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viernes, 15 de junio de 2018

¿Cuándo debes reemplazar un sujetador?


15/06/2018

¿Cuándo debes reemplazar un sujetador? Los expertos contestan

Un sujetador viejo no solo tiene peor aspecto, sino que también funciona peor.




ElHuffPost

Puede que haya llegado la hora de deshacerte de tus antiguos sujetadores.

Si llevas dos años intercambiando los mismos dos sujetadores, es el momento de darle un poco más de soporte y amor a tu pecho (en el sentido literal y figurado). Se merecen algo más que un sujetador dado de sí cuyos tirantes se caen continuamente del hombro.

"Los sujetadores, como todo, también tienen fecha de caducidad", cuenta al HuffPost Lyn Lewis, CEO de la empresa de lencería de lujo Journelle. "Al igual que de vez en cuando reemplazamos los vaqueros o las camisetas, conviene hacer lo mismo con los sujetadores".

¿Por qué no puedo usar los sujetadores eternamente?


Técnicamente, sí se puede, pero es probable que no sean tan cómodos cuando empiecen a dar de sí y a perder forma. Como menciona Lewis, si un sujetador está demasiado dado de sí, no proporciona el soporte adecuado al pecho.

Llevar sujetadores que no se te ajustan y están desgastados es como "llevar zapatos de una talla incorrecta", apunta Lewis.

Además, la CEO añade que llevar un sujetador que se adapte adecuadamente al cuerpo tiene muchos beneficios. "Antes de empezar a trabajar en Journelle siempre daba tirones a mi sujetador y me volvía a subir los tirantes cada vez que se caían. Esto es algo que hacen muchas mujeres sin tan siquiera darse cuenta. Se convierte en un hábito", señala. "Resulta muy liberador ponerte el sujetador por la mañana y no tocarlo en todo el día", añade.

¿Cuánto tiempo puedo conservar un sujetador?


Los expertos entrevistados coinciden en que la vida de un sujetador depende en gran medida del uso. Por ejemplo, Iris Clarke, de Iris Lingerie, señala que si alguien se pone un mismo sujetador todos los días, no se puede esperar que dure más de un mes.

"Si vas rotando entre cuatro o cinco sujetadores, pueden durar hasta un año", explica Clarke. La experta recomienda disponer de varios sujetadores en el armario para aprovecharlos al máximo. Por eso aconseja contar con cuatro o cinco básicos: uno sin tirantes, otro sin espalda y algunos de encaje.

Lewis resalta que muchas mujeres tienen varios sujetadores favoritos y los van rotando continuamente, "y si solo tienes dos favoritos que te pones a diario, después de seis meses deberás reemplazarlos inevitablemente". "Si haces como yo y tienes un enorme cajón para la lencería porque estás obsesionada, y solo te pones un sujetador concreto una vez al mes, puede durar mucho tiempo", añade.

¿Cómo sé que ha llegado el momento de deshacerme de un sujetador?


Sabrás que la vida de un sujetador ha llegado a su fin cuando los tirantes estén dados de sí, coinciden ambas expertas.

Según Lewis, cuando se compra un sujetador nuevo, lo ideal es que la banda quede ajustada cuando se abroche en la hebilla más suelta. De ese modo, según se vaya estirando el sujetador con el tiempo, se podrá ir ajustando. "Lo ideal es que quepan dos o tres dedos entre la banda y la piel cuando esté abrochado", apunta Lewis, y si es necesario estirar la banda más allá de los enganches, "ha llegado la hora de reemplazar el sujetador".

Otro elemento al que hay que prestar atención son los tirantes. Clarke explica que si se caen constantemente de los hombros, aunque estén ajustados al máximo, es señal de que el sujetador se ha dado de sí y debería cambiarse. Los tirantes son un elemento que puede reajustarse, pero Clarke advierte de que ajustarlos al máximo no es "la forma correcta de ponerse un sujetador".

Otra señal de que el sujetador está demasiado usado es que la banda se suba constantemente en la espalda y no quede en su sitio. Cuando esta banda se desliza hacia arriba suele dar lugar a un hueco entre las copas y el cuerpo. Esto indica que es necesario hacerse con un sujetador nuevo.

"Si los bordes de las copas se marcan a través de la camiseta, es probable que esté dado de sí y, por tanto, sea demasiado grande para el pecho. Esto quiere decir que el pecho no está siendo sujetado y probablemente tampoco sea muy cómodo. El sujetador se mueve y hay que colocarlo constantemente", apunta Clarke.

Ambas expertas corroboran que al relleno del sujetador puede sucederle lo mismo. Si se detectan arrugas o pliegues permanentes en el relleno "es una señal de que hay que renovar el sujetador".

En cuanto a los tejidos, hay algunos más duraderos, como el algodón, mientras que otros de encaje resultan bastante más delicados en general. Por su parte, Clarke recuerda que los sujetadores con costuras reforzadas ofrecen un buen soporte y además aguantan más tiempo que un sujetador más fino.

Cuidar el sujetador es ESENCIAL para que dure más


Es aconsejable lavar el sujetador después de haberlo usado en tres ocasiones para que "mantenga más tiempo su integridad", según explica Danny Koch a Marie Claire Reino Unido.

Como es natural, los sujetadores acumulan grasa de nuestra piel y residuos del desodorante, por lo que lavarlos con regularidad ayuda a mantenerlos en forma.

No obstante, hay que ser cuidadoso, ya que no pueden mezclarse con cualquier prenda en la lavadora. "Lo mejor es lavar los sujetadores con un jabón diseñado específicamente para tejidos delicados de lencería", sostiene Lewis.

La especialista recomienda lavarlos a mano: llena el lavabo de agua caliente y jabón para lencería, mete los sujetadores en el agua y déjalos reposar unos 15 minutos. A continuación, acláralos y cuélgalos para que se sequen.

Clarke, en cambio, confiesa que ella los mete en una malla para lencería y emplea un programa suave sin más prendas en la lavadora, y así "salen perfectamente". Lo que hay que evitar es llevarlos a un servicio de lavandería, porque puede que los empleados los metan indistintamente con la demás ropa.

¿Qué hago cuando quiero tirar un sujetador?


En vez de echarlo a la basura, conviene informarse de otras opciones para desechar los sujetadores. Si apenas han sido usados pero están dados de sí como para ser cómodos, pueden donarse a tiendas de segunda mano, refugios para mujeres u organizaciones que ayudan a supervivientes de cáncer de mama.

Si alguien es fan de hacer cosas a mano, una buena idea es confeccionar una diadema de flores o incluso un bolso. ¿Quién iba a decir que los sujetadores eran tan versátiles?

Este artículo fue publicado originalmente en el HuffPost Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.




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