Las cinco claves para entender el fin de la 'política del hijo único' en
China
Publicado: 30/10/2015 13:28 CE
El Huffington Post
Los
líderes chinos anunciaron este jueves que
pondrían fin oficialmente a la política de hijo único del país, permitiendo así que las
parejas tengan dos hijos. Esta medida, que fue concebida para frenar el
crecimiento de la población china, ha sido una de las más polémicas en el
último siglo. Esto es lo que necesitas saber ahora que dejará de aplicarse:
1.
Antes de nada, ¿por qué creó China esta política?
Entre los años 1949 y 1976 bajo el régimen de Mao Zedong, la población de China casi se duplicó, alcanzando los 840 millones de habitantes. Este incremento, junto con el creciente miedo a una superpoblación a nivel mundial, inspiró a los líderes chinos en su intento por aminorar ese crecimiento.
Entre los años 1949 y 1976 bajo el régimen de Mao Zedong, la población de China casi se duplicó, alcanzando los 840 millones de habitantes. Este incremento, junto con el creciente miedo a una superpoblación a nivel mundial, inspiró a los líderes chinos en su intento por aminorar ese crecimiento.
China estableció la política de hijo único en 1979. La
etiqueta hijo único es,
en sí misma, poco apropiada. Si bien es cierto que las familias del medio
urbano se han visto muy limitadas por la medida, muchas parejas obtuvieron
exenciones, entre otras, las familias rurales de minorías étnicas
cuyo primogénito era una niña y las parejas en las que ambos cónyuges eran
hijos únicos. Aun así, a lo largo de décadas, cualquiera que se excediera del
límite de natalidad estaba sujeto a multas, así
como a esterilizaciones y abortos forzados (advertencia: el enlace contiene una imagen
muy explícita).
2.
¿Funcionó?
Esta
cuestión ha generado mucho debate.
Un estudio ampliamente difundido
afirmaba que la política redujo los nacimientos en 400 millones. Otros expertos
rebajan la -impresionante- cifra a 200 millones, lo que
equivale aproximadamente a toda la población de Brasil. Lo que no incluyen
estos números es el elevado coste humano: la violencia de los abortos forzados,
la negación del derecho de los padres a crear una familia libremente, la
diferencia entre sexos que desequilibra la balanza social, etcétera. Las
repercusiones de esta perturbación -cientos de millones de nacimientos
evitados, una gran ruptura en el tejido social, profundos desequilibrios
demográficos- seguirán presentes durante décadas, así como el debate en torno a
dicha política.
3.
¿Entonces qué pasó?
El
Partido Comunista Chino dijo que permitiría a todas las familias tener un segundo hijo,
pero todavía no se han anunciado todos los detalles sobre la fecha de
aplicación ni sobre la normativa relativa a los nacimientos de más. Este es el
último paso -y el más decisivo- dentro de una serie de medidas para relajar la
ley, entre otras el cambio que se produjo en
2013 que permitió a las parejas tener un hijo más si alguno de los progenitores era hijo
único.