De cuando en el PP se reían de las primarias del PSOE
Los ahora adalides de la democracia
interna no ahorraron burlas cuando los socialistas abordaron procesos similares
elplural.com
El PP está en pleno proceso de primarias. Unas primarias sorprendentes, en tanto
que nadie esperaba que en un partido tan jerarquizado y tradicionalmente
obediente a sus altos cargos proliferasen las candidaturas y se aireasen las
diferencias internas a la vista de los medios. Si alguno lo hubiera
llegado a saber, seguramente se hubiera ahorrado algún comentario burlón con
respecto a las primarias ajenas, como las del PSOE.
Primarias para las películas
Hace poco más de un año alguien
decía: "Las primarias están muy bien en las películas, pero no valen para
una democracia representativa como la nuestra". Concretamente el 16 de
mayo de 2017. Y ese alguien era nada menos que Rafael Hernando, portavoz parlamentario del PP, que se
burlaba de que los socialistas estuvieran "a guantazo limpio".
El que fuera presidente del Gobierno
y del PP, Mariano Rajoy, calificó en el Congreso las primarias como un
"Pentecostés" en el que los socialistas se dedicaban a "hacer
méritos para que gane uno y pierda otro". Aunque se da la paradoja de que
hoy Rajoy ha vuelto al registro de la propiedad en Santa Pola, mientras
que el ganador de las primarias socialistas se sienta en La Moncloa.
Tampoco deja de ser paradójico que
en noviembre de 2016, el que hoy es el encargado de organizar las primarias del PP, Fernando
Martínez-Maíllo dijera lo siguiente para descartar que celebrasen primarias
alguna vez: "Sigo sosteniendo que en España, primarias como tal..., y
podemos sacar algunos ejemplos, el PSOE cuando le interesa las primarias las
aplica y cuando no cierra la puerta de la sede del PSOE de Madrid, y primarias
con candidato único como Ciudadanos tampoco parece que sea muy razonable,
tenemos que colocar este debate donde está".
Carlos
Floriano, que fue vicesecretario general del PP, número dos de María Dolores
de Cospedal en el partido, despreciaba las primarias socialistas como una
pérdida de tiempo: "Me parece muy bien que ellos se elijan como les dé la
gana y resuelvan sus problemas internos... mientras nosotros resolvemos los de
los españoles", dijo en Badajoz en 2013.
¿Y los actuales candidatos?
María Dolores de Cospedal se apuntaba a lo de que las
primarias no interesaban a nadie. Para la actual candidata en las primarias del
PP, ese sistema de elección era una excusa "para hablar todo el día de
ellos mismos", que sólo servía para "pelearse por ver quién quita el
puesto a quién".
Soraya Sáenz de Santamaría pensaba que las primarias eran
sinónimo de desorden, mientras que en el PP "somos un partido muy
bien organizado y será la dirección general del partido y los órganos
regionales quienes elijan".
Pablo Casado criticó hace un año las primarias
ya que le parecía que “no están haciendo mucho bien a los partidos y a los
países” donde se han celebrado. Y recordó en el programa de Federico Jiménez
Losantos lo que pasó en Francia con Fillon “que no se le pudo remover por haber
sido elegido en las primarias” y el candidato resultante fue el peor para que
el Partido Socialista francés “tuviera un resultado normal”. Así, ha destacado
que en el PSOE “no tienen muy buen recuerdo de las primarias”.
Para José Manuel García-Margallo, las primarias socialistas eran
"una guerra civil", una "fiesta que no termina" y que sólo
valían para tener un partido "muy fragmentado".
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