastre en lugar de alguien que sumara. Me duele decirlo, pero es así. El problema está, sobre todo, en la abstención. Ahí es donde hay que trabajar para ser capaces de movilizar a toda esa izquierda que se queda en casa. ¿Por qué se queda?
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No sabemos vender todo aquello que hacemos bien. En parte, porque los medios no le dan publicidad debido a intereses que todos conocemos; en parte, también hay que decirlo, porque no sabemos dar con la tecla que conecte con el gran público. Por eso, la izquierda tiene que aplicar políticas más agresivas para llegar a ese público. Si eso va a significar un paso atrás en nuestra economía, ese paso atrás debe servir para coger más impulso, ya que muchos intentarán desestabilizar el auge que ha experimentado la economía.
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Además, estamos jugando contra un equipo de derechas al que, haga lo que haga su árbitro —en este caso, sus seguidores—, nunca le castigan. Mientras tanto, a nosotros cualquier error, por pequeño que sea, nos penaliza en exceso, debido a nuestra propia idiosincrasia izquierdista. El árbitro que tenemos nosotros —nuestra propia gente— nos pita penalti a la mínima.
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Es necesaria una reflexión profunda e hilar muy fino en cada hecho, en cada decisión, en cada discurso y en cada propuesta. Porque, si no espabilamos, corremos el riesgo de tener derecha otros cuarenta años, con consecuencias catastróficas para quienes estamos en la parte baja del tablero político-social.
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El Bellotero








