El papa Francisco ruega por los niños "a los que se ha robado la
infancia"
En la
bendición 'Urbi et Orbi', el pontífice ha puesto especial énfasis en la
necesidad de la acogida en un mundo "azotado por vientos de guerra".
25/12/2017
ElHuffPost
El papa Francisco ha invocado la paz
y la seguridad en un mundo "azotado por vientos de guerra" y con un
modelo de desarrollo "caduco", al tiempo que ha recordado
especialmente a todos los niños cuya infancia fue robada, "obligados a
trabajar desde una edad temprana o alistados como soldados mercenarios sin
escrúpulos".
Francisco también ha tenido
palabras, durante el tradicional mensaje de Navidad, para los niños "cuyos
padres no tienen trabajo y con gran esfuerzo intentan ofrecer a sus hijos un
futuro seguro y pacífico" y aquellos "cuya infancia fue robada,
obligados a trabajar desde una edad temprana o alistados como soldados
mercenarios sin escrúpulos".
También se ha detenido en la
situación de tantos niños "obligados a abandonar sus países, a viajar solos
en condiciones inhumanas, siendo fácil presa para los traficantes de
personas".
En los ojos de los niños refugiados
vemos el drama de tantos emigrantes forzosos que arriesgan incluso sus vidas
para emprender viajes agotadores que muchas veces terminan en una tragedia
"En sus ojos vemos el drama de
tantos emigrantes forzosos que arriesgan incluso sus vidas para emprender
viajes agotadores que muchas veces terminan en una tragedia", ha
considerado.
Francisco ha vuelto a aprovechar su
mensaje de Navidad para recordar la violencia que se vive en el mundo al hacer
un repaso de los pueblos que están siendo golpeados por algún tipo de conflicto
violento como Tierra Santa, Siria, Irak, Yemen, Burundi, República Democrática
del Congo, República Centroafricana, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Ucrania,
Myanmar, Bangladesh, la península coreana o Venezuela.
"Vemos a Jesús en todos los
niños de aquellas zonas del mundo donde la paz y la seguridad se ven amenazadas
por el peligro de las tensiones y de los nuevos conflictos", ha advertido.
El Pontífice ha hecho balance del
año 2017, como es habitual, y ha empezado su análisis de la situación
geopolítica nombrando la región de Oriente Próximo donde se sigue sufriendo
"por el aumento de las tensiones entre israelíes y palestinos".
Que la amada Siria pueda finalmente
volver a encontrar el respeto por la dignidad de cada persona
El obispo de Roma ha pedido
oraciones para que se reanude "el diálogo" y se ha mostrado favorable
a alcanzar "una solución negociada, que permita la coexistencia pacífica
de dos Estados dentro de unas fronteras acordadas entre ellos y reconocidas a
nivel internacional". "Que el Señor sostenga también el esfuerzo de
todos aquellos miembros de la Comunidad internacional que, movidos de buena voluntad,
desean ayudar a esa tierra martirizada a encontrar, a pesar de los graves
obstáculos, la armonía, la justicia y la seguridad que anhelan desde hace tanto
tiempo", ha subrayado.
Asomado al balcón de la Logia
central de la basílica de San Pedro para la tradicional bendición 'Urbi et
Orbi' (A la ciudad y al mundo) - que solo es impartida por el Papa el día de su
elección, en Navidad y en Semana Santa, ha recordado también la guerra de
Siria. "Que la amada Siria pueda finalmente volver a encontrar el respeto
por la dignidad de cada persona, mediante el compromiso unánime de reconstruir
el tejido social con independencia de la etnia o religión a la que se
pertenezca" ha reclamado.
Igualmente, se ha referido a Irak,
"que todavía sigue herido y dividido por las hostilidades que lo han
golpeado en los últimos quince años", pero también Yemen "donde
existe un conflicto en gran parte olvidado, con graves consecuencias
humanitarias para la población que padece el hambre y la propagación de
enfermedades".
Jesús conoce bien el dolor de no ser
acogido y la dificultad de no tener un lugar donde reclinar la cabeza. Que
nuestros corazones no estén cerrados como las casas de Belén
Francisco también se ha detenido en
el continente africano donde ha lamentado la situación de los niños que sufren
"en Sudán del Sur, en Somalia, en Burundi, en la República Democrática del
Congo, en la República Centroafricana y en Nigeria".
Asimismo, ha pedido oraciones
"para que en la península coreana se superen los antagonismos y aumente la
confianza mutua por el bien de todo el mundo". También ha puesto en
evidencia su confianza para que en Venezuela "se pueda retomar un diálogo
sereno entre los diversos componentes sociales por el bien de todo el querido
pueblo venezolano".
Por otro lado, ha recordado a los
niños que, junto con sus familias, "sufren la violencia del conflicto en
Ucrania, y sus graves repercusiones humanitarias".
Finalmente, ha hecho mención de su
viaje a Myanmar y Bangladesh y ha pedido a la comunidad internacional que
"no deje de trabajar para que se tutele adecuadamente la dignidad de las
minorías que habitan en la Región".
"Jesús conoce bien el dolor de
no ser acogido y la dificultad de no tener un lugar donde reclinar la cabeza.
Que nuestros corazones no estén cerrados como las casas de Belén", ha
concluido
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