La
Fiscalía pide 3.000 euros a las participantes en la "procesión del coño
insumiso"
Acusa a las tres mujeres de un delito contra los sentimientos religiosos,
al considerar que pretendían "hacer mofa de los símbolos y dogmas para
quienes profesan la religión católica"
Público
Sevilla
Agencia EFE
La Fiscalía de Sevilla pide una multa de 3.000
euros a cada una de las tres mujeres acusadas de un delito contra los
sentimientos religiosos cometido con "la procesión del coño
insumiso", en el que portaron una gran vagina de látex por el centro de la
ciudad, al considerar que se mofaba de los católicos.En su escrito de acusación, la fiscal encargada del caso explica que las tres mujeres, sin antecedentes penales, participaron en una manifestación convocada el 1 de mayo de 2014 en compañía de otras personas que no han sido identificadas.
La convocatoria se llamó "Aquelarre feminista" y en ella se incluía una vagina de látex de grandes dimensiones que portaban en andas bajo el nombre "Procesión de la Anarcofradía del santísimo coño insumiso y el santo entierro de los derechos socio-laborales", con la que pretendían "hacer mofa de los símbolos y dogmas para quienes profesan la religión católica", según la Fiscalía.
La estructura estaba acompañada de todos los ornamentos que usualmente distinguen a las imágenes de la representación de la Virgen María en los pasos que procesionan en la Semana Santa de Sevilla, explica la acusación pública.
En este sentido, la Fiscalía precisa que la gran vagina iba adornada con un manto similar a los usados en los pasos de Sevilla, con flores en la base y con las portadoras vestidas con capirotes como los de los nazarenos, con mantillas y con peinetas en señal de luto por la muerte de Jesucristo.
Todas ellas usaron durante el recorrido un megáfono con proclamas diversas, con las que "trataban de atacar las verdades inmutables que constituyen la base de la Fe Católica y burlarse de los referentes que dicho colectivo considera sagrados", añade la Fiscalía.
Las acusadas gritaron expresiones como "La Virgen María también abortaría" o "Vamos a quemar la Conferencia Episcopal", y también cambiaron el texto de varias oraciones "con la finalidad de ridiculizar los dogmas de la fe católica".
Una de las oraciones que cambiaron fue el Credo de los católicos: "Creo en mi coño todopoderoso", "creo en mi orgasmo, mi única norma, nuestro placer, que fue concebido por obra y gracia de mis pulsiones sexuales, nació de mi decisión libre, padeció bajo el poder del terrorismo machista, fue condenado, quemado e invisibilizado".
En similares términos reprodujeron la oración que emulaba el Ave María:
"Dios te salve vagina, llena eres de gracia, el coño es contigo, bendita tú eres entre todas nuestras partes y bendito es el fruto de tu sexo, el clítoris".
La procesión, además de recorrer calles de gran afluencia, pasó por delante de varias iglesias y fue grabada en vídeo, que se difundió en varias páginas webs, concluye la Fiscalía.
El escrito de acusación se ha presentado después de que el juzgado de instrucción 10 de Sevilla acordara la apertura de juicio oral contra las tres mujeres: M.R.B.M., A.A.T. y O.I.L.C., a las que requirió una fianza de 3.600 euros a cada una.
En junio del año pasado, la juez Pilar Ordóñez archivó provisionalmente el caso, que reabrió la Audiencia de Sevilla tras un recurso presentado por la Asociación de Abogados Cristianos.
Más coños
insumisos, por favor
Público
12/07/2017
Las mujeres valientes, honestas, feministas y reivindicativas de la ‘Procesión de la Anarcofradía del
santísimo coño insumiso y el santo entierro de los derechos socio-laborales’ están siendo
víctimas de un atropello. Personalmente, estoy harto de lo fina que tienen la
piel algunas personas amparándose en sus creencias religiosas, como si éstas no
pudieran criticarse, como si de éstas no pudieran realizarse parodias,
ironizar… Basta ya de tanta tontería. Encajen de una vez por todas que el
catolicismo es machista. Mientras no destierren de su religión esos
comportamientos retrógrados, esa concepción de la vida misma tan miserable,
prepárense para que quienes defendemos la igualdad no permanezcamos impasibles
a su modo de situar a la mujer en la sociedad.
Hace falta tener la fe cogida con alfileres o, simplemente, querer desviar
la atención del desbarajuste que se tiene en su propia casa para que una
persona se sienta tan ofendida por un acto como la procesión del coño insumiso.
¿Qué es lo que más molesta, que se parodie una procesión en sí o que la
parodia venga a denunciar una verdad como un templo?
Recientemente entrevisté a un sacerdote. 45 años contaba el cura y, a pesar
de sus buenas palabras y su lenguaje cercano, el discurso podría haber salido
del mismísimo Rouco Varela. ¿Qué creen que me respondió al ser preguntado sobre
la discriminación que sufre la mujer en la Iglesia católica? Pues que no es
verdad, que la mujer ocupa un lugar importantísimo y que Dios así lo demostró
cuando fueron las mujeres las que tuvieron el gozo de ser las primeras en
descubrir a Jesús resucitado. Está todo dicho, ¿no? Pues no, hay mucho más.
Los temarios de los cursillos prematrimoniales que las parejas
heterosexuales -otra discriminación más- han de pasar antes de casarse por la
Iglesia atentan, no contra una creencia religiosa, sino contra las más
esenciales libertades civiles. Un auténtico manual para el perfecto misógino.
Eso sí que es para denunciar.
En estos cursillos se presenta una imagen de la mujer como mera “compañera
del hombre”, que es quien “debe tomar las iniciativas, cargar sobre sus
espaldas el peso del hogar, mientras la mujer lleva ese peso en el corazón”.
Es el hombre y sólo el hombre quien “organiza, planea, legisla,
construye, establece las estructuras del mundo y el hogar”.
Claro, está bien explicadito en estos cursos el por qué el hombre, cuando
llega a casa, se olvida de las tareas domésticas y es la mujer la que “ha de
saber estar presente en los mil y un detalles de la vida de cada día”, aunque
trabaje, porque su profesión “seguirá siendo ‘sus labores”.
¿Por qué el hombre “siente la necesidad de arrellanarse en la butaca al
volver del trabajo”? Sencillo: “no obedece necesariamente a pereza o
indiferencia el que no se ponga inmediatamente a ayudar a su mujer en los
trabajos de la casa”, sino a que “es capaz de hacer un trabajo duro de
durante varias horas, tal vez durante varios meses. Incluso en los días
ordinarios, se da intensamente a intervalos”.
En cuanto a las relaciones sexuales, los cursos no contemplan el
consenso entre las dos partes, basta con que “uno de los cónyuges lo
reclame razonablemente”… y concluye, que “el acto es tolerable a
pesar de que la petición no sea totalmente razonable”. Y como bien
precisa el texto que han de estudiar los futuros matrimonios, “el hombre
está caracterizado por la fuerza y el poder. Debe tomas las iniciativas”.
Estos son sólo algunos extractos, podría continuar desgranando esta oda
a la misoginia de la que no se preocupan ni los Abogados Cristianos, ni el
venerado Papa Francisco ni la Justicia de un Estado aconfesional en el que las
mujeres son brutalmente asesinadas todos los días. Así las cosas, ¿tan grave
parece la parodia del coño insumiso? Me van a perdonar, pero eso es una solemne
tontería.
Más coños
insumisos, por favor. Mi solidaridad, apoyo y aplauso a las anarcofrades del
santísimo coño insumiso, a todos los hombres y mujeres que luchan por la
igualdad y que cuando hablan de “tolerancia cero a la violencia machista” no sacan de esa premisa a la Iglesia
católica que tantísimo daño nos ha hecho, hace y, si no lo paramos, hará.
Amén.
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