10/06/2018
Adam Kay: "Cuando hay que extraer algo del ano los pacientes inventan
historias por vergüenza"
El británico
presenta su libro 'Esto te va a doler' en Madrid.
ElHuffPost
Cargados de humor y seriedad a partes iguales, Adam Kay (médico
y guionista) ha sacado del armario sus diarios, escritos para divertirse como
una forma de terapia, pero también con una carga de tristeza. Sus textos se han
convertido en Esto te va a doler
(Planeta), un libro que demuestra que en la Sanidad la realidad puede superar a
la ficción, y en el que cuenta historias surrealistas de pacientes con los que
se encontró durante su etapa como médico residente. Sin embargo, su libro —que el autor ha
presentado en Madrid en compañía de El Gran Wyoming— es también una
denuncia del trato injusto hacia los médicos por parte de la administración
británica.
Adam Kay colgó la bata blanca después de seis años
ejerciendo, aunque le dio tiempo a vivir situaciones disparatadas en su paso
por diferentes hospitales. Empeñado en demostrar que los doctores son tan
humanos como el resto del mundo —aunque queramos que sean una especie de
dioses—, se decidió a leer sus diarios sobre los escenarios de los teatros,
cuando el gobierno británico quiso empeorar las condiciones del personal
sanitario. Ellos no tenían tiempo de quejarse, así que Kay tomó la iniciativa.
Y lo más importante: nadie le puede despedir porque ya no ejerce, explicó entre
risas durante la presentación.
Convertido ya en un reconocido autor y guionista de
televisión en Reino Unido,
donde su libro ha vendido 200.000 ejemplares y encabeza las listas de los bestseller,
confiesa que todo lo que sabía antes de empezar la carrera se lo había enseñado
la serie House.
La editorial llegó al autor cuando
ya había empezado a difundir sus experiencias por los teatros. "Ahora, con
el libro, han talado unos árboles más y puedo quedarme en casa bebiendo vino
mientras la gente se entera", bromea. La obra ha recibido muchas críticas
positivas y pocas negativas, las del gobierno y tres doctores
"dinosaurios" que lo han tachado de exagerado y que entienden que los
médicos nunca deben hablar de las cosas malas que pasan en la medicina.
Sin embargo,
esos detractores ya pueden hacer poco por impedir que sus historias se
conozcan, porque Adam Kay ya vende fuera de su país y él lo está disfrutando:
"Viajando compruebo que la comida es bastante mejor en cualquier parte que
en Londres". El autor ha desgranado su libro en una entrevista con el HuffPost.
Hablas en el
libro del apoyo emocional al médico y después de leerlo queda claro que es imprescindible.
¿Por qué pasa desapercibida esta necesidad?
Creo que la medicina es una carrera
muy anticuada. Hay una cultura que invita a pensar que los médicos somos
superhombres, que no tenemos emociones y que no tenemos que hablar de las cosas
negativas que ocurren. Los hospitales, además de tener protocolos para saber
qué hacer si entra alguien con una pierna rota, también deberían tener un
protocolo sobre qué hacer si un médico ha tenido un mal día. Un apoyo
psicológico, o días libres, y se debería aceptar en general que estas
situaciones existen.
En 'House' o 'Anatomía de Grey' todo
lo que tiene relación con la medicina lo clavan. Lo que no se refleja nunca en
estas series es el impacto que tiene la medicina en tu vida
¿Qué es más
surrealista: House, Anatomía de Grey o tu vida como médico?
Siempre que
veo estas series como House o Anatomía de Grey me llama muchísimo
la atención que todo lo que tiene relación con la medicina lo clavan. Lo que no
se refleja nunca en estas series es el impacto que tiene la medicina en tu
vida. Dejas de cenar con los amigos, tu vida social se hunde. Te tienes que
mudar a menudo para trabajar en diferentes hospitales, no sales a horas
normales, a veces cuando llegas a casa sólo quieres llorar tras un día de
trabajo. Mis diarios no tienen filtro, son un relato honesto de lo que ocurre.
Pero claro, en series como estas realmente lo llamativo son esos grandes casos.
Ya que
desvelas ciertas situaciones humillantes... Quizás tú, que has trabajado en
hospitales, puedas explicar por qué se humilla a los pacientes con esos pijamas
ridículos.
(Ríe) ¡Son muy baratos! Pero también
he trabajado en clínicas privadas y los pijamas son igual de ridículos, así que
quizás es que a los médicos les guste humillar a los pacientes.
Son tantos los objetos que hay que
sacar de orificios que todos los médicos que se dedican a esto tienen su Top 10
También has
encontrado muchas cosas en los rectos de los pacientes de Urgencias, ¿cuántos
objetos has eliminado de esos orificios y cuál ha sido el más curioso?
Esa pregunta
es muy difícil de responder. Es como si te preguntaran a ti cuántas entrevistas
has hecho o cuántos desayunos te has tomado en tu vida. Son tantos los objetos
que hay que sacar que todos los médicos que se dedican a esto tienen su Top
10. Practiqué la medicina general primero y luego me especialicé en
obstetricia y ginecología, así que he tenido múltiples objetos que sacar de
varios orificios. Quizás el mejor —mi editor lo consideró demasiado horrible
para meterlo en el libro— fue el de un chico que celebraba el cumpleaños de su
novia. Se cubrió de chocolate el cuerpo entero y se tumbó en la mesa de la
cocina. Entonces tuvo una erección y se colocó una vela de cumpleaños en la
punta del pene y no se dio cuenta de que se fundiría... Vino a Urgencias para
que le sacaramos la cera fundida de dentro del pene...
Respecto a las pruebas que mencionas y la vergüenza que algunas de
ellas provocan en los pacientes —como la colonoscopia—, ¿hay algo que puedas
decir como profesional para evitar este pudor?
He trabajado en maternidad, así que he examinado
constantemente pacientes. Cuando me encontraba con que sienten vergüenza o que
para ellos es un día importante —si van a tener un bebé o someterse a una
operación—, transmitía que los médicos hacemos eso todo el rato. Por muy
humillante que les resulte, que sepan que a los 30 segundos de haber terminado
me habré olvidado de lo que acabamos de hacer.
¿Somos los pacientes
muy mentirosos con los médicos?
Sí. Por vergüenza o porque deciden que no es una información
importante para su caso. Le puedo preguntar a un paciente '¿estás tomando algún
tipo de medicación?' y te dicen que no. A lo largo de la entrevista veo que
tienen una caja de pastillas. Por vergüenza se inventan historias, por ejemplo
cuando tengo que extraer algo de algún ano, nos cuentan la historia de que se
cayeron sobre el objeto en cuestión.
¿Ha hecho internet
mucho daño en la relación médico-paciente?
Mucho. Google puede ser tan terrible como brillante.
Muchas veces los pacientes llegan a la consulta con lo que han sacado de
internet impreso y suelen creer que es mucho peor de lo que tienen. Vienen
pensando que tienen un tumor, les dices que es un quiste sin importancia y les
alegras el día. Pero también a veces el médico te dice 've a hacerte una
analítica' y mientras aprovecha para consultar en Google qué te puede estar
pasando.
En Esto te va a doler hablas de algunas escenas desagradables. ¿Cuál es la escena más gore que has vivido?
Al final te acabas insensibilizando ante todas estas
situaciones. Es como cuando ves una película de terror de niño y la ves de
mayor. Ya no te da tanto miedo. Las cesáreas son un procedimiento bastante
húmedo, puedes tener hasta medio litro de sangre por ahí, medio litro de fluido
amniótico... Como estudiante, la primera vez que vi una cesárea me revolvió
bastante. Haciendo una, como médico, un alumno me estaba asistiendo y había
bebido bastante la noche anterior (estaba de resaca). Cuando estábamos cerrando
se mareó con los olores y cayó con toda la cara en el propio cuerpo de la mujer
abierto.
Así es fácil imaginar
cómo puede acabar tu ropa interior llena de sangre, como cuentas en el libro.
Es muy fácil porque las batas son de algodón y si te
cae una gota no pasa nada, pero si te cae un litro de sangre encima, pasa.
¿La escena más
surrealista que has vivido está en este libro?
Bueno, hay muchas cosas que se han quedado fuera del
libro y que no me han dejado incluir, algunas por motivos legales porque
llevaban el nombre de algún famoso, otras porque era muy fácil identificar la
situación por ser muy única. En otros casos, mi editor me pidió dejar algunas
cosas fuera porque eran muy desagradables y no queríamos que la gente vomitara
al leerlo. Sobre todo quería que el libro fuese una representación justa de lo
que ocurría realmente y no podría haber sido así si el 90% de los casos fueran
desagradables. Por eso he querido una buena mezcla entre lo que ocurre y lo más
intenso. Se han quedado muchas cosas fuera.
Afirmas que
nadie te enseña en la Universidad a mantener la cara de póker en ciertas
situaciones. Uno de los gestos desencajados más comentados por los médicos y de
los que hablas son las de los padres cuando ven nacer a su hijo, especialmente
si han tenido que usar ventosas en el parto (con lo que cambia la forma de la
cabeza las primeras horas). ¿Cómo es presenciar ese momento?
Como especie estamos diseñados para
querer a nuestros hijos, es parte de lo que implica querer continuar la
especie. La mayor parte de las personas siente un amor absoluto cuando ven
nacer a sus hijos y piensan que son los más hermosos del mundo, aunque estén
llenos de marcas, cubiertos de líquidos repugnantes o puedan tener algún corte
en la cara por la incisión de la cesárea. Pero la mayor parte manifiesta este
amor, aunque siempre ves algún padre que dice 'uh, me lo esperaba más bonito'.
El Sistema Nacional de Salud Público
es el más seguro. Punto. Las clínicas privadas son excelentes cuando todo va
bien.
¿Por qué un
británico debe elegir o no una clínica privada para dar a luz?
El Sistema Nacional de Salud Público
es el más seguro. Punto. Las clínicas privadas son excelentes cuando todo va
bien. El problema es que, por su naturaleza, en la medicina no siempre todo
sale bien. Y, entonces, necesitas que la caballería venga a asistirte por si
acaso. En una clínica privada, si las cosas se tuercen tienes que llamar al 999
para que una ambulancia te recoja y te lleve a un hospital público, porque
ellos no tienen los recursos suficientes para asistirte en caso de una
emergencia.
Hemos visto
en series como Anatomía de Grey que los médicos consideran la
dermatología como la especialidad del lujo, en la que los profesionales viven
como reyes. Esto te va a doler vuelve a retratarlo así. ¿Por qué entre
los médicos se bromea con ello?
Los dermatólogos también pueden
matar a alguien al confundir un carcinoma con un lunar. Los médicos nos reímos
de los dermatólogos porque tenemos que hacer burla de alguien.
¿Y los
traumatólogos son los brutos?
Más o menos. Para ser exactos, en
Reino Unido son los cirujanos ortopédicos los que tienen esa reputación. Sacan
el serrucho y los clavos para unir huesos.
Reino Unido es uno de los países de
la Unión Europea que menos PIB dedica a su sistema de salud público, así que
cada vez es más complicado ser médico
Colgaste la
bata blanca hace años por la situación de la Sanidad Pública. ¿Está viviendo el
Sistema Nacional de Salud un éxodo médico?
Sí. Los fondos para la Sanidad
Pública en Reino Unido se han ido reduciendo cada vez más en los últimos diez
años. Históricamente esta financiación aumentaba un 4% anualmente, y en la
última década sólo ha ido creciendo un 1% cada año. Somos unos de los países de
la Unión Europea que menos PIB dedica a su sistema de salud público, así que
cada vez es más complicado ser médico. Si vas a trabajar y eres un enfermero
que tiene que llevar dos o tres buscas para llamar a los médicos y te
encuentras con que tienes un 15% de personal activo en ese momento, lo puedes
aguantar esa situación de estrés durante unos meses, pero al final la situación
se vuelve insoportable. Cuando yo dejé mi profesión era de los primeros, pero
ahora conozco cada vez más compañeros que han ido abandonando.
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