1º de Noviembre, el día de los difuntos.
Se llenan los cementerios durante estos días por la
gente que recuerda a sus seres queridos visitándolos. Cariacontecidos, pero
felices de poder llevarles flores de papel, fabricadas en China que son muy bonitas
y las más baratas.
Mientras vas paseando a lo largo de esos
interminables pasillos con cuatro o cinco alturas de nichos lees los nombres, las fechas, las edades de
los difuntos, los que llevan una cruz y los que no. Una cosa si es común para
todos. Curiosamente. En las lápidas aparecen siempre las siglas Q.E.D. Que
significa: “Que en Paz Descanse.”
Si lo miramos bien resulta incongruente que nos
pasemos la vida con guerras, estafas, robos, crímenes, asesinatos, etc…y
deseemos la Paz (con mayúscula) a un cadáver, un pedazo de materia putrefacta,
que acabara comida por los gusanos.
Nunca nos preguntamos si cuando estaba con nosotros
aquel ser querido hicimos todo lo posible porque viviese en PAZ. Nos acordamos
cuando ya está muerto y exigimos que su nombre y lo habitual “no te olvidamos”
queden el texto y las iniciales D.E.P perfectamente equidistantes.
¡Lamentable
No hay comentarios:
Publicar un comentario