Mazón: el mirlo blanco de Casado que ha reventado el partido en Valencia y pone en la picota el liderazgo de Feijóo
El aun presidente valenciano ha reventado el PP valenciano desde dentro, dejándolo abierto en canal y con una lucha de poder, por no decir guerra, contra Génova
Loreto Ochando
6-11-25
ElPlural
La historia del aunque dimitido aún president de la Generalitat, Carlos Mazón, empieza con el apoyo del defenestrado Pablo Casado, y su mano derecha, ese político que tiene como máximo exponente vital ser campeón de lanzar huesos de aceitunas: Teodoro García Egea. Todo para cargarse a Isabel Bonig, la entonces lideresa del PP valenciano que había luchado por limpiar la corrupción de su partido.
Por aquel entonces, Mazón, era el mirlo blanco, el adalid de la política que iba a sacar al rojo peligroso de Ximo Puig de la Generalitat. Pero la vida, el karma, Ayuso y una DANA que ha costado 229 vidas y miles de damnificados han dejado a Mazón como lo que realmente es, no un mirlo sino una urraca sin plumas que, además de haberse evidenciado como un político nefasto y sin escrúpulos, le puede costar la credibilidad a su actual jefe, Alberto Núñez Feijóo. Todo por no hablar de cómo ha reventado el PP valenciano desde dentro, dejándolo abierto en canal y con una lucha de poder, por no decir guerra, contra Génova.
Alberto Núñez Feijóo
Pero volviendo al paasado, Feijóo llegó cual salvador de la patria tras la caída de Casado. Mazón nunca fue de los suyos, y se demostró cuando el alicantino, el mismo que prefería saber pronunciar bien la palabra “Consell” a preocuparse por las vidas de sus ciudadanos en la famosa comida de cuatro horas en el Ventorro, llegó a un pacto con Vox para gobernar sin decirle nada a Feijóo, y tuvo las santas gónadas de decir que el líder del PP avalaba el asunto. Sí, lectores, lo que les cuento pasó tal cual.
En Génova no daban crédito, pero no tuvieron más remedio que tragar, pues ahí tenían a Ayuso -la 'killer' de Casado- dando palmas públicamente con el acuerdo de marras. Pero tragar para no molestar a la lideresa madrileña les costó muy caro. Primero fue el obligar a María Guardiola a pactar con la extrema derecha y segundo, y más importante, perder unas generales por el miedo que generó en los votantes la llegada de la extrema derecha al poder.
Tras aquello, Feijóo, estaba un poco, o mejor dicho un mucho, como la niña del exorcista. Ni olvido ni perdón para con Mazón. Y en esas estaban cuando la inutilidad manifiesta de Mazón y los suyos conllevó, según la instrucción judicial, 229 muertes con la DANA del 29 de octubre de 2024.
A partir de ahí todo fue un despropósito, pues Feijóo veía desde madrid lo que pasaba en Valencia, pero pese a las ganas de desollar a Mazón debía esperar. Y a eso hay que sumar un Tellado comiéndole la orejita a favor de Mazón. Pero con las manifestaciones multitudinarias del pueblo valenciano pidiendo la dimisión del president, las múltiples mentiras de Mazón que la prensa iba desvelando….etc. Y entonces llegó el funeral de Estado, y Feijóo vio, escuchó y sintió en carnes propias la rabia de las familias víctimas. Ahí ya no había 350 kilómetros, eran 15 metros.
“Ya no puedo más” dicen que fue la frase de Mazón. No se lo cree ni él. Fue Feijóo el que vio como el mismo que le había dejado en la oposición le estaba reventando los titulares de temas tan peperos como el juicio al fiscal general y tomó la decisión de cargárselo. Feijóo vio cómo Mazón estaba exponiendo su debilidad como ‘reina’ en el tablero, y precipitó su salida de la presidencia. Pero ya era tarde, muy tarde, pues su debilidad es ya más que manifiesta. La única duda que queda por resolver es cuándo Ayuso decidirá ir a por él.
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