Comienza
el juicio contra el doctor Vela, el primero por un caso de bebés robados en
España
25/06/2018
Un
jesuita que busca "un regalo", un embarazo fingido con cojines, una
madre que confiesa y un médico que se sienta en el banquillo por lo que hizo en
1969.
Redacción El HuffPost
Agencias
La Audiencia Provincial de Madrid juzga a partir del
martes al doctor Eduardo Vela, para quien la Fiscalía pide once años de prisión
por el robo de un bebé en 1969 en la clínica San Ramón de la
capital, en el que será el primer caso de estas características que se enjuicie
en España.
Es, probablemente, el juicio más esperado en el año judicial en la
región aunque fuentes jurídicas han informado a Efe de que su celebración no
está del todo confirmada habida cuenta de la nueva estrategia planteada por el
doctor Vela.
El acusado, de 85 años, pidió hace días un examen forense con la
intención de acreditar una enfermedad degenerativa y aplazar el juicio
indefinidamente, bajo el temor de los afectados por el robo de bebés a vivir un
nuevo caso Sor María.
María Florencia Gómez Valbuena, que trabajó con Vela en la
Clínica San Ramón, epicentro de este drama, fue la primera persona a la que un
juez abrió diligencias en España y llegó a ser citada para declarar como
imputada, pero la monja alegó motivos de salud para no acudir y cuatro días
después falleció, en enero de 2013.
Inés, la pequeña víctima
La Fiscalía pide 11 años de prisión para el doctor por participar
en el robo de Inés Madrigal, que nació en 1969 y fue sustraída de su madre
biológica y entregada a una mujer estéril, a quien Vela le había recomendado
fingir un embarazo con cojines, mientras que la acusación particular solicita
13 años de cárcel. "Se ha convertido en el juicio de todos", ha declarado Madrigal a
la Cadena SER. "No tengo sentimiento de venganza, no me invade
el odio ni la rabia", dice a Efe Madrigal, quien, más allá de una condena,
se atreve a soñar con una reparación del acusado.
Al parecer, según la denunciante -hoy presidenta de SOS Bebés Robados Murcia-
y el ministerio fiscal, un sacerdote jesuita hizo las gestiones para que una
familia conocida tuviera "un regalo" en forma de niña. Vela llamó al
matrimonio cuando Inés nació. Firmó los papeles de un parto imposible, que no
tuvo lugar y que por tanto nunca pudo atender, aunque hasta 2010, gracias a un
análisis de ADN, no se supo que no había coincidencia alguna: 0% de relación
entre la mujer y los que siempre tuvo por padres.
El Ministerio Público acusa al doctor Vela de un delito de
sustracción de menor de siete años, otro de suposición de parto cometidos por facultativo
y otro de falsedad en documento oficial y fija, además, una indemnización a
Inés Madrigal de 350.000 euros.
Más de 150 periodistas de 45 medios de comunicación seguirán las
dos sesiones del juicio, que arrancará el martes con la esperada declaración
del acusado y de otros siete testigos. El miércoles continuará con la
declaración de otros cinco testigos antes de dar paso a la prueba pericial con
las comparecencias de dos peritos y la documental.
A continuación, ese mismo día se elevarán a definitivas las
conclusiones e informes de las partes y el juicio quedará visto para sentencia
una vez el acusado haga o no uso del turno de última palabra.
Firmaba cosas "sin
mirarlas"
Vela ya declaró como imputado en diciembre de 2013 en relación con
la denuncia del robo de Inés Madrigal, aunque se desvinculó de esa supuesta
trama y negó su participación en los hechos, pues aunque reconoció su firma en
el certificado de nacimiento de Inés Madrigal dijo que "firmaba cosas sin
mirarlas". Y añadió que no se explicaba ese hecho porque no conocía a Inés
Pérez, una mujer estéril que figura como la madre biológica de la denunciante,
pero que en realidad era la madre adoptiva.
Pérez, fallecida hace un año, fue clave, al desvelar lo ocurrido,
un testimonio que se enfrentó a la falta de documentos, los silencios, el
secreto. La mujer, que desveló lo ocurrido a su hija, llegó a tener incluso un
careo con Vela, que ahora ya no podrá repetirse.
En declaraciones a Efe, Inés Madrigal asegura ser consciente del
precedente de este juicio para sentar una jurisprudencia que "pase por
encima de la prescripción" y consiga que "muchas denuncias congeladas
salgan adelante" y "dejen al descubierto el drama de tantas madres,
padres e hijos".
Aunque, en el mejor de los escenarios, reconoce que el tiempo es
un obstáculo insalvable. "Los padres se van muriendo y los culpables van
desapareciendo, aunque si preguntas a una madre si prefiere encontrar a su hijo
o encarcelar al culpable ninguna dudará", afirma.
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